GI SCHOOL LEONARDO VARGAS CIENCIAS SOCIALES TIPOS DE VIVIENDA PRECOLOMBINA Las viviendas indígenas fueron muy funcionales y adaptadas a las condiciones del medio, según los informantes de los cronistas y con base en la observación directa realizada por antropólogos y sociólogos en aquellas regiones en donde aun subsisten aborígenes en nuestro territorio; cada vivienda tiene unas características particulares según las condiciones ambientales. EL PALAFITO Es una vivienda lacustre, construida sobre horcones de madera sobre una plataforma con techo a 2 o 4 aguas, ya que se construían en zonas pantanosas, inundables o a orillas del río tenían cerca balsas o canoas para poder salir por él. LA BARBACOA Propia de la región del Choco que se caracteriza por la humedad ambiental de mas del 85% como consecuencia de las altas precipitaciones, las que ocasionan el desbordamiento de los ríos y frecuentes inundaciones del suelo. Nuestros aborígenes acudieron a los copos de los árboles para contrarrestar el problema de la humedad y a la vez para defenderse de los numerosos animales que hacen del medio un ambiente agresivo. EL TAMBO Los Noanama y Emberá que habitan entre la serranía del Baudó y el océano Pacífico, entre los ríos Baudó y San Juan, construyeron viviendas aisladas, llamadas tambos, de carácter multifamiliar (vivían entre 15 y 20 personas, familias extensas). Para su construcción elegían las colinas, pero siempre cerca de las corrientes de agua, que se constituye en el medio más importante de comunicación. El acceso a la plataforma se hace por medio de una guadua con perforaciones para poderse sostener, igual sistema se emplea para acceder a los zarzos interiores. En algunas ocasiones, el fogón y el corral para las aves u otros animales, se construye en los sectores aledaños a la casa principal. EL BOHIO O BUHIO Los indígenas de la región Andina, especialmente los de Antioquia y el Gran Caldas, como fueron los Paucuras, Pozos, Supias o Pícaras, Zopias, Carrapas, Quimbayas construyeron y Caramantas, bohíos o ranchos pequeños, de techos pajizos donde vivían hasta 10 personas. Buscaron las faldas de las montañas de tal manera que sirvieran como puntos estratégicos de observación en defensa de sus enemigos. Las casa de los guerreros estaban cerradas con palos y éstos estaban adornados en el extremo con los cráneos de sus enemigos, a manera de trofeos. La casa de los caciques eran más amplias y mejor decoradas; a la entrada de la vivienda había una gran enramada a manera de casa ceremonial donde ejercía sus funciones el Chamán. Mención especial merecen los bohíos construidos por los Muiscas, pertenecientes a la familia Chibcha, que vivieron en el altiplano cundiboyacense. Las descripciones que de ellos se tiene, se debe a los cronistas y especialmente a los trabajos realizados por el Dr. Eliécer Silva Celis. La arquitectura muisca se puede clasificar así: 1. Casas unifamiliares. 2. Casas multifamiliares. 3. Casas de jerarcas o caciques. 4. Almacén de depósito y Templos. La vivienda de los Chibchas era en realidad demasiado sencilla, tanto por los materiales empleados como por las formas arquitectónicas; por lo general eran de planta circular con techo cónico, o con planta rectangular con techo a dos aguas; en ambos casos el techo era de paja. El piso era de tierra apisonado y en algunos casos con una cubierta de paja o esteras tejidas con esparto. Las paredes eran de vara en tierra, de cañas entretejidas o de bahareque; es decir madera embutida con tierra, para contrarrestar el frío de la altura. El mobiliario interno aunque no hace parte de la arquitectura, vale la pena decir, que también era muy sencillo y consistía principalmente en mesas de madera y tierra, llamadas barbacoas, empleadas como camas las que tendían con elegantes mantas tejidas, también eran empleadas para colocar los utensilios de cocina. Como asientos utilizaron los troncos de los árboles, pero esto no era muy común ya que el indígena descansa en posición de cuclillas. Las viviendas familiares no eran de gran tamaño, pues solo tenia dos metros de diámetro. Sus paredes eran decoradas con pinturas de figuras geométricas o, en ocasiones, eran elaboradas con las fibras vegetales entretejidas. Las viviendas de Caciques, Jeques, Zipas y Zaques se caracterizaron por ser de mayor tamaño, de mejor complejidad y decoración, dispuestas dentro de amplios cercados o empalizadas. A la entrada de tales viviendas y adosadas a las paredes encontraron objetos de tumbaga como chagualas y sonajeros. Cerca de las casas del Cacique se encontraba la casa de las mujeres e hijos y los depósitos o almacenes de víveres o armas. Los templos llamaron mucho la atención de los conquistadores, no por su arquitectura, sino por las riquezas ornamentales que pendían de techos y paredes. LA MALOCA En los llamados territorios nacionales, regiones aisladas del centro del país, como son la Amazonía, El Vaupés, El Putumayo, se encuentran tribus de aborígenes que gracias al aislamiento en que se han mantenido, conservan muchos de sus rasgos culturales autóctonos, siendo uno de los más importantes la construcción de sus viviendas, llamadas malocas. Se construye en relación directa con el río, que es su único medio de comunicación; su estructura arquitectónica esta construida por fuertes columnas de madera, clavadas directamente sobre la tierra entre dos y cuatro metros de distancia, con dos puertas ubicadas una en frente de la otra, creándose así entre las dos el espacio más importante para la circulación dentro del recinto. Alrededor de éstas se hincan unas columnas secundarias que sirven para colgar las hamacas o chinchorros que se constituyen en los elementos esenciales para el descanso. El techo de la maloca es de paja, que bajan casi hasta el suelo haciendo que las paredes laterales de 15 metros de ancho, sean de poca altura, mientras que el frente o fachada es de una presentación agradable por las figuras geométricas tejidas y trenzadas con hoja de palma en toda su extensión. La única iluminación interior es la que entra por los vanos de las puertas. Los que se cubren de noche con tabiques también tejidos. Bajo este gran techo llegan a congregarse y a vivir hasta 30 personas en un solo recinto., sin divisiones interiores pero si con espacios delimitados para el desempeño de diferentes funciones como: lugar de reuniones de visitantes y vecinos, espacio para las ceremonias religiosas, espacio para las familias más allegadas al Cacique, correspondiéndole a este el lugar más apartado de las puertas, hay lugares de depósito y el espacio para la cocina donde se prepara el cazabe su alimento predilecto.