Se empiezan a dar alianzas parciales entre grupos de izquierda. Aunque uno de los móviles es confrontarse con otro grupo de izquierda, es un paso el alejarse de la pulverización de nueve o 10 partidos Se debe ver, en primer lugar, el avance de la izquierda en el plano internacional, en varios países europeos y Norteamérica. En Estados Unidos ha surgido el actual senador Bernie Sanders. Yo lo conocí y lo entrevisté hace décadas, cuando era alcalde de Burlington, Vermont, y se calificaba a sí mismo como socialista. Publiqué un artículo en La Jornada al respecto. Después de tres relecciones y de haber ocupado ese puesto, aproximadamente, en 1980-1990, fue diputado y ahora senador, por el mismo Vermont. Este estado colinda con Nueva York, como parte de una región considerada progresista. En Nueva York, a finales del año pasado el gobernador Andrew Como prohibió en el estado el llamado fracking, que a costa de agua y del ambiente produce gas y, en menor escala, petróleo. Esta medida tuvo gran apoyo. Ha estado sin partido, pero tiene cada vez más apoyo y cumple los requisitos para ser candidato presidencial del Partido Demócrata. La que ha tenido más apoyo para la candidatura del mismo es Hillary Clinton, que en algunos aspectos ha planteado posiciones superiores a las del actual presidente, aunque muy cuidadosamente. Clinton ya había perdido apoyo en encuestas. En julio, tenía de apoyo 56 por ciento y Sanders, 19 por ciento. En agosto, Clinton ya tenía apoyo de 47 por ciento, y Sanders, 29 por ciento. El 10 de septiembre se publicó una encuesta del estado de Iowa, donde es la primera elección primaria para elegir el candidato presidencial demócrata. La encuesta la celebró la Universidad Quinnipiac, con experiencia en el asunto. Sanders tuvo 41 por 36 ∗ La Jornada, 20 de septiembre de 2015 ∗∗ antonio.gershenson@gmail.com