Ghost in the Shell 2: Innocence (INOSENSU: KÔKAKU KIDÔTAI) Nº 186 (OCTUBRE 2007) SINOPSIS En el año 2032, un cyborg detective de la unidad antiterrorista, Batou, investigará el caso de un robot con forma de mujer, creado exclusivamente para satisfacer deseos sexuales, que asesinó a su propietario. Batou deberá indagar en las profundidades de la conciencia humana y en la sociedad del momento; donde la diferencia entre los robots y los humanos es extremadamente vaga. FICHA TÉCNICA Duración......................... 99 min. Nacionalidad......................Japón Año de Producción .............. 2004 (Color) Dirección........... MAMORU OSHII Productor .......... TOSHIO SUZUKI ............... MITSUHISA ISHIKAWA Guión................ MAMORU OSHII (Basado en el manga de Masamune Shirow) Fotografía..............MIKI SAKUMA Montaje ............... SACHIKO MIKI CHIHIRO NAKANO, J. UEMATSU Música .................. KENJI KAWAI Dir. Artística.... SHUICHI HIRATA Diseño Personajes..... H. OKIURA EL DIRECTOR: MAMORU OSHII Nacido el 8 de Agosto de 1951, Mamoru Oshii se crió viendo ciencia ficción en todos sus formatos. Tras algunos cortos en 16mm, sus estudios cinematográficos y varios trabajos en diversos estudios de animación, el por entonces desconocido Studio Pierrot le otorga una oportunidad encargándole la dirección de la serie Nils Holgerson. Pero fue Urusei Yatsura, la adaptación del manga de Rumiko Takahashi, la que lo alzó como promesa indiscutible de la animación japonesa. El éxito de esta serie, en donde conocería lo que sería su equipo habitual, le da la oportunidad de ser el primer director en experimentar con el formato OVA, formato revolucionario que utilizaría con Dallos, Angel’s Egg y Twilight Q, obras más personales. Tras The Red Spectacles, su primera incursión en la imagen real; Oshii se une a HeadGear, un estudio de creación donde junto con otros artistas, salta a la fama con la realización de Patlabor. Pero sería Ghost in The Shell, la adaptación del manga de Masamune Shirow, el que le diera fama internacional, convirtiéndola en una obra de culto y a él en director totalmente destacable. Con Blood: The Last Vampire y Avalon (2001) siguió conquistando a la crítica, hasta que retomó Ghost in the Shell en su segunda parte: Innocence (2004). FILMOGRAFÍA PRINCIPAL DEL DIRECTOR 1980 1983 1983 1984 1985 1987 1987 1988 The Wonderful Adventures of Nils (TV) (Nils no Fushigi na Tabi ) Lamu: Only You (Urusei Yatsura: Onri Yû) Dallos (OVA) (Darossu) Lamu 2: Beautiful Dreamer (Urusei Yatsura 2: Byûtifuru Dorîmâ) Angel's Egg (Tenshi no Tamago) Twilight Q (Towairaito Q) The Red Spectacles (Jigoku no Banken: Akai Megane) Mobile Police Patlabor (OVA) (Kidô Keisatsu Patorebâ) 1989 1991 1992 1993 1995 2001 2004 Patlabor: The Movie (Kidô Keisatsu Patorebâ Gekijouban) Stray Dog: Kerberos Panzer Cops (Jigoku no Banken: Keruberusu) Talking Head (Tôkingu Heddo) Patlabor 2: The movie (Kidô Keisatsu Patorebâ 2) Ghost in the Shell (Kôkaku Kidôtai) Avalon (Avalon) Ghost in the Shell 2: Innocence (Inosensu: Kôkaku Kidôtai) GALARDONES FESTIVAL DE CANNES 2004 (57ª Ed.) Seleccionada para la Sección Oficial COLABORA COMENTARIO Urusei Yatsura 2: Beautiful Dreamer (1984) y Patlabor 2 (1993), las segundas partes de sus propias películas, superaron la original. Podríamos decir también que Stray Dog (1991) hizo lo mismo con The Red Spectacles (1987). Es por esto que el público y la crítica al pensar en Ghost in the Shell, pensaran inevitablemente en la segunda parte que Mamoru Oshii nos mostraría algún día. La gran segunda parte de una magnífica película. Y es que cuando Ghost in the Shell, se estrenó en pantalla con el desorbitado presupuesto que por la época tenía, todos pensaron en presiones de productores, en retoques de guión, y comercialidad pura. Cual fue la sorpresa al ver el resultado. Una historia concisa, intrigante e impecablemente llevada, con el estilo del maestro Oshii en cada plano. Una obra nacida para ser de culto. Para ser un modelo a seguir. Puede que por eso Mamoru Oshii, ni se planteara arriesgarse con una secuela. Pero