DISCURSO POR EL XII ANIVERSARIO DE LA RESERVA COMUNAL AMARAKAERI Hermanos y hermanas, O’pos de las diferentes comunidades presentes, señores autoridades del SERNANP, representante del gobierno regional y público presentes: En los años 70 y 80 inició la migración de personas foráneas que empezaron a invadir nuestros territorios ancestrales, dedicándose a actividades como la extracción de la madera y del oro. Desde que entendimos esta problemática, y desde nuestros conocimientos, exigimos al estado que respete y reconozca nuestros derechos y que nos proteja de los invasores, sin embargo el Estado no dio respuesta. Pero nuestros líderes no se quedaron con las manos cruzadas, el reto les dio fuerzas y se unieron los pueblos para reivindicar su territorio, para conservarlo y protegerlo, y darle un manejo como lo venían haciendo nuestros ancestros; y para que las nuevas generaciones garanticen la supervivencia de nuestros pueblos; desde esta demanda se prepararon diferentes estrategias para hacer incidencia a nivel nacional e internacional. Finalmente, en el año 2002, un día como hoy, el Estado Peruano decreta el reconocimiento oficial de nuestro territorio ancestral como RESERVA COMUNAL AMARAKAERI. En nombre de las comunidades que conforman el Ejecutor del Contrato de Administración, Queros, Shintuya, Shipetiari, Puerto Azul, Diamante, Boca Ishiriwe, Masenawa, San José, Puerto Luz, Barranco Chico, y en calidad de presidente de esta institución, quiero manifestar por el festejo del aniversario de nuestro territorio ancestral, la Reserva Comunal Amarakaeri, que me encuentro orgulloso y agradecido por aquellos sabios de nuestros ancestros que impulsaron más de 20 años un trabajo permanente, para que sea reconocido legalmente por el estado, con una categoría de reserva comunal, nuestro territorio para proteger nuestro patrimonio cultural, así como para conservar las cabeceras de los ríos y la flora y fauna, puesto que estos, junto con los espíritus de nuestros antepasados, garantizan la supervivencia de nuestros pueblos, Harakbut, Yine y Machiguenga, y contribuyen al equilibrio climático y al bienestar del mundo entero. Hoy nuestra Reserva cumple 12 años de reconocimiento por parte del estado, pero para nosotros este territorio lo hemos usado y manejado desde tiempos inmemoriales, es donde nacieron nuestras primera generaciones que compartieron sus conocimientos, sus vivencias, su cultura y sus luchas legendarias, para seguir sobreviviendo. Esta área con categoría de reserva comunal; es un territorio ancestral. Cuando se firma el convenio para el contrato de administración, ha sido la primera vez en la historia que nos sentamos con el estado para tratar de entender cómo desarrollar el manejo conjunto para administrar nuestros territorios, asegurando la conservación del patrimonio cultural y el manejo sostenible de los recursos, con la asesoría y supervisión del estado. Como representante de las comunidades, en este primer periodo de trabajo, estamos impulsando un dialogo permanente con la jefatura, estableciendo estrategias de protección y desarrollo sostenible de manera conjunta, que nos permitan consolidar la gestión del área y apoyar a las comunidades beneficiarias con apoyo técnico en las iniciativas de sus actividades económicas sostenibles que se enmarquen dentro de la visión de los pueblos indígenas. Hermanos y hermanas, en esta Reserva, queremos hacer un trabajo que marque la diferencia, donde desde nuestra visión como pueblos indígenas, se realice la administración directa con supervisión por el ente competente del estado, el SERNANP, ayudando a nuestras comunidades a que mejoren sus trabajos y calidad de vida, educando con nuevos valores el respeto con identidad cultural, por el bien de nuestro pueblo, y seamos orgullos de contribuir al país conservando y manejando los recursos existente en nuestro territorio ancestral. Hermanos y hermanas, somos conscientes que queda mucho por hacer: Nuestros territorios ancestrales, se encuentran amenazados por actividades extractivas. Frente a esto los beneficiarios de la RCA, tenemos que unificar fuerzas, dialogar, para dar propuestas concretas al estado, y trabajar en unidad, con estrategia. El reconocimiento de la Reserva fue la primera batalla ganada, pero el camino es largo y quedan muchas por pelear. Pero no estamos solos, desde el principio nos acompañó nuestras organizaciones, COICA, AIDESEP, FENAMAD; COHARYIMA y esta alianza sigue vigente, siguen respaldando nuestro trabajo y realizando acciones concretas para garantizar la conservación de nuestros bosques, ríos y la integridad que compone la naturaleza y la cultura en la Reserva Comunal Amarakaeri. Quiero terminar manifestando lo siguiente: nuestro territorio ancestral representa nuestra supervivencia, que garantizará el futuro a nuestras generaciones venideras. Está en nuestras manos el destino de nuestro pueblo.