Las metáforas organizacionales en la era de la virtualidad

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ARTÍCULOS
Las metáforas organizacionales en la era de la virtualidad
Organizational metaphors in the era of virtuality
Federico González1
Resumen
Abstract
El trabajo trata sobre las metáforas organizacionales en
el marco de la era de la virtualidad. Al inicio se analiza
el valor epistemológico y heurístico de las metáforas
como amplificadores cognitivos para la comprensión
de la realidad. Luego se repasa el significado de
ocho metáforas propuestas por Gareth Morgan para
comprender el fenómeno organizacional a la que
se agrega la metáfora conversacional sugerida por
Fernando Flores. Finalmente se procede al desarrollo
de cuatro nuevas metáforas organizacionales derivadas
del paradigma de la virtualidad: la metáfora de la
enciclopedia universal, la metáfora de la inteligencia
emergentes, la metáfora de la inteligencia colaborativa
y la metáfora del ADN digital. Se concluye destacando
el valor heurístico derivado del pensamiento metafórico.
The paper deals with the organizational metaphors in the
virtual era. At first the epistemological and heuristic value
of metaphors as cognitive amplifiers for understanding
reality is analyzed. Then the meaning of eight metaphors
proposed by Gareth Morgan is reviewed to understand
the organizational phenomenon and in addition we have
the conversational metaphor suggested by Fernando
Flores. Finally we proceed to the development of four new
organizational metaphors derived from the paradigm of
virtual era: the metaphor of universal encyclopedia, the
metaphor of the emerging intelligence, the metaphor of
collaborative intelligence and the metaphor of digital DNA.
It concludes by highlighting the heuristic value derived
from metaphorical thinking.
Palabras clave: Metáforas organizacionales; Virtualidad;
Inteligencia emergente; Inteligencia colaborativa
Keywords: Organizational metaphors; Virtual era; Emerging
intelligence; Collaborative intelligence
Recibido: 10 Febrero 2015; Aceptado: 15 Marzo 2015
1 Maestría en Psicología Organizacional – Universidad Abierta Interamericana (UAI) E-mail: fede1234@gmail.com
Revista Argentina de Investigación en Negocios / 1 (Abril 2015) / ISSN (en línea) 2422-5282
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1. METÁFORA Y PENSAMIENTO METAFÓRICO
Una metáfora constituye una forma indirecta
de aludir a algún objeto, idea o fenómeno, a
través de otro.
La metáfora puede también conceptualizarse
como un proceso de la imaginación y como un
instrumento del pensamiento, lo cual justifica la
noción de pensamiento metafórico.
Siler (1993) propone utilizar la expresión
“metaforización” para aludir a un amplio
repertorio de formas lingüístico-cognitivas
que —entre otras— incluirían a la metáfora,
la alusión, la alegoría, la analogía, el símbolo
y diversos tropos y figuras del lenguaje. Este
autor puede adscribirse al grupo de quienes
consideran que todo proceso cognitivo de
carácter representacional, sea imagen, idea o
cualquier otro, es intrínsecamente metafórico.
Lakkof y Johnson et al. (1986) en su clásico
trabajo “metáforas de la vida cotidiana”
abonan la idea de que las metáforas, lejos de
constituir un fenómeno emergente en el nivel
lingüístico, resultan constitutivas de nuestra
manera de representar el mundo. De acuerdo
a estos autores, no sólo nos expresamos
metafóricamente sino que así es como
pensamos y, aun más: no podríamos hacerlo
de otro modo.
2. LA METÁFORA COMO AMPLIFICADOR COGNITIVO
De Vega (1984), considera a las metáforas —a su
vez de modo metafórico— como “amplificadores
cognitivos” que permitirían ampliar el repertorio
de los fenómenos cognoscibles y así “colonizar
conceptualmente
dominios
fenoménicos
relativamente desconocidos.
En el contexto del análisis del acto creador,
Koestler (1967) también anticipó un concepto
afín al que denominó “bisociación”. Un
proceso bisociativo es aquel que permite
conectar conceptos pertenecientes a esferas
semánticas o matrices conceptuales alejadas.
Según Koestler, la bisociación, en tanto
establecimiento de asociaciones remotas,
Federico González
resulta un proceso más fecundo que la simple
asociación en relación a la génesis de actos
creadores. Para demostrar su tesis, el autor
realizó un exhaustivo análisis histórico de
grandes inventos y descubrimientos científicos
para concluir que la bisociación resultaba el
proceso clave implicado en cada caso.
En el campo de la inventiva ingenieril Gordon
(1963) desarrolló la sinéctica, un método
aplicado al diseño de mecanismos basado en
el abordaje sistemático de problemas a través
de un proceso deliberado de metáforas. El
proceso sinéctico se dividía en dos momentos:
el primero, orientado a la generación de
metáforas; y el segundo, encaminado al
forzamiento del material metafórico en relación
al problema de origen. De este modo, aunque
no formaba parte de su propósito, la sinéctica
de Gordon ilustró la diferencia entre un uso
exploratorio de la metáfora en pos de enriquecer
el espacio conceptual de un problema, y un
uso de carácter más convergente, donde se
trata de forzar la conceptualización metafórica
para poder arribar a soluciones novedosas del
problema.
