01 pags.218:. 15/02/10 12:23 Página 72 Agricultores y ganaderos del siglo XXI ALTAGRACIA GUTIÉRREZ 40 AÑOS Titular de una explotación de vacuno de carne y equino en Piedrasluengas (Palencia) “La explotación funciona a la perfección, pero el mercado no responde y no deja ver el futuro con optimismo” Altagracia Gutiérrez es propietaria de una explotación dedicada a la cría de vacuno de carne y equino en Piedrasluengas, una pedanía perteneciente al municipio de La Pernía, en la montaña palentina. Altagracia entiende que la medida más importante que necesita el sector de vacuno de carne para mejorar pasa por acabar con la “especulación” que existe en el mercado, y que se traduce en las grandes diferencias que existen entre el precio en origen y el final. Considera que las Administraciones han abandonado al sector agrario y que no lo valoran como “estratégico” ni para la economía nacional ni comunitaria. En cuanto al futuro, piensa que su explotación responde y funciona perfectamente, pero luego el mercado no está a la altura de las circunstancias y no permite ver el futuro con optimismo. ¿Cuál es el ritmo habitual de su jornada de trabajo como profesional en el sector agrario? ¿En qué consiste concretamente el trabajo que realiza? Mi trabajo consiste en cuidar a los animales, para que luego “ellos cuiden de nosotros”. Las jornadas son distintas dependiendo de la época del año. Durante los meses de más calor, las vacas y los caballos están pastando en las tierras comunales y simplemente hay que ir allí a vigilarlos. En esos meses, que el ganado requiere de una menor atención, aprovecho para recoger hierba y almacenarla para la alimentación de los animales en los meses más fríos. En cuanto a los terneros, aunque maman directamente de las madres, hay que vigilarlos para comprobar que están comiendo y permanecen mamando un tiempo aproximado de cinco meses, momento en el que se les desteta, y todos los machos y algunas hembras son vendidos al cebadero. ¿Cree que el funcionamiento del mercado puede garantizar por si sólo la supervivencia de la agricultura familiar en España y en Europa? Ni mucho menos. En nuestro caso concreto estamos totalmente vendidos e indefensos, porque hay otros sectores agrarios, como por ejemplo el de los cereales, que si ve que los precios ese año están muy bajos, puede almacenar su cosecha y esperar a que suban los precios, pero nosotros esto no podemos hacerlo, pues cuando los terneros tienen cinco meses y los destetas, tienes que venderlos sí o sí, no te queda más remedio, y aguantarte con el precio al que te los quieran comprar en ese momento. Los precios que nos dan por los terneros son muy bajos, mientras que los piensos tienen una cotización bastante elevada y se va incrementando año a año, y lo mismo sucede con los gastos veterinarios. ¿Considera suficientes las ayudas que reciben agricultores y ganaderos? La verdad es que no son suficientes, aunque sería mejor que no fuera necesaria ningún tipo de ayuda, pues eso signi- 01 pags.218:. 15/02/10 12:23 Página 73 Agricultores y ganaderos del siglo XXI LA TIERRA Nº 218 ENERO-FEBRERO 2010 • 73 ficaría que nuestros productos tienen en el mercado el valor real que deberían, y que no tenemos que depender de ninguna subvención. Actualmente, recibo subvenciones por el vacuno de carne y por el caballo hispano-bretón. Además, estas ayudas traen consigo unas consecuencias bastante negativas, porque ya nos han acostumbrado a ellas y a medida que va pasando el tiempo se van reduciendo y te trastocan los planes. Asimismo, en mi opinión, han creado una mala imagen de los agricultores y ganaderos frente al resto de la sociedad que, en muchos casos, piensa que recibimos un dinero por no trabajar, y no es consciente que esas ayudas nos las otorgan para compensar la falta de renta ocasionada por el escaso valor que alcanzan nuestros productos en el mercado. ¿Cómo ve la situación actual del sector en el que desarrolla su actividad? La situación está muy mal. Ya sé que siempre decimos lo mismo, pero no es que nos quejemos, sino que está mal realmente, es real y eso es algo de lo que tiene que concienciarse toda la sociedad y las Administraciones públicas. Y mucha gente también te dice que si está tan mal, por qué no abandonas sin más y te dedicas a otra profesión, y los que te insinúan eso no son conscientes de que estamos “atrapados”, de que hemos realizado una serie de inversiones en nuestras explotaciones, y de que no podemos abandonarlas sin más. ¿Qué medidas o reformas considera necesarias para mejorar el sector en el que trabaja? En mi opinión, la más importante es acabar con la especulación. Porque no puede ser que yo venda los terneros como hace veinte años, y luego la carne esté en el mercado a