Tierra para adobe, más barato

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Construir con adobe es una de las formas más usadas y antiguas de
la humanidad. Es una técnica muy barata y relativamente fácil de
realizar. La gran ventaja del adobe sobre otros materiales es que si
los adobes se mezclan bien con las proporciones de arcilla y arena
correctas, obtendremos un material térmico y acústico, resistente al
fuego y a los insectos. Otra gran ventaja es que puedes utilizar la tierra
de tu propio terreno como materia prima y no se requiere de mano de
obra especializada, de hecho entre dos personas se pueden elaborar
entre 100 y 300 adobes al día.
Sin embargo existe la desventaja de que debido a que los muros
tienen que ser gruesos se pierde algo de espacio interior. Por otro
lado, se le debe proteger del paso continuo del agua, elemento que
erosiona rápidamente este tipo de superficies. Para esto debemos
evitar construir donde haya paso de agua de desagües o riachuelos.
El adobe es un material
térmico y acústico, resistente
al fuego y a los insectos cuya
materia prima, la tierra, se
encuentra en cantidades
ilimitadas.
No es cierto que exista una tierra especial para tal efecto. Lo que sí
es verdad es que existen ciertos suelos que son menos adecuados
que otros, pero esto es algo que se puede arreglar haciendo algunas
modificaciones. También existen tierras que son inservibles, pero esto
es muy raro.
La tierra para hacer adobes debe contener los siguientes elementos:
• Tierra gruesa
• Tierra fina
• Tierra lama (tierra alta en nutrientes, regularmente se encuentra en
áreas boscosas o con alto contenido en humus, como la de los ríos)
• Arcilla
La mayoría de los adoberos agregan fibras vegetales, tales como paja,
bagazo de caña o estiércol.
Pero antes de ponernos a fabricar adobes tenemos que tomar en cuenta
que un adobe con mucha arena es muy resistente a la compresión,
pero es más vulnerable a la erosión por el agua y el viento. En cambio
un adobe con alto contenido de arcilla va a resistir más a los elementos
pero aguantará menos el peso.
La tierra más adecuada para hacer adobes debe tener entre la mitad
y tres cuartos de arena en su composición y el resto debe ser de lama
y arcilla. Hay que tomar en cuenta que la tierra de cultivo y la tierra
superficial no sirven para hacer adobes ya que contienen demasiada
materia orgánica y basura. Para obtener la mejor tierra tenemos que
escarbar un poco más profundo, donde no haya raíces.
En el caso de que el suelo contenga demasiada arena y poca arcilla,
esto se puede arreglar agregando arcilla de algún terreno cercano
donde si exista. Lo más común es que nos encontremos con un suelo
que tiene un alto contenido de arcilla pero que es pobre en arena,
situación que se arregla agregando arena común. En caso de que
no haya arena, entonces se le puede agregar paja, bagazo de caña,
estiercol y cualquier otro material fibroso que le de temple al adobe.
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Si entre la mitad y tres
cuartos de la composición de
tierra son de arena, significa
que es buen material para
fabricar adobes.
Una manera sencilla de saber si una tierra es buena para hacer adobes
es llenando un frasco de cristal con 4 dedos de tierra, 2 cucharadas
de sal y agua hasta el tope. Se agita bien y se deja reposar. Al día
siguiente tenemos que ver que en la superficie debe haber restos de
materia orgánica y agua, en la siguiente capa debemos ver la arcilla y
la lama, y hasta el fondo debe estar la arena.
Materia orgánica
Arcilla y Lama
Arena
Otra manera de saber si la tierra es adecuada para adobes es
agregándole agua hasta hacer barro. Después vamos a hacer un churro
lo más largo que se pueda, sin que se nos pegue en las manos, hasta
obtener el grueso de un dedo pulgar. Después ponemos este churro
en una mano y lo vamos a ir soltando. Si se rompe antes de que hayan
salido unos 5cm, significa que la tierra tiene poca arcilla. Si se rompe
entre los 5 o los 10 cm, esto nos indica que la tierra es buena para hacer
adobes. Pero si se rompe después de los 10cm, quiere decir que la tierra
tiene demasiada arcilla y que va a requerir que se le agregue arena.
Para saber cuánta arena o arcilla hay que agregarle a una tierra es
por prueba y error hasta lograr la consistencia adecuada. Detectar una
tierra con demasiada arcilla es muy fácil, ya que al humedecerla se
siente pegajosa, pesada y grasosa, y se pega a todo.
La prueba más importante es cuando fabricamos algunos adobes
de prueba, los cuales debemos dejar secar entre 3 o 4 semanas,
dependiendo del clima. Si aparecen grietas en el adobe, esto significa
que vamos a tener que agregar paja y arena. Si no están cuarteados,
entonces debemos hacer una prueba de resistencia colocando un
adobe encima de otros dos, como si fuera un puente. Entonces párate
sobre él con los dos pies en el centro. Si se rompe, es que necesita
arcilla.
Otra prueba es dejar caer un adobe desde una altura de 90 cm, de tal
forma que caiga sobre una de sus esquinas. Si el adobe no sufre daño
más que la esquina despostillada, eso significa que es adecuado para
construir.
En una próxima edición te diremos cómo se fabrican los adobes paso
a paso.
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