3. EL MECANISMO METAFÓRICO Y LA METÁFORA
HEURÍSTICA
Rouquette (1977) avanzó en la descripción
funcional formal del mecanismo metafórico.
Para eso comenzó concibiendo a la metáfora
como un proceso cognitivo donde se establece
la correspondencia parcial o total de dos objetos
considerados como conjuntos de propiedades.
De esta manera, quedan definidos tres campos,
a los que denomina: recubrimiento, diferencia
e incertidumbre. El recubrimiento constituye el
espacio de intersección entre ambos objetos
y la diferencia, su complemento (es decir,
aquellas propiedades pertenecientes a cada
uno de los objetos pero no al otro). Por último,
la incertidumbre corresponde a aquella zona
donde uno de los objetos exhibe una propiedad
conocida, mientras que en el otro aparece
indeterminada.
El mismo autor agrega que, por definición,
uno de ambos objetos, al que denominada
metaforizante, resulta más familiar o conocido
que el otro, al que denomina metaforizado. Por
ARTÍCULOS
último postula, las funciones de tautología y de
negación, a modo de operadores lógicos de la
metáfora.
discurso organizacional, tales como unidad
de mando, estrategia, táctica, reclutamiento y
logística.
Lo anterior le permite distinguir entre la función
heurística y la función didáctica de la metáfora.
La función heurística apunta a generar nuevos
conceptos o a lograr una comprensión mayor
de aquellos a los que se aplica. En cambio, la
función didáctica solo apunta al fin de mejorar
la comprensión de un receptor.
4.2. LA METÁFORA BIOLÓGICA
Según Rouquette, en las metáforas heurísticas
básicamente se trata de negar la zona
de incertidumbre entre el metaforizador
y el metaforizado, a efectos de descubrir
aspectos de éste último que hasta ahora no se
encontraban suficientemente advertidos, o que
simplemente eran desconocidos1.
En síntesis, puede concluirse que el uso
heurístico de la metáfora se aplica al
descubrimiento y a la comprensión de un objeto
de estudio, apuntando a generar ganancia
informativa o valor agregado conceptual.
4. GARETH MORGAN Y LAS METÁFORAS DE LA
ORGANIZACIÓN
En un tratado ya clásico, Gareth Morgan
(1990) analiza ocho metáforas que han sido
postuladas para comprender el fenómeno
organizacional. En una breve síntesis tales
metáforas son:
4.1. LA METÁFORA MECÁNICA
La tesis básica de esta metáfora sostiene que
la organización es como una máquina. La
metáfora mecánica está íntimamente vinculada
a las organizaciones burocráticas donde
la estructura jerárquica vertical y el control
resultan aspectos esenciales. Morgan destaca
que la concepción burocrática tiene su origen
en la estructura de los ejércitos prusianos
concebidos como “máquinas militares”. Tal
adscripción se revela claramente en nociones
de extracción militar omnipresentes en el
1 Rouquette ofrece otras posibilidades funcionales en las metáforas
heurísticas, a saber: negar la diferencia entre metaforizador y metaforizado,
o negar el recubrimiento.
La tesis básica de esta metáfora sostiene que
la organización es como un sistema biológico.
Esto conduce a pensar en un orden orgánico
diferente al mecánico. Como todo sistema
viviente, la organización se nutre a través
de su interacción con el entorno, al cual
debe adaptarse para sobrevivir. Asimismo,
la metáfora biológica conduce a la idea de
salud y enfermedad organizacional, con
sus consecuentes acciones preventivas,
diagnósticas y de intervención terapéutica.
4.3. LA METÁFORA CEREBRAL
La tesis de esta metáfora sostiene que la
organización es como un sistema informacional.
En rigor, le metáfora cerebral semeja más a la
idea de un sistema inteligente que al cerebro
propiamente dicho. Básicamente esto supone
un sistema de procesamiento de información
capaz de registrar información proveniente del
medio, transformarla, almacenarla, y aplicarla
a las acciones que vuelven a recaer sobre el
mismo medio. Morgan también vincula esta
metáfora con el fenómeno del aprendizaje.
Así, la organización puede ser entendida como
un conjunto de sistemas representacionales
capaces de almacenar experiencia para
luego poder utilizarla con fines adaptativos.
Otra idea clave, en este caso efectivamente
emparentada con la metáfora cerebral, está
dada por el principio auto organización, una de
las propiedades resultantes del mecanismo de
plasticidad neuronal.
4.4. LA METÁFORA SOCIO-CULTURAL
La formulación básica de esta metáfora
sostiene que la organización es como una
cultura. Una cultura supone un conjunto de
creencias, valores, conocimientos, historias y
rituales compartidos. Cada cultura, además,
se desagrega en diferentes subculturas que
comparten algunos aspectos comunes pero
difieren en otros. De esta dinámica surgen
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identidades y fragmentaciones, representadas
por endo y exo-grupos.
4.5. LA METÁFORA POLÍTICA
La tesis básica de esta metáfora sostiene
que las organizaciones son micro-sistemas
políticos. Como tales, tienden a organizarse
en términos de individuos y grupos sujetos a
determinaciones regladas por una estructura de
poder. Las identidades y rivalidades determinan
conflictos de intereses que generan tensiones.
