ANA CRISTINA PUERTA Economía y Negocios internacionales Semestre de intercambio Universidad de Mannheim Alemania, 2013 Primer testimonio Tomar la decisión de irse de intercambio va mucho más allá de experimentar una universidad distinta o conocer nuevas ciudades. Es cierto que una de las ventajas de estudiar en el exterior es ampliar la formación profesional, perfeccionar cierto idioma y facilitar el desarrollo de las capacidades académicas. Pero vivir determinado tiempo fuera de casa, implica además crecer como persona, pues contar con un grado mayor de independencia y de libertad, representa al mismo tiempo adquirir más responsabilidades y compromisos. Puedo decir que mi semestre de intercambio en la universidad de Mannheim ha sido una de las mejores experiencias de mi vida; conocer muchísimas personas de diferentes partes del mundo ha hecho que se amplíe mi cultura, además tener la posibilidad de ver clases de economía que no se encontraban dentro del pensum académico de la universidad Icesi ha enriquecido mi formación académica y el hecho de ser estudiante en Europa, me ha permitido una mayor facilidad para viajar, tanto a ciudades a las que siempre había querido ir, como descubrir nuevos destinos que me han encantado. Uno de mis temores frente a estudiar en Mannheim, era el idioma. El semestre pasado inicié el primer nivel de Alemán en las clases que se ofrecen en la universidad, es decir que al momento de viajar solo contaba con nociones básicas. Pero aunque he logrado mejorar mi nivel de alemán, la oferta de las clases en inglés es bastante amplia y la mayor parte de las personas en la universidad tienen un muy buen manejo de este idioma, por lo que la comunicación ha sido fácil. Igualmente me di cuenta que hay muchas personas en mi misma situación frente al idioma por lo cual entre todos nos ayudamos para podernos comunicar con las personas que solamente hablan alemán. Además las personas que son de Mannheim están acostumbradas a los extranjeros, lo cual son muy pacientes y serviciales incluso si el idioma es una barrera. La universidad como tal me ha gustado bastante, pues además de ser muy bonita por fuera anteriormente era un castillo- hay un contraste entre la imagen antigua que refleja, y las instalaciones internas que son modernas y cómodas. Otro aspecto a resaltar es la gran cantidad de estudiantes de intercambio que llegan a la ciudad cada semestre. Como ya he mencionado antes, hay personas de muchas partes del mundo y son muy abiertas y amigables, por lo que es muy fácil hacer nuevos amigos con los que se pueden compartir muchas experiencias: no solo ser compañeros de viajes, también compartir las costumbres, comida típica y conocimiento sobre sus países de origen. Me ha gustado la disposición que tienen todas las personas para aprender sobre los demás e igualmente como le abren a uno las puertas para que uno conozca sus costumbres. Este semestre en Mannheim sólo me ha dejado buenos recuerdos, nuevas amistades y la seguridad de haber tomado la mejor decisión. Siento que me he enriquecido tanto académicamente como personalmente, siendo esta una oportunidad única y que todo aquel que pueda acceder a ella debería aprovecharla.