SEPULCRO DEI, REY DE NAVARRA DON SANCHO VIII Día 7 de Abril de 1234, á los 75 años de edad y 39 de reinado, rindió su espíritu á Dios en el castillo de Tudela el esclarecido D. Sancho VIII, denominado el Fuerte. Lo fué efectivamente no sólo en su constitución y robustez físíca, pues según las dimensiones de algunos huesos, debió alcanzar una estatura de 1’90 m., sino también por la fortaleza y magnanimidad de su espíritu. No habiendo dejado sucesión, ocupó el trono D. Teobaldo (I de Navarra), hijo de su hermana D.ª Blanca, ya difunta, y de D. Teobaldo IV, conde de Champaña y Bría, señorío á la sazón el más poderoso de Francia. Coronado en Pamplona á 8 de Mayo de 1234, en que fué ungido por el obispo D. Pedro Ramírez de Piedrola, ceremonia que según algunos se practicó entonces por vez primera en los reyes de Navarra, cumpliendo la voluntad del difunto monarca, trasladó sus restos á la iglesia de Roncesvalles que dicho D. Sancho había edificado, dotado y elegido para su sepultura, ignorándose si ejecutó lo mismo con los de su esposa D.ª Clemencia fallecida años antes, ó si estaban depositados en la mencionada iglesia. Pretendió el obispo de Pamplona que los restos de D. Sancho fuesen colocados en el panteón real de la Catedral; opúsose á ello la comunidad de Roncesvalles; el Papa Gregorio IX, á quien acudió ésta, después de examinado detenidamente el asunto, lo falló á su favor en 13 de Junio de 1238(a). Fueron colocados en un magnífico sepulcro que mandó construir Don Teobaldo, en el centro de la iglesia de Roncesvalles, junto al presbiterio. Estaba adornado con varias figuras de bulto (ángeles, religiosos, guerreros), gran número de escudos, relieves de batallas, inscripciones, etc., rodeado de una verja de hierro procedente del palenque ó vallado que Mo(a) En ese intervalo permanecieron en la iglesia de San Nicolás de Tudela. Para resolver dicha contienda se dictó la Bula de 16 de Enero de 1237 que se conserva en el archivo episcopal de Tudela. —90— hamed Aben Yacub tuvo en su campamento de las Navas de Tolosa, y traído por Don Sancho como trofeo de aquella memorable batalla; sobre el sepulcro se hallaban dos estatuas yacentes: la de Don Sancho labrada en piedra, de 2'40 metros y la de su esposa tallada en madera muy resistente, sin duda la que tuvo en su primer sepulcro. Muy deteriorado por la acción del tiempo, por el incendio que en 1445 destruyó gran parte de la iglesia y por las guerras del siglo XVI, determinóse colocarlo de modo más decoroso. Las obras del nuevo claustro comenzadas en 1615, en sustitución del primitivo, notable por su esbeltez, arruinado en 1600 con el peso de la nieve, (1) impidieron llevar a efecto los deseos de la Comunidad y de las Cortes de Navarra de 1617, hasta el año 1622, en que se hizo el actual sepulcro, que se halla en el presbiterio, lado del evangelio del altar mayor. Se reduce á un gran nicho arqueado de 2’50 metros de altura, 1’50 de ancho y 0'80 de fondo, abierto en el muro, en el cual están colocadas dos estatuas orantes talladas en piedra blanca de Estella, representando á Don Sancho y D.ª Clemencia, arrodillados sobre almohadones en dirección al altar, con trajes, peinado y accesorios del siglo XVII; termina el nicho por un frontón, en cuyo vértice partido hay un escudo de las cadenas de Navarra labrado también en piedra. A cada lado del nicho, cuelga un trozo de algo más de dos metros cada uno de las cadenas traídas por Don Sancho. Cada eslabón es de 0'15 de largura; la mitad de ella (parte central) forma un cuadradillo de algo más de un centímetro por cada cara, y los extremos cerrados en círculo que constituye el enlace de unos con otros. Entre el pavimento del presbiterio y el nicho que está á 1’50 sobre aquél, se halla empotrada una lápida de mármol blanco que mide 1'63 metros de ancho por 0’61 metros de altura, la cual, grabada en trece líneas, con muchas abreviaturas, contiene la siguiente inscripción: (a) «AÑO DE 1622 SIENDO SVMO PONTIFICE GREGORIO 15 Y REY DE CASTILLA Y NAVARRA PHELIPE 4.