Asamblea Nacional Síntesis del Conflicto entre la República Popular China y el Tíbet. Departamento de Asia, África y Oceanía 30/10/2015 INDICE INTRODUCCION……………………………………………………………………2 DESARROLLO………………………………………………………………………4 PAPEL DE LAS NACIONES UNIDAS…………………………………………….6 SITUACION ACTUAL……………………………………………………………….7 CONCLUSIONES…………………………………………………………………….8 BIBLIOGRAFIA……………………………………………………………………….10 1 I. INTRODUCCION El conflicto entre la República Popular China y la región del Tíbet debe ser entendido como una desarticulación entre la identidad de una zona geográfica en particular y la lógica del desarrollo de un estado nacional. Ciertamente, el Tíbet como región en conflicto nunca estuvo separada del resto de China a pesar de contar con una población fundamentalmente diferente de la mayoría étnica nacional han. Habitualmente los líderes de opinión occidentales valoran la situación del Tíbet de forma muy general olvidando los detalles propios de cualquier realidad geopolítica. Como conflicto esta región no esconde las grandes contradicciones de las minorías étnicas en la globalización, sobre todo aquellas que plantean el tema del desarrollo como una etapa de separación entre el progreso y la tradición. China como evidente potencia global del siglo XXI nos muestra un crecimiento sin precedentes en la historia humana pero con iguales impactos ambientales y en el caso del Tíbet particularmente culturales. La información disponible en Internet sobre el tema en mención documenta el devenir histórico de una nación con identidad, lengua y religión propia pero no lo suficientemente articulada como para ser considerada como estado, lo que dificulta el entender este conflicto. El presente material nos permite hacernos una idea general de que es el Tíbet hoy en día con datos confiables y algunas modestas reflexiones que más que responder preguntas intentan acercarnos a un lugar sumamente remoto para el mundo occidental en términos físicos e igualmente distante en términos culturales para China. La región tibetana dentro China y esta a su vez dentro de Asia amen de cualquier proceso de integración regional nos aseguran que los diferendos entre los Estados y sus respectivas y particulares poblaciones está aún lejos de terminar basta con dar un vistazo a los Tigres tamiles de Sri Lanka luchando contra la India o a los musulmanes en de Myanmar en pugna con las poblaciones budistas, minorías étnicas que buscan reivindicaciones en estados que muestran a la luz de la modernidad citas pendientes con sus valiosas poblaciones aborígenes. 2 3 Límites geográficos: Norte: con la región autónoma china de Sinkiang. Sur: con India, Nepal, Bhután y Birmania. Este: con las provincias chinas de Sichuan y Yunan. Oeste: con Cachemira. En el siglo VII d.c. las distintas tribus de la etnia tibetana se agruparon en torno a un monarca, Gnamrisrongbrtsan, naciendo así un embrionario reino tibetano. Este estado en formación creció hasta fundar un imperio en el siglo VIII, el cual amenazó a la China de los Tang. Es por esta época entra el budismo a Tíbet a partir de la labor del monje Padma Sambhava, religión que fue declarada oficial por el rey Khrisrongldebrtsan. En el siglo X se produjo una división que acabó en el siglo XIII con la dominación mongola de Kublai Kan, nieto de Gengis Khan. En el siglo XVI los mongoles nombran virrey al monje líder de la secta Gelugpa ("del gorro amarillo"), el cual recibe el título de Dalai Lama1 o monje líder del Tíbet. Después de la dominación mongola, el Tíbet estuvo continuamente saliendo y entrando en el Imperio Chino, hasta que en el siglo XVIII se afianzó la dominación china con los Ming. En 1856, la región queda bajo la administración de Nepal como estado vasallo, lo cual dura hasta 1904, cuando el Tíbet es invadido por los ingleses, quienes acuerdan devolverlo a China. En 1913, tras una corta revuelta, se declara la independencia nominal del Tíbet, la cual dura hasta 1914, cuando ingleses, chinos y tibetanos acuerdan poner al país bajo la "protección" de China, pero manteniéndose la soberanía tibetana. En 1956, se producen enfrentamientos armados entre tibetanos y fuerzas adherentes al régimen de Pekín. Para 1958, la revuelta es general, y al año siguiente se produce el motín de Lhasa. El Dalai Lama huye del Tíbet y ocurre la represión masiva, la cual provoca el exilio forzado de miles de tibetanos, hecho condenado por Naciones Unidas. En 1965, la anexión queda concluida con la creación de la Región Autónoma de Xizang (nombre chino del Tíbet), mientras el Dalai Lama forma un gobierno en el exilio en Dharamsala, India. Es importante destacar que es desde el Tíbet, y principalmente desde las cordilleras que circundan su territorio, donde nacen los ríos más importantes de China y de la India. En el primer caso, los ríos Amarillo, Mekong y Yangtsé; en