Particularidades del manejo anestésico en el geronte El monitoreo intraoperatorio del electroencefalograma (EEG) en pacientes geriátricos Objetivo En este artículo presentamos los elementos básicos para el uso en pacientes geriátricos del monitoreo del electroencefalograma (EEG) como parte del manejo anestésico y método práctico para disminuir algunas complicaciones perioperatorias muy comunes observadas en esa población. Estas últimas son el resultado del proceso de envejecimiento que se manifiesta a varios niveles, por ejemplo, arteriosclerosis, pérdida de memoria, del equilibrio, de la audición, hipometabolismo y degeneración articular. Esa disfunción orgánica progresiva varía significativamente entre individuos y es complicada por el desarrollo paralelo de procesos patológicos, como la enfermedad coronaria, diabetes, cáncer, enfermedad cerebrovascular y enfisema. Esta combinación de procesos fisiológicos y patológicos dificulta el manejo de estos pacientes durante la anestesia y cirugía por el mayor riesgo de complicaciones perioperatorias. El manejo intraoperatorio de pacientes geriátricos Hay consideraciones generales que se aplican a una gran mayoría de pacientes geriátricos previamente a una cirugía1 y se refieren a las complicaciones observadas más comunes: La profilaxis de la aspiración pulmonar del contenido gástrico debe ser poco agresiva y dirigida a pacientes con una historia definida de reflujo gástrico. Los fármacos se administran en dosis más bajas para alcanzar el mismo efecto que en pacientes más jóvenes, especialmente los bloqueantes neuromusculares y los narcóticos. La temperatura corporal debe ser mantenida en el rango normal, porque en los pacien- 558 Volumen 66 · Nº 6 · Simposio 2008 Dr. Eduardo Rubinstein UCLA tes geriátricos la hipotermia intraoperatoria se desarrolla muy rápido prolongando el efecto residual de las drogas, como las mencionadas anteriormente. La hipertensión arterial intraoperatoria debe ser tratada con agentes antihipertensivos y no con dosis más alta del agente anestésico. Esto último puede causar depresión miocárdica e hipotensión y un despertar mucho más lento. Los cambios de posición antes de la cirugía deben ser realizados lentamente porque la capacidad de compensación cardiovascular a los cambios en el retorno venoso está muy disminuida. Se debe fomentar el uso de la anestesia regional (AR), especialmente para controlar el dolor posoperatorio, en que ella es más efectiva que los narcóticos. Otras consideraciones se refieren a las características de los agentes anestésicos y el criterio para la elección del más adecuado. Esto es muy importante porque de ello depende el tiempo requerido para el despertar. Esto se manifiesta aun con dosis bajas de propofol, suficientes para producir sedación pero no pérdida de conciencia2. Luego de la anestesia general (AG) con propofol-alfentanilo, los pacientes geriátricos tenían niveles plasmáticos de los agentes iguales a los de otros más jóvenes, pero la recuperación cognitiva medida hasta 2 horas después, estaba disminuida3. Dicho retraso es un efecto no deseado luego de la cirugía ambulatoria y requiere una estadía más prolongada en la unidad, independientemente del tipo de agente inhalatorio utilizado (isoflurano o sevoflurano), sugiriendo que la diferencia en la solubilidad en lípidos puede no ser un factor responsable4. Sin embargo, en procedimientos quirúrgicos cortos (menos de 2 horas), la recuperación inmediata El monitoreo intraoperatorio del electroencefalograma (EEG) en pacientes geriátricos (extubación endotraqueal, respuesta motora a órdenes, orientación) fue más rápida usando desflurano que sevoflurano, pero la duración de la permanencia en la sala de recuperación posanestésica fue igual con los dos agentes5. Esto mismo se observó al comparar estos fármacos durante la recuperación inicial y la de la función cognitiva; con ambos agentes esta función estuvo igualmente retrasada6. Las consideraciones presentadas coinciden en la importancia del uso controlado de los agentes anestésicos y del mantenimiento de un nivel óptimo de profundidad de la anestesia, ajustado a la edad de los pacientes. Lo anterior es el objetivo del manejo clínico (la administración de fármacos) que se hace monitoreando los cambios de la tensión arterial (TA) y la frecuencia cardíaca (FC), el tipo de respiración espontánea y la presencia de