Diapositiva 1 - IES 8 de Marzo

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Índice
1.- Mapa de Grecia
2.- Introducción
3.- La huida de la Cólquida
4.- Talos, el gigante de bronce
5.- La muerte de Pelias
6.- Abandono de Jasón
7.- Medea y Heracles
8.- Medea en Atenas
9.- Medea en el destierro
10.- Medea (Eurípides)
11.- El síndrome de Medea
12.- Medea, la película
Tesalia
Tebas
Atenas
Corinto
Italia
Cólquida
Fenicia
Libia
Creta
En la mitología griega Medea
era la hija de Eetes, rey de la
Cólquida y de la ninfa Idía.
Era sacerdotisa de Hécate, que
algunos consideran su madre y
de la que se supone que
aprendió los principios de la
hechicería junto con su tía, la
maga Circe. Así, Medea es el
arquetipo de bruja o hechicera.
Medea y la daga, de Anselm Feuerbach
La huida de la Cólquida
Jasón es hijo de Alcímeda y de Esón, rey de Yolco (Tesalia). Pelias mató a Esón, y
se convirtió en el rey. Éste fue advertido por el oráculo de que tuviera cuidado con
un hombre calzado con una sola sandalia porque pondría en peligro su trono. Jasón,
entre tanto, fue educado por el centauro Quirón hasta que tuvo la edad para reclamar
el trono. Un día fue a ver a Pelias. Cuando Pelias vio a Jasón calzado de esta manera,
se acordó del oráculo, y, acercándose a él, le pregunto qué haría, si fuese rey, con un
hombre de quien supiese que habría de destrozarle. Jasón le respondió que lo
enviaría a conquistar el vellocino de oro. De este modo Pelias mandó a Jasón a que
fuera en busca del vellocino de oro, creyendo que se había liberado definitivamente
de su sobrino.
Jasón
Cuando Jasón y los argonautas llegaron a la Cólquida y reclamaron el vellocino de
oro, el rey Eetes les prometió que se lo entregaría sólo si eran capaces de realizar
ciertas tareas. En primer lugar Jasón tenía que uncir dos bueyes que exhalaban
llamaradas de fuego por la boca y arar un campo con ellos. Una vez arado debería
sembrar en los surcos arados los dientes de dragón que Eetes le dio.
Nave de los Argonautas. Cista Ficorini
Sin embargo Medea, traspasado su corazón
por los dardos certeros de amor de Eros,
visitó esa misma noche la tienda de Jasón y le
proporcionó pociones, ungüentos mágicos e
instrucciones precisas para lograrlo.
Invulnerable al fuego y poseedor de una
fuerza sobrenatural pudo el héroe someter a
los bueyes y uncirlos al arado, roturando a
continuación la porción de tierra acordada.
Después, tras arrojar los dientes en los
surcos, se retiró a observar cómo de cada
diente surgía un soldado esqueleto: los
hombres sembrados, fuertemente armados.
Tras esperar pacientemente a que se
desarrollasen completamente un gran número
de ellos, y siguiendo los consejos de Medea,
arrojó una enorme piedra entre los soldados y
éstos, que no sabían quién la había arrojado,
lucharon encarnizadamente entre sí por
hacerse con ella hasta la muerte. Finalmente,
aún bajo los efectos de las pociones mágicas
de Medea, Jasón acabó con los que quedaron
en pie.
Jasón y Medea, de G. Moreau
Jasón y Medea, de
J. W. Waterhouse
Tras salir airoso de esta prueba, Eetes se enojó y se negó a cumplir su
parte del trato. Guiados entonces por Medea los argonautas llegaron
al bosque donde se escondía el Vellocino de Oro, donde Medea
exhortó a los presentes para evitar ser hipnotizados no mirando a los
ojos a su guardián, una serpiente enorme que jamás dormía. Ayudada
de unas hierbas especiales y sus propios poderes hipnóticos Medea
logró dormirla permitiendo así que Jasón cogiera el preciado trofeo y
pudieran todos regresar con él a su patria.
