1º EVALUACIÓN DE GEOGRAFÍA 1.- LA PENÍNSULA IBÉRICA A) Rasgos generales Se sitúa en el hemisferio norte de la zona templar. Su extensión es de 581.825 km 2 de los cuales el 85% es territorio español, el resto de la península está formado por Portugal, Andorra y Gibraltar. Está situada entre dos continentes (Europa y África), y entre dos mares (Océano Atlántico y Mar Mediterráneo). Además del territorio peninsular, España está formada por las Islas Baleares y las Islas Canarias. En la península se asentaron: fenicios, celtas, griegos, cartagineses, romanos, suevos, vándalos, alanos, visigodos, musulmanes, etc. La altitud media es de 660m (la media europea es de 297m). La altitud española se debe fundamentalmente a la meseta (46%). La meseta tiene una altura comprendida entre 600 y 800m, la más elevada es la sub-meseta norte. Disposición periférica de las principales cadenas montañosas: - Bordean la meseta: Macizo Galaico-Leonés, Cordillera Cantábrica, Sistema Ibérico y Sierra Morena. - Exteriores a la meseta: Costero-Catalana, Cordilleras Béticas, Pirineos y Montes Vascos. Esta disposición explica la escasa influencia bioclimática que ejercen los mares, salvo las comarcas litorales, por lo que destaca el clima mediterráneo continentalizado. Existe una gran diversidad en el relieve español debido a la diferente formación geológica y litológica. La formación geológica tuvo lugar durante las Eras Paleozoica, Mesozoica y Cenozoica. - Paleozoico o Era Primaria Plegamiento herciniano Mesozoico o Era Secundaria Cenozoico o Era Terciaria Plegamiento alpino En cuanto a la formación litológica encontramos: rocas silíceas (en el oeste peninsular), calizas (Zeta invertida por la península pasando por los Pirineos) y arcillosas (constituyen el resto de la península). En cuanto a la población existe un importante contraste entre: el interior y la periferia, y, el campo y la ciudad. Las zonas más pobladas y con mayor densidad de población son las grandes ciudades situadas en la periferia a excepción de Madrid y Zaragoza. En la actualidad España ha pasado de ser un país de emigrantes a un país de inmigrantes. En el aspecto económico el sector agrario ha pasado de ocupar un 48,8% de la población activa a un 8% en la actualidad. Hoy en día predomina el sector servicios y el resto lo ocupa el sector secundario. B) Evolución geológica de la Península Ibérica En el Precámbrico el mar cubría la zona de la actual Península Ibérica. A comienzos del Paleozoico o Era Primaria el continente único, Pangea, se dividió en dos: Gondwuana y Laurasia separados por el mar Thesys. La península se quedó dentro de este mar a modo de geosinclinal en el que se fueron acumulando los sedimentos. Hace 300 m.a. el área continental ibérica emergió del mar como una gran isla (macizo ibérico), parte de la actual meseta. En este periodo (Paleozoico) surgió la orogenia herciniana: se plegaron y fracturaron los sedimentos creando en toda Europa cordilleras en dirección NO-SE. En el Mesozoico o Era Secundaria la meseta redujo su extensión. Los plegamientos se fueron erosionando y se produjo sedimentación en el fondo del mar. El macizo del Ebro enlazó con otras tierras emergidas del mar. En el Cenozoico o Era Terciaria tuvo lugar la orogenia alpina por el choque de las placas Euroasiática y Africana lo que provocó la elevación de los Pirineos y la unión definitiva de la península ibérica con el continente europeo. Al mismo tiempo se abrían las fosas del Ebro y del Guadalquivir y se formaban las cadenas montañosas: Béticas y Costero-Catalanas al plegarse los materiales blandos depositados recientemente. En cambio, los materiales del viejo zócalo y las sierras hercinianas de la Era Primaria (Paleozoico) se fracturaron en grandes bloques elevados: Sistema Central y Montes de Toledo, surgieron también las fosas del Tajo y Duero. Las cordilleras Cantábrica e Ibérica se plegaron. En este último periodo surgió el vulcanismo insular y peninsular. En la Era Cuaternaria, hace 1.800.000 años, el relieve se fue modelando. Las cordilleras se vieron afectadas por las glaciaciones (50.000 años). Las alternancias hielo-deshielo y el basculamiento hacia el oeste terminaron por configurar la red hidrográfica actual (la mayoría de los ríos españoles desembocan en el Océano Atlántico por este basculamiento). 2.- UNIDADES DEL RELIEVE 2.1. PENINSULAR A) LA MESETA: Ocupa casi la mitad de la superficie peninsular (46%). Su altitud está comprendida entre los 600 y 800 m y está dividida por: el Sistema Central (sierras: Ayllón, Somosierra, Guadarrama, Gredos y Béjar. Picos: Almanzor, Peñalara y Cebollera. Fosas tectónicas: Tiétar). Sub-meseta Norte y Sub-meseta Sur. La Sub-meseta Sur está accidentada por los Montes de Toledo (picos de Montanche y San Pedro) y se formó en la Era Primaria con el plegamiento herciniano. En la Era Terciaria o Cenozoico con el plegamiento alpino la península fue deformada y surgieron las cordilleras interiores, las depresiones castellanas y los rebordes montañosos. Los materiales que predominan en la zona oeste son: granito, pizarra y gneis (silíceos). Así mismo en la Era Terciaria la orogénesis alpina provocó el hundimiento de algunos bloques de la meseta que se rellenaron después con sedimentos terciarios arrancados por la erosión de las cordilleras que la bordean. En el interior se encuentran sedimentos blancos (arcilla) y en la parte superior materiales duros (calizas) que dieron lugar a llanuras altas (páramos) y llanuras bajas (campiñas), surcadas por los ríos son terrenos ondulados. La cuenca de la Sub-meseta Norte es más alta y uniforme (700 – 800 m). Corresponde a la cuenca del Duero. Los picos y sierras que podemos encontrar en la meseta están divididos en los que bordean la meseta y sus exteriores: Bordean la meseta: Macizo Galaico – leonés, Cordillera Cantábrica, Sistema Ibérico y Sierra Morena. Se formaron en la Era Terciaria por el rejuvenecimiento de bloques de la meseta o por plegamientos de materiales depositados por el mar en la Era Secundaria en los rebordes de la meseta. a) El macizo Galaico – leonés está situado en el NO (Noroeste) de la meseta. La orogénesis alpina lo fracturó y lo rejuveneció. Está formado por materiales paleozoicos y se tratan de montañas redondeadas y de poca altura. Algunos ejemplos son: sierra Segundera, Sierra de Ancares, picos de Teleno y Manzaneda y como fosas tectónicas: Tuy. b) En la Cordillera Cantábrica destaca el Macizo Asturiano formado por materiales paleozoicos que formaban parte del zócalo de la meseta y se rejuveneció en la orogénesis alpina. Destaca también la Montaña Santanderina formada por materiales de la Era Secundaria que fueron depositados por el mar en el borde de la meseta y se plegaron en la orogénesis alpina. Algunos picos son: Peña Labra y Gorbea. c) El Sistema Ibérico está formado por materiales de la era secundaria depositados por el mar en el borde de la meseta y plegados en la orogénesis alpina. En la mitad norte (dirección NOSE) destacan algunas sierras como las de Moncayo y Picos de Urbión. En la mitad sur destacan la sierra de Barrafin, el Maestrazgo y Gúdar. Entre ellas hay una depresión correspondiente a una fosa tectónica que se rellenó con materiales terciarios. Algunos ejemplos son: sierras de la Demanda, picos del Moncayo y Cebollera. d) Sierra Morena separa la meseta del valle del Guadalquivir. El roquedo es paleozoico de color oscuro y la vegetación es la jara, de ahí su nombre. Ejemplo: sierra de Aracena. Las