LO NO DULCE DEL AZÚCAR RESUMEN Los carbohidratos son un componente importante de la alimentación, como reservas de energía del cuerpo y juegan un papel trascendente en las estructuras celulares. Estos compuestos, junto con las grasas, son los factores principales determinantes del aporte calórico diario, lo que permite percibir su impacto en el desarrollo de la obesidad con su papel predominante como un factor de riesgo para el desarrollo de enfermedades. Para reducir el efecto perjudicial en la salud se desarrollaron sustitutos con diferentes propiedades, los cuales se utilizaron en este trabajo en un modelo murino para observar el efecto del consumo en la generación de sobrepeso y obesidad. Considerando la hipótesis que el consumo de algunos sustitutos de azúcar, reducirá el incremento de peso en los animales experimentales. Se utilizaron ratones hembras de la cepa CD-1 de 25 g, que recibieron agua en consumo libre (ad libitum) adicionada con distintos edulcorantes al 5%: fructuosa, sacarosa, sacarosa 50% (baja en calorías), sucralosa y un grupo control que no recibió ningún aditivo en el agua. El consumo de ad libitum se mantuvo constante durante 21 días. Los resultados obtenidos de los ratones normales antes del tratamiento fueron de un peso, talla y niveles de glucosa promedio de 37 a.36 g, 20.4 cm y 118.8 glucosa, mg/dl respectivamente. El incremento en el peso fue de 4.7 g en animales que recibieron sacarosa 50% (azúcar light) con respecto al peso promedio y un aumento de 2.9 g de su peso inicial, de igual forma tuvo el mayor crecimiento. Los niveles de glucosa en circulación no muestran un incremento, el valor final estuvo 3.7 mg/dl debajo del valor inicial y un consumo de ad libitum moderado de 48.3 ml promedio y un decremento en animales que consumieron sacarosa 50% con -3.7 mg/dl, la sucralosa -9 mg/dl y la fructuosa con una reducción de 12.8 mg/dl. El consumo de alimento fue mayor en los animales que recibieron fructuosa y los que mayor consumo de ad libitum tuvieron fueron los que ingirieron sacarosa 100% con un promedio de 93.5 ml. Sin embargo, no se observa sobrepeso u obesidad. Resaltando el grupo que recibió sucralosa regular su peso, lo que podría extrapolarse a las personas. Se concluye que el consumo moderado de edulcorantes y alimentación balanceada en personas normales pueden contribuir a reducir el sobrepeso y la obesidad, reduciendo el compromiso de padecer las enfermedades asociadas. 1 MARCO TEÓRICO Los carbohidratos son un componente importante de la alimentación, como reservas de energía del cuerpo y juegan un papel trascendente en las estructuras celulares. Estos compuestos, junto con las grasas, son los factores principales determinantes del aporte calórico diario, lo que permite percibir su impacto en el desarrollo de la obesidad con su papel predominante como un factor de riesgo para el desarrollo de enfermedades. La obesidad es una padecimiento crónico, complejo y multifactorial que se caracteriza por la acumulación excesiva de grasa en el tejido adiposo o hipertrofia general del tejido adiposo y los órganos periféricos del cuerpo (Rupérez AI, et al., 2014). Las causas biológicas de la obesidad se han establecido bien. Esta acumulación por tanto, es resultados de un desequilibrio energético, en el que los individuos adquieren sobrepeso cuando los alimentos que ingieren incluyen más calorías de las que utilizan; es por tanto, un problema de salud pública y tiene un impacto negativo sobre la calidad de vida. Como una enfermedad crónica y multifactorial originada por la interacción de varias causas, se han identificado factores genéticos, metabólicos, psicológicos, educativos, ambientales, culturales y sociales, entre otros. Sin embargo, la mayor influencia la ejerce la aparición de nuevos e inadecuados hábitos de alimentación, así como el sedentarismo característico de la vida moderna. La obesidad tiene graves consecuencias para la salud por su asociación con otras enfermedades crónicas o co-mórbidas como la diabetes, la artrosis, la hipertensión arterial, la insulinorresistencia, la deslipidemia o el síndrome de apnea-hipopnea del sueño, además de la alta tasa de mortalidad que genera (Albert, et al., 2005). Para identificar la obesidad la Organización Mundial de la Salud OMS) ha estandarizado un sistema de ponderación de la estructura corporal humana, el índice de masa corporal (IMC). El IMC establece la relación entre la masa y la talla de una persona. La ecuación para calcular el IMC es: masa corporal (“peso”, expresada en kilogramos) dividida entre el cuadrado de la estatura (expresada en metros, (kg/m2), como se expresa en las ecuaciones 1 y 2. Ecuaciones: 1. IMC= Masa (Kg) [Estatura (m)]2 2 2. IMC= kg/m2 El IMC es un índice utilizado frecuentemente para clasificar el sobrepeso y la obesidad en adultos. Así, la obesidad, se define como un valor IMC superior a 30 y el sobrepeso superior a 25 (Cuadro 1). De acuerdo al IMC se reconocen 5 categorías de obesidad. Cuadro 1. Ponderación del índice de masa corporal en humanos. INDICE DE MASA CORPORAL Insuficiencia ponderal <18.5 18.5 – 24.9 Intervalo normal ≥25.0 Sobrepeso 25 – 29.9 Pre-Obesidad Obesidad Clase I 30.0 – 34.9 Obesidad Clase II 35.0 – 29.9 Obesidad Clase III ≥40.0 Al constituir la obesidad un problema de salud pública, es importante considerar cómo intervienen y cómo actúan los diferentes factores en la salud. La solución es restaurar el balance de energía a un estado en el que el consumo y la producción de calorías sean iguales, lo que favorece mantener el peso. La ingesta calórica y el gasto de energía a través de la actividad física son dos componentes del balance energético sobre que los individuos tienen el control. En un intento por reducir la obesidad y las consecuencias que tiene para la salud humana, se produjeron una variedad de sustitutos de azúcar bajos en calorías, llamados edulcorantes, que son compuestos bajos en calorías, con los que se endulzan alimentos y bebidas. El uso de edulcorantes creció en los últimos 35 años. Al mismo tiempo, muchas de las características de la dieta han cambiado, incluyendo variaciones en contenido de grasa, de hidratos de carbono y la composición, el aumento de la adición de nutrientes , y los nuevos patrones de la dieta debido a los cambios de estilos de vida y actitudes hacia la comida. Durante este mismo período, la prevalencia de sobrepeso y obesidad se ha incrementado de ~ 30 a 70 %. (Anderson et al., 2012). 3 Los productos bajos en calorías se desarrollaron para personas diabéticas y con problemas de salud, cuya demanda actual ha aumentado en un intento de limitar los problemas de salud, perder o regular la masa corporal (Sandrou y Arvanitoyannis, 2000). Éstos productos tienen sabor dulce y pueden sustituir a la sacarosa; de ahí su nombre de sustitutos del azúcar o edulcorantes. Los edulcorantes se utilizan para reducir las calorías en los alimentos y las bebidas, pueden ser productos naturales, o sintéticos como la sacarina, la sucralosa u otros. Además los edulcorantes se utilizan para limitar la energía de los alimentos durante la dieta, para reducir la formación de placa dental, y para ayudar a regular los niveles de azúcar en la sangre en individuos diabéticos. El aporte de energía de la sacarosa es 4 kilocalorías por gramo (Kcal/g). A continuación se describen algunos de los aditivos con sabor dulce que son importantes, la sacarosa, la fructuosa y la sucralosa. SACAROSA Es el azúcar común obtenido de la caña de azúcar, la remolacha azucarera, o de la miel. Es un disacárido formado por alfa-glucopiranosa y betafructofuranosa. Su nombre químico es alfa-D-Glucopiranosil - (1→2) - beta-DFructofuranósido. Su fórmula molecular es C12H22O11 y fórmula desarrollada es la siguiente, Fig. 1 Figura 1. Fórmula desarrollada de la glucosa. Formada de dos monosacáridos la alfa-glucopiranosa y beta-fructofuranosa. Es un disacárido que no tiene poder reductor sobre el reactivo de Fehling y el reactivo de Tollens. Con propiedades físicas de cristal, transparente, el color blanco, originado por la difracción múltiple de la luz en los cristales. La miel también es un fluido que contiene gran cantidad de sacarosa parcialmente hidrolizada. 4 La sacarosa se usa en los alimentos por su poder endulzante, al llegar al estómago sufre una hidrólisis ácida y una parte se desdobla en sus componentes glucosa y fructosa. El resto de sacarosa pasa al intestino delgado, donde la enzima sacarasa la convierte en glucosa y fructosa. La sacarosa se considera uno de los mejores nutrientes disponibles para el organismo humano, es de digestión fácil y no genera productos tóxicos del metabolismo. Se discute el índice glicémico que puede tener, pero en general se asume que es muy elevado, debido a que posterior a su consumo incrementa de forma importante glicemia en sangre, induciendo una alta secreción de Insulina, que puede ser patológica para la salud. Al tener sabor agradable, puede inducir a un consumo exagerado. En la sociedad industrializada, su disponibilidad es alta, sobrepasando los límites de consumo, en la actualidad se sugiere el consumo limitado (Berg, et al., 2008). METABOLISMO DE LA SACAROSA. En los humanos y otros mamíferos, la sacarosa se desdobla en sus dos azúcares monosacáridos constitutivos, glucosa y fructosa, por la acción de las enzimas sacarasa o la isomaltasa (glucosidasas), las