“2016 Año del Bicentenario de la Declaración de la Independencia Nacional” Senado de la Nación Secretaria Parlamentaria Dirección General de Publicaciones (S-957/16) Buenos Aires, 6 de abril de 2016. Señora Presidente Del H. Senado De La Nación Lic. GABRIELA MICHETTI S/D: De mi mayor consideración: Tengo el agrado de dirigirme a la señora Presidente, a fin de solicitarle la reproducción del proyecto de mi autoría caratulado bajo expediente S-3241/14, cuya copia a continuación le adjunto. Agradeciendo su deferencia, saludo a la señora Presidente con distinguida consideración. Cristina Fiore Viñuales.PROYECTO DE LEY El Senado y Cámara de Diputados,… ARTÍCULO 1º.- Modifíquese el artículo 31 de la ley 19.549, el que quedará redactado de la siguiente manera: "Artículo 31: El pronunciamiento acerca del reclamo deberá efectuarse dentro de los noventa (90) días de formulado. Vencido ese plazo el interesado requerirá pronto despacho y si transcurrieren otros cuarenta y cinco (45) días, podrá iniciar la demanda en cualquier momento, sin perjuicio de lo que fuere pertinente en materia de prescripción. El Poder Ejecutivo, a requerimiento del organismo interviniente, por razones de complejidad o emergencia pública, podrá ampliar fundadamente los plazos indicados, se encuentre o no en curso, hasta un máximo de ciento veinte (120) y sesenta (60) días respectivamente. La denegatoria expresa del reclamo no podrá ser recurrida en sede administrativa. “2016 Año del Bicentenario de la Declaración de la Independencia Nacional” Los jueces no podrán dar curso a las demandas mencionadas en los artículos 23, 24 y 30 sin comprobar de oficio en forma previa el cumplimiento de los recaudos restablecidos en esos artículos y los plazos previstos en el artículo 25." ARTÍCULO 2º.- Comuníquese al Poder Ejecutivo. Cristina Fiore Viñuales.FUNDAMENTOS Señora Presidente: La Administración Pública tiene el deber jurídico de pronunciarse expresamente frente a las peticiones de los particulares, tal lo que surge de diversas disposiciones de la Ley Nacional de Procedimientos Administrativos (LNPA), cuyo artículo 1º inciso f) apartado 3º, establece que los particulares tienen derecho a que sus pretensiones se resuelvan mediante una decisión fundada. El mismo artículo, en su inciso e) apartado 1º, dispone que los plazos son obligatorios para los interesados y la administración. A su turno, el artículo 3º establece que el ejercicio de la competencia constituye una obligación de la autoridad u órgano correspondiente y el artículo 7º inciso c) prescribe que deben decidirse todas las peticiones formuladas. Lo dicho hasta aquí resulta lógico, toda vez que frente al derecho de petición, garantizado por el artículo 14 de la Constitución Nacional, se encuentra la obligación de resolver. Son las caras de una misma moneda. El presente proyecto refiere al artículo 31 de la Ley Nacional de Procedimiento Administrativo (Ley 19.549), modificado en el año 2000 por la ley 25.344 con el objeto de regular cuestiones vinculadas a la emergencia económica y financiera, pero que a su vez avanzó sobre temas procesales ajenos a las circunstancias que dieron lugar a su dictado. Efectivamente, el artículo 31 de la LNPA, según la reforma dispuesta por el artículo 12 de la ley 25.344 prevé, como regla general la necesidad de efectuar el reclamo administrativo previo y dispone que al vencimiento del plazo conferido a la Administración para resolverlo, si el interesado requiere pronto despacho y transcurrieren otros 45 días, podrá iniciar la demanda, pero ésta deberá ser interpuesta en los plazos perentorios previstos en el Artículo 25, es decir dentro del plazo de 90 días. Si así no lo hiciera, caduca su derecho y no podrá accionar para obtener su reconocimiento judicial. “2016 Año del Bicentenario de la Declaración de la Independencia Nacional” Una interpretación literal de lo mencionado colisiona con elementales derechos y garantías constitucionales y con