432 PROPULSION Revista de Publicaciones Navales CUIDADOS CON EL MOTOR DE PISTON Por Jorge Filipe Almeida Barros La ausencia de sensores de temperatura en la mayoría de las aeronaves antiguas explica la elevada ocurrencia de averías. as estadísticas de accidentes aeronáuticos de CENIPA (Centro de Investigación y Prevención de Accidentes Aeronáuticos) apuntaron una alta incidencia de fallas de motores en 2011. Todos eran convencionales y equipaban pequeñas aeronaves. La opinión general entre mecánicos es que los motores de pistón emiten señales de averías que se están por producir. Vibraciones excesivas, funcionamiento irregular, fallas ocasionales y el color interno de los escapes pueden significar síntomas de que algo no anda bien. Eso refuerza la idea de que el operador tiene cómo acompañar la salud de un motor: mantenerse atento a esas y a otras señales. Una manera sencilla es abrir e inspeccionar el filtro retirado de un cambio de aceite. Es fundamental cerciorarse de que en el filtro no aparezcan limaduras significativas. Es fácil de entender el origen de estas limaduras. Dentro de los motores, las piezas mecánicas que se friccionan son fabricadas con diferentes tipos de metal. Si por algún motivo la fricción entre las piezas no se mantiene en niveles bajos, los metales comienzan a descomponerse. El tipo de material encontrado en el filtro dirá de dónde vienen las chispas. Eso facilitará que el taller elija el área del motor que será inspeccionada meticulosamente. Básicamente, son dos las grandes áreas de desgaste. La primera es el volumen interno del bloque. Allí se encuentra el cigüeñal y el árbol de levas. El cigüeñal es girado por las bielas, que transmiten la fuerza de la explosión del combustible, ocurrida en las cabezas de cilindros. Ese cigüeñal es grande y muy resistente, pero está apoyado en partes firmes del bloque por medio de pastillas redondeadas, llamadas muñequillas. Los altos niveles de fricción en estos puntos causan desgastes y juegos que, a su vez, van a generar vibraciones y pueden llevar a la rotura de componentes internos o trabados del cigüeñal. Lo mismo puede suceder con el árbol de levas. Instalado en la parte más alta del motor, es el que acciona las varillas metálicas que van a comandar las válvulas de admisión y escape de las cámaras de combustión de los cilindros del motor. A medida en que ese eje se desgasta, sus dimensiones se reducen y las válvulas dejan de abrirse con la amplitud necesaria. Entonces, el volumen de Cuidados con el motor... combustible que entra es reducido y la mezcla ya quemada tiene dificultad en salir hacia el escape. El motor comienza a perder potencia en ambos casos, y deja de tener el desempeño que el piloto espera. El cigüeñal y el árbol de levas fueron dimensionados para resistir aproximadamente 2.000 horas de operación, período llamado de tiempo entre revisiones o TBO (Time Between Overhaul). Pero la resistencia de esos ejes puede disminuir si la operación del avión no sucede como su fabricante espera. 433 casos de aeronaves que por restricciones administrativas o sometidas a grandes servicios de mantenimiento permanecen inactivas por largos períodos. Corrosión interna del cilindro causada por una larga inactividad. Motor Lycoming. Ya fue comprobado que los residuos de carbono de la combustión interna de los motores aeronáuticos de pistón, combinados con la humedad del aire impregnada en aceite, producen ácidos. El aceite pasa a contener ácidos, que pasan a corroer las partes internas del motor. Para prevenir este proceso, se debe mantener el aceite libre de humedad. De ahí la importancia de evitar largos períodos de inactividad. Lycoming orienta a sus clientes que vuelen una hora por mes y, Continental, una hora por semana. Independiente del uso de la aeronave, el aceite debe ser sustituido como máximo, en cuatro meses. Es común que algunos operadores se olviden de este período, haciendo la sustitución apenas cada 50 horas. También son frecuentes los El mayor desgaste, se concentra en la cabeza de los cilindros. En esta área, ocurren sucesivas explosiones que provocan la expansión de los gases y el desplazamiento de los pistones. El cilindro de un motor que gira a 2.700 rpm, por ejemplo, durante 2.000 horas de operación habrá sufrido 162 millones de explosiones internas. Los impactos mecánicos provocan una elevada fatiga en el metal, que si está fuera de la temperatura correcta, puede sufrir daños prematuros. Es conocida como CHT (Cilinder Head Temperatura) y se refiere a la temperatura de la masa metálica de la parte superior del cilindro. Un CHT bajo, aunque reduzca los desgastes, no permite una grande expansión de los gases y deja el motor sin potencia. Por otro lado, la elevada temperatura va a causar daños irreversibles. La válvula de escape sufre una deformación en la superficie de contacto con el asiento y pierde el asentamiento. Esto impide retener la mezcla de aire con combustible durante la fase de compresión. El motor deja escapar los gases antes que sean 434 Revista de Publicaciones Navales quemados y las explosiones se debilitan. Boroscopio . También pueden ocurrir daños al vástago de la válvula. Si se fractura, libera fragmentos que causan un impacto directo en el pistón. El CHT elevado también damnifica aros del pistón y machos metálicos y puede deformar las superficies internas del cilindro. Tales daños pueden ser identificados con una simple inspección con boroscopio. Este aparato está compuesto de una minúscula cámara de alta definición, instalada en la punta de un vástago flexible e introducido en la cabeza del cilindro por el orificio de instalación de las bujías. Las imágenes internas son vistas en una pantalla al lado. Ese examen es muy pertinente para aquellos que pretenden adquirir una aeronave usada. Para el operador de cualquier aeronave movida a pistón, es fundamental asegurarse que el piloto conozca y cumpla los procedimientos para evitar el CHT elevado. Son procedimientos sencillos, como corregir correctamente la mezcla para Cabeza del cilindro fracturada por elevado CHT: nótense los residuos de carbono de color dorado y el lugar del termómetro de CHT, ausente en la época de la falla. el régimen de potencia empleado en la altura que se pretenda volar. Los manuales de operación traen explicaciones simples de cómo hacerlo. No obstante, en su mayoría están escritos en inglés y para algunas aeronaves, los procedimientos correctos hacen elevar la carga de trabajo del piloto. Este, a su vez, solo puede monitorear el CHT si la aeronave posee sensores de temperatura. Pero la mayoría no tiene. Esto explica la gran ocurrencia de averías en motores de aeronaves antiguas. El conocimiento del funcionamiento y de técnicas de operación de motores aeronáuticos debe ser del interés de cualquier persona que tenga que ver con la operación aérea. Antes de todo, es una buena inversión en la obtención de productividad y seguridad. DE “REVISTA AERO MAGAZINE”, Nº 23, MAR/ABR, 2012 * * *