º PATRONO DE ESTA REAL CASA Y PRIOR DE ELLA D. JOAN MANRIQUE DE LAMARIANO Á INSTANCIA DE ESTE REYNO SE HIZIERON ESTOS BVLTOS Y SEPVLCRO: Á DONDE SE TRASLADARON LOS CVERPOS DE LOS SERENÍSSIMOS REYES DE NABARRA D. SANCHO 8.º DE ESTE NOMBRE LLAMADO EL FVERTE Y DE LA REINA D.ª CLEMENCIA SV MVGER, QVE ESTABAN ENTERRADOS EN EL CVERPO DE LA YGLESIA DESDE EL AÑO DE 1234 QVE MVRIERON POR ESTAR LOS BVLTOS QVEBRADOS Y EL ENRREJADO DESHECHO Y NO PARECER QVE SEGVN EL TIEMPO PRESENTE TENIAN EL LVGAR (1) Alcanzó esta nevada 19 palmos de altura en Ibañeta, y 14 y 15 en los prados y llanos, lo cual se asentó, por testimonio de escribano. (a) Suprimimos el abreviado por ser imposible su reproducción tipográfica. —91— DEBIDO Á TAN GRANDES REYES. ESTE VALEROSO REY REEDIFICÓ ESTA YGLESIA QVE POR SV MVCHA ANTIGVEDAD ESTABA MALPARADA, Y LA DOTÓ Y Á SV HOSPITAL DE ALGVNAS RENTAS Y EDIFICO OTRAS IGLESIAS Y MONASTERIOS EN ESTE REINO Y LE GOVERNÓ EN MVCHA CRISTIANDAD Y JVSTICIA: HALLÓSE CON EL REY D. PEDRO DE ARAGON EN AIVDA DEL REY D. ALFONSO DE CASTILLA EN LA INSIGNE BATALLA DE LAS NAVAS DE TOLOSA EN LA CVAL CON SV PERSONA Y GENTE ROMPIÓ EL ESQVADRON PRINCIPAL QVE GVARDAVA LA PERSONA Y TIENDA DEL MIRAMAMOLIN QVE ESTABA CERCADO DE GRVESAS CADENAS LAS QVALES TRAXO POR BLASON DE LA VITORIA Y LAS DEXO POR ARMAS AL REYNO QVE SON LAS QVE OY TIENE, Y LAS ORIGINALES SON LAS QVE CVELGAN DE LOS LADOS DEL ESCVDO. GANO LAS CADENAS AÑO 1212.» Acerca de esta inscripción debe advertirse no es exacto que la reina D.ª Clemencia muriese en 1234, sino bastantes años antes, ni que don Sancho VIII «reedificó esta Iglesia», pues de documentos auténticos é historias anteriores á la época de la traslación de los restos consta que «la edificó»: Así el poema histórico que comienza «Domus venerabilis, domus gloriosa. .. . » atribuído á D. Rodrigo Jiménez de Rada, arzobispo de Toledo, que por el contexto debió ser escrito antes del año 1215 y se encuentra en el libro llamado «Pretiosa» de esta colegiata: la apelación de los canónigos de Roncesvalles al Papa con motivo de la cuestión con el Obispo de Pamplona sobre los restos de don Sancho, y la respuesta de Gregorio IX mencionada. El príncipe de Viana en su Crónica de los reyes de Navarra, dice de D. Sancho: «regnó cuarenta años é fué traído á sepultar á la iglesia de Roncesvalles la cual él fundó.» El Obispo de Pamplona Fr. Prudencio de Sandoval, en su Catálogo de Obispos de Pamplona, fol. 87, «Edificó (D. Sancho) la iglesia de Santa María de Roncesvalles que había escogido para su entierro» El Reino de Navarra en la carta que dirigió (27 de Junio de 1617) á la comunidad de Roncesvalles sobre el cambio de sepultura le decía refiriéndose á don Sancho: «edificó esa iglesia que V. merc.s tienen y dexando otros templos donde con mayor magestad pudiera ser sepultado, el amor que á esa Santa imagen tenía la traxo ahí y escogió en esas montañas tan ásperas y retiradas la sepultura para sí y para la reyna su muger.» Lo mismo, entre otros, el Lic. D. Juan Huarte, subprior de Roncesvalles en dicha época, en varios lugares de sus interesentes obras manuscritas «Sylva de la fidelidad del Reino de Navarra», «Historia de Roncesvalles, en que expresa (parte 4.