las reconocidas por pactos y tratados internacionales, pues su lectura lleva a considerar un sistema nuevo al entender al silencio como un acto denegatorio ficto, trastocando la institución "silencio de la administración". Es sabido que el silencio es una ficción legal de efectos puramente procesales por la que no se transforma en un acto ficto sino en una situación jurídica que autoriza al administrado a actuar "como si" se le hubiera denegado la petición o a continuar esperando el cumplimiento de la obligación legal de pronunciarse de la administración. Tal ficción fue creada en beneficio exclusivo del particular quien es el único interesado en provocar la negativa por silencio para solicitar revisión jerárquica o control judicial según el caso, ya que la inacción de la administración no es admisible -conforme los Artículos 1º, 3º y 7º de la LNPA. La Administración no puede ampararse en el silencio u omitir resolver liberándose de la obligación de hacerlo, sosteniendo que tal silencio equivale a denegatoria. La Corte Suprema de Justicia de la Nación ha defendido en diversos precedentes la conveniencia de establecer plazos de caducidad con el argumento de que ello era necesario con el fin de que los actos administrativos no estén expuestos "indefinidamente" a revisión, pero en el caso de silencio, no existe acto alguno y por eso el artículo 26 de la LNPA no establece plazo para iniciar la acción judicial cuando la vía impugnatoria se agota mediante el silencio. Así, en sentido concordante, la jurisprudencia ha entendido que "el deber de expedirse que tiene la Administración no se encuentra tarifado; antes bien, emana del derecho que tienen los particulares a que sus pretensiones se resuelvan mediante una decisión fundada (art. 1º inc. f) apart. 3º, ley 19549), debiendo decidirse todas las peticiones formuladas (art. 7º inc. c), pues de lo contrario podrían configurarse auténticas hipótesis de indefensión"1. Esta inactividad puede ser material o formal. Inactividad material es una pasividad, un no hacer de la Administración en el marco de sus competencias ordinarias. La inactividad formal se refiere, por su parte, a la pasividad de la Administración dentro de un procedimiento; es la simple no contestación a una petición de los particulares. Éstos, al dirigir una petición a la Administración, establecen una especial relación jurídica entre ellos y aquélla, relación puramente formal, que puede corresponderse con una relación o función material de la Administración, aunque esto no es imprescindible 1 CNCAF, Sala IV, in re “ Palacios Héctor Julio c. EN” , de fecha 5-1006. “2016 Año del Bicentenario de la Declaración de la Independencia Nacional” Resulta absurdo pues luego de esta breve introducción y sobre todo carente de toda lógica, que no exista más plazo que el de prescripción para interponer el reclamo administrativo previo, pero que ante la configuración del silencio negativo comience a correr un plazo perentorio para acudir a la Justicia. La solución establecida por la Ley 25.344 ha buscado poner una nueva traba a la posibilidad de accionar de aquellos particulares que no han obtenido pese a su derecho, una solución expresa, de esta manera, el particular pierde por un plazo computado de manera implícita y sin notificación expresa alguna, el derecho a acceder a la jurisdicción, violentando las normas mínimas del debido proceso que se ha defendido con tanta tinta. Se trata de una norma que atenta contra los derechos de defensa en juicio y a obtener una respuesta, además de contradecir el fundamento del plazo de caducidad del propio artículo 25 de la LNPA. Cabe destacar, que la presente iniciativa fue oportunamente presentada por el senador (m.c.) Juan Agustín Pérez Alsina bajo el expediente S-1.725/09, obteniendo sanción del H. Senado en el año 2010 y caducando en el 2012. Por los motivos expuestos, solicito a mis pares la sanción del presente proyecto de ley. Cristina Fiore Viñuales.-