movimientos reflejos. Los parámetros anteriores están relacionados con el nivel de anestesia, pero más directamente lo está el electroencefalograma (EEG), que monitorea el sitio de acción más importante de los agentes que afectan el grado de conciencia y el procesamiento del dolor, dos objetivos fundamentales de la AG. El monitoreo del EEG no es todavía una medida de rutina durante la cirugía, tal vez por la aparente complejidad del análisis de este parámetro directamente en la pantalla (“on the fly”) o la falta de criterios para definir la relación entre pautas electroencefalográficas y los diferentes niveles de anestesia. Este artículo está dirigido a aclarar estos dos puntos y facilitar el aprendizaje y uso cotidiano de la técnica. El origen del electroencefalograma El EEG es la actividad eléctrica registrada desde la superficie del cráneo con 2 electrodos (más un tercero como “tierra”) que se origina en la corteza cerebral subyacente. Las neuronas generan en todo momento potenciales post-sinápticos que preceden al potencial de acción y que son iniciados por la liberación presináptica de neurotransmisores excitatorios (como el glutamato o la acetilcolina) o inhibitorios (como el GABA o la glicina). Todos estos potenciales se “suman” y generan un vector medio que define la actividad eléctrica “debajo de los electrodos”7. Este potencial es de bajo voltaje y requiere de adecuada amplificación para registrarlo. Los aparatos contemporáneos pueden hacer esto con gran estabilidad y filtrando el “ruido electrónico” que es tan prevalente en la sala de operaciones, por ejemplo, durante el uso del cauterio. Para el registro intraoperatorio es suficiente usar una sola derivación bifrontal con 3 electrodos de superficie que pueden ser los mismos utilizados para el ECG en recién nacidos. Análisis visual del EEG El análisis visual del EEG se puede hacer directamente observando la pantalla del monitor y contando la frecuencia de los diferentes componentes de la onda compleja. La Figura 1 muestra cómo se efectúa este procedimiento. En el ejemplo, hay dos líneas separadas por un intervalo fijo, en este caso, 1 segundo. La frecuencia es simplemente el número de ondas en ese lapso y se expresa en hertzios (Hz: ondas/seg). La figura muestra las frecuencias en las cuatro bandas que se usan para clasificar el registro y de las que en este ejemplo no se considera el voltaje. Este último es otro parámetro que se usa para la evaluación de estadio, tanto durante la AG como en el sueño fisiológico y en condiciones patológicas. Descripción del EEG en sujetos despiertos El EEG del adulto normal: el rango de frecuencias registrado varía de 0,1 a 100 Hz y es dividido en cuatro bandas: delta (por debajo de 3,5 Hz), theta (entre 4 a 7,5 Hz), alfa (entre 8 y 13,5 Hz) y beta (entre 14 a 40 Hz). La amplitud registrada en la superficie es atenuada y entre 10-100 microvoltios (µV). El registro directo sobre la corteza (electrocortigrama) muestra amplitudes entre 500 a 1.500 µV. RAA 559 Particularidades del manejo anestésico en el geronte 26 alfa alfa/beta 12 beta alfa/delta 7 theta theta/beta 2 delta alfa/beta/delta 1 seg Figura 1. Diagrama representando las cuatro bandas de frecuencia en que se divide el EEG. Las dos líneas verticales separadas por 1 segundo permiten contar el número de ondas en ese intervalo para efectuar la estimación de la frecuencia en ondas/segundo o hertz (Hz). Figura 2. Diagrama representando ondas complejas de distintas frecuencias que se suceden de modo no regular o están superpuestas. Esto ocurre muy frecuentemente con las ondas delta, que se combinan con otras más rápidas, por ejemplo, en la segunda línea del diagrama que muestra ondas alfa/delta. El ritmo más común es el beta, registrado en todos los adultos, con pequeñas variaciones en su distribución en la superficie y sin reactividad sensorial. También aparece un ritmo alfa, que no es tan común, ya que no se observa en 25% de los sujetos y está presente principalmente en las regiones posteriores, bloqueándose durante la estimulación sensorial, al abrir los ojos o durante actividad mental. El ritmo theta está apenas representado y no se organiza en ritmos, pero en los niños es muy frecuente y se manifiesta hasta la adolescencia. La aparición de estos ritmos en los adultos se observa durante la somnolencia y el sueño fisiológico, y en otras ocasiones tiene un