cuales se ubican en la membrana celular de las microvellosidades del duodeno. Como resultado, las moléculas de glucosa y fructosa son absorbidas hacía el torrente sanguíneo. El consumo de sacarosa en grandes cantidades está relacionado con enfermedades, como la caries dental, debido a que las bacterias de la boca convierten los azúcares en ácidos que atacan el esmalte dental. La sacarosa, como carbohidrato puro, contiene 3.94 kilocalorías por gramo, o 17 kjul/g. (Berg, et al., 2008). La sacarosa puede contribuir a desarrollar el síndrome metabólico, cuando se consumen grandes cantidades de alimentos con sacarosa, los nutrientes benéficos pueden desplazarse de la dieta, lo cual contribuye a problemas de salud. Se ha sugerido que la sacarosa contenida en las bebidas (como las gaseosas) está relacionada con la obesidad y podría estarlo en la resistencia a la insulina. La sacarosa es el edulcorante más utilizado en el mundo industrializado su poder endulzante y sus propiedades funcionales. Se ha reemplazado por otros endulzantes naturales o sintéticos 5 FRUCTUOSA La fructosa, o levulosa, es una forma de azúcar encontrada en los vegetales, las frutas y la miel. Es un monosacárido con la misma fórmula empírica que la glucosa pero con diferente estructura, es decir, es un isómero de esta. Es una hexosa (6 átomos de carbono), pero cicla en furano (al contrario que las otras hexosas, que lo hacen en pirano). Su poder energético es de 4 kilocalorías por cada gramo. Su fórmula química es C6H12O6. Figura 2. Fórmula cerrada de la fructuosa. Todas las frutas naturales tienen cierta cantidad de fructosa además de la glucosa, que puede ser extraída y concentrada para hacer un azúcar alternativo. Junto con la glucosa forman un disacárido llamado sacarosa o azúcar común. La fructosa se ha utilizado como edulcorante para los diabéticos. Sin embargo, en los últimos tiempos se ha convertido en objeto de polémica al asociarse como causa primigenia de la obesidad. Como isómero de compensación de función de la glucosa, es levógira y tiene 3 carbonos asimétricos por lo tanto es uno de los componentes de los cuatro pares de enantiomeros. Es una cetohexosa de la serie D. Su nombre sistemático es 1,3,4,5,6 pentahidroxi- 2-hexanona. El proceso de metabolismo de la fructosa incluye su fosforilación por medio de la eliminación de los grupos fosfato del adenosín trifosfato (ATP). El ATP transformado en adenosín monofosfato (AMP), posteriormente en inisotol monofosfato (IMP) y finalmente degrado a ácido úrico. Los estudios comparativos entre el efecto de la fructosa y de la sacarosa han sido descartados, pues la sacarosa es un disacárido de la fructosa y la glucosa, de tal modo que al descomponerse para su metabolización resulta en una parte de fructosa y de glucosa. El uso de la fructosa, como endulzante es relativamente reciente, extendiéndose a partir de la década de 1970, se puede desarrollar intolerancia a la fructuosa. 6 SUCRALOSA Figura 3. Fórmula de la sucralosa, un edulcorante sintético. La sucralosa es un edulcorante de mesa y un aditivo en la elaboración de alimentos, es 600 veces más dulce que la sacarosa. Es una mezcla de dextrosa, maltodextrina, y sucralosa, cada 10 g contienen 9.00 g de carbohidratos que incluyen 8.03 g de azúcares (dextrosa) y 0.96 gramos de almidón la maltodextrina. La equivalencia es que 10 gramos de sucralosa tienen 33 kilocalorías comparado con 39 kilocalorías en un peso igual de azúcar. Las calorías de la sucralosa provienen de los carbohidratos, y no de la sucralosa. Formulaciones recientes del compuesto utilizan maltodextrina resistente, que se puede categorizar como fibra. A diferencia de otros edulcorantes artificiales, se cree que es estable al calentarse. La FDA aprobó la sucralosa en 1998 (Aldeeb OA, et al., 2013). La sucralosa se produce a partir de sacarosa sustituyendo con Cl 3 tres átomos en tres grupos hidroxilo, es organoclorado sintético, un ingrediente común en el suministro de alimentos del mundo y como excipiente en medicamentos. La sucralosa interactúa con sensores químicos en el tracto digestivo que juegan un papel en la dulce sensación del gusto de leptina, una hormona del tejido adiposo que funciona como una señal aferente en la retroalimentación negativa que mantiene la constancia relativa de la masa de tejido 1998 (Aldeeb, et al., 2013). 