cordilleras exteriores a la meseta son: Pirineos, Cordilleras Béticas, Montes Vascos y Cordilleras Catalanas. Se formaron en la orogénesis alpina de la era terciaria al plegarse los materiales depositados en las fosas Bética y Pirenaica entre antiguos macizos que actúan como topes. Predominan los pliegues y cumbres abruptas. Son montañas jóvenes sin erosión. a) En los Pirineos encontramos dos partes: Axial y Prepirineos. Al norte encontramos la zona axial formada por roquedo paleozoico rejuvenecido con la orogénesis alpina. En la zona más alta y abrupta destacan los Montes Malditos, aquí se encuentran los picos de Aneto (3.404 m) y Monte Perdido (3.355 m). Al sur encontramos los Prepirineos. Son terrenos calizos menos altos y más suaves, estructurados en dos alineaciones paralelas a la zona axial. En esta zona destacan La Torre de Cadi (2.561 m), Collarada y Sierra de Guara (pico: Puigmal (2.913 m)). Los Pirineos tienen como prolongación a los Montes Vascos y a las Cordilleras Catalanas. b) Los Montes Vascos están formados por roquedos secundarios de escasa altura y formas suaves y onduladas. Se encuentra entre la Cordillera Cantábrica y los Pirineos. Tiene paisajes con simas y dolinas. Algunos ríos han abierto estuarios donde se adentra el mar y destaca la ría de Nervión (Bilbao) formada por materiales mesozoicos pero más intensamente plegados durante el movimiento alpino que en la Montaña Santanderina. c) Las Cordilleras Catalanas. Su mitad norte está formada por materiales paleozoicos y restos del viejo macizo herciniano del Ebro levantados en la orogénesis alpina. La mitad sur está formada por terrenos calizos secundarios plegados también en la orogénesis alpina. Tiene dos alineaciones: Una paralela a la costa de escasa altura donde se encuentran los Altos del Garraf (595 m), y otra interior más alta donde destacan el Macizo de Montseny y Montserrat (1.236 m). Ambas separadas por una depresión longitudinal o fosa tectónica que se rellenó con materiales terciarios y cuaternarios dando lugar a un relieve de colinas suaves y valles. d) Las Cordilleras béticas se dividen en dos: Penibética y Subbética. La cordillera Penibética bordea la costa, está formada por materiales paleozoicos del macizo herciniano Bético – Rifeño, levantados en la orogénesis alpina. Tiene las mayores altitudes de la península. Destaca Sierra Nevada, Sierra de Baza, Sierra Espuña y Sierra de Gádor. En Sierra se encuentra el pico más alto de la Península: El Mulhacen (3.478 m) y el Veleta (3.392 m). En la cordillera Subbética destacan materiales secundarios (mesozoicos). Las sierras más importantes son: Grazalema donde abunda el pinsapo (árbol autóctono1), Sierra de Cazorla y Sierra de Ubrique. Entre ambas se encuentra la depresión intrabética fragmentada en varias depresiones pequeñas: Hoyas de Ronda, Antequera, Guadix y Baza 2.2. INSULAR El relieve insular lo componen el Archipiélago Balear y las Canarias. a) El Archipiélago Balear comprende las Islas de Mallorca, Menorca, Ibiza, Formentera y Cabrera (también se encuentran las islas de Conejera y Dragonera). En Mallorca destacan: - Sierra del Noroeste: Tramontana (materiales mesozoicos), Puig Major (1.445 m) - Sierra de Levante: Escasa altitud con menos de 500m y con formaciones cársticas. Se encuentran las Cuevas del Manacor y del Drach. - La Llanura Central: Se encuentra entre las dos anteriores. Tiene una anchura de 25-30 km) - Bahías de Palma y Alcudia en ambos extremos. En Menorca destaca el Monte de Toro (355m) b) El Archipiélago Canario está formado por dos provincias: Santa Cruz de Tenerife formado por las islas de La Palma, Tenerife, La Gomera y el Hierro; y Las Palmas de Gran Canarias formado por las islas de Fuerteventura, Lanzarote y Gran Canarias (también se encuentran Alegranza y Graciosa). En las Islas Canarias predominan los materiales basálticos. Entre las formaciones volcánicas destacan: Las Calderas (hundimientos), Malpaíses y Roques (acantilados). En Tenerife se encuentra el pico más alto de España: El Teide (3.718 m). En Gran Canaria destaca el Pico de las Nieves (1.949 m). 2.3. DEPRESIONES: EBRO Y GUADALQUIVIR Eran cuencas o fosas prealpinas que tras la orogénesis del cenozoico quedaron entre las cordilleras y os macizos antiguos. Fueros rellenaras por sedimentos del terciarios y del cuaternario. Hoy en día son relieves prácticamente horizontales en el que los ríos han abierto valles y han dejado plataformas tabulares. 1 Autóctono: propio de la zona. Su opuesto es halóctono. SILÍCEA a) La Depresión del Ebro es paralela a los Pirineos y está cerrada por: La Cordillera Ibérica, Las Cordilleras Catalanas y los Pirineos, motivo por el cual tiene un clima extremado. Primero estuvo ocupado por el mar, más tarde se cerró transformándose en un lago y por eso tiene depósitos marinos (marras y calizas) y continentales (arcillas y arenas). b) La Depresión del Guadalquivir es paralela a las cordilleras Béticas. Primero estuvo abierta al mar, luego se convirtió en un lago litoral o albufera y más tarde, por colmatación, por marismas pantanosas. Con el tiempo se fue rellenando con sedimentos finos dando lugar a formas suaves: lomas y colinas. 2.4. RELIEVE COSTERO A) Costa Cantábrica El mar cantábrico baña la costa norte de la península. Abarca desde Estaca de Bares, en Galicia, hasta la frontera entre el País Vasco y Francia en la desembocadura del río Bidasoa. Es alta y rocosa por la proximidad de la cordillera cantábrica al mar. En términos generales es rectilínea y se caracteriza por la abundancia de acantilados, rías como la de Bilbao y la escasez de playas. Algunos accidentes destacados son: Cabo de Peñas y Estaca de Bares. B) Costa atlántica gallega El océano Atlántico baña las costas de Galicia que miran al oeste. Comprende desde la punta de Estaca de Bares hasta la frontera de Galicia y Portugal. Es la costa más articulada de España con abundantes y extensas rías que penetran entre 25 y 35 km en el interior. El relieve montañoso de Galicia hace que abunden los acantilados y que escaseen las playas. Algunos ejemplos de rías gallegas son: la de Vigo, la de Pontevedra y la de Arosa. También se destacan islas de valor ecológico como las islas Cíes y la desembocadura del Miño. C) Costa atlántica andaluza El océano Atlántico baña las costas comprendidas entre la frontera portuguesa y el cabo de Gata, en Almería. La punta de Tarifa separa el océano Atlántico y el mar Mediterráneo. La costa atlántica andaluza posee una orientación noroeste-sureste y está caracterizada por ser rectilínea y estar compuesta casi en exclusiva por playas. Abundan las marismas, los campos de dunas y la desembocadura del río Guadalquivir que ocupa casi todo el territorio. Este tramo de costa conforma en golfo de Cádiz. Los principales elementos de la costa atlántica andaluza son, de oeste a este: Golfo de Cádiz, Cabo de Trafalgar, Punta de Tarifa y Estrecho de Gibraltar. D) Costa mediterránea La costa del mar Mediterráneo es la más extensa de España que abarca desde el estrecho de Gibraltar hasta la frontera francesa. Por lo general abundan playas. El cabo de Gata hace de límite entre la costa andaluza y la costa levantina. Hay que destacar los cabos de Palos (Murcia) y la Nao en Alicante. Junto al cabo de Palos se encuentra el mar Menor, un gran lago de agua salada separada del mar Mediterráneo por una fina franja de tierra. Entre el cabo de la Nao y el delta del río Ebro se haya el golfo de Valencia. Desde el delta del río Ebro hasta la frontera con Francia se extiende la costa catalana. Los principales elementos de esta costa mediterránea son: el estrecho de Gibraltar, la punta de Europa, el golfo de Almería, el cabo de Gata, el mar Menor, el cabo de Palos, el cabo de la Nao, el golfo de Valencia, el delta del Ebro, el golfo de Rosas y el cabo de Creus. 