Parte de la vida organizacional estará entonces
ocupada en los mecanismos para gestionar y
negociar conflictos. Desde esta perspectiva
el liderazgo supone un modo particular de
acción política. Los marcos jurídico y normativo
determinan además un conjunto de directrices
reguladoras de la actividad política dentro de
la jerarquía organizacional. Por último, las
estructuras de gobierno condicionan los modos
en que se ejerce el liderazgo y se toman las
decisiones.
Federico González
organizacionales,
cuyo
resultado
se
plasma en un nivel emergente ciego de sus
determinaciones. Desde tal perspectiva, el
análisis organizacional es un dispositivo de
desvelamiento basado en una hermenéutica
que permite exteriorizar las determinantes
que congelan el crecimiento, a fines de
transformarlos en fuentes de cambio potencial.
4.8. LA METÁFORA DE LA DOMINACIÓN
La tesis básica de esta metáfora sostiene que la
organización es como un territorio colonizado.
Esta formulación entronca con la crítica
marxista a las organizaciones capitalistas
cuya estructura, según ese autor, determina
una lógica de dominador y dominado. Morgan
ya advertía que la creciente globalización y
transnacionalización de las compañías podía
derivar en fenómenos de extrema gravedad
tales como la ola de suicidios acaecidos en
Francia y Japón en la década pasada como
producto de la extrema tensión competitiva
sufrida por los empleados.
4.6. LA METÁFORA DEL CAMBIO
La idea básica de esta metáfora implica que las
organizaciones son sistemas potencialmente
reflexivos, que pueden monitorease a sí
mismos a efectos de encauzar sus acciones
y redefinir sus objetivos y misiones. Un
concepto central en el marco de esta metáfora
es el de autopoiesis, originalmente postulado
por Maturana y Varela (1974), para referirse
a las propiedades de auto-organización y
auto-reproducción de un sistema, donde los
mecanismos de autonomía, circularidad y autoreferencia resultan determinantes.
4.7. LA METÁFORA DE LAS PRISIONES PSÍQUICAS
La tesis básica de esta metáfora sostiene que
la organización es un lugar de desconocimiento
y potencial alienación. Morgan refiere una
diversidad de hechos que presentan un
denominador común: la existencia de un
orden oculto determinante del comportamiento
organizacional que operaría de modo
inconsciente. Dicho orden puede estar dado
por formas arquetípicas, mitos fundacionales,
ansiedades reprimidas o fantasmáticas
5. LA METÁFORA CONVERSACIONAL
Formulada por Fernando Flores (1995),
la presente metáfora sostiene que las
organizaciones son redes conversacionales.
Al analizar el significado de su tesis el
autor argumenta que las organizaciones
son resultantes de las conversaciones
que las constituyen. Así, los miembros
de una organización establecen redes
conversacionales
que
configuran
tanto
la estructura como el comportamiento
organizacional.
Aunque
el
análisis
conversacional parece residir puramente
en un plano lingüístico, Flores advierte que
las conversaciones resultan expresiones de
compromisos humanos subyacentes.
La metáfora conversacional resulta subsidiaria
del análisis sobre la pragmática del lenguaje
realizado por Austin & Urmson (1995). En
“Como hacer cosas con las palabras”, los
autores destacan que las palabras no solo son
entes informativos sino también instrumentos
para la acción. En tal sentido, un discurso no
es una mera colección de entes descriptivos,
ARTÍCULOS
sino un conjunto de actos capaces de instaurar
una cadena de acciones. En efecto, de modo
consubstancial al acto de fundar una empresa,
aparece un acto lingüístico prescriptivo.
De igual manera, la denominada misión
organizacional es básicamente un texto que
prescribe qué acciones deberán ser realizadas
y qué valores deben regular ese accionar. Y lo
mismo puede decirse para cualquier evento de
decisión organizacional.
Las redes conversacionales son ensambles que
coordinan las acciones en que la organización
despliega sus objetivos. Flores agrega que lo
que confiere entidad a la organización no es
tanto el universo físico en que se instancia,
sino el universo simbólico que determina la
pertenencia, función y responsabilidad de
cada uno de sus miembros. Tanto el marco
legal, que define estatutos, organigramas,
normativas, métodos y procedimientos, como
la estructura informal, que refleja las relaciones
vivientes de los miembros organizacionales,
se apoyan en última instancia en una serie de
acuerdos lingüísticos que expresan voluntades
subyacentes. En tal sentido, organizarse
supone establecer acuerdos anclados en actos
conversacionales.
Otra dimensión en que puede analizarse las
conversaciones es en términos de las narrativas
organizacionales. Cada organización se
amalgama con una serie de historias referentes
a mitos fundacionales y utopías visionarias,
donde
abundan
héroes,
antagonistas,
propósitos, obstáculos, triunfos y fracasos.
En síntesis, la metáfora conversacional conduce
a una directriz epistemológica básica: el mejor
instrumento para conocer la quintaesencia de la
organización es elucidar los que sus miembros
dicen, narran o callan.
