ANÁLISIS INTERPRETATIVO DEL CONCIERTO PARA OBOE Y CUERDAS DE RALPH VAUGHAN WILLIAMS MIGUEL ÁNGEL SOLER LAVERDE PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA FACULTAD DE ARTES, CARRERA DE ESTUDIOS MUSICALES ÉNFASIS INTERPRETACIÓN DE OBOE BOGOTÁ 2014 ÍNDICE CAPÍTULO PÁG 1. INTRODUCCIÓN…………………………………………………………………3 2. LENGUAJE MUSICAL DE RALPH VAUGHAN WILLIAMS Y SU OBRA…..4 3. DESCRIPCIÓN Y ANÁLISIS DEL CONCIERTO PARA OBOE Y CUERDAS.6 3.1 Primer movimiento………………………….……………………………........6 3.1.1 Rondo Pastorale...………………..………………………….……....6 3. 2 Segundo movimiento…………………………………………………...…..12 3.2.1 Minuet and Mussette..........................................................................12 3.3 Tercer movimiento…………………………………………….…...………...16 3.3.1 Scherzo…..........................................................................................16 3.3.2 Anexo de Partituras………………...………………………………22 4. CONCLUSIONES…………………………………………………………………...…43 5. BIBLIOGRAFÍA……………………………………………………………………….44 INTRODUCCIÓN A lo largo de la historia musical ha habido tendencias y corrientes que han marcado cada época con características especificas, estas son representadas por compositores e intérpretes que han llevado al desarrollo máximo tanto de técnicas de composición como de instrumentos musicales. Estos instrumentos no estaban contemplados dentro del circulo musical académico hasta la época barroca, la cual los introdujo de tal manera que llegarían a desarrollar la fuerza e importancia que tienen ahora. El oboe también se introdujo al periodo barroco, siendo un instrumento protagonista en todo tipo de música de la época, pero a lo largo del tiempo, su proceso como instrumento solista no fue tan destacado como otros, los cuales se destacaban por su amplia gama de colores, registro y técnica, que los llevaron al punto de tener obras representativas de grandes compositores y corrientes. Aún así, el oboe tiene algunas obras en las que grandes compositores mostraron todo su trabajo musical, empezando por J. S. Bach en el barroco, W.A. Mozart en el clasicismo y Richard Strauss en el Romanticismo. Estas corrientes entre los siglos XVI al XIX seguían un mismo estilo y tradición, la cual se rompió en el siglo XX, en el que cada compositor tenía su forma característica de componer, siguiendo una variedad de tendencias del momento; una de estas es el nacionalismo, la cual buscaba exponer todas las raíces musicales propias y mostrarlas en un formato académico. Ralph Vaughan Williams fue un compositor inglés que mostró todo estos en su repertorio musical; y una de sus grandes obras en su etapa madura fue el concierto para oboe y cuerdas, que pasó a ser una de las obras representativas del oboe y pieza fundamental en la formación del oboísta, o como lo dice Goldman: “Vaughan Williams has the touch of a master, whatever he writes, and oboists have cause to rejoice that he has written a major work for their performance” (Goldman, 1948:420). Al ser una pieza clave en la formación musical como intérprete, en este trabajo se busca encontrar por medio del análisis los elementos más representativos y relevantes para lograr una correcta interpretación y conocimiento de la obra. LENGUAJE MUSICAL DE RALPH VAUGHAN WILLIAMS Y SU OBRA El ejercicio de la composición en el caso de Vaughan Williams transcurrió de una forma particular. Sus inicios en el medio musical estuvieron bajo la dirección de su tía, quien le enseñó piano y lo introdujo en los principios de armonía que se desarrollaron posteriormente en la escuela de Charterhouse (1887-90), Trinity College y el RCM en donde tuvo los primeros acercamientos fuertes a la composición. A sus 25 años estudió con Max Bruch en Berlín (1897), y posteriormente con Maurice Ravel en Paris (1908), donde recibió su mayor influencia musical. Estos años de búsqueda lo llevaron a estandarizar su objetivo musical de no imitar modelos extranjeros sino regenerar recursos nativos, guiándolo a las canciones populares inglesas