Medea y Jasón ante la
enorme serpiente
Medea y Jasón ante
el vellocino de oro
Estatua de Medea en
Batumi (Georgia)
Jasón y el vellocino de
oro, de Thordvaldsen
La expedición de los argonautas partió entonces con la compañía de Medea ya que,
sabedora de que su traición nunca sería perdonada y enamorada perdidamente de
Jasón, había rogado poder huir con la expedición a cambio de sus servicios. Jasón no
solo había accedido sino que prometió hacerla su esposa, jurándole que le sería
siempre fiel. Eetes mandó entonces a su hijo mayor Apsirto al frente de una gran
flota a perseguirlos. Cuando logró al fin darles alcance, Jasón acordó con Apsirto
entregar a Medea a cambio de poder continuar su viaje con el Vellocino. Pero Medea
planeó nuevamente una estratagema para que su hermanastro se presentase solo a la
negociación, lo que aprovechó para asesinarle a traición y arrojar su cuerpo, troceado
en múltiples pedazos, al mar. El desconsolado Eetes tuvo que entretenerse
recogiendo uno por uno los restos de su hijo, lo que dio ventaja a los argonautas para
que pudieran escapar.
Medea asesina a su
hermano Apsirto
El Argo, de Lorenzo Costa
Nave Argo en 3D
Talos, el gigante de bronce
Cuando los argonautas llegaron a Creta después de esperar a que Circe purificara a Medea
por el asesinato de Apsirto y de atravesar el estrecho de Escila y Caribdis y sobrepasar los
dominios de las sirenas, les fue imposible tomar tierra, pues la isla estaba custodiada por
Talos, el gigante de bronce. Talos tenía una única vena que le llegaba desde el cuello al
tobillo y que estaba rematada en un clavo que evitaba que se le saliese la sangre. Medea
hizo beber al gigante una poción prometiéndole que le haría inmortal, pero que en realidad
era un potente somnífero. Después le sacó el clavo y dejó que se desangrara, pudiendo así
arribar a Creta.
Finalmente, estando ya cerca de su destino, Yolco ( Tesalia), unos vientos arrastraron al
Argo hasta Libia, donde tras sufrir nuevas penalidades encontraron la fuente que Heracles
hizo brotar de una patada cuando pasó por allí camino de completar una de sus tareas. Sólo
gracias a Tritón, que arrastró la nave a mar abierto, pudieron al fin seguir su camino.
Talos, el gigante de bronce
La muerte de Pelias
Cuando Jasón y Medea llegaron a Yolco Pelias se negó a entregarle el trono, a pesar de
que habían traído el vellocino. Medea conspiró entonces para que fueran las propias
hijas de Pelias las que acabasen con él: caracterizada como una anciana sacerdotisa
hiperbórea de la diosa Artemisa les demostró que era capaz de rejuvenecer a su padre a
quien aquejaban los primeros achaques de la vejez. Para demostrarle su aptitud,
despedazó un viejo carnero y lo puso a cocer en el caldero junto con las hierbas
mágicas. Después de algún tiempo salió de la vasija un joven cordero. Sin pensarlo más,
las hijas de Pelias descuartizaron a su padre y lo hirvieron de acuerdo a las instrucciones
de Medea. Pero Pelias no resucitó.
Medea y Jasón (con el
vellocino de oro) ante
el rey Pelias
Medea, de Anthony
Frederick Augustus
Sandys
Abandono de Jasón
Una vez muerto Pelias, Medea y Jasón abandonaron Yolco y fueron a Corintio,
donde Medea pretendía reinar. Jasón acordó con el rey Creonte abandonar a
Medea y casarse con la hija de éste, Glauca. Medea se puso celosa y envió a los
recién casados un manto de increíble belleza. Dicho manto estaba embrujado y
convirtió a Glauca en una antorcha llameante, por lo cual murió abrasada por las
llamas, junto a Creonte que pretendía salvarla.
Medea planea la muerte de sus hijos
Medea no se olvidó de Jasón y mató a los hijos que tuvo en común para vengarse de él.
