41) EL ROMANTICISMO ESPAÑOL. FUENTES Y CARACTERÍSTICAS Aparece en España en la primera mitad del siglo XIX bajo la influencia del romanticismo europeo y como la reacción al neoclasicismo. Un poco más tarde aparece en Inglaterra, Alemania, Francia e Italia, pero desde el principio tenía muchos partidarios. Se afirma lo subjetivo e imaginativo del “yo” del hombre contra el objetivismo y racionalismo característicos para neoclasicismo. Se notan las influencias también de: Cervantes, Calderón; romances; Bocaccio, Dante Aligieri, Tetrarca. Las nuevas ideas llegaron a España por diversos caminos: los viajeros románticos; los exiliados fernandistas; libros y noticias sobre lo que pasaba fuera; traducciones al castellano de obras románticas importantes de escritores europeos: Chateubriand, 1 Voltaire, Víctor Hugo, Alexander Dumas, Lord Byron, Walter Scott, Shakespeare, Goethe. El romanticismo acabó con las reglas clasicistas y el afrancesamiento. Impuso la libertad expresiva. Reaccionó contra la rígida separación de géneros clasicistas. Se proclamó el derecho a mezclar los géneros. En el teatro se puso de moda el drama en el que se mezclaron: elementos trágicos y cómicos; prosa y verso; sólo se respetaba la unidad de acción. Las características de la poesía en el romanticismo: mezcla del tono serio con el festivo; se introduce ironía para expresar el desengaño romántico; se experimentó con la métrica; se aceptaron todos tipos de palabras. Dentro del romanticismo existen dos tendencias fundamentales: el romanticismo histórico (Cataluña): orientado a restaurar los antiguos valores tradicionales que exaltan lo nacional y enfoca su mirada hacia la Edad media - Zorilla. 2 el romanticismo de tipo liberal o revolucionario (Andalucía): en lugar de echar una mirada hacia el pasado, aspira a crear una nueva cultura, abandonando la idea de la jerarquía, religiosidad, tradición - Espronceda. Características del romanticismo español: libertad: caracteriza el temperamento de la mayoría de los románticos más característicos y geniales: Larra, Espronceda, Zorilla. Manifestación particular de este amor a la libertad es el predominio del tema de la pasión; patriotismo: una de las razones por las que la literatura española del siglo XIX había de ser nacionalista es la invasión napoleónica. El movimiento costumbrista estaba tan inspirado en el patriotismo como el renacimiento medieval. El renacimiento medieval trataba de empujar a los españoles a la España del pasado, el patriotismo los retenía en el presente. Ambos les enseñaron a apreciar más su patria; el primero alimentaba su orgullo por los héroes y gestas de su historia, el otro aumentaba su interés por su propio ambiente y generación. Espronceda en su “ensayo épico” elogiaba la Reconquista. El Duque de Rivas 3 escribe los Romances históricos, galería de los cuadros de la historia de España. Zorilla es conocido como recreador de la leyenda y tragedia española y el dramaturgo por excelencia del patriotismo; cristianismo: los románticos, además de profesar la fe con firmeza inquebrantable, aprovecharon plenamente el ceremonial, la historia y la leyenda para destacar las glorias de la iglesia; medievalismo: caracterizó el movimiento romántico de toda la Europa occidental. Todo autor romántico trataba temas medievales en forma narrativa, dramática, a veces presentando versiones más o menos fieles de la historia o de la leyenda y otras mezclando la historia con la ficción esforzándose por encontrar temas nuevos en la forma o la apariencia. Es íntimamente unido al patriotismo y cristianismo; subjetivismo: es menos característico de la literatura romántica española que de la de otros países; dominio de la imaginación sobre la razón; afirmación de la libertad creativa en el lenguaje y en la elección de los temas; sentimientos, sensibilidad; 4 búsqueda de lo original y único; presencia del paisaje que proyecta los sentimientos del poeta. Los años gloriosos del romanticismo español van de 1834 a 1844. Con la muerte de Fernando VII acaba el absolutismo y madura un depósito de ideas que han ido introduciéndose en España desde 1800 por lo menos. En una década el romanticismo transforma el panorama cultural, social y político español. Se inicia con una obra de teatro La conjuración de Venecia de Martínez de la Rosa y acaba con Don Juan Tenorio de Zorilla. Entre estas dos fechas escriben Larra, Espronceda, Zorilla, etc. El año 1814 es el año que marca el primer paso firme hacia el nuevo movimiento con la polémica entre Böhl de Faber (alemán, defendía a Calderón y el romanticismo) y Mora (ilustrado, defendía el arte clásico). En el período de 1820 a 1823, el Trienio Liberal, aparecen importantes obras románticas: Mis ratos perdidos de Mesonero Romanos, primera manifestación el costumbrismo; El Europeo 5 periódico cultural con colaboradores españoles, ingleses e italianos: intento cosmopolita de difusión de los grandes autores románticos. En el período de 1824 a 1833 el absolutismo borbónico frenó el desarrollo del romanticismo. 42) INFLUENCIAS LITERARIAS EXTRANJERAS EN LA LITERATURA ESPAÑOLA DEL ROMANTICISMO El Romanticismo aparece en España bajo la influencia del romanticismo europeo y como reacción fuerte contra el neoclasicismo. El término romantic aparece por primera vez en Inglaterra como adjetivo que designa algo parecido a la novela medieval, es decir algo fantástico. Se relaciona con la primera mitad del siglo XIX y significa la afirmación de lo subjetivo e imaginativo, del “yo” del hombre contra el objetivismo y racionalismo característicos para el neoclasicismo. Los poetas románticos como Larra, por ejemplo, buscan algo que puede satisfacer su alma, 6 viajan mucho e invitan los lectores a través de sus obras a estos viajes (en sueños e ilusiones, en la época caballeresca, a los países orientales llenos del esplendor y misterio) y cuando sus imaginaciones no resulten posibles, la única solución era – el suicidio. España fue incorporándose lentamente al romanticismo. Las nuevas ideas le llegaron por diversos caminos: los viajeros románticos, los exiliados fernandistas, libros y noticias que se filtraban sobre lo que pasaba fuera. Y las traducciones al castellano de obras románticas importantes que realizó la generación anterior. Se tradujeron las obras importantes de Chateaubriand, Voltaire, Hugo, Dumas, Sand entre otros franceses; Young, Richardson, Ossian, Byron, Scott, etc. entre los ingleses; y entre alemanes Böhl de Faber, Goethe (Werther, Fausto), Schiller, Hoffmann. La influencia extranjera (Goethe, Walter Scott, Charles Dickens, Balzac) se nota en la, así llamada, “tendencia revolucionaria” del romanticismo (liberal, rebelde). El año 1830, con la muerte de Fernando VII, permite el regreso de 7 los emigrantes y entrada de nuevas ideas y tendencias. Durante la emigración los españoles viven en Francia, Inglaterra y leen, estudian, adoptan nuevas ideas y después los traen a España. Los extranjeros siempre consideraron a España como un país romántico, bien por la pervivencia del espíritu caballeresco, del apogeo de la tradición, por el sentimiento patriótico, por la actitud apasionada y aventurera ante la vida simbolizada por Don Quijote o Don Juan o bien por el Siglo de Oro, por el espíritu religioso y erótico y por las mujeres hermosas y sensuales. Por todo ello hicieron los extranjeros de España una fuente de inspiración. España era para ellos un museo real y viviente con notas exóticas árabes. Muchos escritores románticos europeos viajaron a España y escribieron sobre sus tierras, hombres, literatura, tradiciones. Y Londres o París acogieron a gran número de refugiados españoles que huían del absolutismo fernandino, lo que favoreció sin duda su formación romántica y posteriormente la difusión de las ideas románticas en España. 8 39) LA INFLUENCIA DE LA TRADICIÓN NACIONAL EN EL ROMANTICISMO ESPAÑOL La tradición representa actitud que toma el presente hacia lo pasado. Es el conjunto de costumbres, actitudes y creencias que unen una comunidad humana con el pasado. El tradicionalismo es la aceptación de unos preceptos del pasado, la concordancia con esos preceptos. La tradición literaria, escrita, se funda en muchos aspectos en la tradición oral o popular. Por eso es difícil separar los elementos que provienen de ambas, ya que muchas veces se enredan. Estos elementos se refieren a las formas métricas, temas, motivos y personajes. I - formas métricas: La forma métrica tradicional de mayor importancia que vive su renacimiento en el romanticismo es el romance español. Pertenece tanto a la tradición literaria como a la popular. Su nueva aparición se atribuye a Agustín Durán, director de la Biblioteca Nacional de Madrid. Se 9 encargó de revalorizar este género en el momento cuando España, liberada del dominio francés, recupera su conciencia nacional. Duque de Rivas en el prólogo a sus Romances históricos dice que son nuestra verdadera poesía castiza, original y robusta, es el metro nacional que guarda las hazañas, los milagros, los amoríos y todo género de tradiciones. La tarea de hacer renacer el romance es muy importante para el duque. Sus romances obedecen las leyes de la épica española: son imágenes verosímiles de la realidad. Los temas abarcan diferentes épocas de la historia de España: el reino de Pedro el Cruel, Juan II, los reyes católicos y sus seguidores, la Guerra de la Independencia. No hay alabanza ni poetización del rey como en la comedia de Lope, pero el patriotismo es evidente a lo largo de toda la colección. Se cultivan también, aunque en menor medida, otras formas métricas que fueron completamente olvidadas en el neoclasicismo: redondilla o las coplas de Jorge Manrique. II – temas nacionales: 10 El renacimiento del romance significaba también la reaparición de temas tradicionales: los temas de la pérdida de España y último rey godo Rodrigo, de hazañas del Cid y de Fernán González, los infantes de Lara, la Reconquista y la España de los reyes católicos, descubrimiento de América, temas moriscos. Tanto los personajes que son el producto de la imaginación del poeta como los históricos, siempre son representados de acuerdo con la nueva estética – son rebeldes, idealistas, individuos cargados de mala suerte y envueltos del misterio. El romanticismo significa buscar en el pasado la explicación del presente. Las noticias de estos acontecimientos históricos, románticos las encuentran en crónicas e historias, en cancioneros y romanceros, en nuevas comedias, en leyendas y creencias populares. Duque de Rivas cultivó temas medievales y moriscos (El moro expósito); Espronceda escribió un poema narrativo Pelayo; José Zorilla escribe poemas narrativos llenos de 11 acontecimientos fantásticos. El mismo los titula Leyendas y los escribe en diferentes metros: La leyenda del Cid; El Español. III – temas moriscos: La religión, costumbres, manera de vida de los moros excitaban con su exotismo la imaginación de los autores poéticos. Por los romances de Duque de Rivas pasan muchos moros, y la acción se sitúa a menudo en sus castillos andaluces: El moro expósito representa la España medieval de los moros con relaciones entre los nobles castellanos y moros, sus amores y odios. También Zorilla se siente atraído por el mundo musulmán, por lo que escribe los poemas narrativos: La sorpresa de Zahara; Granada. IV – tradición literaria – Don Juan1: El primer personaje del burlador fue creado por Tirso de Molina, en el siglo XVII. La historia de don Juan contiene dos elementos fundamentales: el motivo del joven burlador, seductor sin escrúpulos, y otro, el motivo de la cena infernal y del convidado de piedra que lleva al pecador al infierno. El modelo del primer Tirso 1 32) EL MITO DE DON JUAN EN EL TEATRO BARROCO Y ROMÁNTICO ESPAÑOL 12 encontró en muchos nobles contemporáneos, así como algunos personajes de varias épocas de la literatura española. El otro proviene directamente del folclor español. Uniendo los dos, Tirso crea al personaje que simboliza el orgullo, la rebeldía y osadía. Lo que atrae a los románticos a don Juan es lo diabólico de este personaje, su rebeldía contra el Dios. Existen varias versiones de este personaje en el romanticismo: Estudiante de Salamanca (poema de Espronceda) → don Félix de Montemar. Además de partir del héroe de Tirso, Espronceda utiliza otras fuentes: el motivo del joven aventurero que asiste a su propio enterramiento, de la obra de Antonio de Torquemada, Jardín de flores ilustres (1570); y el de la mujer embozada que es, de hecho, el demonio al que persigue el conquistador para darse cuenta al fin de que es