HISTORIA DEL COLEGIO DEL SANTO ÁNGEL HASTA 2008 2008 AÑO ANGELINO DE PROFUNDAS EMOCIONES… Parece que fue ayer aquel 13 de febrero de 1958 cuando un grupo de Hermanas llenas de amor, ilusiones y profunda vocación se enfrentaron al gran reto de comenzar una empresa generosa y noble, fundar un colegio en el que vivirían a plenitud su misión de formar verdaderos discípulos de Cristo como respuesta al pensamiento filosófico, religioso y social de los fundadores de la Congregación de las Hermanas del Ángel de la Guarda: PADRE ORMIERES Y MADRE SAN PASCUAL Este es el año en que se concretizan 5 décadas de entrega en las que día a día las hermanas con su sencillez evangélica han formado sus niñas dentro de un verdadero sentido espiritual, como es el amor, la obediencia y la fe en Dios como piedra angular de los valores de solidaridad, honestidad, respeto y sencillez que han hecho del colegio una obra de gran solidez y proyección. ASÍ COMIENZA NUESTRA HISTORIA…… Comencemos por los orígenes de la Congregación de las Hermanas del Ángel de la Guarda. Para ello debemos remontarnos a la Francia del siglo XIX y encontrar las figuras del Padre Luís Antonio Ormieres y de la Madre San Pascual quienes identificados por la filosofía del amor a Dios, la entrega al trabajo, la caridad, la oración dentro de la obediencia y la sencillez, fundaron la Congregación en Quillán, pequeño pueblo de Francia el día 3 de Diciembre de 1839. Rápidamente se extendieron por los cuatro continentes con la misión de formar verdaderos discípulos de Cristo a través de escuelas, promoción humana, pastoral juvenil, vocacional, parroquias, catequesis, atención a enfermos, ancianos y misiones. Labores impregnadas de todo ese espíritu de amor y servicio que trajeron como equipaje a su llegada a Colombia, iniciando labores en la ciudad de Cúcuta, Norte de Santander, el 11 de Febrero de 1956, 2 años después en Bogotá, capital de la República, en una bellísima casa solariega situada en la calle 70 a No. 7 – 63 y que por primera vez se llenaría de voces infantiles el 13 de Febrero de 1958. Cien alumnas aproximadamente conformábamos la primaria. Vestían una jardinera azul petróleo con una blusa blanca de exquisitos detalles en encaje y alforzas, usaban en ese entonces mancornas de nácar y botones hechos especialmente para el uniforme de nuestro colegio, que empezó gozando de gran prestigio en la sociedad bogotana. Desde el inicio de las labores docentes las Hermanas se mostraron muy interesadas en estimular la espiritualidad, el intelecto y el sentido social en cada una de las alumnas. Casi simultáneamente se fundaron la Cruzada Eucarística, la Misional, la Legión de María y la Acción Católica. En ese momento contaban con la inmensa fortuna de que las Hermanas Virgen de la Calle, Carmela, San Patricio, Anunciación, Ángela, Regina, María Ignacia dirigidas por la Madre Josefina Marcos, se encargaran de la formación integral. Esta formación incluía danza clásica, española, piano y coro. En Abril del año de la fundación visitó el Colegio la Madre Concepción, Provincial de la Congregación y para la ocasión se estrenó el uniforme de gala, cariñosamente recordado como el de obispo; la elegante bata negra de paño importado se complementaba con una esclavina del mismo color con accesorios que hacían juego con la banda en satín fucsia que se anudaba a la cintura; complementaba el conjunto un coqueto sombrerito en fieltro negro con cinta, también fucsia, y zapatos negros de charol, media velada para las alumnas mayores y media blanca tobillera, para las pequeñas. Ante el crecimiento vertiginoso del colegio se hizo necesario buscar unas instalaciones que respondieran a las nuevas necesidades, tales como dormitorios para las internas, un comedor más amplio, capilla, un mayor número de aulas y una gran zona para recreo. Fue así como luego de tres días de asueto, el Colegio se encontraba en la nueva casa ubicada en la calle 78 No. 10 – 54 el 31 de Octubre de 1959. La nueva