VIVELOHOY.COM | VIERNES 13 DE SEPTIEMBRE 2013 | CHICAGO 26 ESPECTÁCULOS POSADA Y SU CATRINA, Siempre presentes El Museo Nacional de Arte Mexicano muestra cómo arte del caricaturista mexicano José Guadalupe Posada ha inspirado a otros artistas Por Gisela Orozco CHICAGO - Tres días de que abriera la exposición anual del Día de los Muertos en el Museo Nacional de Arte Mexicano en el barrio de Pilsen, tres de los más de 60 artistas que participan en la muestra, preparaban sus ofrendas, daban los últimos detalles. Blanca Estela Tinoco, de Michoacán, Alejandro García Nelo del Estado de México y Cecilia Concepción Álvarez de Seattle, hablaron de sus tres perspectivas reflejadas en su ofrenda. Este año además, hay una ofrenda especial en la exposición titulada “Reflexiones sobre la pérdida: La tragedia de Sandy Hook”, realizada por los estudiantes de la secundaria Steinmetz. El dolor, la vida, el arte se unen en esta exposición, una verdadera celebración de la vida, un tributo a los difuntos. Reúne, en diferentes manifestaciones, recuerdos de seres queridos que se han ido GISELA OROZCO /HOY Blanca Estela Tinoco del Museo de Artes e Industrias Populares de Pátzcuaro, Michoacán. de este mundo pero que permanecen vivos en la memoria. Arte local, chicano y mexicano se da cita. Diferentes visiones y experiencias. Una corona michoacana Blanca Estela Tinoco del Museo de Artes e Industrias Populares de Pátzcuaro, Mi- choacán, participa en la exhibición del NMMA con una ofrenda de corona de flores a los difuntos, típica de la comunidad indígena de Nurio, Michoacán. Mostrar la variedad con que los pueblos de Michoacán celebran el Día de Muertos es una de las misiones del Museo que representa, por lo que decidió participar este CORTESÍA NMMA Retrato de José Guadalupe Posada y su Catrina (1981), de Carlos Cortez. año con una ofrenda poco conocida. “En Michoacán cada pueblo tiene una característica propia. Ahora quisimos mostrar una parte del estado no tan comercializada”, dijo. Una corona hecha con adornos de plástico y flores de papel, que típicamente se ubica detrás de la mesa donde se realiza el altar de muertos en honor del difunto, tiene como elemento principal un corazón elaborado con flores de cempasúchil y flores de hierba del sapo. Un adorno sencillo, pero significativo, porque ha trascendido y no se ha comercializado. “En Pátzcuaro, hemos perdido un poco la esencia de la fiesta del Día de los Muertos, ya que la ciudad ya es grande. En comunidades como Nurio, sus pobladores no pierden los elementos típicos de la celebración. Queremos que su trabajo se reconozca fuera de la comunidad, por ser sitios donde el turismo no tiene acceso y es algo que se vive dentro de la comuniContinúa en la Página 28