Ensayo Critico sobre la Película: ” Thank you for smoking” por Jesús María Salcedo Esta película, es un documento de tipo “cómico –sarcástico” que pone a la luz pública un problema de muchos años que toca a todo el mundo: La doble moral de las empresas tabacaleras (ingresos para algunos vs. La salud y vida de los consumidores). Para la población global parecería que cuesta admitir que un gesto tan repetido como encender un cigarrillo y aspirar el humo hasta los pulmones, conduce a la muerte. Al parecer esto es algo sumamente complicado, apoyado por cifras mundiales del consumo de cigarrillo en el mundo, por ejemplo la OMS, reporto una cifra de más de mil millones a 2003. Sin embargo siempre se ha planteado que cada quien es 'libre' de consumir lo que desee, (incluso a sabiendas por ejemplo que las tabacaleras incluyen más de 600 sustancias adictivas en cada cigarrillo (Fusión, 2003)); Pero la verdadera cuestión es: Será que esa supuesta libertad de decisión es realmente cierta? Sera que la toma de decisión de los consumidores no estará acaso predispuestos por estrategias que moldean el actuar desde la infancia? y peor aún será posible que los estados capitalistas, están aliados con las tabacaleras en apuestas por la salud de sus ciudadanos?. Justo estas cuestiones son presentadas en el film donde su protagonista es Nick Naylor un hombre de negocios que posee enorme domino de la palabra y un excelente discurso, capaz de convencer a cualquiera. Con esta cualidades, el es el representante de las empresas tabacaleras, en pro de la defensa del tabaco. Es el encargado de promover el hábito de fumar (o por lo menos de hacer dudar a las personas si deben creer lo que se dice acerca del cigarro), y de defender a las corporaciones de cigarrillos ante análisis clínicos de salud con relación a la mortandad y adicción del mismo; es ayudado además por siete hombres (“los mercaderes de la muerte”), quienes se enfocan en estudiar sí en verdad la nicotina provoca adicción. Con esto, sus resultados alegan que en 30 años de investigación no hay resultados concluyentes entre la nicotina, la dependencia del fumador, y el cáncer de pulmón. Sin embargo dadas las cifras reveladas acerca de las muertes implicadas con el tabaco, Nick Naylor se ve a la tarea defender y de plantear que las industrias tabacaleras están interesadas en mantener a sus consumidores con vida, porque las muertes diarias en cifras representan menos personas fumando y menos consumo de tabaco, y eso obviamente crea pérdidas monetarias para las compañías; con este argumento gana la simpatía de las personas al convencerlas de que las tabacaleras están en la mejor disposición de cambiar las cifras de mortandad por medio de una campaña antitabaco de 50 millones de dólares. Todas estas situaciones planteadas en la película satirizan y cuestionan a todos los actores sociopolíticos implicados en este problema y expone la inmoral, cínica y relativa lógica que encarnada por el protagonista, no es más que la misma industria del tabaco, la cual a diario intenta convencer y confundir al consumidor final de que, ninguna postura es completamente buena o mala, tan sólo se trata de pensar y elegir qué es lo que se quiere defender, porque todo es defendible y manipulable. El ejemplo más claro es cuando se expone la idea de que si 14,000 personas mueren al día por enfisema pulmonar causado por fumar los cigarrillos, eso es sólo responsabilidad de quien se fuma el cigarrillo, es su decisión morir así, nadie lo obligo a consumirlo. La película también revela el bajo nivel de responsabilidad social que las grandes corporaciones, pertenecientes a industrias peligrosas para la salud (como la de tabaco, alcohol y armas) y los gobiernos mantienen; y cómo logran defender sus productos ante escándalos y acusaciones, por medio de buenos oradores que toman ventaja de un sistema de regulación laxo y la ignorancia de las personas, para continuar con su misión de seguir generando recursos económicos. Prueba de lo anterior son los estudios de la OMS ante la conocida “epidemia del tabaco”, que mata a 5,4 millones de personas al año, y que se estima que para 2030 será responsable de la muerte de 8 millones. Los expertos de la OMS responsabilizan responsabilizan directamente a la industria tabacalera de esa situación porque sus campañas están dirigidas “a los jóvenes y adultos” principalmente en países en desarrollo en donde las cifras de fumadores han aumentado considerablemente. Estas campañas al parecer están afectando en mayor medida a la población femenina de estos países ya que la mayoría de mujeres aún no consumen