2.5. LITOLOGÍA Y MODELADO Características Litología físico-químicas GRANITO Roca compuesta (mica, feldespato y cuarzo) que forma fisuras ortogonales debidas a cambios climáticos que desquebrajan la roca en cubos y luego irán siendo redondeados por erosión Morfogénesis. Estructuras Zócalo. Fines de la era Primaria: arrasado. Rejuvenecido y fracturado en la orogenia alpina (era Terciaria): relieve fallado. Incidencia de glaciaciones cuaternarias Modelado. Forma de relieve Modelo granítico (berrocales, piedras caballeras y domos graníticos). Modelo glaciar o periglaciar GNEIS VOLCÁNICA ARCILLA CALIZA CUARCITA PIZARRA MATERIALES CALIZOS MATERIALES ARCILLOSOS MATERIALES VOLCÁNICOS Roca cristalina formada por metamorfismo del granito o de rocas sedimentarias ― Macizos alargados con vertientes convexas Rocas metamórficas Precámbrico. Orogenia herciniana. Plagada y arrasada a fines de la era Primaria. Suelen alternarse pizarras y cuarcitas rejuvenecidas por la orogenia alpina Orografías alargadas y alomadas con pendientes suaves. Erosión diferencial: las cuarcitas (topografías resaltadas) y las pizarras (zonas bajas) Formados por carbonato cálcico a partir de caparazones calcáreos de moluscos en mares profundos Plegadas. Grandes espesores de calizas en la era Primaria y Mesozoica. Posee una estructura horizontal. Calizas culminantes que protegen los materiales de la era Terciaria Modelado kárstico (cañones, cuevas, dolinas, úvalas, simas, etc.). Formas de disolución: estalactitas y estalagmitas. Drenaje superficial muy pobre Blandos y bastante impermeables a) Reajustes después de la orogenia alpina. Estructura Cárcavas, abarrancamientos monoclinal o en cuesta. con perfiles en "V", muy b) Sedimentación después del próximos entre sí y ramificados Mioceno. Estructura aclinal u horizontal Rocas volcánicas 3.- EL CLIMA (Climogramas) ― El relieve volcánico posee formas muy distintas ya que la actividad de los volcanes es muy diversa. Producen: coladas, proyecciones y conos volcánicos INTRODUCCIÓN Precipitaciones: - Entre 200 – 300 mm muy escasas. Se da en el clima almeriense (15º) y canario (7º) - Entre 400 – 500 mm escasa. Se da en el clima costero mediterráneo - Entre 800 – 900 mm abundantes. Se da en el clima atlántico o de montaña (-0º) - A partir de 1000 mm muy abundante Amplitud térmica anual (ATA) - Entre 6 -7 ºC muy baja. Se da en el clima canario y se debe al anticiclón subsahariano, a la corriente de canarias y al océano Atlántico. - Entre 14 -16 ºC media/baja. Se da en el clima costero (mar Mediterráneo) - Entre 18 – 19,5 ºC muy alta. Se da en el clima mediterráneo continentalizado. Vegetación - Clima atlántico dominio eurosiberiano Árboles: hallas (suelo calizo), robres (suelo silíceo), castaños… Matorrales: landa (brezo, retama y musgo) Clima mediterráneo dominio mediterráneo Árboles: encinas, quejigos, alcornoques (suelos silíceos y humedad), pino Alepo (mediterráneo costero), pino piñonero y pino silvestre (mediterráneo continentalizado) Clima canario dominio macaronésico Árboles: laurisilva, drago y pino canario. Matorrales: cardonales y tabaibales. Imagen1)2)Precipitación Temperaturatotal media anual España Imagen anual en en España 3.1. CLIMA ATLÁNTICO Se caracteriza por poseer unas temperaturas medias anuales bastante suaves que oscilan entre los 10ºC y los 14 ºC, con unos inviernos moderados que pueden ser algo fríos en las zonas más al interior y unos veranos también templados, en los que rara vez se superan los 20 ºC. Posee entre 1700 – 2000 horas de insolación al año. Una de las características de este clima es su escasa oscilación térmica, que suele situarse en torno a los 10 ºC. Esta regularidad de las temperaturas se debe a la influencia que la gran masa de agua que constituye el océano Atlántico ejerce sobre las regiones costeras que baña. Las precipitaciones son abundantes y por lo general se reparten de forma equitativa a lo largo de los meses del año. Rara vez se suele dar la época seca. Se trata de precipitaciones en forma de lluvia aunque en las regiones más al interior o en las zonas algo elevadas se pueden dar en forma de nieve. El volumen total oscila entre los 700 – 1000 mm anuales, dependiendo de las zonas. Se trata de lluvias con carácter frontal que llegan con las borrascas procedentes del Atlántico. Este tipo de clima favorece a los bosques de especies caducifolias (roble, hallas, castaños, landas (matorral) etc.), y los suelos suelen ser muy fértiles: pardos y turberas. Los ríos tienen un régimen ponderado y regular, sin grandes crecidas ni estiajes. Es un clima muy favorable para las personas que viven en él. Su dominio se centra en la zona de la cornisa Cantábrica y en la región de Galicia. También se extiende por el norte de Portugal y algunas zonas del Pirineo occidental. 3.2. CLIMA MEDITERRÁNEO A) Continentalizado Se da en la zona correspondiente a la Meseta Central y también en la mayor parte de la depresión del Ebro. Posee unas temperaturas muy variables y extremas a consecuencia de la escasa o nula influencia suavizadora del mar, debido al alejamiento de estas regiones a las costas por lo que le hace tener una temperatura media entre los 12 y 15 ºC. Su oscilación térmica es muy fuerte ya que los inviernos suelen ser bastante fríos (4 – 5 ºC) y los veranos muy calurosos (23 – 24 ºC). Las precipitaciones, por lo general, son escasas y oscilan entre los 300 – 500 mm anuales. Se concentran en las estaciones equinocciales y son prácticamente inexistentes en verano. La aridez de este clima es debido al efecto Föehn o efecto barrera que tiene lugar a causa de los grandes obstáculos montañosos que impiden el paso de las masas de nubes al interior peninsular. La vegetación es propia del medio mediterráneo (encinas, quejigos, alcornoques, pino silvestre, pino piñonero, etc.). Por su tendencia a la aridez suelen aparecer formaciones esteparias. Los suelos no son muy fértiles salvo en las zonas de los valles fluviales como el Ebro o el Duero. Los ríos poseen un régimen hídrico muy irregular con acusados estiajes en verano y fuertes crecidas en primavera como consecuencia de las precipitaciones y, en algunos casos, por el deshielo. Debido a los bruscos cambios de temperatura, no se trata de un clima particularmente favorable para la presencia humana. B) Periférico o costero Este clima es característico de las zonas costeras que se encuentran junto al mar Mediterráneo. La influencia de éste suaviza ligeramente las temperaturas extremas y, por tanto, la oscilación y amplitud térmica es baja. La temperatura media fluctúa entre los 17 y los 20 ºC. La oscilación térmica suele variar entre los 14 y 17 ºC. Esto se debe a la suavidad de los inviernos que no alcanzan unas temperaturas demasiado bajas; frecuentemente, éstas se sitúan entre los 11 y 12 ºC, por lo que la estación más fría es muy suave. Sin embargo, el verano es muy caluroso y llegan a alcanzarse temperaturas entre los 23 – 25 ºC. Las precipitaciones no son muy abundantes pero, en general, son más elevadas que en el interior. Oscilan entre los 400 – 600 mm anuales. Presenta irregularidad porque a largas épocas de sequía pueden suceder inundaciones