02 OPINIÓN SÁBADO 29 DE JUNIO DE 2013 juventud rebelde FRENTE AL ESPEJO LA CRÓNICA por MARIANELA MARTÍN GONZÁLEZ digital@juventudrebelde.cu NELSON Mandela se debate entre la vida y la muerte desde hace casi una semana. A pesar de que no respira por sí mismo y lo reportan en estado crítico, su pueblo espera un milagro. En las afueras del hospital donde lo asisten, en Pretoria, muchos se congregan y oran, y le cantan a las deidades para que su Madiba, el hombre que unificó a los sudafricanos no muera, a pesar de sus casi 95 años. Si la celda número cinco de la prisión de Robben Island pudiera atestiguar las razones de la mala salud de Mandela, confirmaría que los pulmones de este gladiador contra el apartheid se desgastaron tras sus rejas. Allí el líder del Congreso Nacional Africano sobrevivió 18 años, de los 27 que permaneció preso; y en aquellos escasos metros cuadrados su fortaleza se quebró por la mala nutrición, las temperaturas extremas y la soledad. En 1964, con muchas utopías truncadas, desembarcó en ese pedazo de tierra —enclavado frente a Ciudad del Cabo— para cumplir con la penitencia de trabajos forzados. Robben Island sumaba, entonces, más de trescientos años como símbolo del desamparo. Los holandeses se adelantaron en usar su condición de isla rodeada de tiburones y bravías corrientes para confinar a los negros independentistas. Un poco más tarde los británicos repitieron la misma receta. Cuando a Mandela le impusieron aquel destino, el régimen del apartheid no encontró mejor lugar para que él y sus compañeros de lucha no escaparan. Los dirigentes de alta peligrosidad, entre los que se encontraba Nelson Mandela, eran confinados a la sección B, donde la vigilancia casi absoluta se sumaba a un rosario de quebrantos, que no solo se limitaban a diferenciar las raciones y menús de los negros y los de los blancos, las calidades de las camas y el derecho a las visitas y correspondencia. Sin embargo, se resignó a soportar las diferencias, excepto a llevar calzones cortos, como estaba prescripto para los de su raza, con el ánimo de humillarlos. Madiba JAVIER DUEÑAS OQUENDO javier@juventudrebelde.cu Insubordinarse le costó castigos feroces, pero finalmente los presos políticos de Robben Island vistieron pantalones largos, que hasta entonces era solo un privilegio para blancos y mestizos. Trabajar en el corte de piedra caliza desde la madrugada hasta media mañana, y luego permanecer encerrado desde las cuatro de la tarde hasta el día siguiente, era una rutina concebida para bestializar a los reos. A pesar de todo, a los nueve años de estar expuesto a este régimen, Mandela se graduó de abogado por correspondencia en la Universidad de Londres, y cultivó un jardín en medio de aquel bodrio de violencia. El 11 de febrero de 1990 salió de prisión e inmediatamente condujo a su partido hasta conseguir una democracia multirracial en Sudáfrica. En 1994 ganó las elecciones y se convirtió en el primer Presidente negro de ese país. Su mandato se extendió hasta 1999 y en ese período sus fuerzas se concentraron en la reconciliación de su amado país que había vivido bajo los designios de una minoría segregacionista durante mucho tiempo. Cuando se refería a las energías que le impidieron enloquecer y enterrar el rencor en aquel cubil de dos metros de largo por dos treinta de ancho, y tres de altura, en Robben Island, recordaba los versos del poema Invictus, del poeta inglés William Ernest Henley que lo ayudaron a asirse a una esperanza: … No importa cuán estrecho sea el portal, cuán cargada de castigos la sentencia, soy el amo de mi destino: soy el capitán de mi alma. Mandela, quien en 1993 mereció el Premio Nobel de la Paz, sigue en lucha desigual contra la muerte. Aunque el desenlace de esta lid desate una epidemia de dolor, no logrará quitarnos su alma invicta. Él nacerá una y mil veces donde la libertad, ese derecho que no siempre alcanza plenitud, se menoscabe. Porque ser libre no es solamente desamarrarse las propias cadenas, sino vivir en una forma que respete y mejore la libertad de los demás», como él dijera. Educar con espíritu joven «LEYENDO los artículos publicados en JR el martes 25 de junio acerca de la indisciplina social*, he visto mucha relación entre todos y es muy loable que se publiquen en el Diario de la Juventud Cubana. Lo malo es que no siempre esto le llega a esos jóvenes que estamos señalando, que no leen el periódico o se dedican a otras cosas... «También fui joven, sufrí la desgracia de vivir parte de mi juventud en el capitalismo y en los alrededores de un barrio tan marginal como el de Las Yaguas (La Habana) y luego vi los cambios que se produjeron por la Revolución... «Creo que hay mucho por hacer, sin olvidarnos de qué es la juventud... En muchos casos estos problemas (los de las expresiones inadecuadas en el habla, el trato a los demás y el vestir) se deben a la información que les transmitimos y principalmente a la que tienen acceso, más que en la prensa, mediante la televisión. «Buscando una conexión con los jóvenes, a veces se descuida el tratamiento a estos problemas y vemos grupos musicales que, lejos de irradiar cultura, transmiten mensajes de grosería y machismo, entre otras cosas, e incluso vemos jóvenes animadores de esos programas que tampoco demuestran lo mejor. «Antes en la televisión —aún se ve en el noticiero y otros espacios— se exigía ir bien vestidos. No vamos