el segundo, los ríos Indo, Brahmaputra y Ganges, en la zona norte de esta área encontramos lagos de agua salada. El clima en general es semiárido y frío. La temperatura promedio es de 1ºC y es común el descenso de temperaturas al caer la tarde. La mayor parte de los habitantes del Tíbet son budistas lamaístas, religión que ha tenido su centro en Lhasa, capital tibetana. Asimismo, hay grupos hinduistas y budistas no lamaístas. II. DESARROLLO El Tíbet es una región con su propia historia económica la sociedad tibetana era una sociedad estamentada, donde el gobierno era ejercido por una clase terrateniente muy minoritaria, compuesta por monjes, los cuales tenían el dominio absoluto sobre las tierras. Frente a ello, había una clase agricultora muy disminuida, totalmente 1 Dalai lama título es el título que obtiene el dirigente del gobierno tibetano en el exilio y el líder espiritual del lamaísmo o budismo tibetano. 4 dependiente de la nobleza a niveles prácticamente de esclavitud y con un trato cruel y explotador. Como régimen teocrático, religión y estado eran uno solo. En rigor, la religión era el estado. El mantenimiento de lamasterios y monjes absorbía la mayor parte de los pocos fondos públicos y de las exiguas contribuciones que recibían de los campesinos. La producción económica en Tíbet era escasa y no daba réditos al país. Todo se reducía a una mísera agricultura y ganadería de subsistencia. Al mismo tiempo, no había medios de trasporte o comunicación. La realidad social era deplorable, con abundancia de mendigos en las ciudades tibetanas. La decisión de invadir el territorio encabezada por el líder revolucionario Mao Tse Tung fue motivada por un atraso económico evidente, posterior a invasión (liberación para los chinos militantes del partido comunista) los cambios en la estructura económica, la tenencia de la tierra y en la infraestructura se dieron gradualmente con el paso de los años. La electricidad instalada hoy en día cumple una función primordial para la región, contando con 401 centrales productoras de distintas fuentes (hidroeléctricas, termoeléctricas, etc.) y producen 661 millones de kw/h al año (1.810.960 kw/h al día). Para comparar, diremos que en 1949 había en Tíbet sólo una central de energía, que apenas producía 125 kw/h al año. El desarrollo de obras viales es notable, con 22.500 km2 de carreteras hacia Tíbet y en especial hacia Lhasa, la capital. Hay 15 carreteras troncales y 375 caminos secundarios pavimentados. Hasta la llegada de la ocupación china prácticamente no había caminos. Igualmente, con motivo de mejorar el transporte entre Tíbet y el resto de China, se han construido dos aeropuertos en Lhasa y Qamdo, los cuales también tienen destinos internacionales dado el auge del turismo. Actualmente, el Tíbet tiene pueblos y ciudades urbanizadas lo que nunca sucedió en los tiempos del estado teocrático. Las transformaciones sociales ocurridas en la región desde 1951 han terminado con sus problemas históricos, caracterizados por tres aspectos: el latifundismo de los monjes, el estancamiento social y la opresión y la discriminación étnica. Hoy se puede afirmar que el crecimiento imparable de China está vinculado a la región. La postura del Dalai Lama en el exilio como líder del Tíbet reviste una serie de críticas propias de un líder político (no olvidemos que es el representante de una sociedad teocrática) las posiciones de este son presas de señalamientos ya que al decir: “Tíbet y China pueblos distintos” contradice la realidad misma de la nación china, país por naturaleza multiétnico el que alberga 55 minorías étnicas reconocidas oficialmente. Cabe mencionar, que para ambas partes el Tíbet significa un área estratégica relevante tanto por sus recursos naturales y minerales como por su ubicación al colindar con la India y estar próxima a las repúblicas de Asia Central. Si bien es cierto que las 5 minorías étnicas significan una diferencia compleja de resolver para los estados nacionales, el Tíbet nunca fue valorado como nación aun incluso por sus autoridades teocráticas por su enorme nivel de pobreza y subdesarrollo. La población tibetana ha manifestado un rechazo hacia la invasión de parte de china de acuerdo a los medios de comunicación occidentales. Desde 1979 luego de los catastróficos reveses de la revolución cultural el gobierno chino modificó su política hacia la región sobre todo en el ámbito cultural y el rescate de los monumentos religiosos y templos ha iniciado una recuperación. Según algunos investigadores la gestión del gobierno exiliado del Tíbet responde al interés particular de funcionarios religiosos para obtener credibilidad internacional sin embargo, esto solo ha representado un discurso falaz, ya que las condiciones de los tibetanos reubicados en la India ha mejorado poco desde los días de la invasión. De