significado patológico, excepto durante la AG8. lizante, p.ej., bloqueantes beta, aumentan la actividad en la banda 20-40 Hz. Dosis altas generan ondas lentas. Opiáceos: el efecto específico, sin la presencia de otros agentes, como el N2O, es disminuir la frecuencia del ritmo alfa, con algunas descargas paroxísticas en dosis más altas. Neurolépticos: fenotiazinas, tioxantinas, butirofenonas. Todas aumentan la cantidad de ritmo alfa en frecuencias bajas y disminuyen la actividad beta. En algunos individuos aparece actividad paroxística con aspecto epileptiforme, que puede evolucionar hacia convulsiones generalizadas. Efectos de la premedicación en el EEG El uso de premedicación antes de la inducción de la AG es muy frecuente. Los agentes utilizados modifican el EEG en función de la dosis, la sensibilidad del paciente y su efecto específico en el sistema nervioso central (SNC). Usando la dosis corriente de estos agentes se observa lo siguiente9: Ansiolíticos: el diazepam, otras benzodiazepinas y otros fármacos con acción tranqui- 560 Volumen 66 · Nº 6 · Simposio 2008 Pautas electroencefalográficas durante la anestesia general (AG) Las pautas del EEG durante la AG son complejas: ondas de varias frecuencias y voltajes se suceden con cierta regularidad y hasta se superponen, típicamente en la banda delta, que incluye frecuencias más altas con voltaje bajo. La Figura 2 representa en forma diagramática varios ejemplos de estas ondas combinadas, ya que es la excepción observar un EEG con una sola frecuencia predominante. Durante la AG se observan pautas caracte- El monitoreo intraoperatorio del electroencefalograma (EEG) en pacientes geriátricos Despierto Superficial Figura 3. Diagrama idealizado de los 7 estadíos del sueño anestésico, comenzando por la vigilia (despierto) y concluyendo con un nivel muy profundo. El dibujo muestra la frecuencia progresivamente disminuida en la banda alfa-beta en función de la profundidad.También describe el nivel donde aparecen las ondas más lentas, theta y delta, y como éstas aumentan de voltaje y de incidencia a niveles más profundos de anestesia general. Superficialmoderado Moderado Moderadoprofundo Profundo Muy profundo Alfabeta Theta Delta EEG rísticas para cada estadio de profundidad, y el diagrama en la Figura 3 representa estos niveles en progresión, desde la vigilia (despierto) hasta el nivel más profundo de “coma anestésico reversible”. Cada uno de estos 7 estadios se diferencia en la frecuencia y el voltaje en la banda alfa-beta (rápida) y el número y voltaje en la banda delta (lenta). Las ondas theta aparecen en los estadios intermedios de la AG y son más prominentes en los pacientes pediátricos. El uso de varios agentes durante la AG es muy frecuente, lo que complica un tanto el análisis del EEG. A continuación describiremos los cambios que se observan cuando se usa solamente un agente, esto es, una “técnica pura”10: Barbitúricos: Los barbitúricos aumentan inicialmente la actividad en la banda beta entre 15-25 Hz, con voltaje ascendente-descendente en forma de husos muy típicos (“barbiturate spindles”). Esto es seguido por actividad en el ritmo delta en función del aumento de la dosis y, finalmente, supresión-descarga o silencio eléctrico total. Estas dos últimas pautas se pueden observar cuando se induce deliberadamente un coma farmacológico como parte de la técnica de protección cerebral. Propofol: Con este agente se observa una actividad parecida a la anterior, con un ritmo beta más aparente por el voltaje más alto. Ketamina: Este fármaco evoca una actividad muy compleja, con ritmo beta de frecuencia baja, ondas lentas y actividad paroxismal. Etomidato: Las pautas observadas son parecidas a las descriptas con los barbitúricos, pero con un ritmo beta de voltaje y frecuencia más bajo. N2O: La administración de este agente inhalatorio a sujetos despiertos rápidamente desincroniza el EEG – bloqueo del ritmo alfa-. En dosis de 80% inspirado, pueden observarse ondas lentas, 4-8 Hz de bajo voltaje, sin pérdida de la conciencia. Cuando se combina el N2O con narcóticos, se observa una actividad beta en las frecuencias de 18-25 Hz alternando con ondas lentas que aumentan con dosis más altas de opiáceos. Anestésicos inhalatorios: Los estudios iniciales fueron hechos con la combinación de éter/ O2 y sirvieron para definir los diferentes estadios y planos de anestesia de acuerdo con