sede se caracterizaba por contar con una bellísima zona arborizada que era llamada el huerto, siendo este el lugar predilecto para el recogimiento espiritual de todas las Hermanas y alumnas. A la entrada de la casa un imponente piano de cola ponía el toque sobrio y elegante al recinto que se comunicaba por un extenso pasillo con la capilla que diariamente se visitaba de velo y guantes blancos en perfecta fila y silenciosa piedad. Hoy el arrollador urbanismo de Bogotá llevó a esta hermosa casa a su desaparición para dar paso a un gran edificio que se levanta en su lugar. Para la época de la calle 78 ya se lucia la jardinera de paño gris con blusa blanca de cuello bebé, con corbatín del mismo color de la jardinera, saco gris abierto, zapatos azul oscuro de goma y media blanca. El colegio continuaba en línea ascendente… Se percibía claramente su expansión y buscando una sede definitiva, las Hermanas adquieren la finca Villa San José, ubicada a las afueras de Bogotá, carretera central del norte con calle 164. El 30 de Julio de 1960. Contaba la finca con dos casas, la primera al borde de la carretera que fue demolida rápidamente, la segunda ubicada al fondo, aún permanece en pié guardando los más bellos recuerdos del grupo musical, las clases de flamenco y culinaria, sede del grupo Scout, del Campamento Misión, en los años 70. En resumen, comedor, dormitorio, oficinas y en la actualidad sede administrativa del Bachillerato Comercial. Tanto las Hermanas como las alumnas se sentían felices, hasta se enviaron mensajes como este, dirigido a la Madre general de la Congregación: Desde Villa San José, ofrecémosle casa y rogámosle bendición. El 25 de Agosto de 1963 en solemne ceremonia presidida por Monseñor Emilio De Brigard, enfervorizada por el coro de la Escuela Cantorum del colegio Loisiano y en presencia de los Embajadores de España, la Madre Provincial, Hermanas, Padres de Familia y alumnado en pleno e invitados de otros colegios, se coloca la primera piedra, la cual sería el punto de partida para la construcción de la galería de primaria. Para dicha obra se abrió un concurso, ganando el proyecto de la firma Cruz y Londoño. Posteriormente se inició la galería de bachillerato, laboratorios y salón de proyecciones, quedando concluida la obra a fines de 1965. En forma muy especial y con gran calidez se inaugura la Capilla, el 20 de Noviembre de 1964, con la despedida de las primeras bachilleres, en una emotiva eucaristía celebrada por Monseñor Rubén Izasa Botero, poniendo la nota afectiva, Sonia Martínez Rujana de 5º de bachillerato dedicando a las graduandas el poema: A la Virgen del Recuerdo. El grado de las primeras once bachilleres se caracterizó por su solemnidad, se llevó a cabo en el Teatro Colón, con la presencia del Ministro de Educación, el Consejo Provincial de la Congregación, Superioras y Directivas de los colegios de Cúcuta y Pamplona. El año de 1966 se inicia con la alegría de una planta física completa, llena de luz y comodidades. En Septiembre del mismo año se altera la vida cotidiana con el desafortunado accidente del pozo en el cual la alumna Luz Helena López partió a formar parte de las legiones de ángeles. El anterior in suceso trae consigo una gran solidaridad y sentido de compromiso con el colegio tanto de entidades externas como de toda la comunidad educativa Angelina. Finalizando este año las Hermanas cambiaron su austera toca por un velo que modificaba completamente su apariencia. Para 1968 el colegio se engalana con la presencia de la Madre General Gema de Jesús García quién es recibida por todas las Angelinas efusivamente; para la ocasión se estrena un nuevo uniforme: falda de fondo gris con cuadros de color lila, buzo blanco de lana y un elegante bleizer azul, se suprime el uniforme de obispo y para ocasiones especiales, en adelante se usarían guantes blancos y el escudo del Ángel en la solapa. El velo de las Hermanas se reduce permitiendo entrever su cabello. Este año fue trascendental, no