6. NUEVAS METÁFORAS PARA NUEVAS REALIDADES
Tanto Morgan como Flores escribieron sus
tratados sobre metáforas organizacionales
hacia mediados de los ´90, en los albores de
la Web. Desde esa época se ha asistido a un
vertiginoso desarrollo de la tecnología que,
entre otros, incluyó la aparición de Google; la
emergencia de la denominada Web 2.0 o Web
colaborativa, con sus sitios emblemáticos como
Wikipedia y YouTube; la irrupción de las redes
sociales y la convergencia de las tecnologías
de la televisión, Internet y telefonía celular.
El ritmo de esas innovaciones justificó la
profecía del futurólogo Bruno Lusatto, quien en
1982 señaló:
“(…) el caso de los microordenadores
encierra el hecho prodigioso de que
actividades hasta ahora disociadas
van a quedar relacionadas, dentro
de un lapso breve de tiempo,
unas con otras. La información al
alcance de todos influirá también
en forma directa sobre la televisión,
la creación artística, la pintura, la
música, la fabricación de objetos, el
trabajo de oficina, los tratamientos
médicos, las telecomunicaciones,
la comunicación científica, (…)
por primera vez en la historia de
la humanidad todos estos campos
van a convertirse, en cierta
manera, en un único campo. Las
fronteras que separan hoy en día
la palabra, la imagen, el teléfono, la
televisión, el video, desaparecerán
bruscamente, y nuestras categorías
mentales quedarán completamente
desorientadas” (p. 27)
La obra de Morgan también resultó anterior
al desciframiento del genoma, realizado en el
marco del Proyecto Genoma Humano (PGH).
Ese proyecto finalizó en 2003 cumpliendo el
objetivo de determinar las secuencias químicas
que componen el ADN y cartografiar la casi
totalidad del genoma.
La síntesis entre tecnologías de la comunicación
e información (TICs) y biología dio emergencia
a nuevas especulaciones y profecías futuristas,
entre las cuales aparece la controvertida tesis
de la singularidad formulada por Ray Kurzweil
(2005). Basándose en la denominada ley
de Moore que establece que la cantidad de
transistores insertables en un chip de silicio se
duplica cada año, Kurzweil predice que hacia
2040 los avances tecnológicos se acelerarán
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con tal magnitud que determinarán la
emergencia de un acontecimiento denominado
“La singularidad”. La singularidad marcará una
tajante brecha cualitativa entre todo lo conocido
hasta ese momento, obligando a redefinir casi
todas las categorías con que se piensa la vida
y la sociedad.
En atención a los avances ocurridos y a los
que podrían sobrevenir, queda justificada la
postulación de algunas nuevas metáforas
que permiten enriquecer el conocimiento
de las organizaciones de modo acorde.
En las siguientes secciones se analizarán
las metáforas de la enciclopedia universal,
inteligencia emergente, inteligencia colaborativa
y ADN cultural.
7. LA METÁFORA DE LA ENCICLOPEDIA UNIVERSAL
Cuando la Web irrumpió masivamente en la
década de los ´90 comenzaron a circular una
serie de metáforas para caracterizar a Internet.
Entre otras, las más recurrentes fueron:
comunidad virtual, imprenta, mercado global
y enciclopedia universal. Cada una mostró
un importante grado de validez predictiva. En
efecto, la metáfora de la comunidad anticipó
la revolución de las redes sociales; la de la
imprenta, los diarios y la escritura en línea; la del
mercado global, la revolución del e-commerce
y, por último, la metáfora de la enciclopedia se
plasmó en Wikipedia.
La metáfora de la enciclopedia, a su vez, remite
a la de la biblioteca y, por ende, a ficciones
borgianas como “La biblioteca de Babel”
(Borges, 2000), que refiere a la infinitud del
universo en analogía con la infinitud de una
biblioteca ficcional. A su vez, en la metafísica
borgiana, la idea de una biblioteca infinita se
corresponde con su análoga relativa a un único
libro universal donde todos los autores escriben
y leen.
Con la revolución de Google, surgió un nuevo
matiz en la metáfora de la enciclopedia
universal. Aunque en un sentido estricto
Google asume el rol de un gran catálogo antes
que las publicaciones en sí, también puede ser
asimilado como un continente mayor o “Googleesfera”. Así, conforme a este deslizamiento
Federico González
perceptual, el universo Google no se agotaría
en los links que el buscador devuelve como
resultados, sino que incluiría a los contenidos
de los que los links serían puertas de acceso.
Entre las tecnologías de gestión organizacional
contemporáneas, la gestión del conocimiento
ocupa un lugar preponderante. El propósito
de esta disciplina radica en la creación,
almacenamiento, transferencia y utilización del
conocimiento organizacional. El dominio de
la gestión del conocimiento está íntimamente
asociado a la noción de capital intelectual
organizacional.
Es precisamente en el ámbito de la gestión
del conocimiento donde la metáfora de la
enciclopedia se revela plena. Desde tal
perspectiva, las organizaciones modernas
básicamente serían vastos sistemas reticulares
donde se crea, circula y se almacena
conocimiento.