por la descarga de una abundante precipitación (gota fría). Esto, se debe a la influencia del anticiclón subsahariano que impide la entrada de masas nubosas procedentes del Atlántico. Esta anomalía favorece que las regiones mediterráneas sean destinos privilegiados para el turismo ya que unen el calor veraniego con la aridez casi absoluta, lo que favorece la ocupación de las playas ante unas condiciones tan excepcionales. La vegetación predominante en este clima es el bosque perennifolio de carácter esclerófilo. Encontramos encinas, alcornoques y pinares en zonas costeras o en zonas arenosas. En cuanto a los arbustos, podemos encontrar el maquis (suelo silíceo) y la garriga (suelo calizo). Los suelos son relativamente fértiles y es característica de este dominio la denominada terra rossa o arcilla procedente de la descalificación de la roca caliza. Es un clima favorable para los seres humanos. C) Sureste o almeriense Es una variante del clima mediterráneo que se caracteriza por su abusada aridez. Sus características son muy parecidas a las del dominio mediterráneo periférico, la única diferencia importante estriba en que al darse en zonas más próximas al desierto del Sahara, la influencia de este hace que las masas nubosas apenas si descargan su humedad. La época seca, por tanto, es muy extensa. Comprende hasta 10 meses y se concentra principalmente en primavera y verano. El lugar más seco de la península se encuentra en el cabo de Gata (Almería) donde también se haya uno de los lugares más áridos de España, el desierto de Tabernas. Las precipitaciones oscilan entre los 200 mm anuales. Sin embargo, por el carácter torrencial de las precipitaciones, cuando éstas ocurren, los ríos tienen tendencia a desbordarse y provocar inundaciones que pueden resultar catastróficas (fenómeno de la gota fría). El clima mediterráneo almeriense se da en una estrecha franja del sureste peninsular que corresponde a las provincias de Murcia, Granada y sobre todo, Almería. Su vegetación y suelos son muy parecidos a los del mediterráneo periférico con la diferencia de que las plantas necesitan adaptarse más a la aridez (plantas xerófilas: esparto, espinares, cactus y palmito) 3.3. CLIMA SUBTROPICAL DE LAS CANARIAS El clima del archipiélago canario presenta una serie de particularidades derivadas de su localización. Las islas Canarias se encuentran en una latitud mucho más meridional que el resto de España, 28º de latitud norte. Los trópicos son las zonas más cálidas y también más áridas del globo y esto influirá en el clima. Pero también, éstas se hayan situadas en medio de una enorme masa de agua, el océano Atlántico, que suaviza sus temperaturas e incluso en el caso de las zonas más occidentales del archipiélago favorece una mayor precipitación gracias al aporte de los vientos cargados de humedad procedentes del mar. Esto confiere una singularidad a las Canarias. Este clima posee unas peculiaridades que lo hacen ser, de algún modo, único en el contexto planetario y se refleja en su flora, una de las que poseen mayor número de especies endémicas del planeta. Las temperaturas canarias son calurosas, en torno a los 20 ºC. Es muy agradable debido a la cercanía al mar que impide que la temperatura varie sustancialmente a lo largo del año. Así pues, las temperaturas suelen ser muy constantes y existe una oscilación térmica en torno a los 6 – 7 ºC, es decir, muy baja. Casi se podría decir que se trata de un clima isotérmico, es decir, con unas temperaturas muy similares a lo largo de todo el año. La acusada aridez, unida a la torrencialidad esporádica de las precipitaciones provoca una fuerte erosión que se refleja en el paisaje denominado de cárcavas o bad-lands. El hecho de que además sus costas estén bañadas por una corriente marina fría (corriente de las Canarias) propicia aun más su irregularidad climática ya que contrapone el calor tropical con el refrescamiento de las zonas costeras gracias a unas aguas que contienen temperaturas bastante bajas para encontrarse en zonas tropicales. Los vientos alisios son los responsables de la existencia de esa corriente fría al desplazar el agua más cálida de la superficie y favorecer que las aguas de las profundidades, más frías, asciendan a la superficie, provocando de este forma, un descenso de la temperatura. Las precipitaciones son muy escasas. La influencia subsahariana se deja sentir con fuerza en este caso, en particular, en las zonas más orientares de las islas, que son, a su vez, las zonas más próximas a la gran masa desértica del Sahara. Sólo en zonas más occidentales las precipitaciones resultan más abundantes gracias a los vientos que empujan las masas de nubes procedentes del Atlántico. Las lluvias varían entre los 200 – 300 mm anuales. Este clima presenta una vegetación de dominio macaronésico, es decir, encontramos árboles como la laurisilva, el drogo y el pino canario entre otros y, matorrales como los cardonales y tabaibales. Así mismo, se trata de un clima muy agradable y bastante favorable para los seres humanos. El clima canario presenta unas variedades de climas dentro de él como son: el subtropical (Lanzarote y Fuerteventura), el oceánico (La Gomera, El Hierro y La Palma) y el canario propiamente dicho (Gran Canaria y Tenerife). 3.4. EL CLIMA DE ALTA MONTAÑA Este tipo de clima se da en las zonas más elevadas de la cordillera, es decir, a partir de los 2.000 o 2.500 metros de altitud. En los Pirineos, por ejemplo, el dominio climático se extiende por encima de los 2.000 metros, sin embargo, en el Sistema Central o en el Ibérico hay que ascender hasta los 2.500 m para encontrarlo, mientras que en las cordilleras Béticas (Sierra Nevada) se suele dar por encima de los 3.000 m aproximadamente. Su característica principal es la existencia de unas temperaturas considerablemente bajas. Conforme se asciende en altura, la temperatura desciende. Es las latitudes medias en las que se encuentra España el gradiente térmico disminuye aproximadamente 6 ºC cada 1000 m de altitud (1 ºC cada 160 m de altitud). En este tipo de clima se suele estimar una temperatura media anual bastante baja (en torno a los 3 o 4ºC sobre cero) o con unos inviernos muy fríos en los que alcanzan temperaturas bajo cero. Las precipitaciones son muy abundantes, como en los Pirineos (hasta más de 1.000 mm) y otros como Sierra Nevada donde son bastante más escasas. Casi siempre estas precipitaciones son en forma de nieve. Se trata de un domino muy hostil para el ser humano debido a sus bajas temperaturas. Sólo se suelen encontrar en él estaciones para la práctica de los deportes de invierno. Los ríos son inexistentes únicamente fluyen torrentes cuando se produce el deshielo. Los suelos son muy pobres debido a las pendientes de las laderas. La vegetación se escalona en pisos o cliseries altitudinales. Dependiendo de la altura predominarán unos tipos u otros de especies que se adaptan a las condiciones térmicas de las diferentes alturas de las vertientes montañosas. La exposición a los vientos (barlovento o sotavento) y la insolación (solana y umbría) también son determinantes para la existencia de un tipo u otro de vegetación. 