todo cambió cuando Ghost in the Shell: Stand Alone Complex, la serie de televisión, se estrenó. Con un estilo más comercial, y diferente a la película, la serie de televisión, volvió a poner en boca de todos el universo de Ghost in the Shell, y su éxito condujo a IG Production, a plantearse de nuevo la petición de los fans: una segunda película. Y por muy frase hecha que parezca, una cosa estaba clara, solo Mamoru Oshii podría dirigirla. Es así como Oshii, que hasta ese entonces solo ayudaba en la serie de televisión, se puso manos a las obras en el nuevo proyecto. Proyecto que duraría dos años y medio, y cuyo resultado tendría el presupuesto más grande adjudicado a una película de animación japonesa. Once años después de la primera parte, Ghost in the Shell 2: Innocence vió la luz. Y que Dios me llame mentiroso, si la película no es al menos, sorprendente. Ghost in the Shell 2: Innocence, empieza con una escena impecablemente bien conseguida. La llegada del ahora Mayor Batou a un callejón cerrado por la policía, al ser el sitio donde se ha cometido un asesinato. No solo el movimiento de los personajes, totalmente realista, sino el uso de las luces y las sombras en la imagen impactan nada más comenzar. El caminar del personaje, un hecho que en cualquier película de animación normal, es algo mediocre, aquí se convierte en una delicia a la vista. La sombra proyectada sobre el mismo, las luces e incluso la lluvia, denota el impecable trabajo de animación que conllevará toda la película. Y la siguiente escena, un caramelo para los seguidores: la reconversión del “Making the Ciborg”, la inolvidable escena de la primera película, llevada ahora en 3D, con la música de un Kenji Kawai más inquietante que nunca. Y es que, la maestría con que se mezcla el 3D, con la animación tradicional, será uno de los grandes alicientes alicientes de imagen que contará este film. No sólo eso. Oshii nos muestra un gran trabajo de dirección, no sólo manteniendo un nivel en cuanto animación, donde no cae en trabajar más unas escenas que otras, sino que además, no pierde en absoluto su estilo. Escenas pausadas, que inmiscuyen al que ve a comprender el universo que se les muestra, y los personajes que en ellos se desenvuelven. Secuencias de desconcierto absoluto, tanto para los personajes como para el espectador, y además, se permite referencias a obras y directores: Ese plano desde el maletero de un coche, muy al estilo Tarantino; o esa escena totalmente blanca e iluminada en el forense, que recuerda casi sin querer a 2001: una odisea del espacio. Pero no hay que equivocarse, lejos del presupuesto, el trabajo de imagen y la clara presión comercial; Innocence es una obra muy personal. Prácticamente como es costumbre, la secuela de su propia película, la guioniza el propio Oshii. Puede que por eso, la película desconcierte a los fans de la obra general (e incluso no guste), tachándola de ajena a la trama principal. Pero nada más lejos de la realidad. Ghost in the Shell 2: Innocence, no narra un nuevo caso de la Patrulla 09. Innocence, narra los sentimientos de su protagonista, Batou, tras la pérdida de un ser querido. Narra ese sentimiento de descontrol, de soledad y de incertidumbre, al saber que su antigua superiora (y protagonista del primer film) Motoko Kusanagi, se ha marchado de su vida, a un lugar donde él no podrá nunca llegar. Ese vacío, es con lo que Oshii trabaja, llevándolo muy bien. Es increíble como la presencia de la protagonista de la anterior película, se deja notar en toda la película. Ese sentimiento del que espera una respuesta, como es el del Mayor Batou, es lo que se transmite al espectador. Sin embargo, es verdad que la película no es perfecta. La estructura es demasiado similar a su precuela, y se puede llegar a ver como un estancamiento. Además de que el caso en que trabajan los protagonistas, se puede considerar una simple excusa de guión para que los personajes se muevan, más que un motivo. Pero eso no emborrona el resultado final. La imagen engulle, y el guión transmite y entretiene al espectador habitual