7 OBJETIVOS Observar el efecto de edulcorantes en la obesidad en ratones hembra, de la Cepa CD-1. Correlacionar la influencia de los estilos de vida de adolescentes entre 16 y 19 años respecto a la obesidad. PROBLEMA El sobrepeso y la obesidad son un problema de salud pública a nivel mundial y en México es el principal problema de Salud Pública por la mortalidad debida a las enfermedades asociadas, la frecuencia de este padecimiento ha aumentado en los últimos 30 años (www.sommmenlac.org/epidemiología.html) y se relaciona a un incremento en la desnutrición, la diabetes, Tipo I, Tipo II, y la asociada al embarazo y ocupa el primer lugar mundial en niños y el segundo en adultos. A partir de 1980, los índices de sobrepeso y obesidad se triplicaron en México, reflejado en las cifras actuales donde el 39.05% de la población tiene sobrepeso y 32.15% obesidad, equivalente a 7 de cada 10 mexicanos entre 30 y 60 año (INSP, (http://www.epidemiologia.salud.gob.mx/dgae/boletin/intd_boletin2.html). 2012). Con estos supuestos se utilizó un modelo murino para probar el efecto de sustitutos de azúcar en la generación de sobrepeso y obesidad y establecer una posible correlación con el uso de estos edulcorantes en el humanos. HIPÓTESIS Si los animales consumen edulcorantes entonces la masa corporal se mantendrá estable. 8 DESARROLLO Se utilizaron ratones hembras de 12 semanas de edad con una masa de 25 g, mantenidos en el bioterio del Departamento de Microbiología y Parasitología, de la Facultad de Medicina, UNAM, a temperatura constante de 22 ± 1ºC con un calentador eléctrico. Los animales se conservaron en jaulas de acrílico con tapa de rejilla metálica, con pajilla estéril de madera la cual se cambió cada 48 h. Con un fotoperiodo de 12 h Luz/12 h oscuridad. Se alimentaron con libre acceso a 200 gr de tabletas purina (Purina de Mexico, SA de CV) y agua (ad libitum) en botellas de 350 ml de capacidad con bebedero de aluminio. Antes de iniciar el tratamiento los animales se desparasitaron con una suspensión de Abendazol a una concentración de 250 mg/ml por vía oral, en dosis de 1 mg/g de peso durante 5 días. Después se determinó el peso, la talla y los niveles de glucosa en circulación a todos los animales, Fig. 4, con estos valores se calculó el IMC. Antes de iniciar el tratamiento se determinó la concentración de glucosa en circulación de los ratones obteniendo un promedio de glucosa en mg/dl de todos los animales. El tratamiento con edulcorantes se preparó con agua estéril y se adicionó con 5 % de cada edulcorante, sacarosa, sacarosa 50% sucralosa, fructuosa. Se formaron 5 grupos de animales de dos animales cada uno. Un grupo de animales recibió ad libitum sin adicionar ningún suplemento y consideró como control negativo, Cuadro 1. El consumo de se mantuvo constante durante 21 días. Cuadro 1. Se emplearon los sustitutos de azúcar de uso común. Jaula Jaula 1 Jaula 2 Jaula 3 Jaula 4 Jaula 5 Edulcorante Control sin sustituto Sacarosa 100% Sucralosa (Splenda) Sacarosa 50% (Azúcar light) Fructuosa (Selecto) Los registros se realizaron cada 24 a 72 h, determinando: el consumo de alimento, estipulado pesando el alimento remanente cada 48 h, utilizando una balanza digital (Metalmex, SA de CV). La misma balanza se utilizó para medir la masa corporal y para conocer el consumo de agua, pesando el agua sobrante diariamente. 9 Se determinaron los índices de masa corporal de los animales antes y al final del ensayo utilizando las ecuaciones 1 y 2. Además, se calcularon los IMC de los adolescentes que participaron en la encuesta con las mismas. A B C D Determinación de la talla A, glucosa en circulación, B. por el corte del extremo caudal de la cola C. y peso de los ratones, D en una balanza digital. La determinación de glucosa en sangre se midió con un Glucómetro digital Roche Accu Check Performa utilizando tiras reactivas. Para ello se hizo un corte en el extremo distal de la cola del animal, se recuperó una gota en la tira reactiva. La lectura se obtuvo en 5 segundos. La talla se midió desde el extremo distal de 10 la cola hasta la punta de la nariz, colocando cada animal en posición vertical sobre una hoja tamaño carta, donde se marcaron las tallas y posteriormente se ponderaron con una regla de 30. Los edulcorantes se prepararon al 5% en agua purificada y se administraron en bebederos de vidrio estériles Cuadro 1, Fig. 4. Ya que la obesidad y el sobrepeso son resultado de los estilos de vida y concepciones de salud de las personas, para establecer una correlación con los efectos de estos sustitutos de azúcar con el humano se realizó una encuesta en la población de la ENP 5 en el turno vespertino. La encuesta consistió de un cuestionario con estructurado con 16 preguntas. En la presentación de la encuesta, se refirió al consentimiento informado para participar en el proyecto, y solo respondieron la encuesta las personas que aceptaron participar en ella. La finalidad fue conocer el tipo de edulcorantes que más utilizan, qué tan activo es su estilo de vida, etc. para