la nomenclatura de Guedel11. RAA 561 Particularidades del manejo anestésico en el geronte 1 2 3 1 seg Figura 4. Registros de pacientes de 12 (1), 42 (2) y 73 (3) años de edad usando una derivación bifrontal con la misma amplificación eléctrica. El voltaje de las ondas rápidas alfa-beta es más alto en el paciente más joven y disminuye con la edad. Las ondas delta son más prevalentes y de mayor voltaje en el EEG geriátrico, y están acompañadas de ondas theta y alfa-beta de voltaje muy bajo. La conclusión más importante desde entonces, e incluyendo los agentes modernos, es que la inducción por inhalación excita inicialmente la formación reticular que se manifiesta como el “estadio II”, la fase excitatoria, caracterizada por un aumento de la actividad beta, que va de más rápida a más lenta siguiendo este simple orden: N2O > desflurano > isoflurano > sevoflurano > halotano. La amplitud de las ondas beta también varía con el agente y con la edad del paciente (la más alta en adolescentes y adultos jóvenes) y profundidad de la anestesia (voltaje más bajo siguiendo la mayor profundidad). La pérdida de conciencia está asociada con la aparición de un ritmo beta estable con máximo voltaje. Cuando la concentración espirada del gas anestésico aumenta, aparecen ondas “lentas” en los rangos theta y delta que se hacen más prevalentes en función del tiempo de administración y la concentración inspirada. La ausencia de respuesta motora a la estimulación quirúrgica inicial (MAC) coincide con la aparición de ritmos entre 4-8 Hz (la banda theta-delta o alfa lenta). Cuando la concentración espirada del agente sigue aumentando, la pauta del EEG es fundamentalmente lenta (predominancia de ondas delta), con actividad “más rápida” de muy bajo voltaje. Esto es seguido por períodos de supresión transitoria del EEG y luego, por una pauta característica de supresión-descarga (esta últi- 562 Volumen 66 · Nº 6 · Simposio 2008 ma representada por ondas de alto voltaje y frecuencias variadas, de aspecto epileptiforme, pero que no se manifiestan en actividad motora generalizada). Esto último es muy común durante la inducción por máscara en pacientes pediátricos. Las pautas descriptas anteriormente10 son las más comunes en pacientes entre los 18 y los 60 años de edad, sin enfermedad neurológica o cerebrovascular. En el paciente geriátrico hay mayor número de ondas delta, y la frecuencia media en la banda alfabeta está desplazada hacia el rango más bajo (6-8 Hz). Estas diferencias se presentan aun cuando la profundidad de la anestesia sea igual que en los pacientes más jóvenes. Esta “igualdad” es difícil de definir. Por ejemplo, si usamos como medida la concentración espiratoria de un agente inhalatorio, sabemos que ella puede no reflejar una concentración más alta en el tejido cerebral, lo que suele ocurrir en los pacientes geriátricos porque tienen, en general, un flujo sanguíneo cerebral más bajo. Además, en estos pacientes la sensibilidad del órgano final (el cerebro) puede estar modificada por los cambios fisiológicos asociados con la senescencia. En otras palabras, es posible que la misma concentración tisular del agente anestésico afecte a las neuronas del paciente geriátrico de modo diferente, entre otras cosas, por modificaciones en la liberación y disposición de neurotransmisores, tanto a nivel cortical El monitoreo intraoperatorio del electroencefalograma (EEG) en pacientes geriátricos como en los sistemas de sueño-despertar, por ejemplo, la formación reticular ascendente. La descripción simplificada del EEG durante la AG que hemos presentado es complicada por las diferencias en estas pautas que se observan con la edad; como se mencionó anteriormente, hay cambios muy drásticos en el EEG durante la anestesia y el sueño fisiológico en los pacientes pediátricos, desde el nacimiento hasta los 15 a 18 años de edad12. Luego, estas pautas son estables (en la ausencia de enfermedad neurológica) en los pacientes jóvenes y maduros hasta la edad de 60 años, y posteriormente aparecen cambios caracterizados por una disminución en la frecuencia de la banda alfabeta y aumento en la banda delta. La Figura 4 representa la diferenciación mencionada anteriormente y determinada por la edad del sujeto anestesiado. En los 3 casos representados, el nivel de anestesia era estable y “clínicamente equivalente”, esto es, durante la cirugía y sin el uso de