3.5. FACTORES QUE CONDICIONAN EL CLIMA DE ESPAÑA FACTORES TERRESTRES a) La latitud: A medida que nos aproximamos a los Polos las temperaturas son más bajas. Por el contrario, si nos acercamos a los Trópicos, las temperaturas son más elevadas. b) La altitud: Cada 160 metros que ascendemos en altura, la temperatura desciende 1 ºC. Esto provoca que las zonas más elevadas sean considerablemente más frías que las que se encuentran a nivel del mar o tienen escasa altitud. c) Posición oceánica a distancia con respecto al mar: Las grandes masas de agua actúan como reguladoras de las temperaturas. d) La configuración morfotopográfica del territorio: La mayor parte de España se concentra en una península de carácter macizo, lo cual provoca que las zonas más al interior de la misma apenas reciban influencia marítima, mientras que el extenso litoral se haya muy suavizado por las grandes masas de agua. e) El relieve o la orografía: Las grandes unidades del relieve peninsular adoptan por lo general una disposición periférica bordeando la gran Meseta Central. Esto tiene una gran influencia decisiva sobre el clima, ya que los vientos marinos procedentes del océano, cargados de humedad, chocan con estos obstáculos de elevada altitud y descargan sobre sus laderas el agua que aportan las nubes provocando en ellas lo que de denomina “lluvia de relieve”. f) La influencia de las corrientes marinas: España o se encuentra muy afectada por el movimiento de las grandes masas de agua. Esto sólo ocurre en dos casos: en las islas Canarias, donde la corriente marina suaviza las temperaturas que serían bastante más altas de no existir este fenómeno; y, en las costas del Norte, donde algunos ramales de la corriente cálida del Golfo suavizan las temperaturas que, de no ser así, resultarían más bajas. FACTORES EXTERNOS a) La circulación atmosférica en altura: Se encuentra condicionada por la existencia del Jet Stream. Se trata de un flujo considerable de aire que se mueve a una velocidad de unos 300-400 km/h a algo más de 10 km de altura sobre la superficie de la tierra. La “corriente del chorro” es un factor climático fundamental, pues rige la circulación atmosférica en altura de las latitudes medias, y dependiendo de cuál sea su movimiento, traerá a la Península vientos fríos o cálidos. También es el responsable del fenómeno denominado “gota fría”. b) La circulación atmosférica en superficie: Los centros de acción Hacen referencia a las diferentes condiciones que presenta la presión atmosférica medida en milibares. La presión es el peso del aire ejercido sobre un determinado punto de la Tierra. Se mide con el barómetro. Las líneas de puntos que miden zonas de igual presión se denominan isobaras. Las masas de aire La dinámica atmosférica en superficie provoca el desplazamiento de grandes masas de aire desde latitudes medias en las que se encuentra España. Las dos más importantes son: Los frentes Se denomida frente a la zona de contacto entre una masa de aire frío y otra de aire caliente. Según predomine uno u otro, hablaremos por tanto de frentes fríos y de frentes cálidos. Masas de aire frío polar: proceden del Los frentes fríos de origen polar: proceden Norte y por lo general se desplazan en del norte de Europa. Aparecen en invierno y invierno. Su origen es marítimo y dan lugar a dan lugar a un tiempo frío. un tiempo frío y húmedo. Masas de aire cálido tropical: proceden de Sur y generalmente se desplazan en verano. Su origen es continental (el desieto del Sahara) y dan lugar a un tiempo seco y cálido. Los frentes cálidos de origen tropical: proceden del norte de África. Aparecen en verano y dan lugar a un tiempo cálido. 4.- LAS AGUAS CONTINENTALES 4.1. LAS CUENCAS FLUVIALES ESPAÑOLAS Vertiente Cantábrica Cuenca Cuenca del Norte Atlántica Cuenca de Galicia Mediterránea Cuenca del Miño Cuenca del Duero Ríos principales Bidasoa Nervión Sella Nalón Navia Eo Tambre Ulla Miño Duero Cuenca del Tajo Tajo Cuenca del Guadiana Guadiana Cuanca del Guadalquivir Guadalquivir Cuenca de Cataluña Cuenca del Ebro Ter Llobregat Ebro Cuenca del Turia Cuenca del Júcar Cuenca del Segura Turia Júcar Segura Afluentes Sil Tormes Pisuegra Esla Jarama Manzanares Tiétar Alberche Zújar Cigüela Záncara Guadiana Menor Genil Guadaira Aragón Gállego Segre Factores que influyen en la circulación del agua en una cuenca fluvial • Factores climáticos. Precipitaciones y temperaturas. Las temperaturas elevadas favorecen la evaporación, las que son demasiado bajas inmovilizan el agua como el hielo y la nieve. • Tamaño y forma de cuenca. • Naturaleza de las rocas de la cuenca. Un roquedo impermeable propicia que todo el agua discurra hacia los afluentes. Las rocas permeables filtran el agua que llena los acuíferos y favorecen la circulación de aguas subterráneas • Las pendientes del relieve de la cuenca fluvial. Influyen en la velocidad de la circulación de las aguas. • El tapiz vegetal. La vegetación densa absorbe parte de la precipitación y detiene la circulación del agua. • La acción humana. Los distintos usos del suelo tienen gran importancia en la erosión y circulación de las aguas en el sistema hidrográfico 4.2. LOS REGÍMENES FLUVIALES El régimen fluvial refleja la variación del caudal de un río a lo largo del año. Aunque en España el caudal de la mayoría de los ríos depende de las precipitaciones en forma de agua, existe una notable diversidad puesto que son varios los ríos en los que el aporte del deshielo el caudal es realmente relevante. Los ríos pluviales son los más abundantes. Dependen en gran medida del ritmo de las lluvias. Se pueden distinguir tres subtipos: - Pluviales atlánticos u oceánicos. Son propios del norte peninsular. Presentan un máximo en invierno y un mínimo en verano, por lo que presentan un caudal regular. Ejemplos: Miño y Ulla. - Pluviales mediterráneos. Se dan en el litoral mediterráneo y en las regiones áridas del interior. Presentan una gran irregularidad debido a los estiajes pronunciados y las tormentas en otoño. Ejemplo: Segura y Júcar. - Pluviales subtropicales. Característicos de los ríos de las cordilleras béticas y del interior peninsular. Presentan estiajes muy pronunciados por lo que son irregulares. Además de los anteriores existe una variante en la que se mezcla la aportación de las precipitaciones en forma de lluvia y el deshielo: - Los ríos pluvio-nivales. Se corresponden con ríos de media montaña. Su alimentación se debe fundamentalmente a las precipitaciones aunque el deshielo provoca un máximo secundario. Ejemplo: Jarama y Alagón Los ríos de régimen nival son más escasos. Es propio de los ríos de alta montaña donde las precipitaciones en forma de nieve se acumulan durante el invierno para alimentar a los ríos con el deshielo, por ello, su caudal máximo aparece en primavera. - Nival de alta montaña. Se da por encima de los 2.500 m de altitud. Sus aguas altas coinciden con la primavera y el comienzo del verano. Ejemplo: Afluentes del Ebro (Segre y Jalón) - Los ríos nivo-pluviales. Es un régimen de transición que se da en zonas montañosas. El caudal del río se debe al deshielo y a las precipitaciones, pero las aguas bajas del invierno no son tan pronunciadas. Ejemplo: Gállego, Ter y Sella. 