Desde una perspectiva más fáctica, cabe
destacar que las organizaciones modernas han
comenzado a organizar y gestionar su sistema
de conocimiento a través de herramientas
sencillas basada en la lógica la navegación a
través de links, tal como la tecnología wiki2 que
representa la base de Wikipedia.
8. LA METÁFORA DE LA INTELIGENCIA EMERGENTE
La metáfora de la inteligencia emergente
aplicada a las organizaciones surge de fuentes
disímiles, aunque emparentadas, como la
inteligencia artificial, la estructura de la mente
humana, el algoritmo de búsqueda de Google
y Wikipedia.
González (2009) define inteligencia emergente
como el producto final resultante de las
intervenciones de un conjunto de microagentes que actuarían en un nivel subyacente.
Por su parte, Johnson (2001), define al
fenómeno de la emergencia como aquel que
sucede cuando un sistema interconectado
de elementos relativamente simples se auto2 Aunque el término wiki tiende a homologarse como sinónimo de Wikipedia,
en rigor, refiere al leguaje de marcado rápido en que está basada una serie
aplicaciones, incluida la Wikipedia.
ARTÍCULOS
organiza para desarrollar comportamientos
más inteligentes y adaptativos.
En el ámbito de la inteligencia artificial, la
referencia paradigmática aparece en el obra
de Minsky (1986) “La sociedad de la mente: la
inteligencia humana a la luz de la inteligencia
artificial”. Su tesis central sostiene que la mente
es la resultante de la interacción de agentes
simples, que funcionan bajo la lógica de una
sociedad.
Básicamente, se argumenta que la complejidad
de la inteligencia deviene del modo en que
un conjunto de agentes carentes de ésta se
organizan para generarla. Minsky concibe a
los agentes como unidades simples monopropósito. En analogía con lo que ocurre en
una sociedad, en un nivel básico se establecen
relaciones entre agentes que derivan en
una complejidad de orden mayor. La mente
inteligente sería entonces el resultado de dicha
complejidad.
Las ideas de Minsky tuvieron un antecedente
cercano en la teoría del perceptrón, formulada
por Rosenblath (1956), que luego evolucionó
hacia la moderna teoría de las redes neurales.
Al igual que los agentes y que las neuronas
de un sistema nervioso, los perceptrones
son estructuras informacionales elementales
capaces de interconectarse con otras3.
3 En base a principios simples, Rozenblath creó el primer programa de
inteligencia artificial capaz de ganar al juego de damas. Su lógica era sencilla:
para un principiante en el juego un buen criterio para determinar el probable
éxito de una jugada está dado por la cantidad de piezas del oponente que
puede capturarse. El problema es que atender solo a ese criterio de voracidad
inmediata entraña el riesgo de dejar muchas piezas propias desguarnecidas.
Por eso, en un estadio más avanzado, aparece la novedad de adoptar una
táctica defensiva. Si la lógica del primer momento es: “cuántas más piezas
obtenga, mejor”, la del segundo es: “mientras deje menos piezas amenazadas,
mejor”. Obviamente, ambas tácticas resultan per se insuficientes, mientras
que no se integren dentro de la estrategia global. El modo más estándar de
implementar esta solución sería a través de una regla general que controlara
a cada de las reglas de orden táctico. Sin embargo, a medida que se
incorporan nuevas reglas el sistema desborda hacia una complejidad difícil
de manejar. Rosemblath se percató rápidamente de esta dificultad lo que
lo condujo a ensayar una solución alternativa, más emparentada con una
lógica de interacción social que con un algoritmo computacional complejo.
Su razonamiento fue sencillo: cada regla representa a un agente autónomo
cuya eficiencia de actuación está dada por sus resultados. Así, cada actuación
exitosa obtiene un voto positivo, a la vez que los fracasos conllevan a un voto
negativo. Mientras las actuaciones conduzcan al éxito, el sistema se comporta
en base a lo que determine el agente principal. En cambio, los sucesivos
fracasos, ocasionarán una pérdida del control que se transferirá a otro agente.
A través de esta lógica simple análoga a la de un sistema electoral perfecto,
Rosenblath pudo desarrollar un sistema capaz de aprender en base a los
aciertos y errores de sus agentes simples, lo cual se plasmaba en una lógica
emergente en un nivel superior.
Minsky entiende que la mente humana se
caracteriza por ser un sistema heterárquico
antes que jerárquico. El concepto de heterarquía
ya había sido postulado por McCulloch (1945)
para referir a la interdependencia existente
entre los diferentes niveles de un sistema
cuyas lógicas procesuales operan de modo
simultáneo. McCulloch sostiene que la
jerarquía, un sistema donde cada nivel superior
prescribe las acciones de los inferiores,
resulta solo un caso particular dentro de una
heterarquía, donde las relaciones mutuas entre
niveles superiores e inferiores determinan una
dinámica mucho más compleja que las que se
observan en las causalidades top-down.
En consonancia con las ideas de Minsky,
González (2009, op. cit.) sostiene que tanto
las mentes, las organizaciones como el
ciberespacio puede concebirse como sistemas
heterárquicos.