Medea a punto de
matar a sus hijos, de
Eugène Delacroix
Medea matando a uno
de sus hijos
Los habitantes de Corinto apedrearon a Medea y la obligaron a abandonar Corinto en un
carro de serpientes aladas que le había regalado su abuelo Helios.
Medea huye en un carro
maravilloso
Medea y Heracles
Cuando Medea huyó de Corinto se propuso buscar a Heracles, pues éste le había
prometido auxilio en el caso de que Jasón dejara de cumplir con su palabra. Lo
encontró en Tebas, pero la furia de Hera lo había enloquecido. Medea le curó con sus
remedios. Sin embargo Euristeo apremiaba a Heracles para que cumpliera sus trabajos
y Medea se resignó a que no sería ayudada por él.
Heracles
Medea
Medea en Atenas
Tras errar por distintos lugares en busca de protección, Medea llegó a la ciudad de
Atenas, cuyo rey, Egeo, no sólo le ofreció hospitalidad sino que se casó con ella con
la esperanza de que sus hechicerías le permitieran concebir un hijo pese a lo avanzado
de su edad. La hechicera cumplió sus expectativas teniendo de él un hijo al que
llamaron Medo.
Cuando Teseo, el hijo secreto de Egeo, llegó a Atenas dispuesto a que su padre le
reconociera como heredero, Medea lo tomó como una amenaza al futuro de su hijo, e
intentó envenenarlo. Pero Teseo la descubrió, y acusada de cometer horribles
crímenes y de brujería, Medea tuvo que huir de nuevo, esta vez con su hijo.
Partenón, Atenas (Grecia)
Medea de Evelyn Morgan
Medea en el destierro
Tras huir precipitadamente de Atenas Medea se refugió en Italia donde enseñó a
los nativos cómo encantar serpientes. Estos la veneraron como diosa, con el
nombre de Angitia.
Al pasar por Tesalia, Medea compitió con Tetis en un certamen de belleza que
presidía Idomeneo, rey de Creta. De allí pasó a Fenicia, estableciéndose allí
durante un tiempo. Por último pasó a Asia superior, donde se casó con uno de los
reyes más poderosos del lugar, al que sucedió en el trono.
Habiéndose enterado de que su padre Eetes había sido destronado por su propio
hermano Perses, Medea y su hijo acudieron en su ayuda. Medo mató a Perses y
el país recibiría en su honor el nombre de Media.
Medea no murió, sino que se hizo inmortal y moró en los Campos Elíseos.
Los Campos Elíseos eran el lugar sagrado donde las sombras de los hombres
virtuosos y los guerreros heroicos llevaban una existencia dichosa y feliz, en
medio de paisajes verdes y floridos. Era la antítesis del Tártaro y a menudo se ha
asociado con el Cielo cristiano.
Aún así las personas que residían en los Campos Elíseos tenían la oportunidad de
regresar al mundo de los vivos, cosa que no muchos hacían.
Los Campos Elíseos
Medea (Eurípides)
Medea es el título de una tragedia de Eurípides. Se representó en el
primer año de la Olimpiada 87, es decir 431 a.C. Formaba parte de
una tetralogía junto con las tragedias Filoctetes y Dictis y el drama
satírico Los recolectores. Ganó el certamen Euforión, el segundo
fue Sófocles y el tercero Eurípides.
El síndrome de Medea
Situación patológica que padecen las madres, donde debe incluirse no sólo
el abandono y el daño físico, sino también las agresiones psicofísicas o
afectivo-emocionales o el daño social, incluso económico que, en
ocasiones, puedan recibir los hijos de padres separados.
Medea, de Giovanni
Benedetto Castiglione
Medea, la película
Película italiana dirigida por Pier Paolo Pasolini, basada en la obra Medea de Eurípides.
Argumento
Adaptación muy personal de la tragedia griega de Eurípides en la que Pasolini muestra
la trágica confrontación entre dos culturas incompatibles: el mundo mágico e irracionalde Medea y el mundo racional de Jasón. La gran diva María Callas interpretó el papel de Medea.
Datos
País: Italia
Año: 1969
Género: Drama
Duración: 107 minutos
miércoles, 13 de febrero de 2013
20:43h
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