comparar los resultados de la encuesta con los obtenidos con el modelo de ratón utilizado en el laboratorio. ENCUESTA UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MEXI ESCUELA NACIONAL PREPARATORIA 5 “JOSÉ VASCONCELOS” ENCUESTA PARA IDENTIFICAR LOS ESTILOS DE VIDA EN UNA MUESTRA DE ADOLESCENTES DE LA ESCUELA NACIONAL PREPARATORIA TURNO MIXTO. Esta encuesta es anónima y tiene la finalidad de conocer los estilos de vida de los adolescentes de la educación media superior y se solicita la participación voluntaria. Si estás de acuerdo en participar marca con una cruz dentro del paréntesis ( ). Si no devuelve el documento a los encuestadores. Completa la información que se solicita Edad: Sexo: (M) (F) Grupo: Talla y peso__________ 1.- ¿Qué tipo de azúcar consumes? 2.- ¿Cuánto tiempo llevas consumiendo dicho sustituto? 3.- ¿Has presentado algún malestar con otro tipo de azúcar? 4.- ¿Qué cantidad aproximada de agua consumes al día? 5.- ¿Qué tipo de bebida ingieres en mayor cantidad al día? 6.- Desayuno, comida y cena (es la tabla de "frecuencia" y "cantidad") 7.- De carbohidratos, lípidos y proteínas, ¿Cuál consumes más? 8.- ¿Tienes algún(os) familiar(es) con diabetes? 9.- ¿Eres diabético? 10.- ¿Realizas algún tipo de ejercicio? ¿Cuál? 11.- ¿Cuántas horas duermes al día? 12.- ¿Cuántas horas pasas fuera de casa? 13.- ¿Te consideras una persona feliz? 14.- Según la información de tu última visita al médico, ¿En qué escala de peso te encuentras? 15.- ¿Qué cantidad de ansiedad presentas? 16.- ¿Fumas, tomas o realizas alguna actividad de este tipo? 11 RESULTADOS Los resultados obtenidos de los ratones normales antes del tratamiento fueron de un peso promedio de 37.36 g, una talla promedio de 20.4 cm y niveles de glucosa normales fueron de 118.8 mg/dl. El incremento en el peso fue de 4.7 g más en los animales que recibieron sacarosa 50% (azúcar light) con respecto al peso promedio de los animales y un aumento de 2.9 g de su peso inicial. Este mismo grupo de igual forma tuvo el mayor crecimiento respecto al promedio con un incremento de 2.2 cm y 2.1 g con relación a su talla inicial. Los niveles de glucosa en circulación muestran que estos animales no incrementaron su nivel de glucosa, contrariamente a lo esperados el valor final estuvo 3.7 mg/dl debajo del valor inicial y un consumo de ad libitum moderado de 48.3 ml promedio, Cuadro 3 y Gráfica 1. Cuadro 2. Registro de Masa, talla, y niveles de glucosa en circulación. Ratón Parámetro R1 Control R2 R3 Sacarosa 100% R4 R5 Sucralosa (Splenda) R6 R7 Sacarosa 50% R8 R9 Fructuosa (Selecto) R10 PROMEDIO Peso/g Promedio Inicial Final 36 38.7 Talla cm Promedio Inicial Final 19.2 21 Glucosa/Sangre Promedio Inicial Final 112 122 Incremento Peso/Talla/glucosa g/cm/(mg/dl) 2.7 1.8 10.7 35.8 38.5 19.6 21.5 70.8 128 2.7 1.9 58 37 37 20.2 20.6 140 131 00 0.4 -9 38.8 41.7 20.5 22.6 132.6 128.9 2.9 2.1 -3.7 39.2 39.9 20.7 21.3 137.5 124.7 0.7 0.6 -12.8 37.36 20.04 118.4 Se manifiesta un decremento en los niveles de glucosa en circulación de los animales que consumieron edulcorantes como la sacarosa 50% con -3.7 mg/dl, la Sucralosa -9 mg/dl y la fructuosa con una reducción de -12.8 mg/dl, Cuadro 2. El consumo de alimento fue mayor en los animales que recibieron fructuosa con un promedio de 25.5 g y los que mayor consumo de ad libitum realizaron fueron aquellos a los que se les proporcionó sacarosa 100% con un promedio de 93.5 ml. Sin embargo, no se observa sobre peso u obesidad en estos animales, ya que el peso mayor se hizo presente en los animales que comieron más y recibieron fructuosa, Gráfica 1. 12 12 10 8 Valores iniciales 6 Valores Finales 4 2 0 Control Sacarosa 100%Sucralosa (Splenda)Sacarosa 50%Fructuosa (Selecto) Gráfica 1. Valores de IMC de Ratones de acuerdo al edulcorante recibido, en azul los valores antes del experimento y después de haber sido desparasitados. Los resultados de IMC después de los ensayos en color rojo. El resto de los animales se mantuvo en un peso promedio cercano, excepto el grupo que recibió sucralosa que no tuvieron incremento de peso desde el inicio al final del protocolo (Cuadro 2), en orden creciente se encontró que el aumento de peso fue de la siguiente forma: <sucralosa < fructuosa < animales control= sacarosa 100%, < sacarosa 50%, 160 140 120 Peso Inicial 100 Peso Final 80 Talla Inicial 60 Talla Final Glucosa Inicial 40 Glucosa Final 20 0 Control Sacarosa 100% Sucralosa Sacarosa 50% Fructuosa Gráfica 2. Se muestran los valores de los pesos (Azul marino), la talla (gris), y niveles de glucosa en circulación (azul claro) de los animales, 3 semanas antes de iniciar el protocolo. Los resultados obtenidos después de haber sido 13 desparasitados, en