Imprimir artículo Página 1 de 1 IMPRIMIR IMPRIMIR ARTICULO VIZCAYA VIZCAYA Dos euros por cubata J. FERNÁNDEZ/BILBAO Son las 23.30 horas. Se oyen voces en la Gran Vía bilbaína que vienen del parque de Doña Casilda. Varias cuadrillas practican el botellón en este céntrico área de esparcimiento. Hablan, ríen y beben plácidamente una mezcla a base de ginebra y refresco de limón. Se cobijan en La Pérgola para aprovechar al máximo la luz. En una de las esquinas, charla tranquilamente un grupo de seis universitarios. Todos acaban de cumplir la mayoría de edad. EL CORREO les acompaña para conocer sus inquietudes. En casi una hora de tertulia, no aparece ningún policía. Consiguen salir indemnes de su primer botellón ilegal. FESTÍN. Los jóvenes prepararon cubatas a base de ginebra y refresco de limón. / BERNARDO CORRAL Publicidad No les importa decir sus nombres. Se llaman Alvaro, Iñigo, Ander, Pablo, Jon Andoni y Sergio. Ya se han bebido dos botellas. Pero aún tienen fuerzas para debatir acerca del botellón, del que son firmes partidarios. «Te ahorras una pasta y, si lo haces lejos de viviendas, no molestas a ningún vecino», expone Álvaro. Su economía no está para grandes alardes. Acaban de empezar a estudiar una carrera y viven de la paga de sus padres. Beber en la calle les sale a dos euros por cubata. Si lo hacen en un bar, pub o discoteca el coste se eleva considerablemente. «Te llegan a cobrar hasta ocho euros por consumición», se quejan. Habían hecho la compra poco antes de las 21.00 horas en un céntrico supermercado. Tres botellas de ginebra y dos de 'Kas limón' les costaron 33 euros. A repartir entre seis, toca a 5,5 euros por barba. «De aquí sacaremos unos dos cubatas y medio cada uno», prevé Iñigo, un futuro abogado poco aficionado al alcohol. «Vengo para pasar el rato», se jacta. Luego irá a una cercana discoteca «a ligar» y bailar hasta el amanecer. Vasos de plástico Hacen la mezcla en botellas de dos litros. Agitan el líquido y ya están preparados para repartir el brebaje. Cada uno tiene su vaso de plástico. Les han salido gratis, después de pedirlas en una cadena de comida rápida. Los logotipos de los vasos les delatan. «También nos han dado hielos, aunque seguramente se nos acabarán enseguida», auguran estos chicos de Las Arenas, Bilbao y Santurtzi. Se sienten cómodos en La Pérgola. Pero no les importaría irse a otro sitio acotado expresamente para el botellón. «Sería una gran idea y creo que, menos los hosteleros, todos saldríamos ganando», explica Sergio mientras mira hacia la Gran Vía. Busca a un policía que no aparecerá en toda la noche. Subir http://www.elcorreodigital.com/interactivo/imprimir/imprimir.php?url=http://www.el... 06/11/2006