y a la investigación de la tradición, estudio que llevó a cabo a lo largo de su vida, junto a Gustav Holst, con el cual, formó una gran amistad. Vaughan Williams tenía ideas políticas que estaban totalmente ligadas a su perspectiva y obrar general. Su socialismo estaba basado en una compasión por los menos favorecidos, planteando un estilo de música que llegara fácilmente a todo un pueblo, a diferencia de las otras corrientes estilísticas del momento. All assessments of Vaughan Williams have emphasized his Englishness. This is a matter of temperament and characters no less than of musical style and may be felt to have permeated everything he did. In the long run, however, more attention will be given to the specific content of his music: that is, to individuality rather than nationality. (Ottaway, 2007) Una actividad crucial en su carrera fue la investigación de las músicas tradicionales que realizó con Holst (similar a la de Kodaly y Bartok en Hungría). Después de abandonar el puesto de organista de iglesia empezó a coleccionar canciones populares y a editar canciones. Mientras hacía esto, dedicó varios meses a seleccionar temas para el himnario inglés, redescubriendo más de 800 melodías que adaptaría posteriormente a su música. Una obra que marca un punto importante en su carrera como compositor es la Fantasía sobre un tema de Thomas Tallis, en la cual hace un desarrollo basado en la exploración armónica del tema original. Estas investigaciones lo llevaron a conocer las características primordiales de la música nacional inglesa, en este caso, sonoridad modal como primer plano. Influenced by contemporary Russian and French music as well as native sources, Vaughan Williams developed a unique musical language based on three closely interdependent elements: the interaction – sometimes confrontation – of common-practice tonality with modality and pentatonicism; a plain and yet pliant rhythmic idiom; and a melodic discourse based on seamless extension rather than fragmentary development (Ottaway, 2007) Además de la sonoridad modal encontrada en la música tradicional, el lenguaje musical de Vaughan Williams tiene otros dos factores influyentes: la música de la iglesia primitiva y algunos movimientos melódicos contemporáneos que subrayaban el enfoque de modelos británicos en el desarrollo musical del compositor, exaltando la canción popular: The scales, upon which many English folk-tunes are constructed … are generally known as the Greek modes. … It has been customary to look upon the ancient modes as mere relics of a bygone day … but the recent discoveries of English folk-song have thrown a fresh flood of light upon the matter. (Powers, 2007) Es importante mencionar que la expresión y la técnica en la música de Vaughan Williams son la base de su desarrollo compositivo, marcada por el impacto que tuvo la primera guerra mundial en él. Alrededor de los 40 años, sintió la obligación de involucrarse en la guerra, con un sentimiento profundo y duradero que no expresaba en protesta o cambios de estilo, sino en una interioridad intensa. En los años de Posguerra, Vaughan Williams se había convertido en una figura paternal a la cual los críticos atribuían significados proféticos, más específicamente con la Sinfonía No. 6, la cual fue estrenada en 1948, año en que la segunda guerra mundial estaba en desarrollo. Esta Sinfonía fue presentada alrededor de 100 veces en dos años, tomando importancia en el lenguaje del compositor, al igual que el concierto para oboe y cuerdas (1944). Esta época no solo estaba marcada por la segunda guerra mundial, sino también por la muerte de Gustav Holst (1934), hecho que afectó y marcó el desarrollo musical de Vaughan Williams hasta su muerte. “…after Holst‟s death, Vaughan Williams reverted to a more traditional style. The cause remains speculative, but it is true that for a number of years he concentrated on a more benign, euphonious manner which was regarded by many as definitive.” (Ottaway, 