color azul marino, verde. Los resultados al finalizar el protocolo fueron peso (rojos) Talla (naranja) y glucosa (verde). Cuadro 3. Consumo de alimento y agua (ad libitum) Ratón Parámetro R1 R2 R3 R4 R5 R6 R7 R8 R9 R10 Control Sacarosa 100% Sucralosa (Splenda) Sacarosa 50% Fructuosa (Selecto) ALIMENTO (g) Inicial/Final/ Promedio 21.6 22.5 23.5 AGUA ml Inicial/Final/Promedio 36 42.5 39.1 21.8 23 20.5 64.5 122 93.5 20.3 26.5 19 23.5 23.5 28.6 19.8 18 17.5 37.5 37.5 48.3 22.8 25 25.5 56.5 16.5 42.1 Estas diferencias correlacionan con los niveles de glucosa en circulación, además aunque son pequeñas muestran que la sacarosa tiene una posible influencia en la generación de sobre peso y obesidad en ratones, considerando que el porcentaje del azúcar fue en una concentración de 5% en el agua tanto en la sacarosa 100 % como al 50%. La encuesta fue resuelta por los alumnos y solo respondieron aquellas personas que aceptaron participar en ella. Por otra parte y comparativamente, los resultados obtenidos en la encuesta, donde el 79.3 % de los encuestados informaron consumir sacarosa y un porcentaje relativamente alto consume sucralosa. Cuadro 4, lo que podría interpretarse que estas personas pueden controlar su peso por la ingestión de productos bajos en calorías. Cuadro 4. Tipos de azúcar que consumen los adolescentes que participaron en el estudio. Edulcorante Frecuencia Porcentaje % Fructuosa 3 1.1 Sucralosa 42 15.8 Sacarosa 100% 211 79.3 Sacarosa 50% 8 3.0 Otro 2 .8 Total 266 100.0 Estos valores indican que la población de adolescentes entre 16 y 19 años de la ENP, tienen un peso normal, sin embargo, un 20.3 % entran dentro del cuadro de sobrepeso y 0.8 % pueden considerarse obesos, Cuadro 5 y Gráfica 3. 14 Cuadro 5. Cálculo del IMC de los adolescentes encuenstados con respecto a los valores de la OMS. Parámetro Bajo Peso Peso Normal Sobrepeso Obesidad Total No respondió Total Frecuencia 8 196 54 2 260 6 266 Porcentaje 3.0 73.7 20.3 .8 97.7 2.3 100.0 Adicionalmente, se calcularon los IMC de los animales (Cuadro 6) y de los adolescentes encuestados (Cuadro 5, Gráfica 2). 30 25 20 Fructuosa Sucralosa 15 Sacarosa 100% Sacarosa 50% 10 5 0 Gráfica 2. Resultados del IMC de los adolescentes de acuerdo al edulcorante. Mostrando que la sacarosa tiene el valor más alto y podría inducir el sobrepeso y la obesidad, contrariamente, los adolescentes que consumen la fructuosa tienen IMC menores. Los niveles de sucralosa aparecen elevados en los adolescentes, casi al mismo nivel que los que consumen sacarosa 100% y sacarosa 50%. Lo que puede sugerir que los adolescentes entre 16 y 19 años, tienen estilos de vida que favorecen el consumo de edulcorantes que puedan beneficiar la salud y tienen creencias de salud dirigidas a conservar el peso de acuerdo a su edad. Adicionalmente, la mayor parte de las personas encuestadas realizan una actividad física. 15 Cuadro 6. Índices de masa corporal de los animales antes y después de recibir los sustitutos de azúcar por vía oral. Ratón R1y2 R3y4 R5y6 R7y8 R 9 y 10 IMC inicial IMC final 0.97 0.93 0.90 0.95 0.23 0.89 0.92 0.78 0.83 0,88 16 ANÁLISIS DE RESULTADOS. Existe mucha controversia sobre el efecto que ocasiona el consumo de los diferentes aditivos dulces, la sacarosa, se relaciona con caries, diabetes, obesidad, arteriosclerosis, y otras patologías. Los resultados obtenidos en ratón muestran una reducción en la talla de los animales con respecto al consumo de otros endulzantes, los cuales son muy cercanos a los valores obtenidos en animales que consumieron sucralosa. La fructuosa, se metaboliza y conserva en parte, por el hígado en forma de glucógeno, a diferencia la glucosa que se absorbe instantáneamente produciendo una subida y una bajada rápida de energía. Sin embargo puesto que la fructosa acaba transformándose en glucosa produciendo una elevación glucémica en sangre, ya no se considera un edulcorante recomendable para las personas con diabetes (Chan et al., 2014). Antiguamente, se creía que la fructosa podía ser un sustituto saludable de la glucosa, ya que endulza más que ésta, pero tiene un menor poder calórico que la glucosa (400 kcal por cada 100 gramos), sin embargo, los resultados obtenidos de ensayos en ratón permiten observar que el consumo moderado de los sustitutos de sacarosa como la fructuosa y la sucralosa favorecen conservar un peso bajo, debido posiblemente que con menos cantidad es posible endulzar lo mismo. Se sabe que la fructuosa puede ser responsable de la “gota” por su incorporación a la degradación como urea, enfermedad que también ha sido asociada a dietas ricas en fructosa (Chan et al., 2014). Desde la década de 1980 numerosos estudios asocian a dietas