esqueleto. Este motivo se encuentra en la obra de Mira de Amescua, El esclavo del demonio y en la obra de Calderón, El mágico prodigioso. Alborg compara a don Juan de Tirso y al personaje romántico y destaca que mientras el Don Juan de Tirso muestra rebeldía sólo como 13 una característica y no la más importante, es en cambio ésa la esencia de carácter de don Félix. El donjuanismo se vuelve en satanismo... La mujer deja de ser puro objeto de satisfacción, sino algo más misterioso... Al fin de su búsqueda de la solución al enigma de vida, encuentra el hombre otro enigma – la muerte. Pero no es la muerte paso al otro modo de vivir sino la muerte del romántico en plena rebeldía, en desesperación, la terrible muerte sin futuro. Otra diferencia importante entre el tradicional y romántico don Juan es en el realizador de la venganza. En Espronceda es la propia víctima la que ejecuta la venganza. V – tradicionalismo en las obras dramáticas: En dramas románticos se aprecian fuertemente influencias temáticas y formales del teatro barroco. Se mezclan lo trágico y lo cómico, verso y prosa, aparece polimetría, se prescinde de las unidades dramáticas. Generalmente tratan los temas históricos y legendarios, pero recreándolos de acuerdo con el nuevo sentimiento estético. Ejemplos: 14 M. J. de Larra → drama Macías – el fondo temático es el honor y amor del matrimonio; Eugenio Hartzenbusch → La jura en Santa Gadea, Los amantes de Teruel (1837). Es un drama histórico – legendario inspirado en acontecimientos reales del año 1217. Trata los amoríos de Isabel de Segura y Diego de Marsilla. Duque de Rivas → Don Álvaro o la fuerza del sino. Son varias las fuentes: el cuento del indio que el autor ha oído como niño de una criada que trabajaba en su casa; la leyenda de la mujer penitente que, en efecto, representa la versión de la leyenda medieval de la Santa María Egipcíaca; leyenda de un sacerdote endiablado. Zorilla: Don Juan Tenorio. VI – temas y motivos tradicionales en las obras dramáticas: amor: el más frecuente; honor: visión tradicional (don Álvaro); venganza: las razones para venganza pueden ser diferentes, pero en la mayoría de los casos es el honor manchado; invitación de la estatua de piedra a cena; visión del propio entierro. 15 59) ESTÉTICA Y POLÍTICA EN EL ROMANTICISMO ESPAÑOL Estética romántica. El romanticismo renovó los recursos artísticos del arte y de la literatura. I – color local: En su búsqueda del hombre concreto, del individuo, los románticos conceden gran importancia al entorno. Por eso cuidan los fondos escenográficos, el lugar de la acción, el ambiente. Esto es el color local. La naturaleza se prefiere salvaje, agreste. No el jardín sino el bosque peligroso, que acaba triunfando sobre el hombre y sus obras. Se prefiere la noche, la primavera y el otoño, porque buscan la correspondencia entre los estados emocionales y el paisaje. Así, la noche puede presidir el amor con la luna como confidente, o poblarse de fantasmas, ladridos de perro buscando el efecto terrorífico y sobrenatural. La primavera simboliza el amor y la gloria, mientras que el otoño sugiere el desengaño y la derrota. En las ciudades se revaloriza lo humilde y sencillo y el arte medieval árabe o gótico. Por eso se escogen ciudades artísticas 16 cargadas de historia y tradición como Toledo o Granada o se muestra la ermita abandonada, el campo sencillo… II – fantasía: Renace la fantasía con los románticos, que tienden a romper los límites estrechos de la realidad y remontar el vuelo hacia las regiones inmensas de la imaginación. El desencanto, la angustia existencial se produce porque la realidad no llega jamás a conformarse con la imaginación. La fantasía gusta de lo misterioso y sobrenatural. Por eso en las obras del Romanticismo se pueden encontrar personajes de origen desconocido como don Álvaro, presentimientos, apariciones del más allá, milagros, sueños (El estudiante de Salamanca). III – tipos: Los románticos han creado más tipos que personajes. Los tipos románticos y costumbristas no retratan al individuo singular, sino un modo de ser, pues se busca más el símbolo que el sujeto. IV – lenguaje: El autor romántico eliminó el sistema de referencias neoclásicas (mitología) y optó por nombre y espacios reales. En nombre de 17 la libertad rechazó la distinción entre palabras nobles y plebeyas. Características: colorido y expresividad y no precisión lógica; estilo fundamentalmente enfático: signos de interrogación y exclamación, puntos suspensivos; ironía; estilo castizo frente al afrancesamiento léxico. V – función del paisaje: las ruinas: la ruina no es otra cosa que el predominio lo natural sobre lo artificial, el triunfo de la Naturaleza sobre el esfuerzo meditado de la inteligencia → dolor humano. la noche: la noche simboliza el dolor humano, excepto cuando la tierra y los cielos sonríen al poeta porque ella le ha mirado; Se rechazan las reglas clásicas y se exalta la imaginación y la inspiración. Política. El nacionalismo de la literatura española del siglo XIX se debe principalmente a la invasión napoleónica. Napoleón se aprovechó de la crisis dinástica española y sustituyó los Borbones (Carlos IV, su hijo Fernando VII) para los Bonaparte. En 1808 entregó la corona española a su hermano José Bonaparte. Sin embargo, el 18 pueblo español lo rechazaba por considerar la nueva monarquía como ilegítima, y el resultado de esto fue la Guerra de la Independencia. 1812 → la promulgación de la primera Constitución española: la soberanía nacional, la legitimidad de Fernando VII como rey de España, la división de poderes, la proclamación del catolicismo como la religión oficial del Estado, la libertad de imprenta y la libertad económica. Y finalmente con esta Constitución fue liquidada la Inquisición. En 1813 España se liberó de la invasión francesa, la corona española era restaurada en la persona de Fernando VII. Al regresar Fernando VII, regresa también el monarquismo absolutista. En 1814 se anula la Constitución y se recupera la sociedad del Antiguo Régimen imperante antes de los episodios de 1808. La caída de la posición española en la política europea. Respecto a la política interior, la situación económica se complicó. Los primeros movimientos independentistas en América suponían el inicio del fin de la época colonial española. La represión que puso en 19 marcha el rey afectó tanto a los antiguos afrancesados como a los liberales... Se forman tropas destinadas a sofocar los movimientos independentistas en América. El movimiento liberal se extendió por todo el territorio nacional en forma de Juntas, lo que provocó la capitulación del monarca. En 1820 Fernando VII juraba la Constitución de 1812, lo que ponía en marcha el llamado “Trienio Liberal”. El programa reformista anterior se radicalizó, pero Fernando empezó a poner las bases que acabarían con el movimiento. En 1823 Fernando VII restablecía el absolutismo y se iniciaba la llamada “Década ominosa” que dura hasta 1833. En 29. 9. 1833 Fernando VII muere y empieza la Guerra carlista entre absolutistas y liberales. La Regenta María Cristina de Borbón permite la vuelta de los liberales exiliados; se impone un gobierno liberal progresista y se proclama de nuevo la Constitución de 1812. A causa de todo esto, la literatura romántica es muy comprometida. El artista considera que tiene 20 una misión social y toma postura ante los problemas de la sociedad. 83) TEMAS DE LA LITERATURA ROMÁNTICA ESPAÑOLA 78) LOS TEMAS DEL TEATRO ROMÁNTICO ESPAÑOL Los escritores románticos españoles expresaron su visión del mundo a través de unos cuantos temas que coinciden con los de romanticismo europeo. I – historia: La literatura romántica es en gran parte histórica. Los escritores románticos mostraban gran interés por la historia nacional como fuente de inspiración. Algunas obras históricas son mero divertimiento, pero otras quieren abordar los problemas y sentimientos del tiempo del autor, de modo que la historia se convierte en espejo reflector de presente: La conjuración de Venecia de Martínez de la Rosa. También hay que tener en cuenta las creaciones románticas catalanas, donde el pasado sirve reivindicar una lengua y una cultura moribundas. 21 Dentro del medievalismo triunfante reviste importancia el mundo árabe, oriental. El orientalismo de los románticos europeos cobra en España un matiz patriótico, pues el mundo árabe era parte de la historia española: Los amantes de Teruel de Hartzenbusch. II – amor: el tema más frecuente. No se trata de amor racional y sometido al control, sino de un amor furioso y ciego, que tiene poco que ver con la realidad. Se trata de amor absoluto, para cual los enamorados van a hacer todo lo posible e imposible, pero siempre aparece un obstáculo que impide la realización de este amor. Suele acompañarle la muerte trágica, como en Don Álvaro o la fuerza del sino o en Los amantes de Teruel. Si no acaba trágicamente, sucede el desengaño. Poco frecuente fue un amor erótico. La mujer es vista como un “ángel de amor”, inocente, hermosa, fuente de ilusiones para el corazón del hombre, a quien lleva a cimas de felicidad y virtud, como la Teresa de Espronceda. Pero también puede ser un demonio, perversa, criminal y vengativa, que arrastra a la muerte y a la destrucción, Zoraida de Los amantes de Teruel. 22 III – religión: se presenta a los románticos como sentimiento o como institución. En el primer caso se trata de un Dios inconcreto y universal, espíritu del universo. Aparece la rebeldía frente a Dios y, en consecuencia, la reivindicación de Satanás. El satanismo encontró eco en El diablo mundo de Espronceda y en Don Álvaro de Duque de Rivas y en Don Juan Tenorio de Zorilla. Como institución, la Iglesia suscitó el anticlericalismo, por ejemplo en El diablo mundo. Como lado positivo, se descubrió la belleza del arte cristiano: templos medievales, tradiciones marianas… Zorilla despertó viejos milagros, leyendas populares, devotas creencias, etc. IV – honor: se expresa la visión tradicional del honor, según la cual no lo pueden poseer las personas con la procedencia dudosa: Don Álvaro → se le niega el honor porque es sin padre, apellido. Padre es protector del honor de toda su familia y si muere la obligación pasa a sus hijos. Don Gonzalo de Ulloa es protector del honor de su hija en Don Juan Tenorio de Zorilla. V – vida: fue para los románticos un mal. Sus compañeros son alma atormentada, soledad, 23 inadaptación, desprecio por la vida. Los románticos se preguntan: Vivir, ¿para qué? El pesimismo lo envuelve todo: angustiosa melancolía, incontrolable desesperación, perdida la fe en Dios, el “mal del siglo”, cansancio de vivir. Así, la muerte es la gran amiga de los románticos; es la liberadora, la que trae la paz al alma atormentada: sobre la tumba romántica, el ciprés y la luna ponen una nota de serenidad. Por eso se busca el suicidio como don Álvaro en la literatura y Mariano José de Larra en la vida real. VI – conflictos sociales y la libertad: la literatura romántica es muy comprometida. Los escritores consideran que tienen una misión social y exigen la libertad en todos los ámbitos: político, sentimental, artístico. Se prefiere al Yo, al individuo frente a la organización. Se presenta el conflicto entre el individuo y sus aspiraciones y el mundo con sus prejuicios y limitaciones: Don Álvaro. Se admire a tipos marginales y rebeldes que no se integran, como el bandolero, el trovador, o el mendigo. Es importante el sentimiento humanitario hacia el desgraciado, el pobre, la victima. Se clama contra la pena de muerte y el 24 estado de las cárceles. Se intenta entender al criminal. Todo esta actitud es fruto del respeto al individuo, a la persona. El teatro romántico español. Acerca del año 1831 hubo sólo dos teatros en Madrid, el del Príncipe y el de la Cruz, que estaban faltos de adecuados recursos económicos, tenían mala organización y las obras representadas (en su mayoría traducciones) eran de baja calidad. A partir del año 1823 fueron prohibidas numerosas obras del antiguo repertorio, ej. El sí de las niñas de Moratín. El repertorio teatral fue compuesto casi sólo de las traducciones (del francés), generalmente malas. Antes del romanticismo se representaban: comedia moratiniana de costumbres; “alta comedia”; el melodrama dieciochesco – La conjuración de Venecia; la tragedia neoclásica; la comedia ligera o vaudeville; comedia de magia; las comedias del siglo de Oro, arregladas según el gusto clásico. La más importante novedad escénica era la ópera italiana. Una de las características más importantes del teatro romántico es la falta de originalidad. 