relajantes musculares. El EEG del paciente geriátrico durante la anestesia es más lento, lo que tendrá como consecuencia que si se usan sistemas computarizados para el análisis, estos leerán esas ondas como una expresión de una profundidad de la AG mayor que lo que el análisis visual podría hacer. Como consecuencia, el anestesiólogo ajustará la administración de los agentes para que el “número en el analizador” no sea tan bajo (recordando que en esos sistemas, el número 100 representa la vigilia y el 0 la supresión total del EEG; números entre 60 y 40 se consideran adecuados). Como resultado de lo anterior, la profundidad de la AG será mucho más superficial en aquellos pacientes geriátricos controlados por el “número del analizador”, aumentando el riesgo de cierto grado de recuerdo intraoperatorio, explicito o implícito. Los requerimientos de la dosis de anestesia están reducidos en los pacientes geriátricos y esto está confirmado por la observación de que con niveles más bajos del agente tiene lugar la pérdida de la conciencia, que ocurre al mismo número del monitor BIS que en pacientes jóvenes que reciben dosis más altas13. En una comparación de las pautas del EEG durante la inducción de AG con tiopental o propofol en pacientes entre los 17 y los 80 años, en el 89% de los gerontes (más de 70 años) se observó supresión-descarga, mientras que esto último fue registrado en solamente 20% de los pacientes más jóvenes (17-50 años)14. Además, la comparación de las pautas usando análisis visual o computarizado (Narcotrend®) mostró diferencias marcadas en la estimación, porque el voltaje de las ondas lentas es más bajo en los pacientes geriátricos y esto confunde, por llamarlo así, al algoritmo del sistema de análisis automático, que está diseñado para pautas “más jóvenes” (con voltaje más alto en la banda delta)15. Aspectos prácticos del EEG en el paciente geriátrico a) Estimación de la profundidad de la anestesia Las secciones anteriores están destinadas a facilitar el reconocimiento de las pautas electroencefalográficas que se observan durante la AG, especialmente en pacientes geriátricos. Las figuras 5 y 6 son ejemplos de registros en pacientes de 68 y 76 años, respectivamente, sin enfermedad neurológica o cerebrovascular. En ellas se observan las características mencionadas anteriormente y caracterizadas por el voltaje bajo de la actividad alfabeta y la predominancia de las ondas beta, aun a niveles de anestesia más superficiales. En los dos ejemplos se puede reconocer la variación en la profundidad de la anestesia y, más importante quizás, la presencia de modificaciones breves en las pautas durante un estadio estable. RAA 563 Particularidades del manejo anestésico en el geronte 1 1 2 2 3 3 4 4 5 1 seg Figura 5. Registro en un paciente de 76 años de edad anestesiado con isoflurano/oxígeno e infusion de fentanilo, mostrando 5 niveles diferentes durante la cirugia. 1: anestesia profunda con estimulacion quirúrgica moderada. 2: el mismo nivel de AG pero durante estimulacion quirúrgica muy intensa. Se observa una disminucion de las ondas lentas y la predominancia de la actividad en la banda alfabeta. 3: El nivel de AG es más superficial y la estimulación nociceptiva ha disminuido. 4: El paciente no responde aún a la orden vocal (“abra los ojos”) pero se mueve espontáneamente. 5: El paciente responde abriendo los ojos y esto está representado por ondas de alto voltaje entre 3-4/seg generadas por los movimientos oculares. Entre estos complejos se observa un periodo de 3 segundos de actividad de muy bajo voltaje característica de la somnolencia. Estos cambios se denominan “transitorios” (de duración menor de 2 segundos) o “transiciones” (con una duración entre 2 y 5 segundos). En ambos casos, representan el efecto de la activación de receptores al dolor (nociceptores) en el campo quirúrgico, y que ascienden a lo largo de la vía reticular hasta la corteza cerebral16. Estas modificaciones de corta duración se observan en todos los pacientes, independientemente de la edad, y aun durante un nivel de anestesia estable y clínicamente adecuado (sin hipertensión arterial o taquicardia). El aumento en el número o la duración (de transitorios a transiciones) de estos eventos es una señal de que la dosis del anestésico general no es suficiente para bloquear la expresión cortical de la señal nociceptiva generada por las maniobras