ricas en fructosa la resistencia a la insulina, la diabetes tipo 2, la obesidad, elevación de colesterol y triglicéridos. Las causas subyacentes parecen ser el hecho de que la fructosa debe ser metabolizada por el hígado, a diferencia de la glucosa. Todas las células del cuerpo pueden metabolizar glucosa. Sin embargo, toda la fructosa debe ser metabolizada en el hígado (Levi y Werman, 1998) cuando la fructosa llega al hígado, éste cesa su actividad habitual para dedicarse en exclusiva a la metabolización de la fructosa (Alwahsh et al., 2014). Ello causa un cese en la actividad digestiva habitual del organismo, llevando a niveles más elevados de glucemia en sangre y reduciendo los niveles de insulina y leptina. Como la insulina y la leptina inhiben el apetito, la ingesta de fructosa es incapaz de saciar el apetito, el individuo se ve forzado a ingerir más alimentos, en muchos casos conteniendo también fructosa. Estas 17 consideraciones correlacionan con lo observado en este ensayo, ya que los animales que ingirieron mayor cantidad de alimento fueron los que recibieron fructuosa. De esta forma, la fructosa se ha ligado a la obesidad (Levi y Werman, 1998). El control de peso ejercido por este aditivo y los resultados obtenidos sobre el peso podrían estar relacionados con la concentración empleada de 5%. Sobre el metabolismo de la fructuosa se sabe que cuando se consume en cantidades moderadas, la fructosa, pero no la sacarosa o la glucosa en edulcorantes, aumenta la síntesis de ácidos grasos (palmitato), mientras que en el ayuno las acilcarnitinas de cadena larga se incrementan después de ingerir tanto la fructosa y la sacarosa, lo que indica un flujo de β -oxidación alterada (Hochuli et al., 2014, Lê y Tappy. 2006). Respecto a la ingestión oral de sucralosa, ésta no aumenta las concentraciones plasmáticas de algunos compuestos que reducen el apetito en sujetos sanos, y no tiene efecto sobre la secreción de la insulina o el apetito (Ford et al., 2011). En el consumo de alimentos se sabe que la leptina se produce como una señal homeostática para controlar la ingesta de alimentos, y estudios recientes han demostrado que la leptina efectivamente reduce la ingesta de alimentos, en parte, por la disminución del valor de la recompensa de sacarosa. En los humanos, el valor de la recompensa de los alimentos se ha evaluado subjetivamente y la terapia de reemplazo de leptina normaliza el gusto por la comida, incluso antes de lograr la pérdida de peso. En ratones hay limitaciones porque se ha realizado por selección de botellas conteniendo sacarosa y sucralosa, observando que hay una preferencia a la ingestión de sucralosa induciendo estimulación de dopamina en las neuronas (Domingos et al., 2013). Existen otros aditivos dulces como los que contienen polioles y/o sin azúcares, están reconocidos como seguros pero no están probados (Fitch y Keim, 2012). La mayoría de los edulcorantes no calóricos se mezclan con dextrosa y maltodextrina para aumentar el volumen del producto y permitir que se midan como el azúcar de mesa. Sin embargo se sabe que, la dextrosa y maltodextrina son carbohidratos que proveen calorías, de los que 10 g de edulcorante bajos en calorías proporcionan de 33 a 36 kilocalorías comparado con 39 kilocalorías del azúcar. Por peso, estos edulcorantes pueden reducir las calorías un 10 o 15 % en comparación con el azúcar. Sin embargo, estos sustitutos del azúcar reducen las calorías aproximadamente un 80 %, ya que, en el caso de Splenda, un 18 paquete que contiene 1 gramo de producto (3.3 kilocalorías) tiene la dulzura equivalente a una cucharada de azúcar (4.2 g y 16.3 kilocalorías). Los empaques de estos edulcorantes con menos de 5 calorías por porción, pueden tomar ventaja de las reglas alimentarias que permiten redondear los números y reducirlos a cero. De esta manera los productos pueden anunciarse como productos "sin calorías". Se espera que las bebidas con edulcorantes no calóricos ayudan a perder peso, pero los estudios epidemiológicos reportan que el consumo de refrescos dietéticos está asociado con el desarrollo del síndrome metabólico (Lutsey et al., 2008), la ingesta de edulcorantes no calóricos disocia la sensación gustativa como un predictor del contenido calórico o nutricional de los alimentos. Experimentos han demostrado que la reducción de la correlación entre el sabor dulce, y el contenido calórico de los alimentos con edulcorantes artificiales en ratas aumentó la ingesta calórica, el peso corporal y la adiposidad (Swithers y Davidson, 2008). Estos reportes sugieren que el consumo de productos con edulcorantes artificiales puede causar el aumento del peso corporal y la obesidad al interferir