25 Después de la muerte de Fernando VII (1833) aparecen algunos cambios en los teatros de Madrid: renacimiento del arte dramático → abolición de la censura eclesiástica; autorización de las representaciones durante la Cuaresma, excepto los viernes y la Semana Santa; autorización de las obras prohibidas antes. En 1834 El moro expósito de Duque de Rivas, con el prólogo de Alcalá Galiano, representa el manifiesto del romanticismo español. Características generales del drama romántico. Formales: rompe con la estructura del drama neoclásico; libertad → arte por sí mismo; mezcla de los géneros dramáticos, no tanto con el fin de reflejar la realidad, cuanto de expresar lo grotesco de ella; polimetría; mezcla de versos y prosa; se rompen las tres unidades dramáticas. Los frecuentes cambios de lugar responden a la estructura dinámica de la acción; 26 escenografía no es un simple marco de la acción, sino que cumple una función dramática importante; número de los actos: 3 – 4 – 5; temas: amor, libertad, el sentido de la vida. En cuanto a los personajes existen: héroe romántico → representa misterio y pasión fatal. Atrae la desgracia sobre aquellos que le aman y a los que ama. Él héroe es hermoso, ángel y diablo al mismo tiempo. La libertad es el valor supremo de su existencia. Vive en perpetua tensión. Nunca está satisfecho, está lleno de oscura melancolía y tristeza; heroína romántica → dulzura, inocencia y la intensidad de la pasión. Heroína romántica es tierna, sensitiva, fiel, pura, capaz de mayor sacrificio, predestinada al amor y a la muerte. Se afirma la conciencia del individuo por encima de las leyes escritas. El público exige conflictos pasionales, intensos, presentados directamente en su suceder: el choque del individuo con las convenciones sociales. El teatro ya no es de tipo ético en torno al deber y la voluntad. 27 82) LA POESÍA NARRATIVA DEL ROMANTICISMO ESPAÑOL En el romanticismo floreció la poesía narrativa de acuerdo con la revitalización del Romancero antiguo y Cancioneros. Se cultivaron: los poemas largos: con temas de la historia medieval → El moro expósito de Rivas; con tema simbólico o filosófico → El estudiante de Salamanca, El diablo mundo de Espronceda – este último contiene el Canto a Teresa. poemas breves; el romance → Duque de Rivas – Romances históricos; José Zorilla; José de Espronceda – Estudiante de Salamanca; la leyenda → José Zorilla – Cantos de trovador. En la poesía narrativa encontramos elementos de la tradición nacional. Duque de Rivas → Romances históricos 1841. En el extenso prólogo hace una fervorosa apología del romance. Expone ideas sobre el 28 origen y desarrollo que carecen de exactitud y sin embargo es de gran importancia en la historia de la poesía española. Pasa revista a toda la poesía nacional que se expresó en romance. Dice que es adecuado para todos los asuntos. Ha compuesto sus romances para atraer hacia el género la atención de los poetas jóvenes. Leyendas 1854 → tres largos poemas narrativos La azucena milagrosa, Maldonado, El aniversario son las leyendas por intervención de lo maravilloso y sobrenatural. José Zorilla y Moral – no es fácil separar en sus poemas lo épico de lo lírico. Para sus leyendas se sirvió de las fuentes diversas: historias, viejas comedias o tradiciones orales, y también extrajo la leyenda entera de su imaginación. Se sirvió de diversos metros. Escribió: leyendas de fondo histórico; leyendas de fondo tradicional; leyendas fantásticas o novelescas. La España que acogió Zorilla en sus Leyendas es la heroica y legendaria, árabe o cristiana, poblada de galanes audaces, figuras históricas o 29 héroes fantásticos, pero siempre caballerescos y arriesgados. José de Espronceda. El estudiante de Salamanca es el poema que pertenece al género de leyenda, recoge diversos elementos de la tradición literaria comenzando por la personalidad del protagonista que se presenta como “segundo Don Juan Tenorio”, pero Espronceda le da un carácter diferente y le distancia de la leyenda tradicional. El estudiante de Salamanca es una leyenda fantástica de contenido simbólico, con la que el autor pretende expresar su propio concepto romántico del mundo. Consta de 1704 versos distribuidos en 4 partes. La primera parte nos hace asistir en la oscuridad de la noche a un desafío en el que cae muerto un hombre. Sigue luego la descripción del protagonista, don Félix de montemar “alma fiera e insolente”, irreligioso, temerario, famoso por sus vicios, sólo ocupado en pendencias y conquistas de mujeres, alas que abandona después de seducirlas. Después viene la descripción de doña Elvira, conquistada por él y enamoradísima de él, 30 ángel puro de amor. En la segunda parte ella enloquece de pesar y muere después de escribir una apasionada carta a don Félix. La tercera parte es como un intermedio de forma dramática: una escena de jugadores, en la que participa don Félix, y donde se juega el relato de la propia doña Elvira. Don Diego, hermano de doña Elvira está dispuesto a vengar su muerte, pero Félix mata a don Diego. En la cuarta parte se entra en los dominios de lo fantástico y sobrenatural. Don Félix avanza por la callejuela y divisa un blanco bulto de la mujer, que se arrodilla al pie de una imagen colocada en una hornacina. Don Félix pretende descubrir quién es aquella mujer y comienza entonces una persecución. La dama le habla al fin para decirle que corre grave riesgo si la sigue, pero don Félix no quiere parar aunque el diablo le lleve al mismo infierno. Aparece entonces un entierro y don Félix ve los difuntos: uno don Diego y otro él mismo. Se repone de momentáneo temor y continúa la persecución de la dama. Al fin penetran en un edifico, descienden por una escalera de caracol y llegan hasta algo que se parece a la vez a una tumba y a un lecho. Entre 31 los esqueletos que danzan, la mujer tiende la mano a don Félix ofreciéndose como esposa; don Félix alza su vuelo y descubre que no es sino un esqueleto, pero afirmándose en su temeridad, acepta tomarla por mujer. El esqueleto lo abraza, y aunque don Félix, atemorizado al fin, intenta desasirse, lo mata. Don Félix no cree ni por un instante en las manifestaciones de la cólera divina. Su espíritu se mantiene libre y erguido. Hasta Espronceda, ningún escritor español había contado la historia de un hombre que rehúsa hasta el fin abdicar de su espíritu de rebeldía. En el personaje esproncediano, lo específico no es el donjuanismo, sino lo satánico, la rebeldía. Don Félix, persiguiendo a la dama misteriosa, no es movido por un anhelo sensual, sino por el romántico anhelo del alma ante el mundo y ante su misterio, el anhelo por descifrar el secreto de la realidad. Métrica → romances, octavas reales, redondillas, quintillas y décimas. Influencia de la tradición → la leyenda del Burlador y la del estudiante Lisardo que asiste a 32 sus propios funerales, el tema de la mujer tapada, que perseguida por un seductor, resulta ser un esqueleto (Mira de Amescua en El esclavo del demonio), leyendas, romances, comedias, relatos hagiográficos… En el año 1840 con el título de Poesías de José de Espronceda se reunieron por primera vez en un volumen, que prepararon sus amigos: El Pelayo, dos grupos de poemas Poesías líricas y Canciones y el Estudiante de Salamanca. Antes de esto publicaba diversas composiciones poéticas en periódicos y revistas. Pelayo → un largo poema de 127 octavas que Espronceda no llegó a terminar. Consta de seis fragmentos inconexos. En Pelayo, poema que se califica como “banco de pruebas” fue ensayando las diversas innovaciones con que enriquecía su estilo poético en busca de su lenguaje personal. A lo largo del poema utiliza sintaxis neoclásica y léxico romántico. Las imitaciones de Ossian. Le interesa mucho Ossian, supuesto bardo escocés del siglo III, a cuya imitación escribió Oscar y Malvina. Otra muestra de influjo osiánico es su Himno al sol. 33 Los poemas políticos. Espronceda compuso poemas políticos, o dedicados a hombres políticos, a lo largo de toda su vida. El poema El dos de mayo → se recuerda de los héroes del levantamiento contra Napoleón y ataca a los que entonces traicionaron su país. Poemas amorosos. Es evidente un progreso: poesías anteriores tratan amor como un tema y no un sentimiento, dentro de la tradición neoclásica y prerromántica. La mayor calidad tienen tres poemas del desengaño, pesimistas y amargos, inspirados por la desesperación del amor perdido: A una estrella, A Jarifa en una orgía, A XXX dedicándole estas poesías. Canto a Teresa – es el canto II de El diablo mundo (dedicado a la mujer real Teresa Mancha). Es una elegía por la muerte de Teresa y por el fracaso vital. El poeta ha puesto en el amor el centro de toda su energía. El amor a la mujer le inspira el amor a todo y el poeta siente vitalidad. Pero, el amor es un fracaso porque es pura ilusión. Canciones. Se encuentran 5 canciones: Canción del pirata → el poema está compuesto sólo de verbos y sustantivos. El pirata es el propio 34 Espronceda. El pirata de espronceda proclama el goce de vivir, libertad e independencia. Vocabulario es muy sencillo. El canto del cosaco → es un ataque contra la burguesía liberal. El mendigo; El reo de muerte; El verdugo. El diablo mundo. La obra más ambiciosa de Espronceda que dejó sin concluir. Es la síntesis de la poesía social y de la poesía de tono subjetivo. Introducción → el Poeta es el testigo que advierte y denuncia la tragedia del destino humano; Canto I → se nos presenta la aventura de don Pablo, un viejo que se dispone morir, pero una visión en forma de mujer le anuncia el prodigio de su transmutación en hombre joven y fuerte, que va a ser inmortal y que consigue todos los bienes y la felicidad. En realidad, el poeta habla de sí con el fin de hacer afirmación de su libertad para sentir, pensar y componer a su antojo. Canto II → Canto a Teresa; Canto III → Tres planos se intercalan: a) reflexiones personales sobre sí mismo y sobre la 35 vida, de tono pesimista; b) una sátira política contra el partido progresista; c) y la presentación del personaje en la nueva etapa de su vida desde que amanece convertido en Adán, joven y vigoroso de cuerpo y con la mente incontaminada y nueva encarnación del hombre natural. Canto IV; Canto V; Canto VI. Su propósito consistía en escribir una especie de Fausto Latino en el cual se encerrase el destino de una humanidad atormentada por conciencia del universal sometimiento a la ley del pecado, del dolor y de la muerte. Espronceda extrajo algunos temas y motivos de los poemas “metafísicos” de Byron: el concepto de la pasión amorosa como un dinamismo trágico que destruye al ser amado; novedad de despedirse del lector al final del cantos de aquellas obras que vende por entregas, agradeciéndole de antemano que compre las siguientes; Espronceda y Byron se quejan de la vanidad de la vida; 36 ambos explican las fuentes de sus poemas; ponen a Aristóteles como modelo de su arte. 50) LOS ELEMENTOS ROMÁNTICOS EN LA OBRA DON ÁLVARO O LA FUERZA DEL SINO DE DUQUE DE RIVAS 71) LOS ELEMENTOS ROMÁNTICOS EN LA OBRA DON ÁLVARO O LA FUERZA DEL SINO DE DUQUE DE RIVAS 80) CONCEPTO DEL DESTINO FATAL EN DON ÁLVARO LA FUERZA DEL SINO DE DUQUE DE RIVAS Primera versión en prosa fue compuesta en Francia en 1832. Al volver a España, el duque de Rivas, Ángel de Saavedra, escribió una nueva versión, añadiendo partes en verso. El estreno fue en Madrid en el teatro del Príncipe en 1835. El estreno de esta obra se considera inicio y triunfo del Romanticismo en España. La obra tiene cinco jornadas, está escrita en prosa y verso. El drama sigue los principios que sostenían los románticos europeos: se mezcla lo feo y lo bello; 37 se mezcla lo deforme con lo gracioso; se mezcla lo grotesco con lo sublime; el mal con el bien; el verso con la prosa; realismo con idealismo; se rompe con las unidades; se busca el color local y el espíritu del país; el protagonista se presenta con todas las características que definían a los grandes héroes del romanticismo europeo, fuesen de Hugo o Byron: un superhombre dotado de excepcionales cualidades y, sobre todo, rodeado de misterio que provoca el temor, la admiración o la curiosidad. El protagonista termina tragicamente – se suicida. Aparece variado número de personajes: don Álvaro → don Fadrique → padre Rafael; doña Leonor; marqués de Calatrava con sus dos hijos: don Carlos y don Alfonso. En total desfilan por escena unos 56 además de los habitantes de Sevilla, gente del pueblo, soldados españoles, italianos, mendigos y frailes. Ellos forman el núcleo de los cuadros de costumbres, quedando incorporado completamente a la acción. 