LOS LIDERES EUROPEOS DEFIENDEN LA INTEGRIDAD TERRITORIAL DE UCRANIA Y AMENAZAN A RUSIA CON SANCIONES ECONOMICAS Ramón Lavín Periodista. Corresponsal en Bruselas En su reunión extraordinaria en Bruselas, los Jefes de estado o de Gobierno de la UE han decidido un primer paquete de medidas de retorsión contra las autoridades rusas, en respuesta al anuncio del referéndum para decidir sobre la anexión de Crimea a la Federación rusa. Algunas decisiones son meramente simbólicas, como la suspensión de las negociaciones para ampliar la concesión de visados y sobre un nuevo acuerdo de cooperación con Rusia, mientras que la ultima, la suspensión de los trabajos preparatorios para la reunión del G-8 en Sotchi constituye una bofetada al presidente Vladimir Putin, que ha hecho de esa reunión uno de los puntos álgidos de su mandato. Al mismo tiempo los europeos lanzan una llamada a Moscú para que retire las fuerzas desplegadas en Crimea, a la vez que le piden una apertura de negociaciones a través de un grupo de contacto entre Rusia y las nuevas autoridades ucranianas para resolver el conflicto y evitar la escalada. Hay que decir que los europeos han puesto la alfombra roja con todo su esplendor al nuevo primer ministro de Ucrania, Arseni Iatseniouk, que aprovechando el altavoz que le ofrecían los europeos del Oeste ha fuertemente criticado la iniciativa del referéndum en Crimen que considera “ilegitimo y sin fundamento legal”. Iatseniouk ha pedido a Rusia que no apoye la división de su país y aseguró que “Crimea es y será parte integrante del Ucrania”. Los rusos al contrario le ignoran, ya que para ellos el presidente ucraniano sigue siendo Ianoukovitch. Rusia es co-firmante con Estados Unidos y Reino Unido del memorandun de Budapest adoptado en 1994, para asegurar la seguridad de Ucrania, a cambio de la decisión de deshacerse a favor de Rusia de los arsenales nucleares heredados de la antigua Unión Soviética. Este tratado internacional garantiza el respeto y la integridad de las fronteras ucranianas. Las autoridades de Ucrania han recibido también el apoyo del Secretario General de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen. Con mucha prudencia los europeos se han limitado, por ahora, a anunciar posibles medidas de retorsión económica y a cambio han prometido a Ucrania la concesión de préstamos por un valor de unos 11.000 millones de euros, a la vez que se muestran partidarios de relanzar las negociaciones para la firma del acuerdo de cooperación UEUcrania, que fue el detonador de toda esta crisis. La UE representa el 40% del comercio exterior ruso y para Alemania por ejemplo, el 31% de sus importaciones de gas provienen de Rusia. Los europeos aspiran a que el dialogo se imponga a la violencia y que además se respete la integridad del territorio ucraniano, algo que será difícil de obtener dada la mayoría rusa que vive en esa península, como en algunas otras regiones del país, y que se sienten amenazados por las nuevas autoridades de Kiev. El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, defendió la necesidad de asegurar la integridad de Ucrania, España no puede consentir que Europea acepte el desmembramiento de unos de sus países. Rajoy explicó al final de la reunión que los socios europeos no descartan la adopción de nuevas sanciones a Rusia en caso de que el dialogo no conduzca a una pacificaron de la situación e insistió en todo caso que el referéndum que se pretende celebrar en Crimea para su adhesión a Rusia es ilegal. Sin embargo los observadores de Bruselas, no ven tan clara esta posición de defensa de la pertenencia de Crimea a Ucrania, después de que el parlamento de ese país haya votado una resolución unánime para su anexión a la Federación rusa, lo que podría quedar sancionado después del referéndum a celebrar el 16 de marzo, algo que la UE rechaza tajantemente. La UE espera una apertura para la interlocución de las partes por el lado ruso, algo que hasta ahora tarda en llegar ya que no esta claro que Vladimir Putin lo necesite, dado el apoyo masivo y popular de Crimen al líder del Kremlin. ¿Pueden las amenazas de sanciones económicas de los occidentales hacerle plegar y que acceda a negociar un compromiso? En la misma línea que el presidente, su primer ministro, Dmitri Medvedev, ha anunciado la entrega de pasaportes rusos a los ciudadanos del ex-imperio soviético. A pesar de la unidad de fachada, los socios de la UE sufren para presentar sus objetivos a seguir. El presidente francés, François Hollande estimaba que hay que seguir presionando a Rusia, a la vez que se busca abrir un dialogo entre las partes. La canciller alemana, Angela Merkel, que mantiene relaciones privilegiadas con el presidente ruso, estimaba que era mejor esperar, que no hay que precipitarse, que hay que dejar pasar unos días y sobre todo nada de adoptar sanciones, algo que irrita mucho a los antiguos aliados del Kremlin, los países del Este europeo, que tienen al ogro ruso a sus fronteras y que conocen por la historia lo que puede pasar. La presidente de Lituania, Dalia Grybauskaite, no se retuvo y en Bruselas declaró: “después de Georgia, ahora tenemos a Ucrania. Rusia trata de volver a dibujar las fronteras, y eso puede afectar a los países bálticos, y desgraciadamente no veo ninguna reacción del lado europeo”.