La morosidad del crédito al consumo se mantendrá en niveles reducidos, según el Servicio de Estudios de BBVA • • • • El estudio de la morosidad al consumo en España muestra que se podría estar produciendo ya un cierto repunte en tarjetas, aunque el resto de segmentos, auto entre ellos, muestra una evolución contenida. No obstante, se evidencia una notable heterogeneidad en el nivel de morosidad de las provincias españolas El crédito al consumo mantiene su fortaleza, estabilizándose en tasas de crecimiento en el e ntorno del 20%. Este dinamismo proviene fundamentalmente de la pujanza de la demanda, mientras que por el lado de la oferta parece observarse a lo largo del primer semestre de 2006 un sesgo menos expansivo El consumo de los hogares mantendrá la desaceleración vigente hasta crecer el 3,6% y 3,1% en 2006 y 2007, respectivamente, por debajo del 4,2% registrado en promedio en 2004-05. Ello se deriva de la continuidad del escenario de moderación de la renta y de la riqueza de las familias y del aumento de su carga financiera, la cual se ve más afectada por el incremento del nivel deuda que por el de los tipos de interés Las matriculaciones de automóviles cerrarán el año con una suave caída en las ventas tras los récord de 2004 y 2005. El mercado del vehículo de ocasión, que parece seguir creciendo en prestaciones, parece consolidarse por encima del vehículo nuevo La morosidad del crédito al consumo se mantendrá en niveles reducidos aunque seguirá presentando heterogeneidad geográfica y por productos. Aunque el cambio de ciclo económico pueda conducir a un aumento de la morosidad del crédito al consumo, existen elementos que limitan la posible amplitud de este repunte. Como en toda economía, en la española seguirá habiendo ciclos, pero entramos en una época de fluctuaciones menos bruscas, afirma el servicio de Estudios de BBVA en un nuevo número de la publicación Situación Consumo. Según el informe del Servicio de Estudios de BBVA, un conjunto de factores hará que la morosidad sea contenida. Entre ellos, señalan las nuevas técnicas de medición del riesgo, el hecho de que los contratos que protagonizan las entradas en mora sean en general de pequeño importe, el mantenimiento del endeudamiento de las familias en niveles sostenibles y soportados por una importante riqueza inmobiliaria y financiera, así como las condiciones de financiación menos laxas por las que las entidades financieras ya están abogando. En la elaboración del informe, presentado hoy en Madrid por el director del Servicio de Estudios de BBVA, José Luis Escrivá, y por Carmen Hernansanz, Economista Jefe del Servicio de Estudios, ha tenido también una participación activa BBVA Finanzia, la unidad del Grupo especializada en financiación al consumo. Morosidad del Crédito al Consumo en España En este número de Situación Consumo se realiza un análisis en profundidad de cómo es la morosidad en España. En nuestro país la proporción de crédito al consumo moroso se ha estabilizado en el 2% desde mediados de 2004, experimentando una caída en los últimos diez años más pronunciada que la observada en otros países desarrollados. Sin embargo, la previsible desaceleración económica, el creciente coste de la financiación, el nivel de endeudamiento y un mix de la cartera de crédito al consumo que podría haberse desplazado hacia perfiles más arriesgados hacen particularmente relevante el seguimiento de la morosidad del crédito al consumo, que se manifiesta en ocasiones como un indicador adelantado de deterioros del momento cíclico. En base a la información analizada del principal registro de morosos privado, Asnef-Equifax, se puede concluir que existe evidencia de que se podría estar produciendo ya un cierto repunte en la morosidad de tarjetas, aunque el resto de segmentos, auto entre ellos, muestra una evolución contenida. Este patrón es similar al observado en otros mercados, como el estadounidense o el británico. No obstante, se aprecia una realidad heterogénea entre las diferentes provincias españolas. El ratio de mora provincial suele guardar relación positiva con el paro, y negativa con el PIB per capita y la importancia de las actividades industriales y de construcción en la región. Desde el punto de vista financiero, la densidad de oficinas bancarias es una variable que parece contribuir positivamente a la calidad del crédito a las familias. En el caso concreto del automóvil se aprecia además una correlación positiva, aunque no muy intensa, con el crecimiento el parque. La significativa presencia de intermediarios no bancarios en este sector lleva a que la densidad de oficinas bancarias no sea en este caso relevante. Aunque el cambio de ciclo económico pueda conducir a un aumento de la morosidad del crédito al consumo, existen elementos que limitan la posible amplitud de este repunte de la mora. Entre ellos cabe citar la suavidad de la desaceleración económica prevista, la inercia de la morosidad y la traslación gradual de las subidas de tipos de interés oficiales al coste del crédito al consumo que se suele conceder a tipo fijo. Como en toda economía, en la española seguirá habiendo ciclos, pero