8 F L Diario del AltoAragón / Lunes, 9 de junio de 2014 “El humor es una forma de mirar la realidad” Joaquín Berges firmó ejemplares de “La línea invisible del horizonte” Portada del libro. V.G.J. HUESCA.- “La línea invisible del horizonte es una novela de segundas oportunidades, de redención, de olvido y de perdón. El protagonista es un médico zaragozano que viaja hacia el Pirineo, atropella a un jabalí y se queda sin coche durante nueve días. Esto sucede en un pequeño pueblo llamado Sinia, en plena comarca del Sobrarbe. Durante esos nueve días este zaragozano tendrá la oportunidad de acercarse a la naturaleza, compartirá un torneo de guiñote con los habitantes de Sinia y acabará por descubrir que no es el único ser humano con sentimientos de culpa. Tendrá esa segunda oportunidad que todos merecemos”. Así transcurre la última novela de Joaquín Berges, que ayer vi- Joaquín Berges. PABLO SEGURA sitó la Feria del Libro por primera vez con ese fino humor que caracteriza su obra. “El humor -señala- es una forma de mirar la realidad, quizá de deformarla para que adquiera un tono distinto, menos grave, menos tras- cendente y más accesible” que el autor lleva no sólo a sus novelas, también a su vida diaria. Respecto a su obra, declara que, quizás, la pregunta que más le plantean es “dónde está Sinia”, que no deja de ser un pue- blo imaginario con el que ha querido rendir su particular tributo al Pirineo. De hecho, es la primera vez que ubica geográficamente una de sus novelas. “Ahora, me siento todavía más en paz conmigo mismo”, concluye. “La muerte es el tabú más grande del siglo” María Bellosta firmó ejemplares de su “Guía del buen morir. Una mirada transpersonal de la muerte” V.G.J. HUESCA.- La enfermera y doctora en Sociología María Bellosta se unió ayer a la nómina de autores que participaron en la última sesión de la Feria del Libro de Huesca 2014 para firmar ejemplares de su Guía del buen mo- rir. Una mirada transpersonal de la muerte, publicación en la que aborda un tema que, “a nivel social, sigue siendo el tabú más grande del siglo, aún más que el sexo. Incluso hablar de la muerte en público es considerado muchas veces algo de mala educación”, señala la autora, que meses atrás abordó esta cuestión en una charla abierta al público en Huesca. Entonces y ahora, su objetivo no era otro que el de intentar que la muerte sea tratada como lo que es. María Bellosta, ayer en la Feria del Libro. pablo segura “Vencer la muerte es una tarea imposible. Hay que morir”, asegura Bellosta, que entiende que, aunque “los libros, los videojuegos o el cine nos muestran muy a menudo la muerte, cuando ésta nos toca de lleno en la vida real, nos deja desnudos y vulnerables”. “No socializamos en la muerte, y por lo tanto, no desarrollamos herramientas para afrontar nuestros finales”, añade la enfermera, que por su condición de sanitaria sabe muy bien de lo que habla y lo que pretende combatir. “He visto morir a muchas personas, he acompañado, he cuidado y he cumplido órdenes de administrar sedación paliativa para acortar una agonía que ya no es vida. En una ocasión pude presenciar cómo una hija rechazó el ofrecimiento médico de sedar a su madre, en una situación muy dura de ahogo, porque adujo: “Está purgando sus pecados en su muerte”. Un duro trance, sin duda.