38 Técnica y estilo. En el drama se proclama la libertad artística más cruda frente a las normas neoclásicas de las tres unidades. La única ley romántica es la de libertad. La obra tiene 25 escenas en verso y 16 en prosa. Aparece la diversidad métrica del barroco: redondilla, romance, silva, décima. El problema del sino. El mayor problema surge en la interpretación del sino que figura en el subtítulo. Don Álvaro es un hombre perseguido por un destino fatal, que le lleva a sembrar desgracias por donde pasa y a provocar la ruina de todo lo que ama y de sí mismo. Sin embargo, analizando la obra es posible ver que el sino que pesa sobre los hechos de don Álvaro no consiste en ninguna fuerza exterior, sino en las condiciones de su vida y en la forma con que él y la sociedad que lo rodea, las afronta y las interpreta. Don Álvaro es un mestizo y él mismo sabe que si se descubre es circunstancia, nunca será posible su matrimonio con doña Leonor. Por eso se niega a revelar su secreto aunque insinúa repetidamente la calidad de su sangre. Ese secreto es lo que crea un fuerte complejo de inferioridad. 39 Los actos del protagonista están motivados por razones concretas y por el modo como él y sus oponentes reaccionan frente a ellas. Se sospecha que el duque se inspiró para su personaje en un modelo real – Garcilaso de la Vega, el Inca. Garcilaso, como don Álvaro, era también mestizo; estuvo muy orgulloso de su origen inca y tuvo que sufrir el desprecio de la aristocracia española con idéntico complejo; buscó en la milicia una ocasión para sobresalir, y finalmente recibió órdenes y vivió sus últimos años como Clérigo en Córdoba. Como don Álvaro, Garcilaso pensaba que la vida le había tratado mal. Para el duque, el sino, el hado o sus varios equivalentes, expresaban su sentido de la existencia como algo caótico y disparatado, como una trampa absurda, dentro de la cual sucedían las cosas por puro azar, sin razón ni justicia que las explicara. Cuando le antoja intolerable, don Álvaro toma el camino que cualquier otro héroe romántico de su talla hubiera tomado, se suicida. Las fuerzas que ponen en acción el fatal disparo no son 40 ciertamente las del destino, sino de la libertad, con la ayuda de mala suerte. En el soliloquio de la escena III del acto III Rivas coloca la más importante declaración que hace don Álvaro: forzado por los repetidos golpes de la adversidad, expone su concepto pesimista de la vida, aludiendo a ella como a un abismo, una prisión. Esta imagen del abismo y de la prisión aparece constantemente en la literatura romántica española. Don Álvaro es desesperado y la pérdida de su amor le hace la vida intolerable y se le muestra como sin sentido. Al final de la obra, cuando todos los golpes de una injusticia cósmica han caído sobre el héroe, a don Álvaro no le queda otra salida que la autodestrucción, y ejercitando la única libertad que se le ha dejado, se precipita, desesperado, en el abismo. El suicidio se nos presenta como un grito de protesta y rechazo contra lo absurdo de la vida; supone una afirmación de la libertad individual. Don Álvaro es el símbolo de total rebeldía frente a una sociedad hostil, frente a un destino ciego, inmisericordia. Se desafía abiertamente a Dios y a la sociedad. 41 El diálogo, como técnica novelística, va a servir para presentar indirectamente al protagonista. Cada uno de los personajes nos va a decir algo de don Álvaro – su liberalidad, s humano trato con los humildes, su desconocido origen, su melancolía, sus desgraciados amores. La obra contiene elementos cómicos y episodios costumbristas. La expresión dramática deja su lugar a la lírica con mucha frecuencia, como en el monólogo de la tercera jornada. Doña Leonor es típica heroína romántica. Le caracterizan dulzura, inocencia y pasión. Es capaz de cualquier sacrificio y está predestinada al amor y a la muerte. Temas que aparecen: destino del hombre; amor absoluto y trágico el individuo y sus aspiraciones y el mundo con sus prejuicios y limitaciones. Motivos: vida como prisión – pesimismo; la venganza provocada por el honor manchado (don Carlos y don Alfonso quieren vengar la muerte de su padre, marques de Calatrava. 42 El desenlace es típicamente romántico. Aparece el misterio y la pérdida de la fe. La tragedia de don Álvaro es de una raíz social. La primera desgracia es casi esperada (en la casa de Leonor) porque desde el principio se explica que ese amor será difícil de realizar. Don Álvaro quiso resolverse de la pistola y de esa manera resolver el problema, y sin embargo el sino quiso que un disparo matara al padre de doña Leonor. Ambiente: Sevilla, Italia, convento de los Ángeles en Córdoba. La acción dura varios años. La naturaleza se muestra acorde con los sentimientos y estados de ánimo de los personajes: la noche de la muerte de don Álvaro, los truenos y el sonido del viento inunda la escena. Raíces del drama son probablemente folclóricas. Don Álvaro es un indio de origen oscuro: hijo de una princesa inca y un noble español. Frente a la vieja aristocracia, representada por los de Calatrava, el protagonista es un advenedizo cargado de riquezas. El canónigo y el marqués lo 43 juzgan desde una perspectiva estamental, mientras el pueblo llano lo juzga por sus actos. Mensaje burgués: las desdichas de don Álvaro son una metáfora patética y excesiva de las dificultades de la burguesía para acceder al poder y desplazar, o mejor, absorber a la vieja nobleza. Sino – mala suerte: ni hado invencible ni error moral, lo que desencadena la materialidad del drama (dejemos a un lado la infraestructura sociológica) es un azar – la muerte del marqués cuando el protagonista arroja su arma. Personajes son juguetes de la mala suerte. 68) LOS ROMANCES HISTÓRICOS Y LEYENDAS DE DUQUE DE RIVAS Duque de Rivas fue director de la RAE. Como escritor es conocido principalmente por su obra dramática Don Álvaro. También escribió poesía. Comenzó a escribirla muy temprano. En 1814 publicó su primer volumen de composiciones breves: églogas, epístolas, letrillas, romances, odas, sonetos. Pero la más importante en su obra 44 poética es su poesía narrativa. Entre estas obras se destacan: Los romances históricos y Las leyendas. Los romances históricos. Fueron publicados por primera vez en 1841. Representan uno de los más altos logros de Rivas y su mejor y más característica aportación al romanticismo español. Con esta obra Rivas restablece en toda su importancia el género del romance. Es una preciosa colección de dramas, escritas en diálogo en mucha parte. Los romances de este libro pertenecen a distintas épocas de la historia de España y en algunos de ellos el autor sigue con absoluta fieldad textos de crónicas conocidas. A temas de la Edad Media pertenecen romances dedicados a Pedro el Cruel, donde el autor le describe tal como la historia o la leyenda lo han descrito. A la corte de Austrias corresponde el romance Un castellano leal, el más popular de la colección en el que se relata la caballeresca resolución del conde de Benavente que incendia su palacio de Toledo después que ha vivido en él unos días el duque de Borbón, traidor de su rey y su país. Tiene cuatro partes (romances). 45 Una noche en Madrid en 1578 → trata sobre las pretensiones amorosas del Felipe II hacia la princesa de Éboli. Tres distintos personajes a diversas horas iban a conquistar su sonrisa: el rey Felipe II, Antonio Pérez – el secretario del rey, Juan de Escobedo – secretario de don Juan de Austria. Contiene cinco romances con títulos: Tres galanes, La meditación, El secreto, La cartera verde, El cadáver. El fugitivo. El muerto. El conde de Villamediana → relata las fiestas cortesanas durante el reinado de Felipe IV y el misterioso asesinato del conde. El descubrimiento de América está descrito en dos romances: Recuerdos de un gran hombre → desventuras de Colón hasta el momento en el que pisa tierra americana; La buenaventura → sobre Cortés y una gitana que le anuncia su futura grandeza. 46 A la Guerra de la Independencia dedicó el duque Bailén → se trata de la victoria española sobre las armas francesas. El duque antepuso a su colección un extenso prólogo en el que hace una fervorosa apología del romance. El duque confiesa que ha compuesto sus romances con el propósito de atraer hacia el género la atención de los poetas jóvenes. Entre las cualidades artísticas de los Romances se incluyen el hábil empleo del color, de imágenes de luz, de paisajes españoles (sobre todo andaluces); la preocupación del autor por el detalle histórico y geográfico. Leyendas. Este libro fue publicado en 1854. Consta de tres largos poemas narrativos: La azucena milagrosa, Maldonado, El aniversario. La denominación de leyendas puede explicarse por la intervención de lo maravilloso y sobrenatural. Los poemas están escritos con una romántica variedad de metros: romances, romances históricos, redondillas, quintillas, octavas, silvas. 47 69) CARACTERISTICAS ROMANTICAS DE LOS AMANTES DE TERUEL DE J. E. HARTZENBUSCH Hartzenbusch nació en Madrid en 1806. Desde muy temprano sintió pasión por el teatro y comenzó a traducir obras francesas y adaptar comedias de clásicos españoles. Fue admirador de los clásicos, y tan importante como su obra dramática fue para su tiempo su labor como erudito y como crítico. Los amantes de Teruel. Es la obra más famosa de Hartzenbusch. Fue estrenada en Madrid en 1837. Argumento: Diego Marcilla, joven de humilde posición, se enamora de la noble Isabel, pero el padre de ésta, que desea el mejor casamiento para su hija, se opone al matrimonio. Diego sale de su país, con el propósito de enriquecerse, prometiendo que si al cabo de seis años no regresa rico, desistirá de su pretensión. Entretanto el padre de Isabel la promete al noble don Rodrigo de Azagara, a quien es deudor. El plazo está a 48 punto de cumplirse sin que se sepa nada de Diego, y se hacen preparativos para la boda. Marcilla se había enriquecido, pero al regreso es apresado por el rey moro de Valencia. La sultana Zulima se enamora de él y trata de retenerlo. Diego consigue salir de Valencia, pero unos bandoleros le detienen en el camino. Entretanto, Zulima, despechada, llega disfrazada a Teruel y comunica a Isabel la supuesta inconstancia de Diego, a quien acusa de haber correspondido a la sultana. Se efectúa el matrimonio de Isabel y Rodrigo, pero a pocas horas llega Diego, conocedor de la noticia y dispuesto a arrollar cuanto se oponga a su decisión de hacer suya a Isabel. Hiere a don Rodrigo, pero Isabel respeta su nuevo estado de mujer casada y hace salir a Diego de su habitación en casa de su esposo. Marcilla muere de desesperación, e Isabel, después de confesar a los presentes su pasión por Marcilla, cae muerta también junto a su enamorado. La obra tiene cinco actos en prosa y verso, con gran predominio de verso. El autor decidió transformar por entero la estructura de Los amantes y en 1849 publicó una 49 nueva edición en cuatro actos y fundamentales variaciones, como la eliminación de escenas y elementos románticos. Algunos comentaristas sostienen que las correcciones eran tantas que en realidad se trata de una obra nueva. La lucha contra el tiempo crea toda la tensión (drama se centra en seis días). Esta presión del tiempo en la vida es uno de los factores más notables de la sensibilidad romántica. En este drama el tiempo se convierte en obsesión, imposibilidad de apresar el presente. El tema del tiempo, introducido por Larra (Macías) y llevado a su perfección por Hartzenbusch, es esencial a un gran número de dramas románticos: como plazo, recuerdo o presentimiento. El tiempo es siempre agobiante, misterioso y fugitivo; se manifiesta como una fuerza exterior, casi material, hasta el punto de identificarse materialmente con el sonido de las horas y, metafísicamente, con la fatalidad. Situaciones de sabor romántico: el lienzo escrito con sangre por el que se descubre la conjuración contra el rey moro de Valencia; 50 las cartas halladas en el pecho del templario muerto, que permiten a Rodrigo conocer la infidelidad de la madre de Isabel; el motivo del cautiverio; la aventura de Zulima; la violencia del amor de la mora; enriquecimiento de Diego; Diego lucha por su amor contra obstáculos; como perfecto héroe romántico Diego se niega a reconocer cuanto se oponga a su pasión; Diego → rebeldía contra la sociedad; Isabel → una verdadera heroína romántica. Sus características: inocencia, dulzura, pasión, honor, predestinada al final trágico. La presencia de los obstáculos para el amor de los protagonistas: el origen de Diego y el honor de Isabel. También la llegada del protagonista al Teruel ha sido retrasada unas horas por una serie de obstáculos. Cuando al fin arriba a la ciudad, es demasiado tarde. Logra escalar el balcón de Isabel, y se entrevista con ella; le expone su plan de marcharse juntos, tras haber herido en duelo a Rodrigo. La dama defiende su honor y, aunque enamorada, se resiste. Furioso, Diego profiere mil 51 amenazas. Isabel le dirige entonces duras palabras. Marcilla al oír eso cae como herido de un rayo. Desesperada, Isabel se arroja sobre el cuerpo de Diego y expira quedando de rodillas abrazada con él, después de confesar a voz en grito su amor por Diego. trágico fin de los amantes de Teruel → este amor acaba trágicamente con la muerte de la pareja enamorada. 