con el equilibrio fundamental de los procesos fisiológicos mediados por los receptores del gusto cuando se consumen en grandes cantidades debido a la composición química (Ludwig, 2013; Sievenpiper, 2014). Los niveles de sucralosa que aparecen elevados en los adolescentes, están casi al mismo nivel que los adolescentes que consumen sacarosa 100% y sacarosa 50%. Lo que puede sugerir que los adolescentes entre 16 y 19 años, tienen estilos de vida que favorecen el consumo de edulcorantes que puedan beneficiar la salud y tienen creencias de salud dirigidas a conservar el peso de acuerdo a su edad. Adicionalmente, la mayor parte de las personas encuestadas, 75% realizan una actividad física. Sin embargo, los resultados muestran que en ellos, hay mayor tendencia al sobrepeso que a la obesidad debida a la falta de disponibilidad de alimentos sanos, solo tienen acceso al consumo de alimentos preparados en condiciones dudosas en calidad. El número de alumnos de alumnos en esta situación de sobre peso corresponde a un 20.3 % y con obesidad el 0.8 %. Finalmente, se estudia la señalización de la leptina y ésta actúa directamente en una zona del cerebro, en el núcleo arqueado del hipotálamo para controlar los niveles de insulina y de glucosa en el flujo sanguíneo. Las neuronas del núcleo 19 también participan en la acción hormonal en la actividad física. Los receptores de leptina en el núcleo son responsables de cerca del 25 % de los efectos hormonales en el peso corporal, lo que sugiere otras regiones cerebrales importantes para esta función hormonal. La estrategia experimental reactivar unilateralmente los receptores de leptina en el núcleo de ratones en los que de otra manera se había bloqueado todo funcionamiento de los receptores de la leptina. A las 12 semanas de edad, los ratones con la actividad receptora restaurada tuvieron un decremento en el peso total debido a una reducción del tejido adiposo, en comparación con aquellos que carecían de actividad de los receptores de leptina (Wu et al., 2014) 20 CONCLUSIONES Los animales experimentales mostraron un incremento ligero en el IMC, en el peso, y los niveles de glucosa en circulación frente al consumo de sacarosa baja en calorías. El consumo de edulcorantes no metabolizables como la sucralosa favorecen la regulación de dichos parámetros, arrojando IMC, peso y glucosa circulante menores. Sin embargo, se observó una reducción en el crecimiento de los animales, lo cual también se pudo deber al estrés producido por la falta de consumo de agua sin aditivos. Se detectó un mayor consumo de fructuosa que de acuerdo a los reportes científicos, tiene altos riesgos radicados en el metabolismo. Para el humano es de riesgo el consumo elevado de fructuosa y conlleva menores peligros con el consumo de sucralosa en personas normales. Sin embargo, en personas con síndrome metabólico, diabetes, enfermedad cardiovascular y otras, se recomienda la restricción en el consumo de azúcares y aditivos ya que vienen suplementados con glucosa (Schiffman, 2013). Los consumidores pueden disfrutar de manera segura los edulcorantes nutritivos y edulcorantes no nutritivos si se consumen dentro de un plan de alimentación con las recomendaciones de nutrición y la ingesta dietética adecuadas; así como con los objetivos de salud individuales y las preferencias personales. La preferencia por el sabor dulce es innata y edulcorantes puede aumentar el placer de comer. Los edulcorantes nutritivos contienen hidratos de carbono y proporcionan energía, se producen naturalmente en los alimentos o se pueden añadir en el procesamiento de alimentos o por los consumidores. Un mayor consumo de azúcares añadidos se asocia con un mayor consumo de energía y menor calidad de la dieta, lo que puede aumentar el riesgo de obesidad, prediabetes, diabetes tipo 2 y enfermedad cardiovascular. La hipótesis planteada al inicio del protocolo fue aceptada. 21 PERSPECTIVAS Se necesitan estudios en el modelo murino utilizando otras concentraciones de los productos probados y también estudios en humanos para delinear los efectos de los azúcares y sustitutos. Será conveniente incrementar la muestra de animales de estudio y el tamaño de la muestra. Realizar análisis estadístico para valorar la validez del protocolo. . 22 BIBLIOGRAFÍA 1. Alberti KG, Zimmet P, Shaw J.The metabolic syndrome--a new worldwide definition.Lancet.2005; 366(9491):1059-62. 2. 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A la Biol. Olivia Reynoso Ducoing por sus amables sugerencias. Al MVZ. Enrique Pinzón Estrada por facilitar el acceso a los animales experimentales. Al MVZ. Víctor Manuel Salgado Alfaro por su colaboración en el manejo de los animales. 24