4.3. LAS VERTIENTES HIDROGRÁFICAS ESPAÑOLAS Una vertiente está formada por un conjunto de cuencas fluviales cuyas aguas vierten en el mismo mar. En España encontramos dos grandes vertientes: la mediterránea y la atlántica, que se caracterizan por su disimetría. Entre ellas existen grandes contrastes tanto en su forma como en su extensión: La vertiente atlántica abarca un 69% y la mediterránea un 31%. Esta disimilitud se debe primordialmente al basculamiento hacia el Atlántico que se produjo durante la orogenia alpina. El recorrido de los ríos atlánticos se halla en torno a los 1.000 km mientras que el de los mediterráneos está entre los 100 y 200 km. Todos los grandes ríos españoles, salvo el Ebro, drenan en la vertiente atlántica. Los ríos de la vertiente atlántica son mucho más caudalosos y regulares que los mediterráneos. LA VERTIENTE MEDITERRÁNEA En general, los ríos de esta vertiente son cortos y de escaso caudal. Las insuficientes precipitaciones de la región, la intensa evaporación y los usos humanos del agua merman de manera importante el caudal de los ríos. Otra de sus características es la irregularidad, debida a los estiajes intensos y a las grandes crecidas provocadas por las precipitaciones convectivas o a causa de la gota fría. Ocasiona numerosos daños humanos y ecológicos. Son habituales en esta vertiente los torrentes o ramblas, cauces por los que el agua circula de manera intermitente debido tanto a la aridez del clima como a la permeabilidad del terreno. Sus ríos más representativos son el Ebro, el Turia, el Júcar y el Segura. • El río Ebro El Ebro presenta un carácter abundante y longitudinal. Su cuenca se desarrolla entre la parte oriental de la Cordillera Cantábrica, los Pirineos, el Sistema Ibérico y las cadenas Costeras Catalanas. Es el más caudaloso de España y se debe a los importantes afluentes que lo alimentan del lado pirenaico. Su régimen es pluvio-nival y presenta una gran regularidad. LA VERTIENTE ATLÁNTICA Es la que presenta unas mayores dimensiones. Se divide en dos sectores: los ríos interiores y los cantábricos y gallegos. • Los ríos interiores Los ríos que atraviesan la meseta son largos pues nacen en montañas alejadas del mar (Sistema Ibérico y Sistemas Béticos). Su régimen es irregular ya que presentan fuertes estiajes en verano. El otoño y la primavera son los momentos en los que se concentran sus aguas altas. Las cuencas más importantes son: - Cuenca del Duero. Es la más extensa de la península y está delimitada por la Cordillera Cantábrica, el Sistema Central y el Sistema Ibérico. Discurre por España y Portugal. El río Duero es el tercer río más largo de España después de Tajo y el Ebro. Su régimen es pluvio-nival. - Cuenca del Tajo. Está delimitada por el Sistema Central, los Montes de Toledo y el Sistema Ibérico. Presenta fuertes contrastes entre los afluentes que provienen de las montañas del norte (de mayor altitud en su nacimiento y de mayor caudal) y del sur. Está recorrida por el río Tajo, el más largo de la Península. Su régimen es pluvio-nival. - Cuenca del Guadiana. Muestra una disposición alargada y se desarrolla entre España y Portugal. Está delimitada por los Montes de Toledo, Sierra Morena y la llanura manchega. El Guadiana tiene un escaso caudal al no estar alimentado por afluentes importantes. Su régimen en pluvial con abundantes circulaciones de aguas subterráneas (ojos de Guadiana). - Cuenca del Guadalquivir. Enmarcada por Sierra Morena y los Sistemas Béticos. Su colector principal, el Guadalquivir, se caracteriza por su irregularidad con importantes contrastes entre los periodos de aguas altas y de aguas bajas. Su régimen es pluvial. • Los ríos gallegos Estos ríos forman parte de la vertiente atlántica. Se caracterizan por tener una escasa longitud que se debe a la proximidad del mar a las montañas. El régimen de las precipitaciones, la escasa evaporación y la presencia de rocas impermeables explican su caudal abundante y regular con mínimos en el estío y máximos en el invierno. La aportación del agua de lluvia es importante aunque también se ven afectados, en sus cabeceras, por el deshielo. Su régimen es pluvial o pluvio-nival en su crecimiento. La mayoría presentan en su desembocadura, una forma de relieve característica: las rías. Se trata de amplios valles fluviales que han sido inundados por el mar. Ejemplos: el Miño, el Sil, el Tambre o el Ulla. • Los ríos cántabros Su nacimiento se localiza en las montañas que conforman la Cordillera Cantábrica. La proximidad a la costa hace que estos ríos tengan un recorrido corto y con acusada pendiente. Son ríos con abundante caudal y regulares. Combinan el régimen nivo-pluvial en sus cabeceras con el pluvial. Ejemplos: el Bidasoa, el Nervión el Nalón, el Sella o el Navia. BALEARES Y CANARIAS Las escasas precipitaciones, las temperaturas elevadas que propician la evaporación, la acción del hombre y el carácter permeable del suelo que favorece la filtración y las aguas subterráneas, explica el hecho de que los archipiélagos carezcan de ríos propiamente dichos. Presentan corrientes de agua intermitentes. 4.4. LAGOS, HUMEDALES Y ACUÍFEROS En el territorio español se registra la existencia de un importante número de lagos, casi 2.500, éstos son de pequeñas dimensiones. Muchos han sido desecados por utilizarlos con fines agrarios. Distinguimos entre dos tipos de lagos: • Endógenos, ocasionados por fenómenos geológicos cuyo origen está en el interior de la Tierra. • Exógenos, producidos por fenómenos o fuerzas externas como la erosión del agua, el viento o el deshielo. LAGOS ENDÓGENOS Los lagos endógenos son los más profundos de la Tierra y se deben a hundimientos de parte de la corteza en los que se ha acumulado agua. En España, no es habitual y tienen escasa importancia. Ejemplos: laguna de Janda (Cádiz), hoy desecada, y el Campo de Calatrava (Ciudad Real). LAGOS EXÓGENOS Los lagos exógenos son los más abundantes y tienen mayor importancia en nuestro territorio: Glaciares. Son característicos de la alta montaña y se producen por la acción de los hielos glaciares que realizan una importante labor de excavación creando cubetas que se llenan de agua. Es en el Pirineo donde son más abundantes, el de mayor importancia en España es el lago de Sanabria (Zamora). Cársticos. Se forman por disolución de las rocas calcáreas o de yesos; el agua se aloja en cubetas. En España, los más importantes son las lagunas de Ruidera (Albacete y Ciudad Real). Litorales o albuferas. Se trata de lagos salados que se separan del mar por un cordón arenoso creado por la acción conjunta de la sedimentación fluvial y la acción del mar con sus corrientes y mareas. Sus ejemplos son: el Mar Menor (Murcia) y la Albufera (Valencia). HUMEDALES Son los más abundantes de la Península. Se trata de extensiones de terreno hundido que de manera intermitente aparecen cubiertas de agua poco profundas ya que en las zonas áridas y semiáridas muchas veces las aguas en circulación no tienen la fuerza suficiente para llegar al mar. Se dan en lugares donde las precipitaciones anuales oscilan entre los 300 – 600 mm y que sufren una intensa evaporación. Ésta acusada aridez, característica del interior peninsular, ocasiona que albergue un reducido volumen de agua llegando incluso a desaparecer. Ejemplos: La Mancha, la Depresión del Ebro y el Parque Nacional de las Tablas de Daimiel. ACUÍFEROS Son embalsamientos de agua subterránea originados por la infiltración en rocas permeables. Sus aguas descargan en ríos, manantiales o van directamente al mar. Se recargan con las precipitaciones que se filtran a través de los suelos. Tienen una gran importancia para las actividades humanas, muchas veces, aprovechados para pozos. Los acuíferos son abundantes en la España caliza, donde el roquedo favorece la infiltración de las aguas. 