08-tu.qxd 10/8/04 9:22 PM Page 1 8 La Plata, sábado 9 de octubre de 2004 LA HISTORIA DE OTRO CANIBAL BUSCO A SU VICTIMA POR INTERNET Confesó que mató a su novia, la descuartizó y se la comió Las andanzas del alemán antropófago Se trata de un británico de 44 años. Desde la prisión escribió una carta. Dijo que creía que Dios le envió a la mujer para ese fin y que recibía los mensajes divinos por televisión. Está sospechado de otros dos crímenes. Pidió ayuda “Después de matarla, corté su cuerpo en pedacitos y me comí los trozos que encontré comestibles”, escribió Paul Durant, un londinense de 44 años, detenido en España acusado de matar a una compatriota. El confeso caníbal, envió la misiva al periódico “Daily Mirror” desde la celda de la prisión donde está recluido en la ciudad española de Costa Blanca. En ella confiesa detalladamente el supuesto acto de canibalismo. Durant , arrestado en febrero, tras la muerte de Karen Durrell, de 41 años, confesó que mató a su víctima en la ciudad de Calpe, en la provincia de Alicante, y que, víctima de un ataque de canibalismo, la cortó en pedazos para comérsela. “Después de haberla matado, corté su cuerpo en trocitos y comí las partes que me parecían comestibles”, escribe, según el diario, y agrega: “Luego me deshice de los restos dejándolos en bolsitas de basura por todo Calpe”. El presunto homicida también asegura en esta carta que se encontraba en un grave estado mental y que consideraba que la mujer era parte de un supuesto envío divino. “Antes de matar a Karen, le dije que había venido a España para matar y comer pedófilos. Mi estado mental estaba muy deteriorado en esos momentos. Yo creía que Dios me la había enviado...”. Durant, que estuvo dos veces preso por atracos a mano armada en los ‘80 y lo ‘90, se fugó a España en diciembre pasado con un pasaporte falso, después de escapar de la Policía tras un intento de robo en Londres. “Escalé el balcón y escapé por temor a verme de nuevo en prisión”, relata el presunto caníbal, quien añade que ha estado “entrando y saliendo de la cárcel desde los 11 años”. Karen Durrell se encontraba de viaje en España con su compañero sentimental cuando se encontró a Durant en un bar. En poder del presunto caníbal se hallaron elementos que lo comprometen, pero el cuerpo nunca apareció La Policía española halló en un departamento de Calpe varios cuchillos manchados de sangre y una sierra con tejidos humanos, pero no el cuerpo de la víctima. Tras la detención de Paul Durant como presunto asesino de Karen Durrell, la Policía buscó de forma infructuosa el cuerpo de la mujer británica durante varias semanas sin encontrar rastro alguno del cadáver. Pese a que el radio del rastreo se ex- A España para “devorar pedófilos” “Antes de matar a Karen”, afirma el caníbal en su pública confesión, “le dije que había venido a España, donde iba a matar y a comerme pedófilos”. Añade que su estado mental “estaba empeorando por momentos, ya que “creí que Dios me la había enviado (a Karen) y yo captaba el mensaje”. Fue violento, pero una sola vez Asegura que necesita ayuda y atencion psicológica: “creía que ella era consciente de que tenía que morir”. También afirma que le resulta “muy duro” hablar del asesinato de Karen y se atrevió a pedir disculpas en parte su comportamiento e indica que “sólo fui violento con ella una vez, cuando la maté”. Aseguró que había advertido a la Policía El cine que hizo escuela. Del Hannibal de Anthony Hopkins a la realidad tendió por todo Alicante y hasta Murcia, en concreto al barranco de la Abanilla, los agentes encargados de la investigación tan sólo pudieron hallar una maleta que pertenecía a la mujer. Cuando llegó a España, trabó amistad con la víctima y su pareja, Miles Laning de 37 años, quien comentó sobre el asesino que “siempre estaba ensimismado y se reía solo por cualquier tontería”. Lanning manifestó que había advertido a Karen de que había algo extraño en Durant, pero no pudo hacer mucho más. Según dijo, Durant le quitó la novia, y además le amenazó con matarle. “Le dije a Karen que Durant era un bicho raro y solitario” pero la mujer sentía “lastima”. Según Lanning, resultaba obvio que Durant la deseaba, y al final consiguió “abrir una brecha entre nosotros”. La pareja no estaba bien de dinero, por lo que Lanning decidió volar a Inglaterra “y enseguida él se instaló en nuestro departamento”. Una tarde, encontró en el contestador automático un mensaje de Durant, en el que le decía que “si volvía, me mataría”. A la semana siguiente, según Lanning, Durant ya había cometido el horrendo crimen. Durant, de quien también se sospecha su autoría de otros dos asesinatos en Inglaterra, es el segundo británico encarcelado en España por un supuesto crimen junto a Tony De sus 44 años, Durant paso casi 30 privado de la libertad. Es adicto a la heroína y creen que está demente King, acusado a su vez del asesinato de las malagueñas Rocío Wanninkhof y Sonia Carabantes. Sin embargo, esta no es la primera vez que Paul Durant da diferentes versiones de la desaparición de Karen. A finales del pasado mes de mayo, en una carta remitida a la Policía, aseguraba que la presunta víctima estaba en Marbella en manos de dos peligrosos narcotraficantes para continuar con su negocio. En la misma carta asegu- En esta sorprendente revelación, el inglés señala que ya había puesto en conocimiento de la Policía británica estas tendencias. “Ya había tenido deseos de matar y comerme a alguien y se lo dije a la Policía británica” en varios de los arrestos a los que fue sometido en su larga carrera criminal, de más de tres décadas de duración. raba que se había inventado la historia de su asesinato para evitar que fuera enviado a la cárcel en su país. La defensa La confesión realizada por el acusado fue rebatida ayer por su abogado, Alfonso Rosi. Según el letrado, las declaraciones de Durant tienen por único objetivo la búsqueda de “notoriedad”. El abogado explicó que Durant no le había informado previamente de la carta aunque recordó que antes del verano envió otra al juez encargado del caso, donde proclamaba su inocencia. En su opinión, la confesión de canibalismo vuelve a ser una “cortina de humo” para facilitar que cuando llegue el juicio pueda pedir a la defensa que aduzca “enajenación mental”, con el fin de evitar su responsabilidad “dentro de lo posible”. Sin embargo, Rosi insistió en que Durant ya ha sido sometido a exámenes psiquiátricos que dictaminaron su “normalidad”. Sea o no verídica la confesión de Durant, lo cierto es que la Guardia Civil aún no ha podido encontrar los restos de Karen. Armin Meiwes, otro caníbal Armin Meiwes, el “caníbal de Rotenburgo”, fue condenado por homicidio no premeditado, a ocho años y seis meses de cárcel por haber matado, descuartizado e ingerido partes anatómicas del ingeniero berlinés Bernd-Juergen Brandes, (y a quien había conocido por un aviso a través de internet), el 10 de marzo de 2001, en su casa de Rotenburgo Meiwes, de 42 años, y especialista en computación, filmó el horroroso acto en videos caseros. Durante el juicio contó que cortó el pene de su víctima y juntos lo comieron después de cocinarlo a la plancha. “Ni siquiera cocido era comestible”, confesó. El caníbal se declaró, sin embargo, decepcionado de su primera víctima. Dijo que cuando tomaron contacto a través de internet el ingeniero había dado una edad menor de la que tenía realmente y era más gordo de lo que deseaba. “Espero encontrar otra víctima, porque la carne que tengo en el congelador se me termina pronto”, confió Meiwes a un amigo a través de un e-mail en poder de la Policía. El dato Obsesionado por tener a la mujer perfecta Issei Sagawa tenía una única obsesión: poseer a una mujer atractiva y, tras frustrados intentos, lo logró, aunque a su manera. En París, a comienzo de los ochenta, entabló amistad con una joven alemana a quien asesinó, seccionó su cuerpo y se la comió. Pero cuando se deshacía del cuerpo lo descubrieron y fue enjuiciado. Su multimillonario padre logró su libertad. No se sabe si el japonés volvió a practicar canibalismo, pero su primer crimen le bastó para convertirse en famoso. Su historia apareció en libros, videos y hasta los Rolling Stones grabaron una canción en su honor.