solamente para la vida del colegio, sino para el país, por primera vez un Papa visita a Colombia, Su Santidad Pablo VI, quién pisó nuestro suelo en su calidad de representante de Cristo en la tierra, con este motivo el colegio también se vistió de gala para alojar al Obispo de Huelva y a otras dignidades del Clero Español quienes participarían en el Congreso Eucarístico que presidió el Papa. Al igual que las revistas de gimnasia, el empeño con que se organizaban los bazares y las celebraciones del día del Ángel, los sábados culturales plenos de ímpetus juveniles, el cariño puesto en la preparación de las fiestas del día de la Madre, la pasión por las obras sociales y misionales que identificaban al Colegio como formador de verdaderos discípulos de Cristo dentro de un crecimiento espiritual e intelectual. Aún las exalumnas sonríen furtivamente el recordar la toma de lista a la cual respondían: Servidora o Viva María si era sábado, además el rezo del Ángelus, el Santo Rosario con misterios comentados y letanías incluidas, inmediatamente seguidas por las clases de glamour y culinaria. Como no recordar el regreso a casa en el bus que era llamado la cafetera, sin poder desplegar la natural coquetería de las alumnas, para mirar los buses repletos de muchachos que se cruzaban. Frescas en la memoria, están las observaciones de las Hermanas: “No podéis mirar hacia afuera, no es lo correcto… debéis mirar siempre al frente”. Tampoco se puede olvidar a la Asociación de Padres de Familia que se consolidó en este periodo y que a través del tiempo se ha manifestado como un firme apoyo para las Hermanas desde su fundación el 11 de Mayo de 1961, siendo elegido como su primer Presidente, el doctor Héctor Martínez Guerra. De 1970 en adelante se cosecharon resonantes éxitos con la Tuna Angelina. Aún se conservan trofeos y premios obtenidos en diferentes presentaciones. El grupo Scout realiza su consagración y sus labores con la comunidad se hacen manifiestas. Los campamentos Misión dan sus mejores frutos en las tres visitas realizadas a la Guajira como también a otros sitios del país. Se incrementa la actividad literaria y deportiva, la primera con la aparición del periódico “El Correo del Ángel” y la segunda ubicando el nombre del Santo Ángel en los primeros lugares en torneos deportivos ínter colegiados, en disciplinas como voleyball, básquetbal entre otras, las barras de las alumnas disciplinadas y originales acompañaban a las deportistas haciendo las delicias de los asistentes a las justas. No podemos seguir adelante, sin hacer mención de un hecho significativamente importante desde el punto de vista afectivo y social del colegio como fue la apertura en el año de 1975, de la Jornada Adicional, hoy Bachillerato Comercial que se inicia en convenio con la Secretaría de Educación del Distrito, por políticas de la Alcaldía Mayor de Bogotá. En ese momento el equipo docente era asignado por dicha entidad y coordinado por la Hermana Cecilia Mogollón. Iniciaron con cuatro cursos de 40 alumnas de 6º a 9º grado en el horario de 2:00 a 6:00 p.m. formándose en los valores angelinos y orientadas hacia las áreas comerciales. El alma generosa de las Hermanas y el amor por sus alumnas consiguieron que la comunidad costeara los cursos de 10º y 11 grado a las estudiantes más sobresalientes en un colegio privado del sector. Las alumnas de la Jornada adicional, vestían en ese entonces, el uniforme establecido para los colegios del Distrito, falda de color amarillo con cuadros negros, blusa blanca de cuello camisero y saco de lana azul. En ese mismo año se suceden otros dos hechos para recordar: las Hermanas dejan de usar el hábito y se inicia la construcción del coliseo el cual serviría no solamente para recreación y deporte, sino para eventos culturales importantes. Para cerrar este periodo, queremos resaltar que a la Congregación ingresan novicias colombianas, egresadas de nuestros claustros durante esta década. Los años 80 y comienzos de