precios del siglo XXI. En segundo lugar, sería necesario que nos dejasen manejarnos a nuestra manera, porque de ahí viene también mucho del pesimismo que reina entre nosotros. De ver que no eres nadie, que cualquiera puede venir y quedarte sin nada, el trabajador tiene paro y tú no lo tienes, es una incertidumbre total, y pediría unas mínimas garantías de futuro. Además, las Administraciones nos han dejado abandonados, no nos consideran un sector estratégico, cuando en realidad qué sector, sino éste, es tan estratégico, que es aquel que produce los alimentos que necesitamos para subsistir. Asimismo, esto está provocando un abandono de los pueblos, pues la gente se traslada a núcleos de población más grandes en busca de un futuro mejor, lo que está llevando a un abandono total del mundo rural. Y parece que las administraciones no son conscientes de este gran problema, y cuando se den cuenta y quieran solucionarlo, ya va a ser demasiado tarde. ¿Considera que existen diferencias entre la calidad de vida del medio rural y del medio urbano? Por supuesto que existen diferencias. La vida de calma, paz y tranquilidad que mucha gente cree que hay en los pueblos no es así, aquí se trabaja muy duro y sin horarios. Es muy bonito para venir a pasar el día y disfrutar, pero vivir y trabajar en el campo es muy duro. Si no, sólo hay que ver que la mayoría viene por unos días pero no se queda a vivir y trabajar en el mundo rural para siempre. En el tema de los servicios, la situación es aún peor, porque carecemos de hospitales próximos, colegios y centros comerciales y de ocio. En mi caso concreto, el hospital más cercano se encuentra a 140 kilómetros de distancia, el supermercado para comprar más próximo está a unos 30 kilómetros, y en cuanto a las tecnologías de comunicación, simplemente tenemos Internet por ondas, de una lentitud extrema, y falta de cobertura de móvil en muchos lugares. ¿Cuál cree que es la situación de la mujer en el medio rural? La verdad es que yo nunca me he sentido discriminada por ser mujer y ganadera, y trabajar en un mundo tan masculinizado como esté, y siempre se me ha exigido y he trabajado igual o más que cualquier hombre en la explotación. Nunca me he sentido discriminada por ser ganadera en ningún sentido. ¿Por qué ha apostado por UPA para defender sus intereses en el sector agrario? Porque nos asesoran, están bastante cerca y pendientes de nosotros, los pequeños agricultores y ganaderos. Siento que para ellos somos importantes. Además, también me ayudan con el tema de los papeleos y me informan de las posibles subvenciones. En definitiva, me han ayudado profesional y administrativamente, pero también, y no menos importante, moralmente. Sabes que tienes a alguien a quien poder acudir. ¿La situación de su explotación permite afrontar el futuro con optimismo? Mi explotación responde, mis vacas y yeguas paren y hacen su labor, y yo trabajo sin descanso, pero luego me encuentro con un muro a la hora de recibir por ello una rentabilidad y un reconocimiento económico, con que no puedo convertir toda esa labor en una rentabilidad económica. Por tanto, la explotación sí responde, y en ella todo funciona a la perfección, pero luego el mercado no está a la altura de las circunstancias y no permite ver el futuro con optimismo. Hace veinte años, cuando empecé en este trabajo, lo vi como un modo de vida digno, aunque tengas que renunciar a muchas cosas, pero en la actualidad se ha convertido en una especie de pesadilla, que no tiene marcha atrás, y que como vaya a peor, va a suponer el fin de la actividad ganadera tal y como la conocemos en la actualidad. LTAGRACIA GUTIÉRREZ nació hace 40 años en Piedrasluengas, una pedanía perteneciente a La Pernía, en la denominada Montaña Palentina. Casada y con dos hijas, tras finalizar sus estudios de COU se trasladó a Madrid y comenzó Ingeniería de Montes, pero los abandonó a los 20 años, tras la muerte de su padre, para volver a su pueblo natal y empezar a trabajar como ganadera a título principal en la explotación familiar junto a su hermano. En la actualidad, Altagracia posee una explotación de ganado vacuno de carne y algunas cabezas de ganado equino, que se alimentan en praderas comunales durante el verano, y bajo techo en invierno con los pastos que va recogiendo durante los meses calurosos del año, complementado con piensos. Altagracia está afiliada a UPA desde hace 15 años. A IEDRASLUENGAS es una pequeña pedanía del término municipal de La Pernía, en la que es conocida como la Montaña Palentina, al norte de la provincia de Palencia, casi en la frontera con Cantabria. Existe un total predominio de la ganadería. Las explotaciones más numerosas se dedican al ganado de vacuno de carne, seguido del equino. P