tabaco, lo que las ha convertido en “un nuevo mercado potencial”. Por ahora, por cada tres hombres hay una mujer fumadora, “pero en el grupo entre 13 y 15 años esa proporción ya es de uno a uno (Peruga, 2003). Con datos como los anteriores la OMS, produce anualmente informes mundiales donde se siguieren un sin número de recomendaciones a los gobiernos de los países. Por ejemplo para el año 2008 cuando ya habían corrido tres años de la entrada en vigor de la Convención Internacional para el Control del Tabaco (ratificada por 152 países), ningún país ha adoptado todas las medidas recomendadas. En el 40 por ciento de países todavía se permite fumar en hospitales y escuelas y en sólo 15 países se obliga a incluir advertencias gráficas en los paquetes de cigarrillos (El espectador, 2008).Situaciones como estas cuestionan si en verdad toda la responsabilidad recae en las corporaciones o si esto también es compartido por los gobiernos de los países interesados en aumentar y solidificar sus economías. Los beneficios económicos parecen ser lo más importante, dejando atrás los valores y la moral e incluso pasando por encima de la ley. A través de los años, con la evolución de las corrientes económicas y políticas que han dado más libertad y poder a las empresas, éstas han aprovechado las circunstancias para crecer sus fortunas a cualquier costo sin tener que rendir cuentaso incluso fácil mente escudados en leyes incongruentes y sin penalizaciones. Es hasta el momento en el que las partes involucradas con la empresa (clientes, gobierno, empleados, etc) perciben los errores y los daños que causan algunas de ellas, tanto a la sociedad como al medio ambiente, que reaccionan y responden en su contra. Es por esto que la sociedad intenta poner un alto, por medio de ciertas regulaciones, a esta industria. Las empresas tabaqueras, que deben su rentabilidad a personas propensas a desarrollar diferentes enfermedades cardiovasculares, pulmonares y cancerígenas entre otras, responden de manera equivocada a la situación, olvidando la responsabilidad que tienen en sus manos y no mostrándose solidarios con las víctimas de sus propios productos, por el simple hecho de querer seguir generando utilidades. Así como la película tiene un final que es cíclico, rebotando la problemática hacia los teléfonos celulares y sus efectos en el cáncer cerebral, el cuestionamiento vuelve a recaer en un sistema capitalista y desgarrado. La industria tabacalera es solo una de tantas que han aprovechado el sistema para un lucro unidireccional sin importar la vida o la dignidad humana. Más que a ninguna otra fuerza, es gracias al capitalismo que se debe el reconocimiento de la individualidad. A su vez, la idea capitalista de lo que se ha llamado “individualismo posesivo” encuentra sus raíces en la doctrina judeocristiana de la conciencia y libre voluntad. Libre voluntad que implica elección; la función moral de la sociedad, su capacidad para servir a las necesidades morales de los individuos que la componen, se ejecuta mejor cuando facilita el proceso de elección, cuando permite que las conciencias se informen y de esta manera ofrece al individuo la mayor oportunidad posible para cumplir su parte en el Contrato Divino (Johnson, 1979). Esta flexibilidad del capitalismo, es justo esa cualidad de doble moral que juega de las conciencias humanas usándolas y manejándolas hacia el lado que más convenga, el mercadeo, el neuro-marketing, la programación neuro lingüística, entre otras “ciencias” no serán acaso herramientas de las corporaciones para llevar a cabo estos juegos amorales de manipulación? o son solamente herramientas usadas indebidamente por los gobiernos y los sectores económicos. Lo anterior podría ser una reflexión final conectada a la escena de la película en donde los mercaderes de la muerte se reparten un pastel decorado con la bandera estadounidense, como metáfora de la división de los recursos de un país por parte de unos pocos, aquellos con poder. Referencias El Espectador 2008. Industria tabacalera busca captar jóvenes y mujeres de países en desarrollo. Sección Actualidad, Edición 8 Febrero, 2008. Fusión, 2003. El tabaco y la doble moral. Revista electrónica. URL: http://www.revistafusion.com/2003/agosto/repor119.htm Johnson, P. 1979. Is There a Moral Basis for Capitalism?.Encounter.(1): 15-22. Peruga, A. 2003. Informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Instituto Nacional de Estadística Geográfica o Informático: Consejo Nacional contra las Adicciones, Dirección General de Epidemiología, Instituto Nacional de Psiquiatría, Secretaria de Salud (1998:2000, 20002).