Relación-es con el otro La vida humana es y existe por las relaciones. Fueron otros quienes nos dieron un nombre, nos dieron sus ojos para que los mirásemos por primera vez, nos trajeron al mundo. Siempre que traemos a la imaginación recuerdos del pasado hay un otro, un padre, una madre, un hermano, unos amigos, una abuela, alguien que estuvo ahí para amar y ser amado. Y esto no sólo aplica al pasado, sino también al futuro cuando lo ensoñamos, hay un hombre o una mujer amada en nuestras fotos, unos hijos quizá, o unos otros a quienes nuestras decisiones afecten o vayan dirigidas. De esta manera, la naturaleza de las relaciones muestra que somos vivencias, experiencias, sentimientos, sueños y proyectos con, de y para otros. Si de humanidad estamos hablando, relación es el lazo, el vínculo que se establece entre dos o más personas que les permite expresarse y construirse a sí mismos, su identidad, sus sueños, su deseo. ¿Deseo de qué? De vivir la vida, de darle sentido. Deseo que sustenta nuestra existencia y nuestra forma de ser y estar en el mundo. Los hilos que tejen las relaciones, según sus tipos y las diferentes expresiones del amor, se componen por lo que cada miembro de la relación tiene para compartir y ofrecer, desde sus rasgos de personalidad, como desde su historia familiar, afectiva, cultural y social. Es por eso que a veces suceden muchas contradicciones en las relaciones, porque las necesidades, expectativas, percepciones y búsquedas de las personas se configuran en función de lo que vivieron, aprendieron y significaron desde sus historias. Lo más complicado es que muchas veces tendemos a repetir aquello que nos hace sufrir en relación a lo que fue doloroso en el pasado, pues aunque a veces molesto, solemos revivir e l lugar desde el cual fuimos amados en ese pasado, principalmente la infancia; pensando que es la única manera de existir. Sólo el ejercicio de la consciencia nos puede desprender de las cadenas de la repetición, de aquella que hace de cada nueva escena un reciclaje de una anterior, con rostros y nombres distintos, pero con los mismos personajes y libreto. Algunos Tips sobre relaciones: A continuación, se plantean algunas preguntas y recomendaciones que pueden contribuir a tener consciencia y bienestar en las relaciones: Preguntas: ¿Cómo me siento en mis relaciones? ¿Qué busco en una relación actualmente? ¿Lo que busco en las relaciones es algo que realmente el otro está dispuesto a ofrecerme? Sino ¿Entonces qué decisión voy a tomar al respecto? ¿Seguir esperando a que el otro me de lo que no me puede dar? ¿Qué de lo que espero que el otro me de, me lo puedo dar yo mismo(a)? ¿Le he dicho al otro lo que siento y necesito en la relación? ¿Cómo expreso mis miedos? ¿En palabras o en comportamientos agresivos, evitativos o pasivos? Mi percepción sobre el otro ¿Es ajustada a la realidad de lo que es, o es una proyección de lo que necesito? ¿Qué dicen mis relaciones de la historia de mi vida? ¿En mis relaciones intento satisfacer a los demás, incluso pasando por encima de mi bienestar? Recomendaciones: En las relaciones se obtiene bienestar en la medida en que la persona tenga construida una identidad, es decir, consciencia de sus búsquedas, miedos, sueños y necesidades. En ocasiones, relacionarse con otro implica renunciar, pues en la cotidianidad y en la convivencia pueden existir desencuentros que se pueden afrontar desde los acuerdos. No necesariamente sostener una relación o tener estrecha relación con alguien a quien se ama, es lo que asegura el bienestar justamente porque a pesar de existir el afecto, lo más sano puede ser que haya un distanciamiento o ruptura cuando no hay complementariedad entre las necesidades o búsquedas. Una demostración de amor no es dejar de ser sí mismo o ser lo que el otro pide que se sea. En las relaciones de pareja, amor no es sinónimo de atracción, gusto o deseo sexual, aunque estos sean elementos necesarios en una relación de pareja. La infidelidad, aunque suele ser significada como ausencia de amor, puede ser una manera inadecuada de satisfacer necesidades irresueltas de la relación para regresar fortalecido a ella. Si en la sexualidad no está involucrada la afectividad y la elección por el otro, de ser pareja se pasa a ser un objeto de consumo o un juguete (pero con vida).