4.5. EL USO DEL AGUA EN ESPAÑA Para realizar un estudio del consumo de los recursos hídricos de un territorio es necesario diferenciar entre los denominados usos consuntivos y los no consuntivos. Los primeros son los que suponen una pérdida efectiva del agua puesto que se produce una extracción del producto, mientras que los segundos utilizan el agua sin reducir existencias y pueden provocar únicamente problemas como la contaminación. El territorio español presenta problemas singulares para el abastecimiento del agua pues el consumo por persona es elevado y está caracterizado por la aridez y la irregularidad de las precipitaciones. Estos problemas son mayores en la región mediterránea donde a las escasas precipitaciones y la intensa evaporación se une una fuerte demanda ocasionada por el regadío, el turismo, la elevada cantidad de población allí asentada y el intenso proceso de urbanización. El aumento del consumo del agua ha sido un fenómeno que ha afectado a todo el territorio español a lo largo del siglo XX. Los motivos son los siguientes: - El proceso de urbanización - El desarrollo industrial - La agricultura - El incremento de nivel de vida A) LAS INFRAESTRUCTURAS Embalses En los embalses se almacena el agua artificialmente con la construcción de una presa. Con ellos se consigue regular el caudal de los ríos y acumular el agua para el consumo humano y la producción de energía hidroeléctrica. Su construcción se acentuó durante el franquismo para abastecer a España de energía hidroeléctrica y realizar una ambiciosa política de regadíos. Hoy en día existen en España 1.200 embalses capaces de acumular unos 50.000 hm3 de agua. Los embalses de la España atlántica y cantábrica acumulan el 75% de la capacidad total de embalsamiento de agua. Los principales problemas que plantean son el impacto medioambiental y social. Se inundan valles fértiles que muchas veces supone el traslado de población. Trasvases Consisten en grandes canalizadores que abastecen de agua cuencas que son deficitarias. Ejemplo: TajoSegura. El Plan Hidrológico Nacional aprobado por el gobierno Partido Popular (PP) en el año 2001 entendía los trasvases como el pilar de la distribución de los recursos hídricos entre las zonas excedentarias y deficitarias. La llegada al poder del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) en el año 2004 supuso una profunda modificación en la gestión del agua. En la nueva redacción del Plan Hidrológico Nacional (2005) se paraliza el trasvase del Ebro y se apuesta por las plantas desalinizadoras como principales abastecedoras de aguas en las regiones áridas deficitarias. Los principales opositores al sistema de trasvases argumentan que generan descontento social (oposición de las regiones donantes) y un considerable impacto ambiental ocasionado por las grandes infraestructuras. Canales de distribución y pozos Los canales de distribución se realizan para el riego agrario y el abastecimiento de ciudades e industrias. La extracción de agua mediante pozos tiene una gran tradición en España que se remonta a la ocupación romana y musulmana. Una explotación excesiva de los acuíferos ocasiona problemas como la desecación de las áreas lacustres o su salinización en las zonas litorales. Para solucionar este problema, la Ley de Aguas considera infracción la “apertura de pozos y la instalación de los mismos de instrumentos para la extracción de aguas subterráneas sin disponer previamente de concesión o autorización del organismo de cuenca para la extracción de las aguas”. Las plantas desalinizadoras Las desalinizadoras hacen posible el abastecimiento de agua partiendo de la trasformación del agua del mar. En España existen cerca de 900 concentradas en el litoral mediterráneo y en los archipiélagos. Canarias es la comunidad que produce una mayor cantidad de agua con el método de desalación (38%). Le siguen Andalucía (14,5%), Comunidad Valenciana (14%), Murcia (13,5%) y Baleares (10%). Sus principales problemas son los elevados costes energéticos que suponen, la baja calidad del agua obtenida en el proceso y las emisiones contaminantes de CO2. B) LA REGULACIÓN Y CONTROL DEL AGUA Ley de aguas de 1985 Es el documento básico para la gestión del agua en el territorio español. En su preámbulo se considera que el agua es un bien escaso y necesario para la vida y el desarrollo de las distintas actividades económicas. Por ello, estima que su utilización debe estar regulada y sometida al interés general. Recoge también la necesidad de gestionar las aguas sin degradar el medio natural y minimizando sus costes, lo que exige la planificación hidrológica y la existencia de instituciones adecuadas para su gestión. Su aportación respecto a la ley anterior consiste en incluir las aguas subterráneas dentro de este dominio público. En esta ley se consideran de dominio público: • Las aguas continentales superficiales y subterráneas • Los cauces de corrientes naturales, continuas o discontinuas • Los lechos de los lagos y lagunas y los de los embalses superficiales en cauces públicos • Los acuíferos subterráneos • Las aguas procedentes de la desalación de agua de mar una vez que estés fuera de la planta de producción La gestión de las cuencas fluviales Se ejerce mediante dos tipos de organismo: - En las cuencas intracomunitarias (solo discurren por el territorio de una Comunidad Autónoma), la administración es competencia de las administraciones hidráulicas de las Comunidades Autónomas. - Si se trata de una cuenca intercomunitaria (se desarrollan en el territorio de varias Comunidades Autónomas), las responsables de la gestión son las confederaciones hidrográficas. Las funciones más destacadas de estos organismos son: Elaboración del plan hidrológico de la cuenca Administración y control del dominio público hidráulico Administraciones de los recursos de interés general del Estado El proyecto, la construcción y explotación de las obras hidráulicas El Plan Hidrológico Nacional Al Plan Hidrológico Nacional le corresponde resolver los problemas existentes entre las distintas cuencas españolas y realizar una política global para todo el Estado, por ello, una de sus principales responsabilidades es la de gestionar el desequilibrio de recursos hídricos entre las distintas cuencas españolas, buscando soluciones adecuadas para un uso coordinado de estos recursos. Es el pilar en el que se asienta la gestión del agua en el territorio español. Entre sus objetivos más importantes se encuentran los siguientes: • Conseguir la mejor satisfacción de las demandas de agua en cantidad, calidad y garantía. • Equilibrar el desarrollo regional mediante la mejor distribución posible • Racionalizar la explotación y gestión de los sistemas hidráulicos • Promover el ahorro de agua • Incrementar los recursos disponibles recurriendo a nuevas tecnologías • Proteger y recuperar la calidad de las aguas en ríos, lagunas, embalses y acuíferos El programa de AGUA En el año 2004 el gobierno presentó el denominado programa AGUA (Actuaciones para la Gestión y Utilización del Agua) como alternativa al derogado trasvase del Ebro. El objetivo que proponía era mejorar la gestión de los recursos, lograr una mejor calidad del agua y concebir su utilización desde el marco de la sostenibilidad. La finalidad era conseguir agua en mayor cantidad y a mejor precio que los proyectos anteriores aprovechando la utilización de nuevas tecnologías. La Directiva Marco europea del Agua (DMA) La problemática del uso y consumo del agua en los países de la Unión es importante debido a la presión que sobre este recurso ejercen la demanda agraria, urbana e industrial. Todo ello explica la necesidad de adoptar medidas para una gestión y explotación responsable, racional y sostenible del medio acuático. La DMA surge a finales del año 2000 con el objetivo de organizar la gestión de las aguas superficiales, subterráneas y costeras para prevenir su contaminación, fomentar el uso sostenible de las mismas y paliar los efectos negativos de las inundaciones y las sequías. C) PROBLEMAS DE LA GESTIÓN DEL AGUA EN ESPAÑA Una gestión adecuada de los recursos hídricos debería tener en cuenta las siguientes cuestiones: • Minimizar las pérdidas del agua • Minimizar la contaminación • Fomentar la depuración y reutilización • Reducir, en las áreas deficitarias, la realización de actividades económicas que requieren gran consumo de agua • Controlar el desarrollo urbanístico de las zonas litorales • Fomentar la implantación de nuevas formas de riego y penalizar las que tienen un mayor consumo • Promulgar medidas que favorezcan el ahorro y penalicen el consumo excesivo • Recuperar los cauces y la reforestación de cuencas hidrográficas • Aplicar las innovaciones en captación, conservación, depuración y reutilización de aguas 5.