del género, como al que desee reflexionar. Ghost in the Shell 2: Innocence es, como su precuela, una película de acción reflexiva, en donde los personajes intentan, con conversaciones filosóficas, dar un sentido a sus vidas en un mundo que cada vez es menos suyo. Intentar descubrir cómo se sienten, e intentar descubrir quiénes son en el mundo. Jonathan Lara Otaku Island G.C. EL AUTOR: MASAMUNE SHIROW LA OBRA: GHOST IN THE SHELL Quizás por su total dedicación a su obra, por su insistencia en trabajar sin ningún tipo de asistentes (cosa que en el mundo del manga japonés, es impensable), o por su curiosa forma de ocultarse del público, Masanori Ota, más conocido por su pseudónimo Masamune Shirow, es un autor de culto no sólo en el manga japonés, sino en el panorama de obras sci-fi internacional. Nacido en Hyogo, en 1961, se sabe que estudió Bellas Artes en la universidad de Osaka, y que su primera obra Black Magic (1983), pasó directamente de una publicación amateur a la profesional. Su afición a la armamentística, la política, y al desarrollo tecnológico, son el punto en común de sus demás obras, entiéndase Appleseed (1985), Dominion (1986), u Orion (1991); todas de ámbito futurista. Pero es sin duda alguna Ghost in the Shell (1991), las aventuras de la Patrulla 09, las que más éxitos le ha llevado a cosechar. Tanto la serie de televisión, como las películas, han adaptado perfectamente la trama, sin dejar de lado el estilo propio de la obra. Estilo, famoso por el detallismo, la complejidad, y la insufrible cantidad de información que conllevan. Ejemplo claro es la necesidad de innumerables notas explicativas, en donde nos tiene que exponer más detalladamente sus creaciones, y los mundos por dónde se mueven sus personajes. Pero es sin duda eso, lo que le convierte en un autor tan interesante. Ghost in the Shell es, sin lugar a dudas, el manga ciber-punk que más barreras ha traspasado, y que más famoso se ha hecho. Con tres partes en su haber (Ghost in the Shell, Man Machine Interface y Human Error Processor), mezcla entre la fantasía ciber-punk y los avances tecnológicos reales, esta obra del maestro Shirow podríamos catalogarla como una historia post-apocalíptica. Pero a diferencia de obras de esa índole, como Mad Max o Blade Runner, donde la destrucción del mundo es una explicación al lector para la nueva sociedad, Shirow borra ese concepto, y nos muestra un mundo totalmente diferente al nuestro. No por su destrucción, sino por su desmedida evolución, que conlleva a olvidar o replantear bases tanto científicas como religiosas. La más clara (y la que da título al manga) es la existencia del “ghost”, una nueva definición o comprensión de lo que llamamos “alma”, y de cómo la tecnología ha llevado a los hombres a poder configurarla, transplantarla e incluso borrarla. Es así como Shirow, con la ayuda de los casos la patrulla especial 09, y más concretamente, los casos de la mayor Kusanagi, nos describe en esta obra un mundo donde los humanos han perdido el significado de sus vidas y se encuentran a un punto de la autodestrucción. EL MANGA: LA OBRA ORIGINAL LA CRÍTICA OPINA Tomando en cuenta el modo como las previas cintas de este director han dividido al público, me costaría trabajo hacer una recomendación general para "Ghost in the Shell 2: Innocence” (…) No obstante, cualquier persona podrá apreciar la espectacularidad visual de la película, y quienes acepten el reto a pensar que ofrece la obra, encontrarán la experiencia muy satisfactoria, interesante y profunda. Pero por encima de todo eso, "Ghost in the Shell 2: Innocence" es una genuina muestra del alcance de la animación realizada por un cineasta que comprende y utiliza al máximo las herramientas del medio para expresar ideas y conceptos válidos. Son películas como ésta las que mostrarán que la animación puede ir mucho más allá del fácil mercado infantil, una vez que el público adulto olvide sus prejuicios contra esta forma de arte. Sólo queda esperar que la gente esté abierta a recibir este mensaje. Pablo del Moral – Cine Encanto.com www.auladecine.ulpgc.es