Programa Político Para comenzar, cabe destacar un hecho tremendamente relevante a la hora de definir un programa partidista en el caso del radicalismo chileno: Fue el programa el que ayudó durante el SXIX y XX a definir el espacio electoral, social e ideológico del radicalismo, por lo que hemos decidido abordar en el siguiente documento, parte de los programas políticos radicales, su continuidad, y la manera en cómo se llevó a cabo el programa, con el fin de determinar su importancia histórica, y contrastarla con el desafío presente. A modo de aclaración, cabe destacar que no debemos confundir el programa político con el posicionamiento ideológico del partido: el primero emana del segundo necesariamente y ambos no son sinónimos, pues el programa político es aquel que contiene la propuesta y la estrategia para concretizar los postulados y principios ideológicos del partido. 1. Recuento histórico La Asamblea Radical de Copiapó, en su primer programa político de 1863, estableció su primer programa con el fin de establecer ejes programáticos a las constituciones de Asambleas Radicales que se levantaron a lo largo del país. Este primer programa político, en virtud de las fuentes a las que se remite el historiador Jorge Ibáñez, contiene cinco puntos principales: “1. La reforma a la Constitución de 1833. 2. Libertad de asociación y de imprenta, con todas sus legítimas consecuencias. 3. La organización universal y democrática de la Guardia Nacional. 4. La difusión de la instrucción primaria gratuita y obligatoria. 5. La unión latinoamericana” (1863) 1 En dicho sentido, podemos constatar de primera fuente, un programa que requería del reformismo de las leyes para llevarse a cabo, identificando además a la Constitución como un eje primordial en el establecimiento de políticas públicas para el país. Muchas de esas medidas, efectivamente fueron logradas más tarde mediante leyes, aunque nutrieron, además, la agenda programática de largo plazo del partido, dotándolo de un carácter antiautoritario, latinoamericanista, donde la educación pública se establece como eje social con el fin de establecer una idea más integradora de un bien común más integrador: si bien no se establece como un derecho propiamente tal, si destaca por ser entendida esta como una prioridad elemental para mejorar, en el mediano y largo plazo, las condiciones sociales y morales del país. Posteriormente, en 1888, el radicalismo mantiene una línea coherente con lo postulado anteriormente, como lo señala la Convención Nacional de 188, que da fundación al Partido a nivel nacional: “Educación, Industrialización, acceso a cargos burocráticos, igualdad para las mujeres, libertad de sufragio y moralidad administrativa” (1888)2 Poco a poco, y a medida que la situación social del país comienza a cambiar paulatinamente con la creciente marginalidad urbana, derivada de un sistema social tradicional 1 IBAÑEZ VERGARA, Jorge: “Pedro León Gallo”. Fundación Tierra Amarilla, 2011. Primer Programa Político, Asamblea Radical de Copiapó, 1863. 2 Primera Convención Nacional Partido Radical. S.E. 1888. que comienza a urbanizarse, el radicalismo rescata puntos programáticos enfocados a apalear dicha situación mediante legislación social. Así lo demuestra de manera manifiesta la Convención de 1906: “Que es deber moral, obligación social i obra de previsión política, no abandonar en la lucha por la vida a los desvalidos, i especialmente a los pobres que viven del trabajo diario; i que en consecuencia, se deben dictar aquellas leyes i crear aquellas instituciones que sean necesarias para mejorar la condición i para ponerles hasta donde se pueda sin daño del derecho en pie de igualdad con las otras clases sociales” (…) “Que es deber moral, obligación social i obra de previsión política mejoramiento de la habitación de los pobres (…) implantación o ausilio por las Municipalidades de teatros y circos (…) Cajas de Ahorro (…) fomento de escuelas talleres (…) fomentos de escuelas de proletarios (…) escuelas nocturnas para obreros creadas por ley (…) Instituto del trabajo (…) legislación sobre contrato de trabajo.3 Sin embargo, esta propuesta programática emanada, primero, de la coyuntura, deriva posteriormente en una propuesta programática sustentada ideológicamente a medida que se incorpora definitivamente el socialismo entre los principios rectores del radicalismo, hecho que se traduce de esta manera en la segunda y tercera década del SXX. Al respecto cabe señalar: El Partido Radical es fundamentalmente de clase media y la mayor parte sino la totalidad de sus componentes pertenecen a ella; pero habría sido muy mezquinos los principios que gestaron su nacimiento y desarrollo si se luchara 3 Convención del Partido Radical de 1906. Programa y acuerdos. Imprenta Barcelona. Santiago de Chile, 1906 atendiendo y defendiendo sólo a los intereses de clase (…) Y en un mañana que veo muy próximo, unida estrechamente toda la izquierda en Chile, podrá alcanzar en las urnas electorales y en una elección libre de presiones de la fuerza y el dinero, el legítimo triunfo que tiene derecho, no para alagar vanidades de sus hombres, sino para realizar de una vez por todas la formación del Chile Nuevo, que no pertenezca a una casta oligárquica, sino que sea de todos y para todos.4 Los problemas en Chile se pueden resolver. Nuestro país cuenta con grandes riquezas como el cobre y otros minerales, un gran potencial hidroeléctrico, vastas extensiones de bosques, un largo litoral rico en especies marinas, una superficie agrícola más que suficiente, etc.; cuenta, además, con la voluntad de trabajo y progreso de los chilenos, junto con su capacidad técnica y profesional. ¿Qué es entonces lo que ha fallado? Lo que ha fracasado en Chile es un sistema que no corresponde a las necesidades de nuestro tiempo. Chile es un país capitalista, dependiente del imperialismo, dominado por sectores de la burguesía estructuralmente ligados al capital extranjero, que no pueden resolver los problemas fundamentales del país, los que se derivan precisamente de sus privilegios de clase a los que jamás renunciarán voluntariamente.5 Características de los programas radicales 1. Enfatizan en las libertades civiles y políticas, y en el derecho a la educación como un 4 ARANCIBIA, Héctor: La Doctrina Radical. Programa de Gobierno. Imprenta Antares. Año 1937. 