53) LA OBRA EN PROSA DE MARIANO JOSÉ DE LARRA Larra nació en Madrid en 1809.en plena Guerra de la Independencia. Tuvo una tormentosa relación con Dolores Armijo, mujer de gran belleza y sensibilidad, casada con un alto empleado del Gobierno... Larra buscó reconciliarse con Dolores, con la que había roto meses antes. En 1837 Dolores le envió una nota pidiéndole visitarlo en su casa, en realidad con el propósito de recuperar las cartas de amor que le había escrito. Tras una larga y dramática entrevista, durante la cual Dolores recuperó las 52 cartas, salieron ésta y su compañera, pero estaban todavía en la escalera cuando sonó el disparo con que Larra ponía fin a su vida. El entierro fue un ruidoso acontecimiento, no tanto por la popularidad del periodista, como por las circunstancias de su muerte; era la primera vez que autoridades eclesiásticas permitían el entierro “en sagrado” de un suicida. Lo más significativo y característico de la obra de Larra es su producción periodística. Escribió poesía, artículos, novela, obras dramáticas, traducciones y adaptaciones. La obra poética de Larra no ha merecido gran atención por parte de la crítica. La primera obra que estrenó Larra fue No más mostrador, farsa cómica que intenta ridiculizar a toda persona que intenta escapar de su clase social. Escribió también el drama Macías donde elabora el tema del tiempo. Larra comienza su labor periodística en El duende Satírico del Día, donde se refleja un agudo sentido crítico por las costumbres de la época. El Pobrecito Hablador figura como segundo periódico de las publicaciones de Larra. Más tarde colabora 53 en La Revista Española como crítico teatral. También colabora en El observador, periódico en el que sus artículos van desde la crítica teatral hasta el artículo costumbrista. En la Revista Mensajero utiliza el recurso epistolar para poner de manifiesto los males que afligen a España. También trabaja para el periódico El Español. Algunos artículos suyos son: El café, El casarse pronto y mal, Vuelva usted mañana, El sí de las niñas. Para la adecuada comprensión de Larra es muy importante la ordenación de sus escritos en serie cronológica. Los tormentosos amores de Larra y su suicidio dan cómoda base para definirlo como el romántico más genuino. Toda la obra de Larra se mueve hacia un solo objetivo: libertad. En uno de sus artículos dice: Libertad en la literatura, como en las artes, como en la industria, como en el comercio, como en la conciencia; he aquí la divisa de la época, he aquí la nuestra. Larra precisa a continuación su criterio: En nuestros juicios críticos preguntaremos un libro: ¿Nos enseñas algo? ¿Nos eres la expresión del progreso humano? ¿Nos eres útil? Pues eres bueno. La apelación a la utilidad social y al 54 carácter razonador y práctico que exige de la literatura, aleja radicalmente a Larra del romanticismo, soñador y anárquico que hacen suponer sus anécdotas amorosas. Larra tiene estima negativa de lo popular. Amaba al pueblo en abstracto, pero se defendía del pueblo real desde la torre de su inteligencia aristocrática, razonadora, fría y distante. Con el romanticismo de Larra puede relacionarse su pesimismo, como resultado del desacuerdo entre la desmedida ambición y la mezquina realidad que la apresionaba. A Larra, pesimista también por temperamento, se lo proporcionaron sus problemas amorosos y la objetiva contemplación de los males de su país. Larra contrapone una y otra vez al español que se siente absolutamente satisfecho de las condiciones de su patria o por vulgar rutina, o por ignorancia, o por orgullo o por el bajo egoísmo de no querer modificar la situación de que se aprovecha, y al español insatisfecho precisamente porque conoce el desnivel que hay que remontar para lograr la patria a la que aspira. En El castellano viejo el protagonista don Braulio es el 55 ejemplo de este primer tipo de español: defiende que no hay vinos como los españoles,… no hay educación como la española,… que el cielo de Madrid es purísimo... Frente a esos españoles que aman a su patria como es, se yergue la insatisfacción de Larra que la ama desesperadamente por todo lo contrario – desea para ella toda la perfección y plenitud que cree encontrar en otras partes. En esta misma obra Larra da su opinión crítica de la tradición nacional. Busca la solución para la reforma de España e intenta mejorar lo español con influencias extranjeras, sobre todo de Francia (lo mismo que escritores ilustrados Cadalso y Jovellanos). En el artículo En este país denuncia a los que hablan mal de su país sin esforzarse en mejorarlo. El día de los difuntos de 1836 → critica la vida sin paz y sin libertad de los españoles, compara Madrid con el Cementerio y dice que los muertos viven y los vivos son los muertos, porque éstos no tienen paz ni libertad, mientras aquéllos sí. Larra no es un costumbrista a la manera de los contemporáneos que cultivaron este género. Para 56 él, las costumbres, acontecimientos y fenómenos no tienen interés en sí mismos – de aquí la casi total ausencia de descripciones pintorescas en su obra – sino como exponente de una realidad humana, histórica, social y psicológica mucho más profunda. En sus mejores artículos el punto de partida es una simple frase o concepto feliz, muchas veces el título, que desarrolla luego con divertida agilidad. Larra funde lo analítico y lo subjetivo, la lógica y la pasión, y en esta mutua interacción reside lo más característico de su espíritu y de su arte. Al concluir la Guerra de la Independencia, España era carente de industria poderosa, de comercio activo, de navegación importante. El pueblo vivía en su mayoría de la agricultura y el pastoreo; el pueblo seguía apegado a sus tradiciones, bajo la guía y protección seculares de la Iglesia. La clase media apenas existía... Mientras tanto, el mundo marchaba rápidamente, movido por transformación económica. Había que optar entre incorporarse a este movimiento reformador o quedarse al margen. Larra observa, analiza y satiriza las costumbres de sus compatriotas, 57 fustiga su pereza, sus malos modos, su vanidad satisfecha que les inhibe el esfuerzo por mejorar, su pasividad ante toda exigencia de vida nacional. Valor esencial de la obra de Larra está precisamente en el contenido y en su espíritu crítico con que observa la realidad nacional del momento. Se nota su obsesión por el porvenir de la patria, por el problema nacional, por lo que será muy apreciado por parte de la generación 98. El artículo es para Espronceda un instrumento funcional cuya meta es la clarificación ideológica; sus escritos tienen intención práctica. En cambio, Larra es esclavo de la ironía; espera un público deseoso de sarcasmo. Está en contra de los privilegios de nobleza, creencias religiosas tradicionales, viejo régimen, la censura, y a favor de la igualdad política y clases productoras. Artículos de crítica literaria. Escribió sesenta artículos de crítica literaria. Los escribió bajo el seudónimo Fígaro. Cincuenta son sobre el teatro (Representación de El sí de las niñas), y otros son sobre obras históricas, satíricas, doctrinales, artículos de costumbres y colecciones de poesía. No criticaba novelas. 58 Lo mismo que neoclásicos, opina que el escritor debe reflejar la verdad y contribuir al progreso de la sociedad con una obra literaria que sea útil. Tema: las costumbres de la sociedad española analizadas desde la perspectiva crítica. Cada artículo se ocupa de un aspecto en particular: pereza, hipocresía, vulgaridad, irresponsabilidad. El tema se desarrolla a través de la presentación de distintas situaciones, en las que intervienen personajes ficticios. Estructura → tiene tres partes: introducción, donde el narrador reflexiona sobre sí mismo o sobre algún tema de carácter social; núcleo central, donde se presenta la anécdota costumbrista; reflexión final, donde narrador extrae las consecuencias. Técnicas → con ironía consigue dos objetivos: burlarse de todos los que pueden decir en serio lo que él está diciendo en tono irónico; expresar de forma indirecta su verdadera opinión. Su misión como escritor consistía en “enseñar verdades a aquellos a quienes interesa saberlas, 59 mostrando al hombre no como debe ser, sino como es, para conocerse”. 73) EL TEATRO ROMÁNTICO DE JOSÉ ZORILLA Y MORAL (DON JUAN TENORIO) 81) LO RELIGIOSO Y LO FANTÁSTICO EN DON JUAN TENORIO DE ZORILLA 46) CARACTERÍSTICAS PSICOLÓGICAS DE DON JUAN TENORIO DE ZORILLA 32) EL MITO DE DON JUAN EN EL TEATRO BARROCO Y ROMÁNTICO ESPAÑOL Llevó al teatro más de 30 obras. No acogió en su teatro ni una vez siquiera asuntos que, aun siendo históricos, pudieran relacionarse con problemas contemporáneos. En su modo de entender el teatro y en su empleo de la técnica dramática fue sumamente romántico. Sus obras deben a influencias extranjeras, especialmente francesas. A menudo recurre a la Edad Media: El rey loco nos remonta al siglo VII y al palacio del rey godo Wamba; El puñal del Godo habla de la leyenda de don Rodrigo; en El Alcalde 60 Ronguillo pinta el Valladolid de Felipe II. Muchas veces, por ignorancia o indiferencia, siguió versiones que se apartaban de la historia o la leyenda. Raras veces toma material deliberadamente de un dramático del Siglo de Oro. Sus verdaderas deudas con Siglo de Oro consisten en lo que de sus autores aprendió en punto a presentación, versificación, técnica dramática y modos y maneras de atraerse el aplauso del público. Con la fecundidad de un Lope, es capaz de escribir un drama en un solo día. Su obra dramática pertenece al romanticismo histórico orientado a restaurar los antiguos valores tradicionales que exaltan lo nacional. Don Juan Tenorio. Fue estrenado en el Teatro de la Cruz en 1844. Tuvo un éxito inmediato y notable en momentos en el que el movimiento romántico iba decayendo. Don Juan es el héroe romántico. La audacia y desenfado de don Juan de Zorilla y su extremado cinismo, contrapuestos a su tardío remordimiento y arrepentimiento, lo distinguen de todas su demás encarnaciones. Todos los demás rasgos de la obra 61 proyectan luz sobre la figura central: a) motivo religioso, b) empleo de lo sobrenatural, c) el contraste entre las escenas mundanas, realistas de la parte primera con las sombrías y fantásticas de la parte segunda. Inspiración: El burlador de Sevilla de Tirso y No hay plazo que no se cumpla o el convidado de piedra de Zamora. El Don Juan Tenorio que se subtitula “drama religioso-fantástico” consta de dos partes: la primera tiene 4 actos y la segunda tres (4+3); ambas suceden en una sola noche, pero están separadas por un lapso de cinco años. Zorilla mantuvo el carácter del Burlador, tal como había sido creado por Tirso, y conservó, más de algunos nombres, toda la trama referente al convidado de piedra, pero ideó numerosas situaciones nuevas, creó un protagonista de don Luis Mejía e introdujo la redención por el amor, que anulaba románticamente la finalidad moralizante y ejemplar deseada por Tirso. Su división del drama y acción en dos partes supone una doble dimensión en la acción: una externa, de movimiento, la clásica de don Juan; y la interior – 62 la humana, la construida a base de una visión psicológica del mismo. Formas métricas: romance, silva, décima, seguidilla, redondilla. Personajes: Don Juan; Don Luis; Don Diego Tenorio; Avellaneda y el capitán Centellas; Antagonista don Luis Mejía es una personalidad paralela a la de don Juan; El rígido código de honor está representado en don Gonzalo de Ulloa; Brígida encarna la tercera celestinesca; Ciutti es la “figura de donaire”; Doña Inés. La gran contribución de Zorilla y del romanticismo al tema donjuanesco es la bella creación de doña Inés, ángel del amor, que hace posible la salvación del libertino. La salvación por el amor sitúa de lleno el drama dentro del gusto romántico. Estilo y lenguaje → los personajes usan un castellano