Reg.: A y S t 220 ps 388-391. Santa Fe, 4 de julio del año 2.007. VISTOS: Los autos “ANTOLONI, Gaetano contra ACINDAR S.A. -Cobro de Pesos- (Expte. 132/02) sobre QUEJA POR DENEGACIÓN DEL RECURSO DE INCONSTITUCIONALIDAD” (Expte. C.S.J. nro. 461, año 2004), venidos para resolver acerca de la concesión del recurso extraordinario para ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación interpuesto por el actor contra la sentencia de este Tribunal de fecha 7 de diciembre de 2005, y, CONSIDERANDO: 1. Surge de estas actuaciones que la Sala Cuarta de la Cámara de Apelación en lo Civil y Comercial de la ciudad de Rosario resolvió hacer lugar parcialmente al recurso de apelación deducido por la demandada, reduciendo la suma mandada a pagar y la incapacidad fijada por la sentencia de Primera Instancia, de acuerdo a lo establecido en los considerandos; revocar la sentencia del A quo en cuanto rechazó la defensa de compensación aducida por la empleadora la que ha de tenerse como pago a cuenta de la condena según las consideraciones del fallo; e imponer las costas del juicio por su orden (art. 252 C.P.C. y C.). La denegación del recurso de inconstitucionalidad que contra el fallo de Alzada dedujera el actor, motivó su presentación directa ante esta Corte (fs. 55/86), la que corrió la misma suerte adversa que la anterior impugnación (A. y S. T. 211, pág. 108/111). Es este último pronunciamiento el que se impugna a través de la vía prevista por el artículo 14 de la ley 48. 2. En el memorial introductorio del recurso extraordinario (fs. 111/140) señaló que estamos ante una sentencia arbitraria porque arremete contra la ley, doctrina y jurisprudencia. Adujo violación del derecho de igualdad porque con el criterio del fallo atacado solo gozaría de una verdadera gratificación el trabajador sano, resultando perjudicado aquél que es víctima de una incapacidad derivada del trabajo. Agregó que hubo actores que han percibido la indemnización por minusvalía laborativa sin hacerse lugar a la compensación articulada; y que Acindar S.A. transó pleitos similares al presente. Sostuvo que la decisión impugnada viola el preámbulo y las normas contenidas en la Constitución nacional y provincial. Afirmó que las hipótesis de arbitrariedad planteadas son las siguientes: -Sentencia que arremete contra la ley, doctrina y jurisprudencia imperante. -Violación del principio de igualdad ante la ley y otros principios y derechos constitucionales. -Inadecuado alcance del supuesto mutuo acuerdo o convenio, y con ello viola los derechos constitucionales que asisten al actor. -Inadecuada aplicación de los artículos 241 y 260 de la L.C.T., ya que pretende aplicarlos a la ley de accidentes de trabajo. -Contrariar la sentencia del Plenario Aizaga y la doctrina de la Corte de Buenos Aires. -Apartarse de una pericia médica sin fundamento jurídico alguno, lo que es convalidado por la Corte, reduciendo la incapacidad laboral del trabajador establecida por el perito en un 56,82% de la total obrera al 20% de la total obrera sin fundamento científico alguno. -No dedicar la Corte ni un párrafo a la disminución de la incapacidad efectuada por la Cámara. Luego de referir ampliamente a los antecedentes del caso, reiteró en relación a la sentencia de la Sala que se aparta de lo señalado por el perito médico, alegando nuevamente al respecto; también aludió a lo resuelto por dicho Tribunal en torno a la compensación opuesta por la accionada. 3. En el examen de admisibilidad que debe efectuar este Tribunal a fin de conceder o no -según corresponda- el remedio intentado aparecen descalificados en el plano formal los argumentos expuestos por el recurrente. La mera interposición del recurso, aunque se funde en la supuesta arbitrariedad del fallo, no justifica la concesión o denegación automática del remedio federal, sino que es imprescindible efectuar un juicio fundado de admisibilidad (A. y S. T. 67, pág. 441; T. 71, pág. 276; T. 77, p'g. 439, por todos). A tales efectos, es menester que en el escrito de interposición del recurso federal se rebatan y neutralicen cada uno de los motivos expuestos por este Cuerpo para fundar su decisión, con argumentos encaminados a revertir lo decidido en el fallo impugnado. Ello es así por cuanto la propia naturaleza de la vía extraordinaria prevista en el artículo 14 de la ley 48 demanda que el recurrente impugne el pronunciamiento que objeta, demostrando -asimismoante la Corte, porqué considera que el decisorio atacado no satisface el derecho federal invocado. Realizando el análisis a que se hiciera referencia en los párrafos anteriores, se advierte que el recurrente en el memorial introductorio del remedio extraordinario federal -bajo la tacha de arbitrariedad e invocación de violación de derechos de raigambre constitucional- insiste fundamentalmente con los argumentos que desarrollara a lo largo del proceso, intentando una vez más hacer prevaler su propio criterio acerca de la solución que correspondería dar al presente caso, mas sin lograr demostrar que exista algún vicio en el fallo de esta