5 Programa de la Unidad Popular, 1969. En internet. http://www.salvadorallende.cl/Unidad_Popular/Programa%20de%20la %20UP.pdf catalizador de igualdad de oportunidades y de promoción de la ciudadanía activa. 2. Desde la organización del estado, el radicalismo ha tendido siempre a enfatizar en la descentralización administrativa, económica y política de las regiones del país, entendidas por tales no necesariamente la regionalización implementada por la dictadura militar, la cual busca un control efectivo del territorio y se basa en la doctrina de seguridad nacional: la intencionalidad se basa en un ánimo de integración de las regiones en el panorama nacional y en la participación política efectiva de estas. 3. Apuntan a una economía de rasgos mixtos y keynesianos. Sin perjuicio de aquello, cabe señalar que en los principios ideológicos manifestados particularmente por Alfredo Bravo en el Frente Popular y Carlos Morales en la Unidad Popular (ambos como referentes ideológicos), entienden dichos rasgos de la economía como rasgos de una economía de transición hacia el socialismo democrático. El radicalismo se ha visto postergado de la actual discusión económica, pues ha entendido históricamente las decisiones económicas como decisiones políticas y no técnicas, a diferencia del neoliberalismo, el cual le da un cariz técnico a la discusión económica y la neutraliza políticamente. 4. Una crítica a las Constituciones de carácter autoritario y centralista: así fue con el nacimiento del partido en el SXIX y su posición a favor de una asamblea constituyente que pusiera fin a la Constitución de 1833 durante todo el período, y así fue durante los años 80’ en los cuales se instaló una similar crítica y propuesta de asamblea constituyente a una Constitución creada en dictadura, y de similares características. 5. Desde un punto de vista económicogeográfico, el radicalismo ha comprendido muy bien la condición de país periférico y de economía extractivista de Chile, enfatizando siempre en el desarrollismo, basado en el fomento de la industria nacional y en un rol activo del Estado en la economía. El Programa Radical en la actualidad Desde la vuelta a la democracia a la actualidad, en términos programáticos, el radicalismo se manifestó fuertemente antes de 1988, a favor de un proceso de Asamblea Constituyente, idea inicialmente defendida por don Enrique Silva Cimma: sin embargo, la salida pactada a la dictadura cívico-militar implicó la mantención y reconocimiento de la Constitución de 1980 para el nuevo proceso democrático. El radicalismo vuelve a la democracia en calidad de partido minoritario, cuando junto a la Social democracia quedan fuera del mínimo legal electoral en 1994, obligando a la fusión de dos posturas derivadas del radicalismo histórico, y del Partido de Izquierda Radical, contrario a la Unidad Popular desde la Convención de 1971. Desde entonces, el radicalismo no ha trabajado proyectos programáticos potentes: su programa principalmente se redujo a los programas políticos de la Concertación de Partidos por la Democracia, cuyos ejes principales fueron determinados en función de su diferenciación con una nueva derecha fortalecida por la institucionalidad heredada desde la dictadura y sobre representada en el Congreso. Así, ha habido intentos programáticos específicos en torno a determinadas materias de ley que, sin embargo, no discuten ni ponen en duda el entramado institucional, el orden constitucional existente, o el modelo de estado que tenemos, siendo el Programa Presidencial de las Primarias del año 2013 6, una excepción a esta regla general, la que sin prejuicio de rescatar la gama de propuestas políticas, emanó más de la necesidad programática del radicalismo que de una discusión interna más genuina y acabada, pues las Convenciones Nacionales existentes en la democracia posdictadura se han enfocado a asuntos electorales, estrategias de alianzas, y problemas internos, dejando el punto programático como una deuda con un variado y rico precedente que, a juicio de muchos, no ha sido debidamente rescatado y discutido. ¿A qué se debe principalmente la ausencia programática en la actualidad?; ¿Es esta ausencia de programa un reflejo de la democracia interna y la politización de los y las militantes del radicalismo?; y siguiendo la línea programática histórica del radicalismo ¿Cuáles son los desafíos programáticos para el SXXI? 6 GÓMEZ, José Antonio. De lo posible a lo necesario. El desafío para superar la desigualdad. R&R Impresiones, 2013. Bibliografía - ARANCIBIA, Héctor: La Doctrina Radical. Programa de Gobierno. Imprenta Antares. Año 1937. - IBAÑEZ VERGARA, Jorge: “Pedro León Gallo”. Fundación Tierra Amarilla, 2011. Primer Programa Político, Asamblea Radical de Copiapó, 1863. - GÓMEZ, José Antonio. De lo posible a lo necesario. El desafío para superar la desigualdad. R&R Impresiones, 2013. - PARTIDO RADICAL, Primera Convención Nacional Partido Radical. S.E. 1888. - PARTIDO RADICAL, Convención del Partido Radical de 1906. Programa y acuerdos. Imprenta Barcelona. Santiago de Chile, 1906. - PARTIDO RADICAL, Programa de la Unidad Popular, 1969. En internet. http://www.salvadorallende.cl/Unidad_Popular/Programa%20de%20la %20UP.pdf