- LOS PAISAJES VEGETALES (Cliseries) 5.1. LOS FACTORES CONDICIONANTES DE LOS PAISAJES NATURALES Clima Es el factor más destacado. La intensidad y distribución de las precipitaciones, las temperaturas y la duración de la etapa seca condicionan el tipo de vegetación. Relieve El relieve ejerce una doble influencia a través de la altitud y la orientación. La existencia o no de relieve puede ser determinante para que llueva. Así mismo, la orografía genera una estratificación en pisos de vegetación, ya que a mayor altitud más precipitaciones y menor temperatura. La diferente orientación del relieve determina a su vez una variada exposición de las vertientes al sol, lo que da lugar a una desigual distribución de vegetación entre solana y umbría. También la orientación del releve en relación con los vientos cargados de humedad influye en la cantidad de precipitaciones: las vertientes a barlovento reciben más lluvias mientras que las de sotavento (efecto Föehn) se recalientan y son más secas. Suelo Cada especie vegetal se adapta mejor a un tipo de suelo. Los factores que intervienen en la formación de suelos son: La naturaleza de la roca madre. De ella, depende el pH del suelo: carácter ácido (>7) como el granito, cuarcita, arenisca o básico y, carácter básico (<7) como las calizas o las evaporitas. El tipo de clima. Contribuye a la generación de más o menos materia orgánica. La pendiente. Permite la acumulación de materiales que favorecen la erosión. La acción de la propia vegetación, de la fauna y especialmente de la antrópica 5.2. LOS PAISAJES VEGETALES PAISAJES VEGETALES ATLÁNTICOS (Dominio eurosiberiano) Localización Factores A. Formaciones vegetales atlánticas 1. Vegetación climática Norte de Portugal desde la ría Clima húmedo con inviernos Aveiro, Galicia, Asturias, templados y estación seca poco Cantabria, País Vasco, norte de acentuada. Navarra y Huesca (Aragón). Temperaturas suaves por la Influencia hacia el interior, influencia oceánica. Suelos especialmente en la mitad norte frescos y más o menos ricos, (llegando al Moncayo) y tanto calizos como silíceos, occidental de la península. acidificados por el intenso lavado del horizonte superior. Los hayedos más meridionales de la península están en el El haya exige más humedad Sistema central. Son que el roble. formaciones rectilíneas. Bosques de frondosas: compuestos por árboles altos, con tronco liso y copas densas y caducifolio con hojas grandes que caen el otoño: el roble y la haya. Sotobosque: pobre y umbrío por la densidad de las copas de los árboles: helechos y musgos. Otras especies: castaño, fresno, avellano y olmo. 2. Vegetación secundaria Reforestación: con especies de alta rentabilidad económica: pino Monterrey (industria papelera) y castaño (ebanistería y fruto). En el interior, el haya se refugia en vaguadas y umbrñias y es sustituido por el pino silvestre y el roble melojo. B. Vegetación de sustitución Landa: formación intrincada con especies densas: brezo, retama y musgo, tejo, leguminosas… Prados: formaciones herbáceas. En lindes y caminos, arbustos más o menos espinosos: zarzas, endrinos, majuelos… PAISAJES VEGETALES MEDITERRÁNEOS (Dominio mediterráneo) Localización Factores A. Formaciones vegetales mediterráneas 1. Vegetación climática Encina catalano-provenzal. Matorral arbustivo (aromáticas, madroño, lentisco, coscoja y durillo) 2. Vegetación secundaria Repoblaciones de pino: Pino Carrasco y Pino Piñonero Zona catalana, al norte de la desembocadura del Llobregat y desde la costa hasta los 800 m. Más humedad. Interior de la Meseta y en la depresión del Ebro. Soporta el frío y la sequía del verano. Suelo silíceo. Encina carrasca. Sotobosque es más pobre. Matorral escaso, tomillos, jaras y aromáticas. Oeste y sur de Meseta, oeste de Andalucía, montes de Toledo, Sierra Morena, noroeste de Cataluña, Menorca y Castellón. Menos resistente al frío y necesita más humedad que la encina (<500 mm). Alcornocal. Sotobosque de leguminosas como tojo, aulaga negra o brezo. En sustrato silíceo. Costa mediterránea y Baleares. Sequía estival entre 2-4 meses. Inviernos templados sin heladas frecuentes. La pluviosidad en zonas altas = 1.500 mm; y en costa = 350 mm. Encinares intercalados con repoblaciones de pino Carrasco y en zonas montañosas con alerce y pino. Localización La Mancha y la Alcarria. Factores Suelos calcáreos. B. Vegetación de sustitución Garriga: matorral poco denso y discontinuo, con porte reducido. Se degrada en jarales y tomillares. Interior de la Meseta. Inviernos muy fríos. Espárragos en suelos halófilos. Formaciones de espino y sabinas discontinuas. Se degrada en tomillares. Desde el río Llobregat hasta Alicante entre el Sistema Ibérico y la costa. Suelos calcáreos. Con más de 4 meses de sequía Maquis: matorral arbustivo desde con acebuche, algarrobo, palmitos y especies del sotobosque del encinar. Su degradación antrópica da lugar a la garriga. Se sustituye por repoblaciones de pino. Estribaciones de la Cordillera Bética y la costa. Estación seca entre 5-6 meses. Suelo silíceo. Especies subdesérticas: Sustituyen las hojas por espinas. En áreas más húmedas hay palmito, espino negro y esparragueras. En zonas más secas las especies tienen afinidad africana. Desde el río Guadalhorce hasta el Algarve portugués. Temperaturas elevadas y más humedad. Especies: palmito, helechos y jaras. Su degradación da jarales. Sureste de la Península (Almería y Murcia) y los Monegros (Aragón) Gran aridez con tendencia a la erosión y la desertificación. Estepa: vegetación esclerófila dispersa de tomillo, palmito, lavanda y esparto. Su degradación da tomillares. PAISAJE VEGETAL DE ALTA MONTAÑA Localización A. Formaciones vegetales de alta montaña B. Vegetación de sustitución Montañas peninsulares: se extienden ampliamente desde el interior de Galicia y vertiente sur de la Cordillera Cantábrica hasta el Sistema Central, con alguna prepresentación en Sierra Morena y Cádiz. Bosques marcescentes: melojo y rebollo. También encontramos el Pino Negro, Pino Albar y Pino Carrasco. Pinares en las pendientes más fuertes y pardos adehesados en las zonas más suaves. En zonas mixtas: fresnos. Factores que influyen en la vegetación del clima de alta montaña: PAISAJE VEGETAL CANARIO (Dominio macaronésico) Localización Islas Canarias Influencias Estación seca. Temperaturas suaves. Suelo volcánico. Orientación de los vientos alisios. Altitud: permite atrapar las nuebes cargadas de humedad en las islas montañosas.