Fútbol Soccer para Mamás Por BETTY BASTIDAS Le pasan la pelota a Peña. Es un pase directo y está lista para anotar. Se prepara y le pega a la pelota. El portero no puede parar la pelota y ésta entra en la portería. Es el segundo gol consecutivo de Peña esta noche. “Es mi momento para poder divertirme –sin los niños,” dice Alicia Peña. “Qué mala, mamá,” dice su hijo de 11 años, quien la observa jugar. “¿Qué, m’hijo? Es verdad. Es MÍ tiempo,” dice, defendiendo su postura. En los últimos tres meses, cada viernes de 6pm a 8pm, más de 20 mamás han jugado fútbol soccer. El 80 por ciento de latinas se reúne en Garfield Square para jugar. Con niños, esposos y parientes que les echan porras, se liberan del estrés de la semana, queman algunas calorías y juegan a ganar. “Todo el estrés que acumulo durante la semana lo libero en la cancha –nos olvidamos de todo y entrenamos,” dice Nelly Villalta de 34 años de edad, fundadora de La Chivas Mom. Para hacer que el equipo sea más competitivo, la mujer divide a las Chivas a la mitad –en azules y verdes- para que puedan jugar en contra. Villalta dice que desde que comenzó a jugar, su familia tiene el mismo horario. Su esposo y sus tres hijos practican diario y juegan los sábados. “Así todo el mundo está activo,” dice. “Cuando no hay juegos o practicas, nos aburrimos.” En cuanto a su propio progreso en el juego, se muestra humilde. “Estoy aprendiendo…como una tortuga pero ahí vamos” dijo riéndose. María Cervantes, de 36 años y madre de cinco hijos, dijo que después de algunos viernes, “me sentí como si un camión me hubiera atropellado; ni siquiera podía mover mi pierna para subirme al coche.” Hoy en día está en forma y ya no tiene dolores musculares. En un viernes reciente, un admirador del fútbol soccer, que observaba desde los costados de la cancha, terminó de hablar por su teléfono celular y volteó a ver a otra persona. “No me creen –que sólo hay mujeres jugando en la cancha en este momento- vamos a tener que traerles fotos,” dijo él. Mientras tanto, el juego estaba a todo lo que da. Las mujeres corrían por toda la cancha, persiguiendo la pelota con afán y pateándola alto en el aire arremetiendo unas contra otras determinadas a llegar primero a la pelota. “Vamos, vamos, este es su día señoras,” gritó el árbitro voluntario. Marcos Medina, el esposo de Alicia y entrenador de fútbol soccer para los Chivas Falcons menores de 12 años, dijo que él alentaba a su hijo y a su hija a que jugarán para poder mostrarles que “hay formas saludables de divertirse, para que no se desvíen y empiecen a pensar cosas negativas.” Cada viernes maneja a Oakland para animar a su esposa. “No me pierdo ni un viernes. Ella disfruta venir y se siente cómoda al estar aquí, y quiero apoyarla en eso,” dijo. Alicia casi siempre mete uno o dos goles por juego –se está luciendo,” dijo él sonriendo. “Le pega bien al balón, no nada más le pega por pegarle.” Antes de que el juego termine, le pegan a Villalto en el ojo izquierdo con el balón. El juego se detiene y las mujeres la rodean. Pero sólo toma unos cuantos minutos para que Vallalto ponga agua fría en su ojo y regrese corriendo a la cancha a toda velocidad para defender el gol. Pero el esposo de Alicia está en lo correcto, su esposa Peña “sabe dónde pegarle al balón” y termina anotando un total de cuatro goles. El equipo de Peña, el azul, gana 6 a 1. “No es que sepamos cómo jugar pero parece que algunas de nosotras estamos aprendiendo más que otras,” dijo María Lazcano en buen tono mientras recogía las playeras de los miembros de su equipo, el equipo verde. El equipo azul ha estado ganando en las últimas tres semanas pero antes, “nosotras teníamos una buena racha durante cinco semanas,” añadió Lazcano. Finalmente, el plan es que tengan su “liga de señoras,” como lo puso una de las mamás. Isabel Christina Hernández, de 35 años de edad, se integró al equipo hace dos semanas; dijo que solía tener un equipo de fútbol soccer cuando estaba en Guatemala pero que no ha jugado desde que se fue hace cuatro años. Sin lugar a dudas, dijo, continuará. No nada más son buenas jugando fútbol soccer. “No nos han visto bailar todavía,” dijo.