moderno, si bien salpicados de ciertas 63 arcaísmos, juramento e interjecciones. Hay también un breve diálogo en italiano entre don Juan, Buttarelli y Ciutti. Motivos románticos en la primera parte: misterio inicial del héroe (que aparece con antifaz); elementos carnavalescos como antifaces, máscaras o disfraces; duelos y peleas callejeras; apuestas sobre vicios y crímenes; el tiempo con calidad dramática → la acción se desarrolla en una increíble concentración de tiempo; la noche de luna y misterio en las calles sevillanas; encarcelamientos; tapias de convento asaltadas; el río Guadalquivir profundo y enigmático; muertes a fuego y espada y huída veloz del héroe. Motivos románticos en la segunda parte: sepulcros, estatuas de piedra, sauces llorones inclinados sobre las tumbas y cipreses enhiestos hacia lo alto en una noche de luna; pasos meditabundos y nostálgicos de don Juan entre el misterio de tumbas; 64 sombras de ultratumba; la estatua animada del Comendador y su invitación a la cena; el paso implacable del tiempo representado en el reloj de arena que mata el último instante; arrepentimiento y apoteosis final del amor. Por lo común, la segunda parte del drama, viene siendo estimada como inferior a la primera, pero la matización del burlador en estos tres actos parece impecable. El don Juan que regresa a los cinco años ya no es el mismo don Juan: hay un dejo de amargura en sus palabras cuando le informa el escultor de que todos aquellos panteones de sus víctimas habían sido pagados por su padre con la fortuna del propio don Juan, a quien había desheredado. Don Juan regresa a Sevilla lleno de melancolía y nostalgia. Su monólogo rebosa de un deseo de paz, de una renuncia a la aventura, arrepentimiento, nacidos por doña Inés. Don Juan no se arrepienta en un segundo, él viene arrepentido después de una ausencia. Don Juan representa el alma romántica sedienta de amor puro, a la que la experiencia real 65 le ha llevado al desengaño. En un mundo en el que la mujer es una fuerza demoníaca, don Juan se venga de su incapacidad de felicidad. Mujeres que va conociendo defraudan el ideal que ha concebido. Sólo de esta manera podemos ver la coherencia de la redención por amor de doña Inés, el ideal de este amor. Su donjuanismo es una imposición ideológica y no, como en Tirso, una exigencia caracterológica. Se puede considerar que el culpable de la perdición de don Juan es el Comendador: la escena en la que don Juan está de rodillas a los pies del Comendador, confesando sincero amor a su hija, un amor que le ha regenerado, ofreciéndose ahora a ser su esclavo y a vivir en su casa vida de matrimonio. Pero el odio ciega el corazón de este padre orgulloso y egoísta, víctima del frío código del honor. Escrito como drama religioso-fantástico, en Don Juan, como en la obra de Tirso, se halla una específica intención didáctico-moral: hacer triunfar la infinita misericordia de Dios (en Tirso triunfa la justicia divina). Sus problemas religiosos son primariamente dudas y no obstinación contra la fe. Zorilla aplica el concepto humano de la 66 justicia: es imposible borrar 30 años de crímenes y delitos. Pero el milagro se opera cuando la fe ilumina antes de caer el último grano del reloj de su vida. Influencias: Zamora y Zorilla, y el don Juan del uno y del otro, son, efectivamente muy distintos. Hay detalles que permanecen invariables: el escenario italiano para la conquiste amorosa, el Comendador como instrumento divino, la tradición donjuanesca y la notoriedad de don Juan. Sin embargo, ya en la acentuación de rasgos esenciales de don Juan, como es satanismo y su temeridad, aunque proceden de Tirso, encuentran en Zamora un acento prerromántico que los aproxima al Tenorio. El móvil de la acción en el Convidado (Zamora) es la venganza. Doña Ana no perdona haber sido burlada, ni perdona ni ama. No hay, pues, redención. Lo fundamental en Zamora es el castigo, y en Zorilla, la misericordia. En 1877 sale al público la zarzuela Don Juan Tenorio con el libreto de Zorilla. Elementos fantásticos. Se refieren a la sombra de doña Inés y la estatua del Comendador. En el 67 cementerio la sombra de doña Inés sale de su tumba y le dice a don Juan que si sigue con su vida pecaminosa, ambos se irán al infierno. Pero si se arrepiente, ella saldrá del Purgatorio y ambos saldrán salvados. En la cena, la estatua del Comendador viene y lo avisa que hay vida después de la muerte y que va a morir el día siguiente. Don Juan regresa al cementerio. La estatua del Comendador le hace ver su propio entierro (que tiene la fuerza de hacer notar a don Juan el camino erróneo de su vida y de hacerle cambiarlo y arrepentirse) y le explica que el capitán le había matado. Con eso, don Juan se convence finalmente de que hay una vida más allá de la muerte y él entonces cae de rodillas y se arrepiente. Características psicológicas de don Juan: satanismo: todos los personajes juzgan las actividades de Don Juan y le emparejan con el Diablo. Doña Inés reconoce su actividad infernal, al recibir de sus manos un “filtro infernal” y recuerda el testimonio de dios sobre el carácter diabólico de su amor con Don Juan. En efecto, se 68 nos presenta que el amor donjuanesco es demoníaco por esencia; temeridad: el valor insolente es el signo evidente de su índole satánica, porque esa temeridad lo sitúa frente al honor de los otros, frente a los difuntos y sobre todo frente al mismo Dios; él llega a ser creyente: El amor salva a Don Juan y le convierte a un creyente y penitente. Inés ofrece su alma para la salvación de Don Juan, ella reza por él ante Dios. Esto es suficiente para la salvación de su alma. El Dios le perdona porque le reconoce su amor y su arrepentimiento. Es decir, Don Juan se salva por la misericordia de dios. subjetivismo: el mundo es el espacio donde se mueve su “yo”. Él ama, vive, busca la satisfacción y trata de destacar su personaje – egoísmo. Es la ley en sí – orgullo; sentimentalismo: no es sólo un burlador, sino también el hombre capaz de sentimientos elevados; melancolía y pesimismo “nuevo” – don Juan lleva “nuevos” sentimientos, típicamente románticos. Regresa a Sevilla después de cinco años porque siente la nostalgia. 69 77) POESÍA ROMÁNTICA Y POSTROMÁNTICA ESPAÑOLA Después de la poesía neoclásica y su amaneramiento y superficialidad, surge la poesía romántica en la que se rechazan los modelos y norma establecidos y en la que poeta deja volar libremente la fantasía. Lo importante era ser original y llevarse por la inspiración y no imitar las formas. Se busca la expresión auténtica que va a reflejar los estados de ánimo, los sentimientos más sinceros del poeta. Se mezcla el tono serio con el festivo y se introduce la ironía para expresar el desengaño romántico. Poesía lírica. Los poetas escribieron poesía amorosa, moral y social. Es una poesía subjetiva en la que la intimidad se enfatiza. Le caracteriza una excesiva retórica. La poesía lírica se sirvió de varios recursos para expresar misterio, melancolía, amor imposible: a) los símbolos tomados de la 70 naturaleza; b) colorismo descriptivo que exigió un lenguaje sonoro; c) mitología nórdica. Poesía de José de Espronceda se puede clasificar como poesía lírica, donde podemos encontrar la poesía amorosa, política y lírico-moral y, también, en el libro Ternezas y flores de Campoamor. Poesía narrativa. Floreció en consonancia con la revitalización del Romancero antiguo y Cancioneros. Se cultivaron: los poemas largos: a) con temas de la historia medieval → El moro expósito, Rivas; b) con tema simbólico o filosófico → El estudiante de Salamanca; El diablo mundo, Espronceda; poemas breves; el romance: Rivas, Romances históricos; la leyenda: José Zorrilla, Cantos de trovador, que se centra en tradiciones folclóricas o literarias, mezclando historia y fantasía. Polimetría fue usada con frecuencia. Los poetas utilizaron la combinación de distintos metros en un mismo poema, y así liberaron la poesía de las limitaciones preceptistas. De las 71 formas métricas utilizaron: silva, octava real, terceto, cuarteto, lira, verso endecasílabo. Representantes del Romanticismo → Espronceda, Duque de Rivas, Zorrilla; Representantes del Postromanticismo → Bécquer, Campoamor, Rosalía de Castro Núñez de Arce. Desde los años ’50 del siglo XIX la poesía lírica española entra en un período que se llama postromanticismo. Toda la producción poética de Bécquer se halla en 79 Rimas que constituyen un solo poema de amor. Rosalía de Castro escribió poesía sencilla e intimista tanto en gallego como en castellano. Campoamor defiende una poesía que plantea ideas más que sentimientos y un lenguaje poético cercano al lenguaje normal. Sus composiciones poéticas tienen carácter lírico-narrativo: Doloras, Pequeños poemas, Humoradas, a los que denominó así por pretensión de novedad. Se considera como precursor de Bécquer y Machado. 72 54) LA OBRA LÍRICA DE GUSTAVO ADOLFO BÉCQUER 70) LO ROMÁNTICO EN LA POESÍA DE GUSTAVO ADOLFO BÉCQUER 51) VALOR ESTÉTICO DE LA OBRA POÉTICA DE BÉCQUER La obra literaria de Bécquer ocupa un lugar muy singular en la literatura española. Es muy breve y fue publicada en libros después de la muerte del autor. Bécquer es poeta esencial para los poetas de la generación ’27 por alejados que estén, en muchos sentidos, del concepto romántico de la poesía. Muchas cosas les acercan a él: la síntesis que intentan entre lo popular y lo culto (Lorca y Alberti); la libertad formal; las imágenes y visiones como de sueño. Cernuda piensa que: Bécquer desempeña en nuestra poesía moderna un papel equivalente al de Garcilaso en nuestra poesía clásica: el de crear una nueva tradición, que lega a sus descendientes. 73 Dentro del movimiento romántico, Bécquer ocupa un lugar muy especial. En efecto, el Romanticismo, en opinión de los entendidos, tiene plena vigencia en Europa hasta 1850. Sin embargo, Bécquer escribió sus obras con posterioridad a ese año, al menos en su mayor parte. No obstante, en sus Rimas y en sus Leyendas se nos revela como un genuino romántico. Cronológicamente es un postromántico. Hoy día, los críticos lo consideran el mejor y más vigente de todos los poetas románticos españoles. La obra literaria de Bécquer es muy reducida. Esto comprueba que el valor de un escritor no depende de la cantidad sino de la calidad de su producción. Escribió 79 rimas; 25 leyendas; 9 cartas literarias con el título común Desde mi celda escritas en el monasterio de Veruela; y algunos poemas de breve extensión. Su obra es sencilla, directa, pero depurada y sincera. Él procura comunicarse con su lector en forma silenciosa e íntima. En toda su obra, tanto en verso como en prosa, predomina lo sentimental, melancólico, hasta trágico, pero también hay notas irónicas o humorísticas. 74 Prosa. La fama de Bécquer se debe a sus obras en verso pero, en verdad, también fue un excelente escritor en prosa. Así lo prueban sus leyendas y sus cartas. En las leyendas nos introduce en un mundo de fantasía. En ellas está presente en todo momento su personalidad, su sentimentalismo y su gusto por lo misterioso e irreal. Los románticos, al revés de los neoclásicos, se dejaban llevar por su fantasía, sin preocuparse ni de la verosimilitud ni lógica ni de dejar una lección moral. Para ellos el arte tenía una finalidad en sí. Otra característica romántica de estas obras es su origen generalmente popular o folclórico. Por eso Bécquer en sus leyendas a veces cede la palabra a una persona del pueblo, la cual encarga de contarla. Rubén Benítez (Bécquer tradicionalista) destaca el interés que tenía Bécquer por los relatos tradicionales. Procura convencer al lector del fondo tradicional de su relato. Este comentarista distingue tres tipos de las Leyendas de Bécquer: la simple tradición transmitida en forma oral o escrita, y no elaborada por el escritor sino en detalles secundarios; 75 el relato ficticio sobre temas o motivos de la tradición popular elaborados literariamente; la leyenda ideal, con remota base en la tradición, pero llena de rasgos maravillosos y de recursos poéticos. Bécquer escribió 22 leyendas que fueron publicadas en periódicos. El caudillo de las manos rojas. Esa leyenda fue subtitulada “Tradición india”. La leyenda sobresale por su exotismo oriental, por el profundo sentido religioso, y por su belleza artística. El monte de las ánimas. ¡Es raro! El autor lleva la acción a su propia época y a las calles de Madrid real. Algunos críticos señalan la nota autobiográfica del relato. Andrés, el protagonista principal, vive miserablemente en un cuchitril. Frecuentemente se decía: Si yo tuviese alguien a quien querer con toda mi alma! ¡Una mujer, un caballo, un perro siquiera! Y al fin consigue las tres cosas. Pero una noche encuentra al perro herido, moribundo, y el caballo y la mujer han desaparecido: un raptor había huido con ella, usando su propio caballo. Andrés se vuelve loco y 76 muere a los pocos días. Los médicos le hacen la autopsia pero no encuentran lesión orgánica alguna. Los oyentes se sorprenden - ¡es raro! – de aquella muerte sin causa. A lo que Bécquer apostilla – y queda clara la moraleja – con amarga ironía: “¡Es natural!”