Corte que autorice la concesión del remedio federal intentado. En efecto, de la lectura del memorial recursivo surge que el impugnante ha omitido cumplir debidamente con las exigencias contenidas en el artículo 257 del Código Procesal Civil y Comercial de la Nación, en cuanto a su deber legal de efectuar una crítica prolija, concreta y razonada de la sentencia atacada, así como de refutar todas y cada una de las motivaciones enunciadas por el Tribunal Superior de la causa, desde que, en esencia, se limita a reiterar los argumentos expuestos en instancias anteriores en relación a la improcedencia de la compensación y a la reducción por parte de la Sala del porcentaje de incapacidad fijado por el perito médico, pero sin demostrar que los fundamentos brindados por este Cuerpo en oportunidad de rechazar el recurso directo deducido no brinden sustento bastante a lo decidido. Al respecto corresponde destacar, en cuanto a su queja de que esta Corte no hizo referencia al tema de la disminución del porcentaje de incapacidad establecido por el perito oficial, que basta para su desestimación considerar la ausencia de gravamen al respecto, desde que la cuestión que se señala como omitida carece de decisividad para hacer variar la suerte de la litis a favor del quejoso, desde que dicho planteo solo refleja su mera disconformidad con lo resuelto oportunamente por los jueces de la causa en ejercicio de funciones propias, en torno a una cuestión probatoria de por si ajena a la instancia excepcional, sin que su postulación haya logrado configurar un agravio atendible que posibilite acceder a la instancia extraordinaria prevista en la ley 7055. Es que, como se señaló en el fallo cuestionado, “de la confrontación del memorial recursivo con la sentencia atacada surge que el impugnante no logra esbozar la formulación de planteos de jerarquía constitucional idóneos para el franqueamiento de esta instancia de excepción, transitando los agravios vertidos por el carril de la mera discrepancia con lo resuelto por la Alzada”. No debe olvidarse que reiteradamente se ha dicho que el agravio de omisión de pronunciarse sobre cuestiones planteadas no debe tener acogida favorable cuando carece el mismo de decisividad para hacer variar la suerte de la litis (A. y S. T. 114, pág. 202; T. 156 pág. 115, por todos); como así también que corresponde al quejoso demostrar que su examen hubiese gravitado de manera decisiva en la resolución del litigio (C.S.J.N. “Consorcio de Propietarios Juncal nro. 1283 c/ Perazzo”, del 2.2.1993), lo que no acontece en el caso. Para otra parte, igual suerte adversa han de correr sus cuestionamientos vinculados con el tema de la compensación opuesta por la demandada desde que el impugnante se limita a reiterar su propia postura al respecto, mas sin atacar suficientemente lo afirmado por la Corte al desestimar el recurso directo. Cabe recordar que en dicha oportunidad se señaló que el recurrente con su postulación no lograba persuadir que los sentenciantes -más allá de su grado de acierto o error- se hubiesen apartado de los parámetros fácticos y jurídicos con que contaban para concluir que resultaba receptable la pretensión de la demandada de compensar la gratificación especial recibida por el actor al extinguirse por mutua voluntad el vínculo laboral. También se destacaron los fundamentos básicos de la Sala y se dijo que podrá o no compartirse la solución dada al caso, pero lo cierto es que el perdidoso no logró persuadir con su planteo que resulte irrazonable el criterio adoptado por el juzgador en torno a la posibilidad de compensar. También se reforzó lo resuelto con lo dicho en autos “Leyva contra Acindar” (A. y S. T. 210, pág. 70), antecedente que tuvo especialmente en cuenta lo fallado por la Corte nacional in re “Gatarri c/ Cometarsa”, concluyendo que no se advierte la existencia de una cuestión constitucional aprehensible que legitime el franqueamiento de la instancia excepcional. De allí que, pese a lo sostenido por el impugnante, este Tribunal dio respuesta suficiente a la cuestión planteada, más restándole entidad constitucional en orden a justificar la apertura de la vía prevista en la ley 7055, sin que aquel logre demostrar con sus reiteradas quejas que en los considerandos del resolutorio se hubiesen efectuado consideraciones que no satisfagan debidamente la exigencia constitucional vinculada a la motivación suficiente de los pronunciamientos judiciales. En suma, a pesar del esfuerzo efectuado por el impugnante no ha podido aportar en el memorial del recurso federal argumentos que verdaderamente demuestren que la Corte al decidir rechazar el recurso directo interpuesto, lo hubiese hecho en desmedro de garantías constitucionales, por lo que el remedio ahora intentado debe desestimarse. Por ello, la Corte Suprema de Justicia de la Provincia RESUELVE: Denegar la concesión del recurso extraordinario para ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación, con costas. Regístrese y hágase saber. FDO.: FALISTOCCO-GUTIÉRREZ-SPULER-VIGO-Fernández Riestra (Secretaria)