2007) El concierto está situado dentro de las obras con mayor madurez del compositor, mostrando toda la riqueza musical posible. Este concierto fue dedicado y compuesto a Léon Goossens, oboísta de la época denominado como uno de los mejores de la historia, al cual le dedicaron varias obras, entre estas la Fantasía cuarteto para oboe y cuerdas de Benjamin Britten. El concierto estaba programado para el 5 de Julio de 1994 en Londres en los Proms de la BBC, pero por una amenaza de bombardeo alemán, se canceló y fue estrenado posteriormente en Liverpool el 30 de septiembre del mismo año. Como lo dice Goldman, el concierto para oboe demuestra una madurez musical lo suficientemente profunda, como para observar en detalle todos los ideales musicales. “The Vaughan Williams is honest well-made music, sure of its direction, pleasant in contour.”(Goldman,1948:420) Después del concierto para oboe, hay muchas obras representativas del compositor: el éxito de la sexta sinfonía, la incursión en música para cine con la séptima sinfonía, la octava y novena sinfonía (1956. 1958), las tres canciones de Shakespeare (1951), la sonata en La menor para violín y piano (1954) y las canciones Ten Blake para voz y oboe (1957). Por el contenido de sus obras, Vaughan Williams es considerado como un gran visionario y contribuyente a la historia musical. ANÁLISIS DEL CONCIERTO PRIMER MOVIMIENTO: Rondo Pastorale Como primer paso a un análisis, es importante observar los detalles más superficiales, que seguramente, nos darán una línea concreta a la cual se adhiere la obra; una de estas es el nombre del movimiento: Rondo Pastorale, el cual nos define de comienzo, una posible forma de Rondó, en la que tendremos un tema repetitivo que se alternará con partes contrastantes, y una sonoridad característica a la que se quiere hacer alusión, lo pastoral, trabajado con modos musicales específicos. Al inicio del movimiento, se observan dos acordes en la orquesta, que enfatizan la sonoridad inicial y la que caracterizará al tema principal a lo largo del movimiento: La dórico, acompañado siempre por la masa sonora de la triada de La menor: Cada vez que aparece un nuevo tema, está reforzado con la sonoridad orquestal de la triada protagonista, razón por la cual, interpretativamente, las direcciones de fraseo deberán dirigirse a esos ejes tonales tan claramente organizados por el compositor. Una característica importante del primer movimiento, es la clara relación de melodía y acompañamiento, en la que los temas resaltan por sí solos apareciendo no solo en el oboe, sino también en la orquesta; un ejemplo claro es en el c.19 en el cual los violines introducen el tema B antes que el oboe: Cada cambio de tema va claramente acompañado por una doble barra y cambio de armadura; esta riqueza musical diatónica se debe exaltar con el énfasis en las nuevas alteraciones que aparecen no solo en la armadura, sino en los cambios de sonoridad que vienen dentro del tema, que continúan con el mismo carácter ritmo-melódico (cc. 24-28): These, which stand at the heart of Vaughan Williams's mature music, generate complex structures from elements that are in themselves extremely simple and easy to assimilate, and do so with apparent spontaneity and minimal recourse to traditional patterning or elaboration (such as diminution, sequence and other direct parallelism). (Ottaway, 2007) Como un Rondó tradicional, en el c.33 reaparece en los violines el tema A que va seguido del Tema C (c.40), el cual tiene un carácter rítmico bastante diferente con relación a todo lo visto en el movimiento. Tanto en el oboe como en la orquesta, los temas A y B tienen un carácter muy melódico con frases largas ligadas unas con otras, pero en el Tema C, el carácter se torna más enérgico y juguetón, haciendo alusión a un estilo de danza caracterizada por la figura de corchea con puntillo y semicorchea, acompañada por un pizzicato de la orquesta. La parte C se podría dividir en dos partes, ya que el oboe