a decir que todo sea de cuello y corbata, pero sí correctamente vestido y pelado, y con un lenguaje que eduque y no brinde malos ejemplos... De esto se ha hablado mucho, pero aún estamos lejos de lograrlo... «Creo que hay que trabajar más por la educación en la televisión sin querer tampoco matar el espíritu de juventud, pero sí exigiendo que no se permitan esas barbaridades». (Pedro A. Menéndez García) *¿Cómo enmascarar las conductas marginales?, de Talia Laucirica Gallardo; Demencia y cordura, de Lázaro Chacón Vázquez; La bondad no anda sola, de Alina Perera Robbio; y No siempre encontramos sensibilidad con los problemas sociales, de Yandra Cobas Cordero. ACUSE DE RECIBO por JESÚS ARENCIBIA LORENZO acuse@juventudrebelde.cu SUS diez centavos CUC, la fórmula que empleó para no dejar de pagar el transporte aquel día en que no contaba con menudo en moneda nacional, le salieron más que caros a la capitalina Yamilé Fajardo. La residente en el edificio D-49, Apto. 10, Zona 8 de Alamar, en La Habana del Este, tomó el P-4 (No. 440, chapa 466) en la parada de la tienda Yumurí (en la capital) con destino a la Terminal de Trenes. Y al tratar de cumplir su deber ciudadano con la monedita, y reclamar algo de vuelto, pues debía seguir tomando guaguas en esa jornada, no recibió más que improperios por parte del conductor. Este podría haberle explicado, amablemente, que no podía aceptar la divisa y que era responsabilidad de la pasajera poseer menudo; pero optó por la vía más fácil: aceptó el dinero y cuando la pasajera reclamó el vuelto, le lanzó ofensas. Al respecto contesta Juan Julián Caballero Martínez, director provincial de Transporte. Informa el funcionario que tras el proceso investigativo correspondiente se comprobó El quilo sí tiene vuelto que «el chofer Fidel Raola García no mantuvo la conducta adecuada en su puesto de trabajo, e incumplió el reglamento disciplinario. Por lo expuesto anteriormente se le aplicó la medida disciplinaria de suspensión del vínculo laboral por 30 días». Anexa a la respuesta a JR, envía el directivo la que se hizo llegar a la pasajera, firmada por esta como expresión de su conformidad. Al menos Yamilé recibió «el vuelto» de un análisis responsable de su caso. Agradecemos la contestación, pero repetimos lo que ya enunciamos al publicar la queja el 25 de abril: más allá del hecho puntual, en algún momento y cuando las condiciones lo permitan, será saludable evaluar otras formas de pago del transporte público que sean más eficientes a los efectos de hacer cumplir el deber y el derecho ciudadanos. REGRESÓ EL LISTADO Santos Joabdel Acosta Pérez (Calle 14 No. 608 altos, e/ Milagros y Lindero, Lawton, Diez de Octubre, La Habana) no entendió nada. En el paradero de ómnibus de su DIRECTOR: Pelayo Terry Cuervo SUBDIRECTORES EDITORIALES: DIARIO DE LA JUVENTUD CUBANA Fundado por Fidel el 21 de octubre de 1965 Herminio Camacho Eiranova, Ricardo Ronquillo Bello, Marina Menéndez Quintero y Yailín Orta Rivera localidad hacía algún tiempo habían tenido la buena idea de publicar las diversas rutas y horarios para todo el día. Y él, en la mañana del 13 de mayo último, se había dirigido a la entidad, con el fin de actualizarse sobre los últimos cambios al respecto; por ejemplo, las nuevas rutas que comenzaban a funcionar. Ah, pero el fijador de un buen servicio en ciertos casos no suele durar mucho y si el tino colocó el listado de salidas y arribos con detalles, el desatino había retirado la pancarta. Al preguntar al respecto, las compañeras de seguridad y protección que se encontraban allí le explicaron que quien había tenido la feliz idea ya no estaba en el centro. Y le recomendaron la alternativa de llamar por teléfono cuando requiriera alguna información. Santos Joabdel, que por experiencia propia sabía lo engorroso de comunicarse telefónicamente con la dependencia, salió bastante turbado ante el absurdo. Hoy publicamos la respuesta de Ángel Luis Fonseca Zamora, director general de la Empresa de Ómnibus Urbanos de Ciudad de SUBDIRECTOR ADMINISTRATIVO: Enrique Saínz Alonso REDACCIÓN: Territorial y General Suárez, Plaza de la Revolución, La Habana, Cuba. APARTADO: 6344 La Habana (EOUCH) sobre este caso. Explica Ángel Luis que el razonamiento del remitente tiene validez, pues la información requerida es muy necesaria para la población. «El listado fue retirado porque la Terminal sufrió varios cambios: hubo una nueva firma (la misiva no explica qué es), se crearon nuevas rutas y, por ende, nuevos itinerarios. Ya se elaboró el documento completo, con todas las salidas según las nuevas modificaciones y se colocó en un lugar visible», apunta el directivo. Y añade que la demora en la actualización respondió a las transformaciones en el Departamento de Tráfico, el cual es dirigido ahora por un compañero nuevo. Santos Joabdel firmó su conformidad con la respuesta. Nosotros también la agradecemos. Ojalá casos como este, que apareció en Acuse el 29 de mayo pasado, sirvan para ilustrar que un individuo con cierta responsabilidad no es una institución; en tanto su presencia no debe determinar que se brinde o no un servicio eficiente. ZONA POSTAL: La Habana 6, CP: 10600 PIZARRA: 882-0155, 882-0346, 882-0789 TELÉFONO ATENCIÓN A LECTORES: 881-8265 FAX: 883-8959 CORREO ELECTRÓNICO: lectores@juventudrebelde.cu INTERNET: www.juventudrebelde.cu ISSN: 0864-1412 Impreso en el Combinado de Periódicos Granma.