los 90 se caracterizan por un fuerte giro en la metodología pedagógica. Prima el fortalecimiento de las competencias intelectuales y se trabaja arduamente para colocar el colegio a la vanguardia del requerimiento histórico-social del momento. En el alma de las alumnas de comienzos de esta década, quedó grabado el recuerdo del traslado de las Hermanas María Victoria y Ascensión para la Jornada Adicional. Fue difícil entender que la obra Angelina debía continuar su historia extendiéndose a otro grupo de alumnas que también requerían de esta oportunidad. En 1983 el colegio celebra sus Bodas de Plata en forma sobria y sencilla, con una Eucaristía y un coctel para sus amigos más allegados. Llega 1984, año en que una infausta noticia enluta la comunidad angelina, nuestra querida Madre Amelia de los Ríos remonta su vuelo hacia la patria celestial. Para 1985 se da un nuevo cambio al uniforme. Se deja de usar el buzo de lana y el bleizer, para volver a la cómoda blusa blanca de cuello bebé con un conjunto de chaleco en V y saco de lana abierto azul marino. Nuevamente los corazones angelinos están de fiesta. La aprobación oficial de los grados 10º y 11 de la Jornada Adicional, dan la oportunidad a las niñas de concluir su bachillerato en el colegio. El año de 1986, concluye con el grado de las primeras bachilleres de la Modalidad Comercial. Se da a instancias de la Asociación de Padres de Familia, la remodelación del coliseo que se constituye en una importante obra para el colegio. Se inaugura con gran pompa en Agosto de 1989. En esta década hubo otros momentos difíciles para el colegio. A raíz de la ampliación de la carrera 7ª se sucede una inundación que convierte sus bellas instalaciones en un mar de lodo y agua. Al igual que en otros días difíciles, este se afronta con decisión y solidaridad por parte de todas las instancias educativas de nuestra institución. Se recuerda este impase como “nuestro Armerito”. Vienen nuevos momentos de alegría y de bellas celebraciones, en 1990 la Congregación conmemora el bienio de su fundación con el Congreso Nacional de Educadores Angelinos, evento académico que redefinió el perfil tanto del maestro como de la alumna angelina. El colegio tuvo el honor de recibir a la Madre Sagrario, General de la Congregación y a todas las delegaciones de los colegios del Santo Ángel de Colombia. El 29 de Julio de ese mismo año, se lleva a cabo el gran encuentro de Antiguas Alumnas, en el que se conforma la primera Junta Directiva. Se definen los propósitos y se hace realidad el sueño de dar vida a la Asociación de Exalumnas del Colegio del Santo Ángel AECSA. Siguiendo en la línea de la excelencia resaltada en 1989 cuando el colegio fue incluido entre los 100 mejores del país, por sus resultados en el ICFES y continuando como innovación pedagógica, reconocimiento del Ministerio de Educación Nacional por el proyecto presentado sobre Evaluación que le valió la autorización, con carácter experimental, para aplicar la Promoción Automática en los niveles de Educación Básica Secundaria y Media Vocacional, dejando al colegio facultado para adecuar los indicadores de evaluación por áreas, diseñar fichas de seguimiento del estudiante y enviar boletín informativo a los padres de familia. Los siguientes tres lustros se traducen en importantes avances en el proceso de formación democrática de las alumnas que se da con el empoderamiento y maduración acerca de los diferentes escenarios de participación. A la par de ese proceso de construcción democrática se fortalece el pensamiento político, se abren espacios para desarrollar las diferentes aptitudes de las alumnas, se crean talleres de oratoria, de comunicación, cerámica, culinaria, teatro, entre otros. A nivel espiritual se crean las Jornadas de Oración que permiten sentir a Dios más cerca del corazón de cada Angelina. En el campo social, es necesario destacar el Movimiento Ángeles Visibles MAVI, actividad en la que se sensibiliza a niñas y adolescentes frente