tiene una especie de desarrollo melódico en el c.54, mientras que la orquesta se mantiene con el carácter propuesto al inicio del Tema. Como lo dice Kimmel, en el oboe es fácil reconocer desarrollos melódicos basados en sonoridades modales: “It is no difficult to find melodies, themes, and fragments based upon each of the modes common to folk-song. Phrygian and Lydian modes are less frequently represented, while examples of the Aeolian, Mixolydian, and Dorian are most abundant.” (Kimmel, 1941:494) Parte C-I Parte C-II Vaughan Williams es muy claro en la construcción de sus melodías, y en las notas estructurales que deben sobresalir; apoyado en la orquesta, en el tema C hay un ejemplo claro de una tríada sobresaliente (c. 46-49), que destaca la sonoridad del momento: En el c. 83, los violines tienen nuevamente el Tema A, con la diferencia de que la conexión tiene una pequeña transición. Luego aparece el Tema D en el compás 97 con un gran cambio de carácter. Marcado con un tranquilo escrito por el compositor, las cuerdas acompañan con notas largas, sin mucho contrapunto, y exalta la melodía del oboe el cual marcará la sonoridad modal cambiante (La dórico Do dórico, Do lidio) reforzada con la orquesta como se ha visto a lo largo del movimiento: Para finalizar el movimiento, el compositor realiza una cadencia en la que el registro sobreagudo exalta el tema principal, y paso a paso, muestra los pequeños gestos que marcaron cada tema protagonista a lo largo del movimiento, como en una especie de Coda: Después de un análisis basado en sonoridad, ritmo y carácter, la forma está articulada así: En este movimiento es evidente que la sonoridad es una de las características más distinguibles que desarrolló Vaughan Williams; por esto, lo importante a resaltar en este movimiento es la sonoridad particular de cada tema. Ya sea interpretado por las cuerdas o el oboe, los cambios estructurales en la forma se deben buscar mediante cambios de color y carácter, acompañados de matices y fraseo claro. SEGUNDO MOVIMIENTO Minuet and Musette Como compositor neoclásico, Vaughan Williams claramente tiene muchas influencias y estilos característicos de siglos pasados. Esto se evidencia con la utilización del minueto, el cual ha tenido un gran desarrollo y abordaje a lo largo de la historia; este se caracterizaba por su carácter de danza con métrica ternaria y forma ternaria. En este movimiento del concierto se observa definitivamente esta estructura binaria, marcada por cambios sobresalientes. Como primera parte del minueto tenemos un ritmo tradicional ternario con direcciones y apoyos por compás, acompañado de un contrapunto imitativo y una sonoridad ya escuchada en el concierto, Do Dórico. Rápidamente después de la parte A del minueto, en el c. 22, está la parte B, acompañada como siempre por un cambio radical de sonoridad y de carácter ritmo-melódico que va evolucionando al ritmo de la música, repitiendo los mismos motivos, pero con sonoridades diferentes: “Essentially it is a meditation on a single theme, which „drifts about contrapuntally‟ and finally disintegrates, leaving only the chords” (Ottaway, 2007) Como compositor contemporáneo, Vaughan Williams también innovó en diversos aspectos, y uno de ellos fue incorporar el concepto de Musette a este movimiento (c.50). Indiscutiblemente está relacionada no solo por ser una danza al igual que el Minueto, sino que la Musette también es conocida como un instrumento musical de las familias de los vientos, y más específicamente a las cañas dobles con registro grave. Con la relación y combinación de danzas, es claro el conocimiento de culturas musicales populares que tenía el compositor. Desde el punto de vista de la interpretación, en este movimiento se busca mostrar un cambio de carácter que articule la forma, y que recuerde esa tradición que enfatizaba los registros graves: A dance-like piece of pastoral character whose style is suggestive of the sound of the musette or bagpipe. The bass part generally has a drone (bourdon) on the tonic and the upper voice or voices consist of melodies in conjunct motion, sometimes but not always in quick note values. Various metric structures were used and the tempo is moderate.”