La que le asigna M. Petei`S, es ésta: «Cabeza cubierta con un

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Espada.—EXAMEN
DESCRIPTIVO D E
LOS
H E M I P H R A C T Ü S .
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La que le asigna M. Petei'S, es ésta:
«Cabeza cubierta con un broquel excavado posteriormente
en forma de arco, rodeando como un anillo las órbitas y escotado en ambos lados para recibir las grandes membranas del
tímpano; lengua entera, redonda ó acorazonada, fija todo
alrededor; dientes en el vomer y en los palatinos; mandíbula
superior con dientes soldados; mandíbula inferior con dientes
implantados, de los cuales los anteriores de cada lado son los
más grandes; cornetes de la nariz y trompas de Eustaquio
muy anchos; cuatro dedos en la mano, u n poco achatados,
enteramente libres ó reunidos en su base por una membrana
natatoria; dedos de las manos y de los pies provistos en su
extremo de discos adherentes; sin parótidas; apófisis transversas de las A értebras sacras delg-adas. Esternón alargado p r o longado, armado de un manubrio. (Con un apéndice en forma
de mango.)
Añade á continuación que los párpados son blandos y levan-:
tados en punta solamente en u n a de las especies y que entrambas llevan un pequeño apéndice cutáneo puntiagudo en la
extremidad del hocico. Indica además, que en vista de la i m portancia que dan al género su sistema dentario y la estructura
de la cabeza, debe elevarse al rango de familia con el nombre
de Eemiphractidm dentro de la sección de las ranas arbóreas
(Opislhoglossa jjlaiydaclyJa) establecida por Günther en losProc. of the Zool. Soc, 1858, p. 339-348, y en su catálogo de los
anfibios saltadores del Museo británico, publicado el año
de 1858.
La colección de Hemiphractus acopiada en nuestro viaje al
Pacífico, y que atendida la rareza de estos batracios y lo que
en la clase suponen, bien puede calificarse de preciosa, ó m u cho me eng-año ó ha de dar todavía á ese grupo un interés
superior al que hasta ahora ha tenido. Cuéntanse en ella c u a tro ejemplares del II. scutatus, dos adultos y dos jóvenes de
edad diferente, y cinco distintos de dicha especie, entre los
cuales he llegado á descubrir cuatro nuevas, á mi juicio con
suficientes rasgos comunes para formar género aparte: en
suma, nueve ejemplares, cinco especies y dos géneros, e l e mentos que ya permiten estimar con más acierto el valor r e s pectivo de los caracteres propios de este grupo y establecer
sobre base más ancha la categoría que le corresponde. Exponr
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