igual modo, se critica el liderazgo del Dalai Lama por reunir fondos solo para la élite sacerdotal profundizando las desigualdades entre los líderes y el pueblo exiliado, por lo tanto las clases dominantes tibetanas establecidas en la India ha abandonado poco a poco las ancestrales costumbres y se ha adaptado al modo de vivir indio-occidental de las principales ciudades de ese país. Como conflicto la situación del Tíbet es una muestra más del choque entre gobiernos de partido único y minorías étnicas donde no siempre estas últimas ha sido bien entendidas por el ejecutivo. Una de las consecuencias más palpables de esta relación es la enorme ola de migrantes de la etnia Han (90% de la población China) al Tíbet, fenómeno que ha limitado la difusión de la lengua local en virtud del mandarín de los colonos. Si bien es cierto que el Dalai Lama goza de cierto reconocimiento internacional agrandado aún más por el premio nobel de la paz otorgado a este en 1989 entre la juventud tibetana es un líder cuya popularidad ha diezmado. III. EL PAPEL DE NACIONES UNIDAS La acción de Naciones Unidas ha sido prácticamente nula ya que la única declaración oficial que hace referencia al conflicto en el Tíbet fue la 1353 del 21 de octubre de 1953, cuando la República Popular China no formaba parte de la organización por lo tanto fue una declaración simbólica. Los indicadores de desarrollo humano (esperanza de vida, PIB regional, crecimiento de la población, mejora de las infraestructuras etc) de acuerdo a la opinión publica en china son los más altos de la historia en la región llegando inclusive a superar a otras regiones del país aun en desarrollo, lo que permite que la población en general señalen los notables esfuerzos del gobierno central en una zona internacionalmente conocida. 6 El elemento del progreso como premisa del estado central es una constante en los diferentes conflictos sobre todo en aquellos donde participan minorías étnicas, es decir las partes viven un malentendido cultural que pone en entre dicho dos elementos por un lado la identidad de una minoría y por otros su legítimo derecho al desarrollo. Esta marcada división contrasta por otro lado en el hecho de la soberanía como valor artificial de Tíbet, una región por siglos periférica pero no autónoma es decir las tradiciones de una minoría étnica no forjaron un estado nación, por lo tanto el Tíbet nunca fue otro país, mientras que China jamás ha tenido problemas de soberanía aun incluso antes de pertenecer a las Naciones Unidas. El gobierno chino en uso de dicha soberanía no solo ha impulsado el desarrollo económico de la región sino que ha instalado una serie de bases y emplazamientos militares dejando clara su presencia en la zona colindante al Asia Central. Gran parte del análisis sobre el conflicto del Tíbet pasa por la dimensión de las libertades individuales expresión fiel de los derechos humanos pero igualmente por el asumir no solo la identidad de determinada minoría sino también de asumir y proporcionar una garantía efectiva e histórica de tales libertades en términos económicos, sociales y políticos y es sobre ese entender que los medios de comunicación occidentales impulsados más por la inmediatez de la noticia que por la reflexión seria del conflicto presentan a la población que el gobierno chino es el malo y los tibetanos los buenos. IV. SITUACIÓN ACTUAL El desarrollo económico de la región tibetana no está exento de problemas, hoy en día China es el estado de mayor crecimiento en el planeta, las grandes inversiones y los megaproyectos que el gobierno central ha instalado en la región son la evidencia misma de esto. El Tíbet que ha sido visto por occidente como la cenicienta de las provincias chinas, hoy en día dejó de serlo. Los problemas del estado nacional no son retos fáciles para ningún gobierno, ya que las minorías étnicas siempre demandan espacios legítimos de participación y el estado en cumplimiento a la constitución está obligado a articular su legislación y recursos hacia la realidad multiétnica que los rodea, por otro lado los tomadores de decisión no pueden darse el lujo de ignorar regiones enteras del territorio nacional por el solo hecho que estas minorías así lo deseen, cuando son estas mismas las que históricamente más demandan su atención. A su vez la comunidad internacional y particularmente los gobiernos occidentales han sido incapaces de reconocer la independencia tibetana como gobierno legítimo porque les traería grandes diferencias con el gobierno chino al que justamente hoy en día todos desean acercarse como socios comerciales. 