Para tales propósitos, primero define
heterarquía como una síntesis entre orden
jerárquico y caos anárquico, o como una
estructura flexible que posibilita la emergencia
de nuevos “órdenes creativos” o “caos
ordenados”. Finalmente, procede a analizar la
lógica heterárquica en la mente humana, en el
algoritmo de Google, en la Wikipedia y en las
estructuras organizacionales.
Respecto de la mente humana, González
sostiene que la organización reticular de la
memoria supone un sistema redundante pero
a la vez flexible, en la medida en que posibilita
accesos desde múltiples niveles. Además,
la estructura de nodos, semejantes a links,
posibilita el hallazgo de relaciones novedosas
y, por ende, constituye la base del pensamiento
metafórico. En palabras del mismo autor:
“Nuestra memoria es un sistema tan finamente
intrincado que tarde o temprano cualquier idea
puede resultar una metáfora de cualquier otra”
Respecto del algoritmo de búsqueda de
Google, el autor destaca que su lógica básica
remeda la teoría de la sociedad de la mente
postulada por Minsky. A diferencia de los
primeros buscadores de Internet organizados
en estructuras de directorio jerárquicos, la
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Federico González
lógica de Google semeja mejor a la de un
orden heterárquico. A efectos de mostrar
esa lógica, González señala que el referido
algoritmo consta de dos parámetros básicos:
el nivel de popularidad de la página a indexar
y la relevancia de su contenido en relación a
determinado criterio de búsqueda.
Finalmente, González teoriza sobre las
directrices básicas para el diseño organizacional
basada en los conceptos de heterarquía,
memoria reticular y agentes múltiples regidos
por una lógica social recursiva.
Lo singular es la lógica eminentemente social
con que Google determina la popularidad de
una página. Para eso, el algoritmo procede
a verificar la cantidad de links externos que
apuntan a determinada página, donde cada
link representa una especie de voto que la
comunidad le conferiría. De tal modo, Google
computa los votos o links que tiene una página
como una medida de su popularidad. Pero
lo realmente poderoso del algoritmo está
dado porque el valor de cada voto varía en
referencia a la cantidad de votos que tenga
la página que emite el link, lo cual se propaga
recursivamente. De tal modo, le popularidad
de una página sintetiza su nivel de referencia
en toda la red. La técnica de Google encuentra
sus raíces en la bibliometría, donde se trata
de ponderar el impacto de las publicaciones
dentro de una comunidad científica a partir de
la cantidad y calidad de citas que ha generado.
Representa un ejemplo del poder de los
sistemas no jerárquicos.
La metáfora de la inteligencia colaborativa
emergente aplicada a las organizaciones surge
principalmente de los desarrollos de la Web 2.0
o Web colaborativa.
González, también refiere a la estructura
heterárquica de Wikipedia, en base al
análisis de Senabre Hidalgo (2009),
quien distingue diferentes efectos en las
estructuras heterárquicas, tales como la
micro-determinación
(influencia
de
los
niveles inferiores sobre los superiores), la
macro-determinación (influencia inversa),
las externalidades (procesos fuera de la
estructura que impactan en uno o más
niveles) y la retroalimentación semiautónoma
(loops o feedback). Según el autor, es la
naturaleza heterárquica de las interacciones
entre diferentes niveles de Wikipedia
(usuario, artículo y directrices Wikipedia), lo
que determina la flexibilidad de un sistema
abierto que ha posibilitado que un grupo de
voluntarios actuando de modo colaborativo
haya sido capaz de superar el contenido de la
Enciclopedia Británica.
9. LA METÁFORA DE LA INTELIGENCIA COLABORATIVA
A continuación se referencia una serie de
definiciones emparentadas con el concepto de
inteligencia colaborativa:
Atlee (2003), acuñó el término co-inteligencia,
definiéndola como una capacidad que
trasciende la noción de coeficiente intelectual
individual y cuya referencia son aquellos
fenómenos donde participan varios individuos.
Surowiecki (2005) se centra en la noción
de inteligencia colectiva, a la que define en
referencia a los desempeños ostensiblemente
mayores de los grupos respecto de los
individuos, al menos para cierto rango de
tareas.
Desde una perspectiva crítica, González y
Váttimo (2012) señalaron una discrepancia
entre definiciones teóricas de inteligencia
colectiva y algunos ejemplos en las que ésta
se expresaría. Específicamente, los autores
notaron que en varias referencias sobre actos
de inteligencia colectiva se encontraba ausentes
el factor colaborativo propiamente dicho, la
interacción y la coordinación en tiempo real de
las acciones de los miembros participantes.
Esto justificó la distinción entre inteligencia
colectiva e inteligencia colaborativa.
En consonancia, los citados autores definieron
inteligencia colectiva como el producto
resultante de un conjunto de individuos que
aunque no interactúan directamente entre
sí, contribuyen al logro de un resultado con
valor agregado. En contraposición, definieron
inteligencia colaborativa como una forma de
inteligencia emergente de la acción de un
conjunto individuos que se vinculan entre sí
ARTÍCULOS
mediante algún tipo de interacción, lo cual
posibilita la obtención de resultados que portan
valor agregado.
La diferencia principal que se desprende de
ambas definiciones radicaría entonces en la
presencia o ausencia de interacción entre los
actores involucrados. De modo tal que, en
principio, la inteligencia colaborativa implicaría,
como mínimo, la existencia de interacción;
con independencia de que tal interacción se
traduzca, además, en actividades coordinadas
e involucramiento hacia un fin común.