entramos en una época de fluctuaciones menos bruscas. Financiación al consumo El crecimiento del crédito al consumo en España se ha consolidado en niveles superiores al 20%, siendo el saldo de crédito al consumo en nuestro país un 15% del de la UEM y un 18% las nuevas operaciones. El análisis por vencimientos muestra que más de la mitad de los incrementos de saldo son a menos de 1 año. Si bien la demanda de crédito al consumo es muy expansiva y se espera que siga siendo así en los próximos trimestres, las entidades han moderado el sesgo expansivo en sus políticas crediticias, relajando los criterios de concesión, pero aumentando los márgenes. El crédito al consumo está más extendido en países como Estados Unidos o Reino Unido, dado que en España la propensión a financiar el consumo es reducida y la renta disponible per capita es aún modesta. Estos dos factores apoyarán el desarrollo de la financiación al consumo en los próximos años. Sin embargo, nuestra propensión a consumir se ha elevado significativamente en los últimos años como resultado de la expansión económica y del impacto sobre el consumo del aumento de la riqueza no financiera. El consumo seguirá moderando su ritmo de crecimiento El gasto en consumo de los hogares creció en el segundo trimestre de 2006 el 3,6%, un punto por debajo del máximo aumento registrado en esta etapa cíclica a mediados de 2004. En los próximos trimestres, el consumo de los hogares mantendrá la actual desaceleración, hasta crecer el 3,6% y 3,1% en media en 2006 y 2007, respectivamente. Ello se deriva de la continuidad del escenario de moderación en el crecimiento de la renta y de la riqueza de las familias y de aumento de su carga financiera. A mediados de 2006, la renta disponible nominal se encuentra en una etapa de moderada desaceleración, que al incorporar el drenaje de la inflación se hace algo más acusado en términos reales. El empleo se mantendrá como el principal soporte de la renta de los hogares, con unas perspectivas de un ritmo de aumento de la ocupación ligeramente superior al 3% y una tasa de paro que podría situarse en promedio en 2006 en el 8,5% de los activos y en 2007 por debajo del 8%. La moderación salarial derivada del aumento de la oferta de empleo por la inmigración y la incorporación de la mujer al trabajo seguirá soportando la evolución del empleo en España. En cuanto a la riqueza en manos de los hogares, manteniéndose en niveles estructuralmente elevados, proseguirá su senda de desaceleración como resultado de la consolidada r alentización de los precios de la vivienda. Finalmente, la moderación de los fundamentos que justifican el gasto de los hogares está siendo más intensa que la que registra su gasto, lo que se traduce en un descenso de la tasa de ahorro y en un creciente recurso a la financiación. Este mayor nivel de endeudamiento ha ido acompañado de un aumento de la carga financiera, que ha experimentado en 2006 su mayor crecimiento de los últimos años. Dado que las variaciones de tipos de interés se transmiten a la carga financiera con un retardo de aproximadamente seis meses y asumiendo una suave desaceleración del crédito en 2007, ese año el servicio de la deuda seguirá repuntando sobre los niveles actuales. Automoción: Un mercado que se modera Las ventas de turismos en Europa se mantuvieron prácticamente estables en los primeros nueve meses del año, frente al descenso del 0,7% del año anterior. España mantiene la quinta plaza europea en ventas de turismos, habiendo matriculado un 10% del total de la UE de los quince. Sin embargo, de enero a octubre de 2006 se han perdido un 1,8% de las matriculaciones de turismos frente a idéntico periodo de 2005, lo que hace más difícil alcanzar por tercer año consecutivo un récord histórico. Los factores coyunturales apuntan a que en 2006 y 2007 continuará la moderación del gasto en automoción, pudiendo observarse un ligero retroceso en las ventas. Los factores macroeconómicos como la renta de las familias, tradicionales soportes del sector, parecen estar desacelerándose. Además, el tensionamiento en las condiciones financieras también apoyará este comportamiento. Por otra parte, los datos muestran que la elevación experimentada en los precios del petróleo sigue sin afectar a las ventas de vehículos, por lo que, no es de esperar que su moderación muestre una incidencia muy acusada en la cifra de ventas. Finalmente, factores propios del sector como los descuentos o el Plan Prever también parecen estar perdiendo fuerza. No obstante, desde una perspectiva estructural, la convergencia en renta , los aumentos de población y el descenso permanente de los tipos de interés harán que la densidad del parque español aumente hacia niveles más semejantes a los de las economías europeas más desarrolladas. Mayor dinamismo relativo mostraron las ventas de turismos de ocasión, que se elevaron a 1,15 millones de unidades en los nueve primeros meses del año, lo que supone un aumento del 1,4% respecto al mismo período de 2005. De esta cifra se calcula que el colectivo inmigrante adquirió unos 103.000 automóviles, lo que representa el 9% del total. Fuente: Estudios de BBVA