ª cap. IV) que «la edificó desde los cimientas. » —92— La primitiva iglesia estuvo próxima al lugar donde fué hallada la imagen de la Virgen. «La tradición antigua dice que la santa imagen de nuestra Señora se salía de aquella Iglesia y algunas mañanas se hallaba en el camino real que llamaban romeage sentada sobre un pie ó tronco de Aya cortado en el mesmo puesto en que está al presente, dando á entender que allí quería su asiento y morada; y que por este respecto el devoto rey la edificó alli mesmo la nueva iglesia ..... en sitio tan hondo, angosto y dificultoso.. . . . . dexando otros sitios alli cerca mu y llanos y acomodados y de menos vista, como se há dicho.» (a) Verificóse la traslación de los restos al nuevo sepulcro, lunes 28 de Noviembre de 1622. Según relación de este escritor, testigo presencial, abiertas las sepulturas del rey y la reina muy hondas y pegada una con otra, cuyas concavidades eran cuanto podía caber solo un cuerpo, «halláronse algunos guesos del rey como fueron un pedazo del casco, unas costillas casi consumidas y de la misma suerte las espinillas, los que estaban menos consumidos fueron los dos guesos de las rodillas hasta la cia, estaban fuertes .... Iten, en la de la reyna, estaba todo consumido y no se hallaron más de dos huesos mondos que parescían canillas de las piernas: hallaronse tambien algunos cabellos que en tocando se convirtieron en ayre, un jocelcillo que parescia relicario hecho polvo, un belo algo grande de seda parescia morado y algo fuerte: una suela de zapato, seria de diez puntos algo menos, porque dicen que fué la reyna muy linda y dispuesta, unos pedacillos de cuero, parescían botines. No se halló mas sino todo polvo para que se considere lo que somos y como se efecfua la sentencia de Dios que dijo al hombre cuando pecco, de polvo fuyste hecho y en polvo serás convertido. Muchos años antes que el rey murió la reyna ..... etc.» El erudito Dr. D. Martín Burges, canónigo de Roncesvalles desde 1636 y arcipreste, en su curiosa obra manuscrita «Phenix de Roncesvalles libro 3.º cap. III, escribe: Y pues hemos encontrado con la fraslacion de estos Reyes de la primera sepultura en que fueron puestos por el Rey Don Teobaldo en esta su Iglesia de Roncesvalles, razon será el dar noticia de un prodigio en gran crédito de nuestros gloriosos bienhechores......al descubrirse los cuerpos reales salió un olor suavissimo, que se sintió por muchos dias no solo en la iglesia, sino tambien en la circunferencia de ella, asi lo oy decir á canónigos antiguos que se hallaron presentes á la traslacion...... » Colocados los restos y demás objetos que se encontraron, en una urna ó arca dorada sobre elegante y severo túmbano, celebróse el oficio de difuntos oficiando en la misa el prior Manrique, terminada la cual fue(a) Licdo. Huarte.—Historia.......... 4.ª parte, cap. V. —93— ron conducidos en hombros por cuatro canónigos y puestos en el nuevo sepulcro, asistiendo á la función crecido número de gente principal. La estatua yacente de la reina, muy gastada y carcomida quedó abandonada fuera del templo. La del rey, que se rompió al quitarla, fué enterrada en el mismo cuerpo de la iglesia de donde se sacó en 1889. Va á ser restaurada con objeto de colocarla sobre el sepulcro que por encargo del cabildo de Roncesvalles se está labrando, para depositar en él, con motivo de las fiestas del VII centenario de la batalla de las Navas de Tolosa, los despojos mortales de los reyes D. Sancho y D.ª Clemencia. Dicho sepulcro ocupará el centro de la grandiosa capilla (mide 12 metros en cada uno de los cuatro lados y 21 de altura) llamada de San Agustín, situada en el claustro, y que también ha sido artísticamente restaurada. (a) Debió sin duda ordenar D. Sancho su construcción para servir de panteón real, si bien no parece haberse terminado hasta muchos años después de su muerte. Capilla «real» la denominan en varios lugares de sus obras los historiadores Huarte y Burges. IGNACIO IBARBIA, Ganónigo de Roncesvalles (a) Véase cómo, en este mismo cuaderno, la describe el Sr. D. Florencio de Ansoleaga Arquitecto Director de esta restauración; articulo titulado «Vidriera de la Capilla de San Agustin de Roncesvalles.»