7 Las implicaciones geopolíticas que el conflicto del Tíbet signifique a largo plazo son inciertas a la luz del crecimiento económico chino, debido a que el peso propio de china impide cualquier compromiso formal a la causa tibetana, para los estados simpatizantes con la misma. El futuro del liderazgo del pueblo tibetano no es menos improbable ya que el XVI Dalai Lama, no ha modificado hasta el día de hoy sus términos de negociación congelando las oportunidades de avance ante líderes como Deng Xiao Ping y Jian Zemin ya que entre otras cosas plantea que el territorio de Tíbet se administre de un modo distinto al resto de las provincias chinas, asunto que significa una clara separación política y administrativa de la región respecto al estado, cosa que China nunca ha reconocido. El discurso del Dalai Lama ante el parlamento europeo en 1989 estuvo marcado por contrastes políticos ya que mientras el líder habló del fin del colonialismo en el mundo eran justamente los partidos políticos europeos los históricos practicantes de este sistema de gobierno, obviando igualmente que la Unidad Europea siglos atrás desterró para siempre la presencia de la religión en los asuntos públicos lo que permitió a los gobiernos y a la población apostar por las democracias como embrión de la unidad continental. De igual modo, el líder expresó que el Tíbet puede ser: el santuario de la paz y la armonía entre el ser humano y la naturaleza y de respeto a los derechos humanos y la democracia, cuando el término democracia era inimaginable durante el gobierno de teocrático de los monjes antes de 1959 e igualmente ignorado por el gobierno chino hasta la fecha. La idea de la independencia del Tíbet es el modo occidental de entender un conflicto donde el líder religioso no ha sido capaz de asumir una postura más pragmática a los tiempos actuales y menos conservadora, cuando la misma China en un momento estado comunista monolítico accedió finalmente a convivir con el mercado como parte de la realidad nacional. No debemos olvidar que en medio del conflicto el problema histórico de china con su crecimiento demográfico obliga al estado a plantear y ejecutar políticas de repoblación de territorios en la zona occidental comparativamente menos poblados que las grandes y repletas provincias del este, lo que a su vez ocasiona que las minorías étnicas resientan la presencia de los colonos y la cosmovisión de estas sea alterada finalmente. V. CONCLUSIONES La realidad de las minorías étnicas en los estados nacionales hoy en dia es compleja y las narraciones al respecto en la época de la globalización dificultan para el lector y el analista identificar un marco interpretativo. 8 La población tibetana al igual que los uigures, manchúes, mongoles y demás etnias de china viven el dia a dia al margen de las decisiones del gobierno central, continúan creciendo como sociedad en medio de las dificultades cotidianas. El exilio tibetano ubicado en Dharamsala (India) igualmente ha vivido de acuerdo al desarrollo económico de la India y accedió de esta forma a las garantías individuales que este estado le procura, las nuevas generaciones que nacieron en el citado país no vivieron el desarraigo de sus abuelos y por lo tanto ven el futuro desde otros intereses, a su vez convencidos que la gestión de su líder máximo no ha dado mayores resultados. Estas generaciones notablemente influidas por los valores occidentales interpretados por el estado hindú, aprenden el inglés como una expresión de cambio en el entendido que ninguna de la propuestas del Dalai lama ha dado resultado y que como muchos exilios no se sienten más identificados con ninguno de los dos paradigmas en pugna que se reclaman mutuamente y de diversos modos la representación de estos. La forma de entender este conflicto y de contemplar su final puede ser en el futuro próximo con la inminente hegemonía de china una posibilidad al alcance de los tomadores de decisión, ya que ni el exilio ubicado en la India, ni los seis millones de tibetanos han dejado de crecer y desarrollarse como miembros del pueblo chino o chinos tibetanos inmigrantes amén del propio conflicto. Por otro lado, el Dalai Lama líder de un pueblo pero de una generación también, el gobierno chino convencido de su futuro al lado del capitalismo y occidente narrador ambiguo de este conflicto han entendido que es en asumir un compromiso con el dialogo activo, como práctica donde realmente está la respuesta a un problema étnico, en un país multiétnico que accedió a liberalizar su devenir histórico. VI. BIBLIOGRAFIA 1. Tíbet 2008: Narrativas en conflicto, escenario global, Fonts-Prado, Carles, Universitat Oberta de Catalunya, 2008. 2. La cuestión del Tíbet: un asunto de difícil solución, Alberto-Notario, Carolina, Instituto Español de Estudios Estratégicos, 2015. 3. Marcha del Tibet hacia la modernización, Oficina de Información del Consejo de Estado de la República Popular China, 2001. 9 Elaborado por: Lic. Gabriel Lovo Departamento de Asia, África y Oceanía Dirección de Relaciones Internacionales Parlamentarias 10