El tratado secreto : 24 de Marzo de 1878

EL TRATADO SECRETO.
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Algunas frases de la Memoria del señor
Secretario de lo In- (01',
1 1a h a es t roel
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qu e erad
uno e 1os prin cipales objetos de
teri or i Relaciones Esteriores, dirijid a al President e de la Un ion mi misiono
p ara el Congreso ac tualmente en ses iones, exijen de mi' parte una
S·1 un convenio secreto pu ede ser conforme con nuestra s
es plícacíou relativa a lo q ue impropiament e se ha llamado " Tra- institu ciones, es cosa que, con la vénia del señor Secretario de
tado sec reto" con la República del Ecuador, ante qui en yo estaba Relaciones Esteriores, me permit e creer el inciso 18 del artículo
acreditado como Ministro Rcsident e ; esp licncion tanto mas nece- 66 de la Constitucion. La razon de que los tratados necesitan la
saria, cuanto ha sido exaltado el valimiento de la s censura s hechas aprobaci ón del Congreso, no contraría el que puedan celebrarse
a ~icho " Tra tado secreto " " por el eminente escr itor ecuatoria no, con el carácter de reservad os j como no contraría las institu cioncs
senor Juan Mont alvo. "
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eI q ue instru
cciones reservadas sean dadas a los Ajentes dipl oNo es mi propósito refutar al señor Secretorio, ni haí mat eria maticos, p orqu e éstas deban ser ap robadas por el Senado, al
sobre la cual p udiera recaer una refutac ion, una vez qu e él relata tenor del art ículo 51 de la Constitucion, de Jo cual tenemos nncon exactitud lo acaecido a pr opósito j i mucho m énos lo es el de merosos ejemp los.
defenderme, pu esto qu e nin gun a censura ha recaído de parte del
Aun cuando la opinion púb lica, así en el Ecuador como en
señal' Secretario sobre mi conducta en el asunt o ; i ántes bi en, él Colombia, conoce mui bi en la invasión armada q ue veriflc~ron
dic e en su Memoria qu e " llen écumplid amente, i a satisfacciou del las tr opas rebeld es de Ttíquerres, en mayo de 1877, las cual es
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P oder Ejecut ivo, el cargo de Ministro Resident e qu e se me confió." qvanzaron hasta el u Pucaral," territorio ecuatoriano, reunidas con
Mas como, seg un el mismo seño r Secretario, "se ha asegurado por las del J encral Y épes ; aun cuando es sabido que ella pr olongó
au toridades de los puebl os fronterizos del Ecuador qu e pidieron la resiste ncia de los rebeldes de Pasto, Túqu erres i Obando ha sta
en carecidamente el auxilio de las tr opa s colombianas, despu es el 4 de junio de aquel mismo año ; aun cuando es notorio tam del pronun ciami ento de Y épes i ocupaciou de Tulcan, que tal so- bien qu e con aql~~1 mismo apoyo fué apri sionado en territorio
li citud la hacinn en virtud de un pacto existente entre las dos del Ecuador el Jefe del cuarto departamento militar del Esta do
Repúblicas," p odria creerse qu e yo habí a llegado a compr ometer del Oauca, señor Coronel Serj io Pérez, despojado de sus propíea! Gobi ern o de mi país en una aventura inconsiderad a; bu eno es dades i amenazado de muerte, no me creo autorizado, en mi calique se sepa cndn inmotiva das son las disc ulpas de dichas autori- dad de simple ciudadano, para hacer tra scendentales los muchos
dades ecuatorianas nnnndo espresa n haber solicitado el a uxilio motivos de actualidad que tuv e entónces para pr omover la discude la s fuerzas colombianas, en virtud de un Trat ado que supon ían sion sobre el citado proyecto de convenio, ni mucho m énos para
existente entre és ta i esa República.
darl e publicidad.
Como el señal' Secretorio lo dice en su informe al Pre sidente,
El que se haya hablado del proyecto de convenio no ha detod o lo ocurrid o en cuanto al " Tratad o secreto" no ha pasado de jada, es verdad , contento al eminente señor Montalvo, ante quien
un simple proyecto de convenio ad referéndum , del cual dí cuenta yo no fuí acreditado, ni pr obab lement e tampoco a otros tan aceral Gobi erno p or conducto del se ñor Robert o Suarez, correo de ga- bos enemigos del Gobierno de Colombia, como este señor se
binete, i para cuya discusion no necesitaba de instrucciones es- man ifiesta del de su patria ; pero es lo cierto que el )!inistro de
p ecial es ni escrita s.
Colombia en Quito mantuvo siempre en buen pié, aun en mui
No seria seguram ente en virtud de un PHOYECTO que las críticas circunst ancias, las relaciones de nuestro Gobierno con
autoridad es de la. frontera ecuatoriana podrian, aun dado que ellas aque l ante qui en estaba encargado de representarlo i de estrot uviesen pe rsonería para entenderse con las nuestras en asuntos chal' los lazos de cordialidad que el interes recíproco de los dos
intern acional es, solicitar el auxilio de fuerzas colombianas. Tan- paí ses demanda fortalec er.
to valdri a como hacerlo en virtud de una cualquiera de las conSi en algo pudo dicho Ministro contribuir a exaltar las sim•
. nes de nuestro Ministro en Quito con el Secreta rio de Re patías de los dos Gobiernos, i si su conducta contribuyó, sin falvcrsacIO
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la ciones Esteriores en aquella Repu'bli ca; qu e no vale mds ni ta l' a las conveniencias dipl om áticas, a fortalecer la causa del
tiene más fuerza de compromiso lo que escri ban que lo que ha- derecho i de la emancipacio n, comprometida ent6nces todavía en
bIen dichos Majistrados, en tanto que lo escrito o lo hablado no una lucha ton azarosa, eso, léjos de ser un motivo de sonrojo, lo
bteng a la sancion recíproca de los Soberanos.
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No es, por tanto, sobre mí que pu ede recaer en ningun caso
<abilidad de la int ervenci ón en la contienda del Ecuador
la respon o,
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'Ji d por los p at riotas de nuest ra fronte ra del Sur q uienes
Tcn ca a
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i é d os a lo q ue han dicho ya no necesitaban de otro estíatem n on "
o ( ue el de dar seguridad al imper io de nuestras instituciones
mnl
de este1 lado del Carcbi : ellos pudi eron equivocarse, pr oceder con
es de honor para él.
P or lo demas, yo ap elo al senti miento honrado de todos los
liberales de este país, para que digan si pued e sernos indiferente,
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SI puede carecer de consec uencias para nuestra política doméstica el que en el Ecuador impere un Gobierno identificado con el
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nuestro en p rop ósit os, o uno que dé pábul o al fanatismo pol íti.
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co-roliii
lJ,IOSO de Ias p~b laci
aC.lOnes ,fronterizas
(1el S.uro E.se sentímíen-
..
&c ' mas no fueron indu cidos al error por los dcl repre - to, asr como la historia de nuestras relaciones 1 de nuestr as
hJereza ,
.,
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sent.~nte de esta Hepública ante el gabin ete de Quito. La única lamentabl es. desavenencias con el Ecuador, dirán unauímes de
hilidad qu e acepto es la de haber DISCUTIDO un pro- parte de qui én está la razono
responsa
Bogotá, 24 de marzo de 1878.
yecto de con\'enio, cn lo cual en manera alguna extralimité mis
facnlt.~de",
i esto se hace pat ente Bolo con ver qne dicha discu-
sion, léjOB de entibiar nuestra amistad con el Gobierno del Ecua-
VENANClO RUEDA.
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