En un trabajo clásico circunscripto al dominio
de la Web 2.0, Mayfield (2006) sugiere una
transición desde la inteligencia colectiva a
la inteligencia colaborativa, que se pondría
en acto a través de distintas estadios que
implican actividades con mayor grado de
involucramiento.
Por su parte, González (2009, op. cit.) sugiere
que la colaboración puede expresarse a través
de distintos modos: un modo fusión, donde
cada individuo aporta algo a un producto final
donde esa contribución queda indeferenciada;
un modo molecular, como en el caso de un libro
escrito por varios autores; un modo colección
donde cada contribución aporta a un conjunto
mayor abierto; o un modo agregador, como
en el caso más simple de los comentarios en
blogs.
Los fenómenos de inteligencia colaborativa
constituyen la base de lo que se conoce
como crowsourcing o inteligencia colaborativa
social, donde una comunidad de individuos
interactúa dentro de un contexto determinado
en pos de encontrar soluciones a problemas
determinados de diferente tipo.
La metáfora de la inteligencia colaborativa
resulta especialmente fértil para dar cuenta
del modo en que los individuos dentro de
una organización son capaces de coordinar
acciones en pos de alcanzar sus objetivos. En
su versión más radical la metáfora conduce a
redefinir a la organización como un sistema
de colaboración que propicia productos de
inteligencia emergente.
10. LA METÁFORA DEL ADN CULTURAL
El origen de esta metáfora se remonta a la
tesis de Dawkins (2004) sobre el gen egoísta.
Básicamente, allí se sostiene que los organismos
vivos son autómatas de supervivencia ciega
al servicio de la preservación de los genes
egoístas. Conforme a la teoría darwiniana de
la evolución, los mecanismos elementales que
rigen lógica funcional de los genes egoístas son
la replicación, la variación y la selección. Así, la
teleología de los genes se reduce a un conjunto
de mecanismos cuyo único fin es preservarlos
y multiplicarlos.
La extrapolación de la lógica genética al orden
cultural dio emergencia a la tesis de los memes,
en tanto unidades básicas del orden cultural, y
a la memética, en tanto disciplina que teoriza
sobre su funcionamiento. El concepto de meme
fue acuñado por el mismo Dawkins (2004, op.
cit.) quien, analogándolo al concepto de “gen”,
lo definió como la unidad mínima de herencia
cultural. El término “meme” representa un
neologismo que conjuga la similitud fonética
con “gene” y la semántica asociada a imitación
o mímesis, y a memoria.
Los memes serán entonces las unidades
informacionales básicas que portarían la
herencia cultural que, en parte, se adquiría
por imitación y cuyo reservorio físico serían los
cerebros donde se alojarían como memoria.
La metáfora memética permite generar una
serie de implicancias derivadas del orden de le
genética, aunque semejante operación también
posibilite, además, poner de manifiesto algunas
diferencias.
En lo que concierne a las semejanzas, la
metáfora permite postular la existencia de
los tres mecanismos básicos que rigen a la
genética: replicación, variación y selección.
En el orden de la genética, los genes egoístas
postulados por Dawkins primero deben ser
replicados a los efectos de maximizar el
fin de preservarse. No obstante, durante el
proceso de replicación surgen variaciones
o mutaciones, en la medida en que el logro
de réplicas perfectas resulta dificultoso. Por
Revista Argentina de Investigación en Negocios / 1 (Abril 2015) / ISSN (en línea) 2422-5282
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Las metáforas organizacionales... (19-30)
último, el mecanismo de selección será el
responsable final de garantizar que sobrevivan
aquellas versiones con mayores posibilidades
de auto-perpetuarse. Tomada en su aspecto
extremo, la teoría del gen egoísta conduce a
concebir a los organismos biológicos (vg. los
cuerpos) como meras corazas protectoras de
la información genética subyacente.
Un proceso análogo ocurriría con los memes.
En primer lugar los memes tienen a ser
copiados a través del proceso de imitación.
Durante ese proceso se producen variaciones
operadas de modos diversos. Y finalmente,
se conservan aquellas variantes con mayores
posibilidades de inscribirse y permanecer en el
acervo cultural.
Otra posible implicancia dentro de la matriz
conceptual de la analogía memética surge
al comparar el modo de fecundación de los
memes con el modo de transmisión de los
virus. En ambos casos se necesita una unidad
inicial, un mecanismo de replicación, un medio
de propagación y un huésped.
La perspectiva anterior enfatiza la idea de
que la transmisión cultural opera básicamente
a través de la transferencia de información
entre dos mentes humanas. Adicionalmente,
así como los cuerpos asumen la función
de membrana protectora de los genes, los
cerebros cumplirían idéntico rol respecto de los
memes.
La analogía de la transmisión de virus se
constituye entonces en el equivalente memético
de la difusión cultural, donde los memes
representan el ADN cultural que se transmite
de individuo a individuo y de generación en
generación.