quirúrgicas. Hay que recordar que el balance entre estos dos factores, concentración cerebral del agente versus las características de la estimulación dolorosa, se manifiesta en el 564 Volumen 66 · Nº 6 · Simposio 2008 1 seg Figura 6. Registro en un paciente de 72 a§os de edad anestesiado con sevoflurano/oxígeno e infusion de fentanilo. Los segmentos numerados 1, 2 y 3 fueron hechos al mismo nivel de AG durante la cirugia. El trazado 2 muestra un periodo de 2 segundos con ondas alfabeta de voltaje muy bajo (transitorio). Las ondas en las frecuencias 2 a 4/segundo predominan con voltaje alto. El trazado 4 representa un nivel superficial, con ondas lentas de bajo voltaje. Un largo segmento sin ondas lentas y actividad alfabeta de bajo voltaje representa una transicion, muy comun en la evolucion hacia el despertar al final de la cirugia. EEG en todo momento y representa lo que denominamos el nivel de profundidad de la anestesia17. Es posible utilizar el EEG en estos pacientes y mantener el nivel de AG dentro de un rango estable durante la cirugía, para luego anticipar el despertar rápido, observando el aumento de transitorios y transiciones, cuando se disminuye o interrumpe deliberadamente la administración del agente anestésico, hasta llegar a un nivel estable de EEG muy superficial o de vigilia, al final de la cirugía. Hay pacientes geriátricos en los que los procesos patológicos, por ejemplo, la enfermedad cerebrovascular, han modificado los mecanismos de generación del EEG de tal modo que las pautas durante la AG muestran escasa actividad rápida y predominan las ondas lentas, incluso en los niveles superficiales. En estos casos, la evaluación de la profundidad de la AG es difícil, pero aun en esas situaciones, como la representada en la Figura 7, se pueden observar cam- El monitoreo intraoperatorio del electroencefalograma (EEG) en pacientes geriátricos 1 SSEP 2 EEG 3 SSEP 4 EEG 1 seg I D 165/85 mmHg 110/65 mmHg 1 seg Figura 7. Registro en un paciente de 86 años de edad con un comienzo de demencia senil por enfermedad cerebrovascular y anestesiado con isoflurano/oxígeno. La dosis de anestésico fue igual en los 4 trazados, y predominan en todos ellos las ondas lentas en el rango 2-4/seg con voltaje alto y no se observa actividad en la banda alfabeta. El trazado 2 muestra un breve periodo de supresion eléctrica muy característico en pacientes geriátricos aun con dosis moderadas de agentes anestésicos. El trazado 4 muestra un segmento de 2 segundos de duración en el que el voltaje de las ondas es más bajo (transitorio). Estos cambios breves se pueden detectar y tienen el mismo significado que en los pacientes más jovenes: la “superficializacion” del nivel de anestesia por un aumento de la estimulacion dolorosa en el campo quirúrgico. Figura 8. Registro en un paciente de 69 años de edad anestesiado con isoflurano/oxígeno e infusion de fentanilo. Cirugía de columna lumbar. Historia de ataque cerebral (stroke) en la región frontoparietal izquierda. El registro incluye el EEG en 3 derivaciones frontoparietales y los potenciales somatosensoriales (SSEP) en ambos hemisferios, izquierdo (I) y derecho (D). Se observan diferencias marcadas entre los 2 lados especialmente en el bajo voltaje del SSEP y el voltaje y frecuencias muy bajas en el EEG en el lado izquierdo (I). Estas diferencias se acentúan cuando la presión arterial disminuye de 165/85 mmHg a 110/65 mmHg. En esa situación también hay diferencias en los registros en el lado derecho (D), tanto en el SSEP (voltaje bajo en D) y el EEG (voltaje y frecuencias bajas en D). Estos cambios se corrigieron rápidamente cuando la PA volvió al nivel normal para este paciente con hipertensión crónica. bios transitorios que ayudan al diagnóstico, como fue mencionado anteriormente. disminuido, o durante el coma farmacológico inducido deliberadamente para obtener protección cerebral. Cuando el FSC está reducido a menos del 5%, el EEG permanece en silencio eléctrico (“flat line”), que no se asocia a daño neurológico permanente si la isquemia dura menos de 5 minutos. La situación clínica más común en que lo anterior es muy importante es durante la endarterectomía carotídea. En ese procedimiento hay cambios cardiovasculares reflejos muy drásticos, la hipotensión secundaria a la manipulación del seno carotídeo es muy común y, además, hay un posible efecto isquémico directo durante el