(Green, 2007) Antes de volver al Minueto (c. 108) en el que expone el tema A y B intercalados, Vaughan Williams hace una secuencia de transición en la cual se puede observar un contrapunto imitativo con un nivel de dificultad de comprensión y ensamble (c. 75): “Another significant factor is the ease with which the themes lend themselves to imitative treatment and to the development of a closely knit polyphonic texture.” (Kimmel, 1941:492) Al hablar de forma, este movimiento tiene una estructura más conservadora y tradicional, manteniendo la forma ternaria como protagonista. En este movimiento es notable la interacción de elementos tradicionales e innovadores. Este aspecto debe ser claro en su interpretación. En el anterior movimiento, la sonoridad creada entre el oboe y las cuerdas es fundamental para crear planos interpretativos. En el minueto, el carácter debe ser claro, marcado por una clara dicción de articulaciones, tanto en lo corto como en lo ligado en un tempo estable; en la musette se deben crear colores en los cambios constantes de sonoridad, y una transparente unión en el contrapunto entre las cuerdas y el oboe, lo cual crea el claro discurso del movimiento. TERCER MOVIMIENTO Finale – Scherzo El carácter, la forma y estructura ritmo melódica de este último movimiento está basado en las características del conocido Scherzo, género que buscó un desarrollo y profundización del tradicional minueto, con el fin de agregar un carácter más alegre y juguetón, aumentando el tempo, pero manteniendo la forma. En este movimiento final podemos observar claramente las características tradicionales del Scherzo, pero al igual que el segundo movimiento, con innovaciones propias del compositor. La forma está dividida en tres grandes partes, articuladas por el carácter rítmico de corcheas a gran velocidad pero con materiales contrastantes a pequeña escala. El movimiento inicia con una vitalidad única, marcada por un motorritmo de corcheas construido entre las cuerdas y el oboe, en el que la melodía y el acompañamiento tienen una sonoridad particular. Este motorritmo termina en el c. 31, momento en el que el material cambia drásticamente de corcheas a negras, unificando la sonoridad de Mi eólico entre cuerdas y oboe. En el c. 43 las cuerdas graves introducen un nuevo material que posteriormente el oboe presentará, haciendo un pequeño intercambio textural. Este material se desarrollará en el c. 67 mediante el cambio de sonoridad y duración rítmica. Antes de presentar un nuevo material, en el c. 84 hay una pequeña transición marcada por una sonoridad y ritmo particular en las cuerdas. El nuevo material a presentar es el más contrastante e innovador del movimiento, ya que por medio de acentos de articulación, realiza una hemiola que termina en una melodía binaria con métrica ternaria (c. 91) “To reinforce the tonal ambiguity of the melodic line, other kinds of restlessness are also imparted to it: the rhythmic profile, while plain and unassertive on the surface, is rendered unstable by fluctuation between duple and triple groupings of quavers and by a flurry of semiquavers.” (Ottaway, 2007) Después de una inestabilidad rítmica y sonora, se encuentra un nuevo material que da la sensación de reposo y tranquilidad (c. 117). En el c. 167 hay una pequeña presentación del ritmo con la que inició el movimiento, dando paso a un material melódico tranquilo (c. 173) que hace antesala a la gran transición que inicia en el c. 193 hasta el c. 227. Esta transición es tratada como las tradicionales, las cuales se basan en una gran inestabilidad armónica, acompañada de un fuerte cromatismo y ritmos complejos. Después de una gran parte A llena de velocidad, vitalidad y movimiento, está la parte B (c.228), marcada