LOS SIETE PECADOS QUE ABORRECE Y ABOMINA DIOS El libro de Proverbios fue escrito por un hombre de quién dice la Biblia fue el hombre más sabio que ha existido sobre la faz de la tierra. Hablamos de Salomón. Conforme a su petición Dios le bendijo diciéndole: “…te he dado corazón sabio y entendido, tanto que no ha habido antes de ti otro como tú, ni después de ti se levantará otro como tú.” 1 Reyes 3:12 La sabiduría que encontramos en sus proverbios es una muestra palpable de ese don tan maravilloso entregado por el Señor. Más allá de ser escritos por un hombre, los Proverbios son palabra inspirada por Dios y en ellos encontramos instrucciones, advertencias y verdades que nos ayudarán a desarrollar una vida agradable ante los ojos del Señor. En el capítulo 6 y verso 16 en adelante, el proverbista nos revela una pequeña porción del corazón de Dios, mostrándonos siete pecados que Él aborrece y abomina. “Seis cosas aborrece Jehová, Y aun siete abomina su alma:” Proverbios 6:16 Otra versión de la Biblia dice: “El Señor odia seis cosas; mejor dicho, hay siete que él detesta:” Proverbios 6:16 (PDT) Cuando leemos y meditamos en esto detenidamente nos damos cuenta de la relevancia tan importante con que la Palabra de Dios denota esas 7 cosas, y esto nos debe mover a conocer más a profundidad acerca de cada una de ellas. Verso 17: 1. LOS OJOS ALTIVOS: Son los ojos de aquellos que siempre miran por encima de todos. Son orgullos, soberbios, altaneros. El ejemplo de Moab: Jeremías 48:29-30 Algunas señales claras de este pecado en una persona: a. Dificultad para reconocer errores y equivocaciones. (Proverbios 28:13) b. Autoestima sobre elevada acerca de sí mismo. (Romanos 12:3) c. Problema de sujeción a autoridades establecidas. (Romanos 13:2) Dios no se complace en la altivez. 2. LA LENGUA MENTIROSA Jesús habló muy fuertemente contra la mentira. (Juan 8:44) No existen las mentiras blancas. (1 Juan 2:21) Dios nos manda a hablar siempre con la verdad. (Efesios 4:25) Hay personas que se han acostumbrado tanto a la mentira, que ésta ya se ha convertido en parte de su estilo de vida. (Lucas 6:45) 3. LAS MANOS DERRAMADORAS DE SANGRE INOCENTE Quizás muchas personas puedan hoy decir que están libres de este pecado debido a que nunca han atentado contra la integridad física de alguien. Sin embargo, muchos han atentado contra la vida espiritual de otros. Se han convertido en asesinos ministeriales. Quienes tienen bajo su responsabilidad liderazgos deben pedir sabiduría y discernimiento al Señor para poder proceder siempre de la mejor manera con sus discípulos. Comúnmente la envidia antecede al derramamiento de sangre inocente. Ejemplo de José y sus hermanos: Génesis 37 Los derramadores de sangre inocente sufren juicio de Dios. (Proverbios 1:11-19) Verso 18: 4. EL CORAZÓN QUE MAQUINA PENSAMIENTOS INICUOS Son aquellos que fabrican planes en sus mentes con el objetivo de pecar. Muchas de éstas son personas que creen poder engañar a Dios. Nadie cae en un pecado por sorpresa. (Santiago 1:13-15) “Cuando alguno se sienta tentado a hacer lo malo, no piense que es tentado por Dios, porque Dios ni siente la tentación de hacer lo malo, ni tienta a nadie para que lo haga. Al contrario, uno es tentado por sus propios malos deseos, que lo atraen y lo seducen. De estos malos deseos nace el pecado; y del pecado, cuando llega a su completo desarrollo, nace la muerte.” (DHH) 5. PIES PRESUROSOS PARA CORRER AL MAL La falta de temor a Dios es un aliado valioso para llegar a este pecado. Son cristianos que creen en un evangelio liviano, que titubean poco o nada para correr hacia el pecado. Viven su vida como si Dios fuera un producto de ficción o fantasía. (Salmo 36:1-4) Verso 19: 6. EL TESTIGO FALSO QUE HABLA MENTIRAS Es peor que el mentiroso pues, aparte de mentir, pone su testimonio falso como prueba. Para cubrir las espaldas de un hermano no es necesario mentir. (Proverbios 19:28) El testimonio falso aprisiona a otros. (Proverbios 14:25) Dios castigará al testigo falso. (Proverbios 19:9) 7. EL QUE SIEMBRA DISCORDIA ENTRE HERMANOS Muchas veces la murmuración es el aliado más importante para este tipo de personas. Debemos cuidar nuestra boca pues con ella causamos muchas discordias (Stg. 3:5) No solamente con nuestra boca podemos causar discordia entre hermanos sino también con nuestras acciones. Dios llama nos llama a ser pacificadores (Mateo 5:9) CONCLUSIÓN Todo lo que se llame pecado es aborrecible para Dios y es abominación para Él. Sin embargo, todos y cada uno de los siete que hemos compartido hoy son el producto de la suma de muchos otros pecados más. Sino a agradamos a Dios en todo un día seremos vomitados de su presencia. De nada valdrán entonces los años de servicio o dedicación que hallamos invertido para Él. Es tiempo de recapacitar, de corregir nuestro camino, de trazar nuevamente un rumbo para nuestra vida que agrade a Dios. Así como hay castigo para aquellos que decidan vivir desagradando al Señor, así también habrá una recompensa invaluable para aquellos que deciden agradarle. Pidamos al Señor que nos corrija y transforme con su poder.