. La cruz del diablo. La acción transcurre en el valle pirenaico del Segre. El tema de la leyenda es el del mal caballero, el señor perverso y blasfemo, que hace el mal por el mero placer de hacerlo. Sus súbditos lo asesinan, pero su espíritu regresa, viste su propia armadura y prosigue sus tropelías. Al fin consiguen aquellos dominarlo con ayuda de la oración de San Bartolomé. Maese Pérez, el organista. El autor la localiza en Sevilla, en el sigo XVI. Es el relato de un organista ciego, de sensibilidad excepcional, cuyo espíritu, después de su muerte, regresa para tocar el órgano, que nadie después de él había podido hacer sonar de idéntica manera. En la leyenda se cruzan dos planos: uno de tipo costumbrista, coloquial, a cargo de una mujer del pueblo que refiere los sucesos maravillosos, y otro literario que describe el prodigio musical de Maese Pérez. 77 El rayo de luna. Una de las más notables leyendas. Manrique, el protagonista, es la proyección del propio escritor, de Bécquer. Manrique, como Bécquer, ama la soledad, porque dando rienda suelta a su imaginación, forjaba un mundo fantástico, habitado por extrañas creaciones. Creía que en el fondo del río y sobre los vapores del lago vivían unas mujeres misteriosas, hadas, que exhalaban lamentos y suspiros o cantaban y se reían en el monótono rumor del agua. Manrique que vive de ensueños, olvidado del tiempo, que crea y cree en lo que imagina, se enamora de una figura de mujer que él mismo ha forjado, y que resulta ser un rayo de luna, un rayo de luna que busca desesperadamente y que, como todo lo ideal, es inasible. Los ojos verdes. El beso. Tiene lugar en el tiempo de la ocupación de Toledo por las tropas napoleónicas. Un oficial francés alojado en una iglesia, dice enamorarse de estatua de una mujer y pretende darle un beso, pero la mano de mármol de la estatua de su marido lo derriba de una tremenda bofetada. Elementos románticos en sus Leyendas: 78 melancolía, pesimismo, tristeza; afición a lo vago e indefinido, incoherente, a la fantasía y ensueño; marcada tendencia a lo sobrenatural y a evadirse del presente y del pasado inmediato; medievalismo; pasión y subjetivismo; soledad; apego a todo lo que sea del pueblo y de la tierra; amor a la libertad y a la independencia; afición a los cementerios y las ruinas; afición al tema del amor desenfrenado y omnipotente. Bécquer transportó a la literatura española la mentalidad filosófica alemana: a) la concepción panteísta de la naturaleza a la que se debe la íntima relación; b) la mística identificación entre la naturaleza y el hombre. Rasgos que sitúan a Bécquer como el creador de lo que se ha llamado el poema en prosa en castellano, y como precursor de una nueva sensibilidad, lo que el modernismo introducirá en la literatura española: 79 la búsqueda de un ritmo conseguido mediante enumeraciones; insistencia de la descripción de imágenes plásticas sonoras. Rimas. Las 79 rimas constituyen en realidad un solo poema de amor, desde el presentimiento del amor hasta el fracaso, desde el momento en el que el amor aparece hasta el momento de la soledad en que no habrá más que la obsesión del recuerdo. Se ignora la fecha en la que está escrita cada una de las rimas y también en qué circunstancias concretas se escribieron, a qué mujer o mujeres se refieren. Los amigos de Bécquer las ordenaron como si se tratase de una sola historia. Rimas se dividen en cuatro partes temáticas: la poesía → la creación poética consiste en la lucha por encontrar lenguaje adecuado para expresar ideas y sentimientos; el amor esperanzado → no se ama a una mujer determinada, sino una mujer inalcanzable, esa mujer delicada con rasgos nórdicos, comunicación espiritual; desengaño amoroso → la amada es una mujer concreta, de carne y hueso – ruptura provoca el 80 desengaño y las causas de la ruptura son incomunicación, infidelidad, orgullo; angustia, desesperanza y muerte → después del fracaso amoroso no encuentra el sentido de su vida. Quiere morir. Culpa a la amada, le reprocha su actitud; ironía alterna con el consuelo del supuesto sufrimiento de la amada. Temas y motivos: Bécquer no cultivó un repertorio amplio de temas y motivos. La poesía se halla en la naturaleza vista con los ojos del corazón; en el misterio, en lo que la razón no acierta a comprender; en los sentimientos, en las esperanzas y en los recuerdos y en el amor. El poeta habla del amor, del dolor y de la muerte con todo aquello que en torno a ellos se mezcla y se enlaza: los celos, las dudas, el desengaño, la nostalgia, la alegría, el ansia, o lo invisible, el misterio de la belleza y de la carne, el reino brumoso de los sueños, el tormento de la soledad, el esplendor y miseria del mundo, la naturaleza como confidente del hombre, la fugacidad de todo. El tema dominante es el amor, sin caer nunca en un erotismo crudo y egoísta. Se trata de un 81 amor real, en sus distintas facetas y circunstancias. El amor para el poeta significa alegría, gozo de vivir; es lo que ilumina el camino de la existencia. Cuando el poeta se ve obligado a separarse de ese amor, porque no ha correspondido a lo que él esperaba, siente un dolor profundo e infinito. El fracaso amoroso, unido a otras frustraciones, lleva al poeta al pesimismo total, a la negación del mundo y de la vida. En Rima 53 Bécquer dice: Mi vida es un erial, / flor que toco se deshoja; / que en mi camino fatal, / alguien va sembrando el mal / para que yo lo recoja. Bécquer también habla de la apariencia física de la amada. Esa mujer tan bella llega a confundirse con la belleza de la poesía en “Poesía eres tú” (Rima 20). Pero en su fantasía, el poeta creado una imagen ideal de mujer (la dama angelical de los románticos) y justamente por ser ideal es inalcanzable: beso del aura, onda de luz, / eso eres tú. (Rima 13) En la Rima 8 tres tipos femeninos se presentan ante el poeta: la morena y sensual, rubia y tierna, y la imposible. 82 Otras veces el poeta cree encontrar en el mundo esa mujer ideal. Entonces su imagen permanece en su memoria y en su corazón: Te vi un punto, y flotando ante mis ojos / la imagen de tus ojos se quedó. (Rima 11) Cuando el poeta fracasa, cuando su amor no es comprendido, siente que en su interior se yergue el orgullo como una fuerza que lo impulsa a despreciar lo que antes idolatraba: Volverán del amor en tus oídos / las palabras ardientes a sonar; / tu corazón de su profundo sueño / tal vez despertará; / Pero mudo y absorto y de rodillas / como se adora a Dios ante su altar, / como yo te he querido..., desengáñate, / ¡Así no te querrán! (Rima 50) Otro tema es el de la naturaleza, el que aparece en múltiples formas, con distintas connotaciones, en casi todos los poemas. El poeta el paisaje lo observa en forma subjetiva, a través de sus sentimientos. Los elementos paisajísticos son medios para expresar sus estados de ánimo. Su fantasía lo hace percibir que el paisaje vive, siente y actúa como una persona – personificación. 83 El motivo del misterio es también abundante en las Rimas y en las Leyendas. El más terrible de los misterios es el de la vida y de la muerte. Por eso se pregunta angustiado: ¿De dónde vengo?... ¿Adónde voy? (Rima 51) Lenguaje y estructura. Características: los versos de Bécquer no son vibrantes y sonoros, sino breves, tersos, delicados; su léxico es musical; predilección por las palabras que sugieren objetos etéreos, impalpables o movimientos apacibles, lentos o fugaces: onda, agua, aire, aura, espuma, gemido, lágrima, murmullo, perfume, rumor, sueño, viento...; no utiliza palabras vulgares o prosaicas. Estilo y composición. Características: uso abundante de reiteraciones y anáforas que intensifican o reafirman un concepto; antítesis → contrasta ideas, sentimientos, actitudes: Tú eras el huracán y yo la alta torre / que desafía su poder…; la estructura paralelística → en cada estrofa la disposición de las ideas y acciones (sustantivos y verbos) es semejante; 84 no utiliza demasiado figuras retóricas; el estilo es directo, pero fino y elegante. Métrica. Características: la tradición culta y la popular; los versos preferidos del poeta son endecasílabos combinados con heptasílabos; muy excepcionalmente recurre a estrofas clásicas; prefiere la asonancia y se acerca al verso blanco Se puede decir que Bécquer es el precursor de la poesía moderna. Su poesía destaca visión y la imagen simbólica. Funde armoniosamente el romanticismo alemán y lo popular andaluz (balada, copla...). Valor estético. Las composiciones líricas Rimas no alcanzaron la resonancia que merecían en su tiempo. Fue común en los primeros estudios sobre Bécquer calificar su poesía como desmayada y floja, por contraste con la sonora y pomposa que habían cultivado los románticos españoles. Su poesía hubo que esperar mucho tiempo para que la crítica notara su extraordinaria originalidad. En el siglo XX es cuando empiezan a notar las calidades de su poesía, especialmente los poetas de la generación de ’27 → por ejemplo Dámaso 85 Alonso le considera el creador de uno de los mundos poéticos mas simples, más hondos y mas irreales. Lo que se estima hoy en la poesía lírica de Bécquer es: su sencilla desnudez, su transparencia, su delicado intimismo, su total ausencia de retórica y de intención ideológica. Toda la producción literaria de B tanto su prosa como su poesía, es una literatura sencilla, directa pero depurada y sincera. A través de esta, el autor procura comunicarse con su lector en forma silenciosa e intima. En toda su obra predomina lo sentimental con ribetes melancólicos y hasta trágicos, aunque no faltan las notas irónicas o humorísticas. La poesía de Bécquer ilumina las zonas hasta entonces inexploradas por la poesía española. La poesía de Bécquer destaca la visión, la imagen simbólica y el sueño. 127) POÉTICA Y POESÍA DE RAMÓN DE CAMPOAMOR 86 Nació en Asturias. Estudió medicina, pero la dejó sin concluir por sugerencia de uno de sus mismos profesores que le aconsejó dedicarse a la literatura. Participó en la vida política de su país. Era pacífico y tranquilo, bondadoso y cordial, sencillo y espontáneo, enamorado de su mujer y de la vida hogareña. Durante su vida gozó de la más general estimación como poeta, y no sólo entre los lectores comunes sino hasta los críticos más engentes (Clarín, Pardo Bazán, Valera). Rubén Darío tuvo en su juventud muy alta estima por Campoamor y recibió de él profundo influjo. No obstante, fue el mismo movimiento modernista el que trajo el repudio de la poesía campoamoriana. Al llegar a la Generación del 27, Campoamor ya es una figura olvidada. En la década de los ’50 se inicia una valoración más comprensiva de su significado: Vicente Gaos, La poética de Campoamor, 1955. La poética de Campoamor. Campoamor reunió en su Poética, publicada en 1883, sus teorías estéticas, pero se ocupó de ellas en diversos trabajos anteriores y posteriores. 