La baja presión en cabina es el riesgo fundamental Dr. Francesc Casals: “Mientras haya vuelos en avión, habrá trombosis” “Las compañías aéreas sólo reconocen la punta del iceberg del problema” “El síndrome de la clase turista debería llamarse más bien “síndrome de la trombosis del pasajero en avión”, porque la causa fundamental que lo desencadena es no es tanto la falta de espacio, la inmovilidad ni la deshidratación, sino la brusca variación de la presión atmosférica. Los otros son factores que colaboran a la formación de la trombosis”. Esta es la opinión del hematólogo Dr. Francesc Casals (Hospital Clínic de Barcelona), miembro del comité científico de la Fundación para el Estudio y Prevención de las Enfermedades de las Venas (FespreV). Su intervención en el reciente Congreso de Medicina del Viajero, celebrado en Roma, matizó en este sentido que los accidentes vasculares en avión pueden afectar tanto a la clase turista como a “business”. Según el Dr. Casals, la incidencia global de la formación de trombosis, con independencia del riesgo de cada pasajero, es del 3 por 100, de acuerdo con los datos confirmados por un amplio estudio alemán realizado con eco-doppler, comparando un grupo de 900 pasajeros con otro similar de personas que no habían viajado. “Las compañías aéreas argumentan que sólo se produce una muerte por cada dos millones de pasajeros durante el viaje o al llegar al aeropuerto, pero esto es reconocer sólo la punta del iceberg del problema. No dicen nada de aquellas personas que regresan a su casa con la trombosis a cuestas y a los pocos días desarrollan una embolia de pulmón y llegan a morir.” Se calcula que cuando el avión ha alcanzado 10.000 metros de altitud, la repercusión en el sistema venoso equivale a una subida brusca, sin aclimatación, a 1.600 metros o más a cuerpo limpio. Necesidad de prevenir Recordando una vez más los “mandamientos” de FespreV, el Dr. Casals reitera que la persona que va a tomar un avión debe evaluar sus riesgos y adoptar las adecuadas medidas preventivas: si el riesgo es alto, debe acudir a su médico para que le prescriba heparina; si el riesgo es moderado o bajo (obesidad, varices...) deberá colocarse medias de compresión y a la vez tomar aspirina el día del vuelo y dos o tres días después. Las precauciones durante el vuelo son asimismo conocidas. Cuando se inicia una trombosis por las diferencias bruscas de presión, el problema va a ir creciendo si el pasajero se mantiene inmóvil mucho tiempo; en cambio, si el pasajero realiza movimientos adecuados con pies y piernas, puede conseguir que esa trombosis no “cuaje”. La deshidratación en vuelo es difícil que se produzca hasta el extremo de que propicie por sí misma la formación de trombosis, ya que el sentido de la sed nos va a avisar a tiempo. “Pero hay que evitar –señala el hematólogo- las bebidas gaseosas, porque se dilatan en el estómago, empujan el diafragma hacia arriba, y reducen la capacidad de aspiración venosa en el tórax .” También hay que tener cuidado con el alcohol, porque produce deshidratación, pero sobre todo somnolencia que lleva a la inmovilidad prolongada de las piernas, ayudando así a la formación de trombosis. Dado que la trombosis puede y suele aparecer días o incluso semanas después de concluido el vuelo, es importante que la persona que note dolor persistente o piernas hinchadas tras bajar del avión, acuda a su médico para prevenir la posible existencia de un proceso trombótico. Para más información: Fundación EspreV (Gabriel Plaza Molina) 91 553 74 62 e-mail: g.plaza.molina@fundacionesprev.com · web: www.fundacionesprev.com Accidentes vasculares del tiempo libre: una visión más amplia del problema Un grupo de expertos españoles, auspiciado por la Fundación para el Estudio y Prevención de Enfermedades de las Venas (FespreV), ya había actualizado en julio de 2003 los criterios preventivos existentes hasta el momento en torno a este problema y elaborado el Documento español de consenso sobre el Síndrome de la Clase Turista. El Documento forma parte de una declaración más amplia, elaborada por FespreV, bajo el epígrafe “Documento sobre Accidentes Vasculares del Tiempo Libre”, donde se establecen pautas de prevención en el amplio contexto de situaciones que abarca el concepto de “tiempo libre”: viajes aéreos, transporte en general, turismo, deporte, ocio y sedentarismo. Los expertos siguen denunciando el hecho de que la vena sigue siendo en España “una desconocida”, básicamente por la falta de atención de que adolece desde los medios sanitarios y desde la Administración. Por falta de prevención, nueve millones de españoles (dos tercios de mujeres y uno de hombres) padecen de varices y se hayan expuestos a estos tipos de riesgo. 10 consejos básicos de FespreV para prevenir el Síndrome de la Clase Turista 1. Si tiene que realizar un viaje de larga duración, procure escoger asientos situados en el pasillo, ya que permiten mayor libertad de movimientos. 2. No coloque equipaje debajo del asiento delantero, pues disminuirá el espacio y la capacidad de movimiento de sus piernas. 3. Si está dentro del grupo de personas con alto riesgo de trombosis, utilice medias o calcetines de compresión durante el vuelo para ayudar a que las venas dilatadas recuperen su forma original. 4. Si quiere dormir durante el vuelo, hágalo con las piernas estiradas y relajadas. 5. Evite la ropa ajustada, ya que impide la adecuada circulación sanguínea. 6. La baja presión atmosférica en cabina hace que el cuerpo pierda fluido corporal y que la sangre se vuelva más espesa, con el consiguiente riesgo de trombosis. Para evitarlo, se recomienda beber abundante agua, no tomar alcohol antes y después del vuelo, ni bebidas gaseosas o que contengan cafeína. 7. No se siente con las piernas cruzadas, ya que impide el buen riego sanguíneo. 8. Realice paseos cortos por la cabina cada 1 o 2 horas. Haga ejercicios de contracción y estiramiento de la musculatura de la pantorrilla (elevando los dedos del pie, como para andar con talones y, al revés, elevando los talones como para andar de puntillas). 9. Si tiene factores de riesgo (ha sido sometido a alguna operación de cirugía mayor, ha sufrido traumatismo reciente de las extremidades inferiores, con historia previa de trombosis o predisposición familiar a sufrirla, o tiene problemas de circulación venosa) consulte a su médico antes de efectuar un viaje de largo recorrido. 10. Por su actividad como antiagregante plaquetario, aspirina es un agente importante en la prevención de trombosis. Por ello, es aconsejable tomar un comprimido de aspirina una hora antes del vuelo, siempre que no existan contraindicaciones. No olvide que estos consejos deben aplicarse también para el vuelo de regreso. Para más información: Fundación EspreV (Gabriel Plaza Molina) 91 553 74 62 e-mail: g.plaza.molina@fundacionesprev.com · web: www.fundacionesprev.com