Sin embargo, la teoría mimética estándar
parece haber soslayado el hecho de que la
cultura no solo se transmite de modo directo
entre individuos, sino también de manera
indirecta a través de los artefactos culturales
que asumen el valor de reservorios. Al respecto
resulta ilustrativa le la teoría de los tres mundos
postulada por Popper (1976) que distinguía
entre el mundo 1, de naturaleza física; el
Federico González
mundo 2, de naturaleza mental y el mundo 3,
de naturaleza simbólica.
El mundo simbólico supone una amalgama
entre materia y mente, en la medida en que la
información contenida en los estados mentales
puede implementarse en un soporte físico. Así,
un símbolo supone una unidad representacional
que porta un contenido y que, a su vez, se
materializa en un objeto físico. Desde tal
perspectiva, un libro es un objeto físico donde
el autor cifró una serie de contenidos mentales
que pueden ser recuperados por un lector,
dentro de un proceso no exento de ruido o —
en jerga memética— de errores de replicación.
Adicionalmente, la tesis de Popper resulta
compatible con la tesis del dualismo
funcionalista, postulada en el ámbito de la
filosofía de la mente (Putnam, 1990), que
sostiene que los sistemas mente-cerebro
son objetos duales que, en un micro nivel
subyacente,
pueden
entenderse
como
sistemas físicos-neurales; mientras que un
nivel emergente, pueden entenderse como
sistemas representacionales mentales.
Al especular sobre la naturaleza última que
conformaría los memes surge el concepto de
representación. Un meme será entonces una
porción de información mental que puede existir
potencialmente o en acto. Lo primero refiere a la
información codificada en un artefacto cultural
o disponible sin actualización en los engramas
cerebrales (mundo 3 de Popper). Lo segundo,
a la actualización del contenido mental sobre la
consciencia (mundo 2 de Popper)
Además de constituir representaciones
mentales, los memes pueden ser concebidos
como procedimientos para la acción. Así, un
meme como “democracia” puede ser entendido
tanto en términos de una idea abstracta como
de un conjunto de reglas regulatorias de los
comportamientos políticos de una sociedad.
Otra particularidad de la teoría memética,
especialmente importante en lo concerniente a
las organizaciones, es que los memes pueden
agruparse formando macro-memes o complexmemes. Los macro-memes son sistemas de
memes estructurados que conforman objetos
ARTÍCULOS
culturales complejos como lenguajes, sistemas
político-legales, teorías científico-filosóficas y
narraciones mitológicas o literarias.
Desde el marco memético, una organización
sería un caso particular en que un grupo
de individuos interactúa intercambiando,
replicando, generando y codificando memes.
Aunque en primera instancia, la memética
organizacional pudiera homologarse al
concepto de cultura organizacional, su alcance
resulta mayor.
En efecto, mientras que la cultura organizacional
refiere al conjunto de creencias, valores, mitos,
rituales y artefactos propios de una organización,
la memética organizacional incluiría también a
cada uno de los subsistemas mentales de sus
miembros. De tal modo, la cultura organizacional
sería tanto el universo representacional y
conductual compartido, como cada una de las
diversas representaciones individuales que
conforman la organización.
Asimismo, se argumentó que el advenimiento
de las recientes revoluciones en los campos de
Internet, inteligencia artificial, redes sociales y
otras TICs conduce a pensar nuevas metáforas
afines con el paradigma de la virtualidad
compleja.
Al respecto se postularon las metáforas de la
enciclopedia universal, inteligencia emergente,
inteligencia colaborativa y ADN cultural. A
pesar de que esas cuatro metáforas presentan
una matriz común, importan los detalles que
aporta cada una para repensar la teoría y la
práctica organizacional.
Aunque una organización pueda definirse
de modo no metafórico como un conjunto de
individuos que interactúan en pos de un objetivo
común, entender la complejidad organizacional
en términos metafóricos contribuye a ampliar
el repertorio de los paradigmas a través de los
cuales se intenta comprenderla.
En lo que refiere a sus implicancias prácticas,
la memética puede ser especialmente útil
para dar cuenta de ámbitos organizacionales
específicos como la gestión de la innovación, el
benchmarking y los procesos de globalización.
BIBLIOGRAFÍA
Una posible prospectiva de la memética
organizacional podría evolucionar hacia un
conjunto de directrices que permitan predecir
posibles evoluciones del capital memético y,
eventualmente, encauzar algunos caminos
posibles con el fin de catalizar al proceso
evolutivo organizacional hacia formas de
complejidad mayor.
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11. SÍNTESIS FINAL
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En el trabajo se han analizado diferentes
metáforas a través de las cuales se han
pensado las organizaciones. Al inicio, se ha
intentado explicar la función heurística de las
metáforas que permite pensar posibilidades
que de otro modo podrían quedar inadvertidas.
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es.slideshare.net/fede1234/aprendizajecolaborativo-organizacional-presentacinconferencia-uai (Acceso 20-12-2014)
Posteriormente se han analizado una serie
de metáforas organizacionales postuladas
en los trabajos pioneros de Gareth Morgan y
Fernando Flores.
González, F., y Váttimo, S. (2012). “Procesos de
inteligencia colectiva y colaborativa en el marco
de tecnologías web 2.0: conceptos, problemas y
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