87 Suele tenerse a Campoamor por un poeta prosaico, materialista, burgués, reflejo de la sociedad y la filosofía positivista de su tiempo, representante inequívoco de la lírica de la época realista. El arte es reflejo de una situación histórica. Es un poeta de ideas, cultivador de un arte de tesis, docente o didáctico, ya que el autor parece proponerse la exposición de ciertas máximas morales, extraídas por añadidura de la experiencia diaria más vulgar. Su divisa es “el arte por la idea”. Para Campoamor la filosofía, la ciencia, la cultura toda de una época alcanzan solamente expresión perfecta transmutadas y como resumidas en objeto artístico. El arte viene a ser así el fin de todas las cosas, su justificación plenaria y definitiva. Una cultura alcanza su plenitud cuando queda plasmada en el arte literario, pero bien entendido que la forma culminante de éste es la poesía. No puede tenerse a Campoamor por insensible a la belleza de la forma. La forma, la perfecta estructura de la composición, eran las condiciones esenciales para lograr la obra de arte. La originalidad a que puede aspirar el poeta es la 88 de la forma, no la de las ideas. Las ideas son algo previo a la obra. Campoamor dice que hay cuatro factores que constituyen el arte: la invención del asunto; el plan de la composición; el designio filosófico; el estilo. El problema de la creación literaria es el del conjunto; la obra artística es una totalidad orgánica. Se propone superar el individualismo romántico, lo meramente subjetivo y personal. El autor dice que la poesía verdaderamente lírica debe reflejar los sentimientos personales del autor en relación con los problemas propios de su época. Lo que el poeta debe expresar no es aquello que le particulariza y distingue de los demás hombres, sino lo que tiene en común con ellos, especialmente con los hombres de su época. Hacer poesía consiste en transformar las ideas en imágenes: en el arte se debe manifestar lo infinito por medio de lo finito, lo absoluto por medio de lo relativo, lo espiritual por medio de lo material. Poeta debe codificar las ideas, darles corporeidad en la que 89 ideas, emociones y sentimientos se transforman en objetos y hechos, con el fin de eliminar la abstracción filosófica o el vago sentimentalismo romántico. Por eso poemas de Campoamor tienen un carácter dramático – narrativo. El estilo es todo aquello que individualiza la obra de arte, todo lo que la define como unidad singular. El estilo no depende solo de las palabras, ni del asunto, ni de la intención, sino de la particular fusión que logren todas estas cosas en el poema. Campoamor llegó a conclusiones absolutamente válidas en nuestros días, y que hubieron de representar en los suyos un pensamiento audaz: elementos métricos del poema (metro, rima, ritmo) no son meros adornos musicales para engalanar su contenido, sino que poseen un valor semántico. La acusación más común lanzada contra Campoamor es la de su prosaísmo. Gaos ha subrayado que Campoamor era prosaico intencionalmente, que su propósito esencial era bajar el tono de la poesía y acercarla a la prosa, en un constante esfuerzo por expresarse con sencillez y naturalidad. Acerca el lenguaje del verso al de la 90 prosa y el de la prosa al del verso, en beneficio del idioma común. El poeta debe usar todas las palabras y no hay que desterrar tema alguno por considerarlo apoético. Cernuda destaca que una de las mayores aportaciones de Campoamor fue precisamente haber desterrado de nuestra poesía el lenguaje supuestamente poético que utilizaron los neoclásicos y románticos. A Campoamor se le concede el haber creado el nuevo idioma poético. Se le declara precursor de los líricos modernos: Bécquer y Machado. Se le acusa de haber sido prosaico y vulgar y por eso se le niega la condición del gran poeta. Sus cualidades: la temperatura pasional de ciertos momentos; los aciertos retóricos de gran complejidad y agudeza; el talento innegable para encontrar situaciones, temas, anécdotas; su penetración en lo más humano y común, lo que solemos acusar de vulgar. Carácter humorístico e irónico de su poesía son esenciales según Gaos. Campoamor toma el mundo a broma; pero lo toma tan de seguido y de 91 manera tan natural, sin amargura, que el lector no se angustia por el pesimismo del escritor y acaba por tomarlo todo a broma también. La obra poética. Escribió siguientes libros de poesía: Ternezas y flores; Cantares; Fábulas; Ayes del alma; Doloras; Humoradas; y el poema Colón. Las Doloras. Este libro fue publicado en 1846. Hasta el fin de su vida compuso 223 doloras. Definió una dolora como: una composición poética en la cual se sabe hallar unida la ligereza con el sentimiento y la concisión con la importancia filosófica. En su Poética, refiriéndose a las tres modalidades líricas que suponía haber inventado, dice: ¿Qué es una humorada? Un rasgo intencionado. ¿Y una dolora? Una humorada convertida en drama. ¿Y pequeño poema? Una dolora amplificada. Dolora es el núcleo central de su sistema poético. Estas doloras se rebajan a aforismos en las humoradas, y se amplían hasta relato circunstanciado y minucioso en los pequeños poemas. En esta obra predomina el contenido sobre la forma. La obra tiene carácter lírico-narrativo. Hay cierto movimiento dramático puesto de manifiesto en una acción rudimentaria o en un apunte de 92 diálogo. Se trata de dejar constancia de un amargo descubrimiento de las experiencias de la vida. Los personajes se convierten en símbolos, de dónde resulta que aunque el tema de las Doloras haya sido extraído de la realidad, desaparece de ellas todo realismo y hasta las apariencias realistas. Este juicio viene a confirmar la afirmación de Gaos de que Campoamor no es un realista, sino un idealista que desea trascender la realidad concreta para alzarse al mundo de las ideas, lo único consistente. De las formas métricas utiliza: quintillas, octavas, redondillas, cuartetos. En cuanto a las figuras estilísticas utiliza contraste, anáfora, repetición. Algunas de las doloras son: Cosas de la edad, Vanidad de la hermosura, Todos son unos, El gaitero de Guijón, Amor y celos, Moras y Cristianas. Los pequeños poemas. Fueron publicados en 1864. A un pequeño poema el autor lo define como “una dolora amplificada”. Algunos de los poemas son narrativos y de carácter novelesco y sentimental como El tren expreso. Otros adoptan la 93 forma de un monólogo representable como El confesor confesado y Cómo rezan las solteras. La narración se interrumpe constantemente con reflexiones del autor extraídas de su propia experiencia, que se enlazan con los acontecimientos del poema para glosarlos o confirmarlos. La intención filosófica es mucho más patente en Los pequeños poemas que en Las Doloras. Hay una originalidad inequívoca. Casi todos los poemas de este libro están escritos en forma de silva. Las Humoradas. Fueron publicadas en 1885. Estas composiciones muy breves las tituló Humoradas también con la pretensión de novedad. En el Diccionario de la RAE la humorada se define como: breve composición poética que encierra una advertencia moral o un pensamiento filosófico en la forma cómico-sentimental propia del humorismo. Son composiciones de gran diversidad de contenido, que en su mayoría constan de un pareado, y sólo en unas pocas llegan a los seis versos. Se reducen a enunciar una antítesis. 94 Elaboran temas diversos. Siempre contienen una moraleja concisa en pocos versos. La supuesta filosofía de Campoamor tiene un fondo de irónico escepticismo que refleja el ambiente de una época sin grandes inquietudes espirituales. 72) LO NEORROMÁNTICO EN LOS DRAMAS DE JOSÉ ECHEGARRAY José Echegarray nació en Madrid en 1832. Durante su vida escribió numerosas obras de divulgación científica y se ocupó de los estudios matemáticos. Participó en la vida política y llegó a altos cargos administrativos: fue ministro de fomento y de hacienda y fundió el banco de España. Fue miembro y luego el Presidente de la Academia de Ciencias exactas, físicas y naturales y también el miembro de la RAE de la lengua. A pesar de esta intensa labor, su fama se debe al teatro. Por su producción dramática recibió el Premio Nóbel de literatura en 1904. Murió en Madrid en 1916. 95 La producción dramática de José Echegarray es abundante y consta de 74 obras originales y 2 traducciones. Su trayectoria dramática se inicia en 1874, el zenit se produce en 1881 con El gran galeoto y se finaliza en 1905. José Echegarray intenta inyectar una dosis de pasión romántica a la alta comedia y a la comedia sentimental. En el teatro, José Echegarray busca la energía estética, es decir, la emoción y para lograrla ha de reflejar en su obra los afectos encontrados, lo bello y lo horrible, lo noble y lo villano. Las armas de su teatro que se despliegan ante el público son: el efectismo, las truculencias. En el teatro de José Echegarray no se trata de persuadir y casi ni de conmover, sino de aterrar al espectador y sacudir sus nervios a toda costa. Echegarray recibe influencias del teatro del Siglo de Oro → código de honor y influencias del Romanticismo → lo más efectista y superficial. Una de las características de sus obras es dinamismo. Sus personajes se mueven con movimientos exagerados y gesticulan violentamente: gritan, 96 sufren, lloran, ríen, se mueren, se vuelven locos, se suicidan. En el puño de la espada – código de honor → El hijo del protagonista no encuentra mejor manera para impedir lectura de un documento que testifica la deshonra de su madre, que suicidarse y ordenar que se entierre con él. El gran galeoto – tiene tres actos. Está escrito en verso y prosa. Representa el zenit de su producción dramática. Describe una tragedia provocada por la murmuración del “Gran galeoto” = el mundo. Temas: muerte, miedo locura, sentido de la vida, Dios, libre albedrío. Usa ironía y elementos humorísticos. En la obra se ve la visión pesimista del mundo del autor. En sus primeras obras está presente melancolía. Hombre no puede influir en su destino → fuerza oscura (Loco Dios, El hijo de don Juan). 76) CADALSO Y LAS PRIMERAS MANIFESTACIONES DEL ROMANTICISMO ESPAÑOL 97 José Cadalso fue una de las figuras literarias más importantes del siglo XVIII, heredero del desengaño de Quevedo y Gracián. Nació en Cádiz en 1741 y es conocido como poeta y autor de sátiras. Estudió en el colegio de los jesuitas en Cádiz y aprendió ingles, francés, alemán e italiano en sus frecuentes viajes por Europa. Se exilio de España en 1768 por escribir un manuscrito que ofendía el honor de varias damas de la corte. Durante este exilio se enamoró de la actriz Maria Ignacia Ibáñez y le amo hasta la muerte. En sus obras usó el seudónimo Dalmir, Juan de Valle, José Vázquez. La historia amorosa de Cadalso, su activo patriotismo, su atrevimiento crítico frente a las instituciones hipócritas lo hacen una figura imprescindible del prerromanticismo español. Es considerado uno de los introductores del espíritu romántico en España por sus Noches lúgubres, fundamentalmente. La obra más famosa de Cadalso es las Noches lúgubres que apareció en los años 1789 - 1790 en el Correo de Madrid. Se trata de una manifestación española de la corriente, muy nutrida de la época, 98 de los temas lúgubres de la noche y de los sepulcros como base de una reflexión desesperanzada y melancólica sobre la condición humana. La obra conoció numerosas ediciones a pesar de la intervención de la censura y alguna transitoria prohibición inquisitorial. La Inquisición de Valladolid prohibió la obra (18151819) por contener proposiciones malsonantes y ofensivas a los oídos piadosos. La Inquisición de Córdoba denunció la obra por contener muchas expresiones escandalosas, peligrosas e inductivas al suicidio, al desprecio de los Padres, y al odio general de todos los hombres. Sin embargo, la obra fue traducida al francés e imitada por escritores cultos. El influjo más generalmente admitido sobre esta obra es el de Night Thoughts del inglés Edward Young. El tono de la obra es de horror y desesperación, con elementos de lo nocturno y lo didáctico. Es un diálogo filosófico de tendencia estoica, o sea, una obra de pensamiento más que de sentimiento, aunque algunos críticos piensan que la obra es de un desbordante sentimentalismo. 99 Los dos personajes principales de la obra son Tediado, un joven rico, y Lorenzo, un pobre sepulturero, que reflexionan sobre la naturaleza del hombre, sobre la fortuna, la justicia, la razón, el amor y el suicidio. Tediado intenta desenterrar el cuerpo de su amante muerta (Filis), quien murió como consecuencia de un matrimonio al que había sido forzada contra su voluntad. La obra termina antes del traslado del cadáver al domicilio del enamorado (Tediado deseaba acostarse al lado del cadáver en su casa, incendiar su domicilio y morir entre sus cenizas). Este final inconcluso de la obra provocó que en once ediciones publicadas entre 1822 y 1879 se le agregara una Noche cuarta a las tres Noches lúgubres, donde se cumplen los sucesos prometidos por Tediado al final de la primera Noche original. O sea, los románticos españoles no hicieron sino llevar la obra de Cadalso a su desenlace inevitable. El gusto de la época por lo nocturno y funeral halló delicioso y apasionante el desenlace que el ilustrado Cadalso no se atrevió a intentar. A esta obra la escribió Cadalso después de la muerte de Maria Ignacia y representa la rebeldía 100 de un romántico contra la muerte. El ambiente nocturno, el estilo poético, la suspensión y el contraste entre los dos personajes, suscitaron el interés de los románticos. Las Noches lúgubres representan una importante aportación al nacimiento del romanticismo español, y dieron pie, extralimitando lo que pueden tener de autobiográfico a la leyenda de Cadalso profanador, por enajenación amorosa, del cadáver de la Ibáñez. 101