al compromiso cristiano de ayuda y servicio al hermano que se encuentre en situaciones de necesidad. Actividades como la vinculación con la Cruz Roja, la labor como Vigías de la Salud, el trabajo en el Programa Alegría Compartida, apoyado por la Arquidiócesis de Bogotá y los cursos de capacitación en lectura y diferentes técnicas de arte, dictadas por las alumnas de los cursos mayores, en horas extracurriculares, para el personal de servicios generales del colegio, fortaleciendo los valores angelinos de solidaridad, amor al trabajo y compromiso. La formación deportiva alcanza su esplendor, obteniendo varios trofeos a nivel ínter colegiado y las porras se convierten en la mayor expresión de creatividad, técnica y belleza haciendo que todo el colegio vibre al unísono con la inauguración de las olimpiadas, año tras año. En 1996 nace la Personería Estudiantil dando paso a la formación del Gobierno Escolar Angelino quien promueve la apertura al cambio. Para ese momento comienza a funcionar la Emisora y las Directivas del colegio permiten la hechura de chaquetas distintivas y la organización del primer Prom para las bachilleres. Tres hechos dignos de mencionarse en este recorrido histórico, marcaron el 98: El gobierno nacional prescinde de las Jornadas Adicionales por lo que la del colegio del Santo Ángel entra a funcionar como Modalidad Comercial, dando a dicha Jornada, un cambio radical, que bajo la brillante coordinación de la Hermana María Victoria y el apoyo pedagógico de la Hermana Ascensión, ofrecen a las estudiantes una formación básica que les permitiría acceder al campo laboral una vez concluido su ciclo en el colegio. Sin presentirlo siquiera, el profesor Enrique Quintero emprende el viaje hacia el encuentro con el Altísimo, después de casi 40 años de siembras y fructíferas cosechas en los corazones angelinos, dejando un profundo vacío en el seno de su familia y en los claustros del colegio. En los meses de Septiembre y Octubre, se celebran los 40 años de fundación de la Institución enmarcada en varios actos religiosos y sociales que expresaron a las hermanas los más cálidos sentimientos de alegría, orgullo y satisfacción por parte de todos los estamentos de la familia Angelina. Entre 1999 y 2008, el colegio ha vivido una sucesión de hechos que han contribuido a su prestigio nacional y a la consolidación del Proyecto Educativo Institucional, mencionemos algunos: La aprobación y financiación por parte de importantes entidades de educación gubernamentales y privadas, de nueve proyectos de innovación pedagógica e investigación. Entre ellos El Proyecto Aprender a vivir juntos, Demócratas antes de los 18 años, que le valió el primer puesto en el Premio Santillana y la invitación al Congreso internacional de Experiencias Educativas Exitosas, como ponentes en representación de Colombia, en la ciudad de Cartagena. Vale la pena resaltar que las angelinas se distinguieron por su capacidad para debatir con argumentos y por su competencia leal bajo los principios del Ángel de la Guarda. Otros premios que enorgullecen el Colegio: Dos Menciones de Honor como experiencia significativa en Galardón a la excelencia a la Gestión Educativa, el ingreso al Escalafón del Grupo de Investigación de COLCIENCIAS, la acreditación del Modelo de excelencia en la Gestión. En el año 2004 el Bachillerato Comercial, en el 2005, establece convenio con el SENA, asertiva combinación entre la formación técnica y la formación en valores angelinos que tienen ubicadas las alumnas egresadas del Comercial en importantes puestos en el campo administrativo y bancario. A nivel intrainstitucional cabe resaltar la actualización del aula de informática, la sistematización de la biblioteca, la creación del laboratorio de inglés y de aulas especializadas, la implementación del bibliobanco en alianza con varias de las editoriales de corte pedagógico más importantes. Además, el mejoramiento del parque de preescolar y la ampliación de la zona de básquet.