por el mismo compositor con un cambio de tempo el cual articula la forma del movimiento ofreciendo un gran contraste. Toda esta segunda parte tiene el mismo carácter contemplativo, sin cambio de materiales pero con cambios sonoros determinantes. A‟ vuelve con el tempo primo del movimiento en el c. 306, mostrando nuevamente materiales melódicos ya usados en la primera parte pero con cambios de sonoridad claves, como ejemplo claro, está el c. 328, que muestra nuevamente la hemiola 3 contra 2 pero en La Eólico. Después de mostrar claramente los materiales ya expuestos en la primera parte, en el c. 386 hay un cambio de tempo drástico, que gracias a la agrupación rítmica y a la sonoridad, no se siente como una ruptura en la estructura, pero si como una gran llegada al clímax del movimiento donde la sonoridad y la textura del contrapunto, logran mostrar la principal cualidad melódica del oboe. El concepto de llegada al clímax, era fundamental para el compositor: “The concept of the passionate and transcendent climax, and the confrontational dynamism of the Beethovenian symphonic tradition, however, were also important to Vaughan Williams.” (Ottaway, 2007) Para terminar no solo el movimiento, sino también el concierto, en el c. 405 hay una muestra de virtuosismo y agilidad técnica que concluye en la estabilidad rítmica y sonora de los últimos compases, en la que se muestra una posibilidad expresiva del oboe de realizar cambios drásticos de carácter (cc. 433 - 434) La forma a gran escala con los materiales y sonoridades modales principales son: Desde el punto de vista de la interpretación, el intérprete debe ocuparse de buscar una variedad de colores, los cuales sumados a contrastes de tempo y cambios melódicos, ayudarán al oyente al entendimiento de la pieza. CONCLUSIONES El concierto para oboe y cuerdas es una muestra de la madurez musical de Ralph Vaughan Williams. Es notable el desarrollo que el compositor le da a un tema sencillo, y la cantidad de materiales y herramientas que utiliza para crear un hilo conductor en medio de tantas ideas en lapsos cortos. El nivel técnico que exige el concierto es bastante amplio, ya que utiliza todo el registro del oboe, haciendo cambios de octavas y usando el registro extremo tanto agudo como grave, los cuales tienen que continuar la idea musical de cada movimiento, sin brusquedad, y con el control absoluto sobre ellos. El concierto para oboe es una pieza cargada de sentimientos y significados y en cierta medida es un reflejo de la vida del compositor. Por esta razón, a través de una expresión musical rica en colores, el oboísta tiene el gran reto de mostrar los contrastes de carácter de cada parte de la obra. Aparte de ser una obra representativa del repertorio para el oboe, este concierto tiene un significado importante para la historia de la música por demostrar la posibilidad de poder mantener una fuerte tradición mientras se innova. BIBLIOGRAFÍA Warrack, John. 2007. “Léon Goossens”. Oxford University Press. [Consulta: 19 de Mayo de 2014] Ottaway, Hugh. 1980. The New Grove Twentieth-Century English Masters. Hong Kong: Norton & Company. Ottaway, Hugh. 2007. “Ralph Vaughan Williams”. Oxford University Press. [Consulta: 12 de Mayo de 2014] 1920. Ralph Vaughan Williams. Music & Letters, Vol 1: No. 2, pp. 78-86 Kennedy, Michael. 1965. Vaughan Williams, Man and Music. The Musical Times, Vol. 106: No. 1464, pp. 110-111 Kimmel, William. 1941. Vaughan Williams‟s Melodic Style. The Musical Quarterly, Vol 27: No. 4, pp 491-499 Rubbra Edmund. 1937. The Later Vaughan Williams. Music & Letters, Vol 18: No.1, pp. 1-8. Evans Edwin. 1920. Modern British Composers. IX. Ralph Vaughan Williams. The Musical Times, Vol 61: No. 926, pp 232-234 Evans Edwin. 1920. Modern British Composers. X. Ralph Vaughan Williams (Contd). The Musical Times, Vol 61: No. 927, pp 302-305 Evans Edwin. 1920. Modern British Composers. X (Concluded). Ralph Vaughan Williams. The Musical Times, Vol 61: No. 928, pp 371-374