clampeo de la arteria carótida interna. Cualquiera de estos dos factores puede alterar rápidamente el EEG en pacientes con insuficiencia cerebrovascular, muy común en el grupo geriátrico (Figura 9)19. El monitoreo del EEG durante cualquier procedimiento quirúrgico asegurará que el nivel de TA y el FSC serán adecuados para cada paciente. Se podría argumentar que como la b) Diagnóstico de la isquemia cerebral intraoperatoria El EEG es muy sensible a la isquemia18, y cuando el flujo sanguíneo cerebral (FSC) se reduce al 50%, disminuye el voltaje y la frecuencia de las ondas en la banda alfabeta. Si la isquemia es más severa (FSC entre 25 a 15% del normal), la banda delta aumenta el voltaje y el número de ondas, mientras que la banda alfabeta disminuye progresivamente hasta su desaparición. Cuando el FSC es más bajo aún (15 al 5% del normal), el EEG muestra solamente ondas muy lentas, períodos de supresión eléctrica o pautas de descarga-supresión (Figura 8). Debe recordarse que la pauta de descarga-supresión se observa también cuando el FSC es normal pero la concentración del agente intravenoso (propofol, tiopental) es muy alta, como puede ocurrir durante la inducción de AG en pacientes en los que el volumen minuto está RAA 565 Particularidades del manejo anestésico en el geronte EEG 1 PA 2 mmHg 160 120 80 3 Figura 9. Registro en la derivacion bifrontal en un paciente de 81 años de edad con historia de hipertensión arterial y occlusión parcial de ambas carótidas. Anestesiado con desflurano/oxígeno para una endarterectomia carotídea. La PA se mantenia en 165/95 mmHg en 1. La flecha indica el cambio drástico en PA durante la manipulacion del seno carotídeo. Este se acompañó de un enlentecimiento inmediato del EEG que persistió en el trazado 2 y parte del 3, cuando la PA retornó a niveles más altos que antes de la maniobra. La representación de este registro está comprimida en tiempo como indica la barra en la parte inferior que indica 1 segundo de duracion. 1 seg circulación cerebral tiene una capacidad de autorregulación muy efectiva, los cambios de la TA no tendrían que modificar el FSC significativamente. El problema es que en los pacientes geriátricos esta característica vascular (autorregulación) puede estar disminuida por el efecto de la enfermedad cerebrovascular o, más importante, por el desplazamiento del rango de autorregulación hacia niveles más altos de tensión arterial media (TAM), que es una consecuencia de la hipertensión arterial de larga duración. Para el reconocimiento inmediato de una situación de isquemia cerebral es muy importante que el nivel de AG no sea muy profundo. En ese caso, en la pauta que se registra, habrá una proporción muy alta de ondas lentas y un voltaje bajo en la banda rápida (alfabeta). Esta configuración es semejante a la que se observa durante la isquemia y puede dificultar el diagnóstico precoz de esta condición. La solución es mantener al paciente a un nivel de AG moderado, de tal modo que la “profundización no deliberada” en la pauta del EEG sirva como confirmación del desarrollo de isquemia, por ejemplo, asociada con un descenso de la TA. Esto es muy importante si se planea cierto grado de “hipotensión controlada” para disminuir el sangrado. 566 Volumen 66 · Nº 6 · Simposio 2008 Conclusiones Las consideraciones anteriores permitirán utilizar el EEG intraoperatorio en pacientes geriátricos observando directamente la actividad eléctrica en la pantalla. Esta modalidad complementa perfectamente el uso de las técnicas de monitoreo computarizado, especialmente porque la visualización continua permite identificar los cambios transitorios y transicionales que hemos mencionado. Estos cambios no se observan durante el análisis automático porque éste requiere un tiempo mínimo de 20 segundos para obtener el índice numérico. Los cambios breves, que duran menos que el tiempo de procesamiento computarizado, se pueden utilizar, como fue descrito, para el diagnóstico de estadio (AG superficial, moderada o profunda). El análisis del EEG que hemos presentado es de gran valor práctico en la cirugía de larga duración y/o alta complejidad, porque permite mantener un nivel de AG estable utilizando las dosis más bajas y adecuadas, facilitando el mantenimiento de la TA y el volumen minuto y la recuperación más rápida del nivel de conciencia. 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