XII Domingo C -Homilía Quincena Por la Libertad Junio 22 y 23, 2013 I Preguntas Centrales Queridos amigos, ¿quién dicen que soy yo? Esta pregunta de Jesús sigue siendo la pregunta fundamental para sus discíp ulos más de 2000 años después. ¿Quién es Jesús para ustedes? Esta es de hecho la pregunta crucial para todos los católicos. Cuando Jesús preguntó a sus discípulos: ¿Quién dice la gente que soy yo? fue fácil para ellos repetir las pláticas de las calles de Palestina. Algunos dicen que: Juan el Bautista, otros que Elías, y otros, que uno de los profetas. Cuando Jesús les hace la pregunta más importante y personal: "Y ustedes ¿quién dicen que soy yo?", es Pedro quien responde: "El Cristo de Dios!" Este es uno de los brillantes momentos de Pedro. Sin embargo, aunque Pedro tiene la respuesta correcta, él no tiene ni idea de sus implicaciones. II Cargar la cruz Después de la respuesta de Pedro, Jesús "censuró" a los discípulos, dándoles instrucciones para que no dijeran a nadie que Él era el Mesías. La razón por la que Jesús no quería que los discípulos lo promovieran como el Mesías, se manifiesta en los siguientes versículos. Jesús dijo a sus discípulos en términos muy claros que El sufriría mucho, sería rechazado, acusado falsamente por los líderes de su propio pueblo y, finalmente, sería brutalmente asesinado. Jesús también deja claro lo que esto significa para sus discípulos. Si ellos van a seguir al Señor, deben negarse a sí mismos y cargar la cruz. De este modo, ellos deben estar preparados para perder la vida ya que ahora ellos lo saben. Al igual que Pedro cada uno de nosotros debe llegar a entender, que si verdaderamente vamos a seguir a Jesús, tenemos que estar preparados para seguirlo hasta el Calvario. Seguir a Jesús fielmente requerirá negarnos a nosotros mismos y cargar la cruz. III Bendiciones del año de la Fe Me siento edificado y complacido por la forma en la que muchas personas de la Arquidiócesis han acogido este Año de la fe. En respuesta a nuestra iniciativa arquidiocesana: Fe, Amala, Apréndela, Vívela, muchos de ustedes han tratado de crecer en su amistad con Jesucristo y en su conocimiento, no sólo de lo que creemos como católicos, sino del por qué lo creemos. IV Quincena por la Libertad Me dirijo a ustedes hoy, porque una vez más, junto con todos los Obispos Católicos de los Estados Unidos, les estamos pidiendo- que a partir de este fin de semana - se unan a nosotros para observar la Quincena por la Libertad. Los invito a unirse a sus hermanos católicos, mientras nos preparamos para celebrar el aniversario del nacimiento de nuestra nación, para llevar a cabo dos semanas de oración por la renovada vigilancia en nuestro país de la protección de la libertad religiosa y los derechos de conciencia. Históricamente, Estados Unidos ha sido para el mundo un faro de esperanza para la libertad. Estados Unidos ha sido un lugar donde personas de diferentes credos o sin fe han vivido con éxito uno al lado del otro en armonía, respetando las creencias y las convicciones morales de los demás. V HHS Mandatos y otras amenazas. Hoy, sin embargo, nosotros - como católicos, junto con muchas personas de otras tradiciones religiosas - estamos experimentando amenazas sin precedentes a la libertad religiosa y a los derechos de conciencia. En Boston, San Francisco, el Estado de Illinois y el Distrito de Columbia, Caridades Católicas ya no puede proporcionar servicios de adopción o cuidado de acogida, debido a su negativa de dejar la custodia de niños a parejas del mismo sexo. Los Estados han promulgado leyes que amenazan con perseguir a las Iglesias que proporcionan caridad y atención pastoral a los inmigrantes indocumentados. Las agencias católicas ya no podrán recibir fondos federales para atender a las víctimas del trafico de personas, debido a que se negaron a proporcionar o a referir la anticoncepción o el aborto. Sin embargo, la preocupación más inmediata y apremiante es el Mandato de los Servicios Humanos de Salud (HHS) que forman parte de la Ley del Cuidado de Salud. Los mandatos, que ya han entrado en vigor para propietarios de negocios privados, forzan a los empleadores católicos a proporcionar en sus planes de salud, medicamentos, anticonceptivos, abortivos y esterilizaciones. A partir del 1 de agosto de este año, algunos ministerios e instituciones católicas también estarán obligados a proporcionar estos tan llamados "servicios" que están en contradicción directa con la enseñanza moral católica. La Iglesia Católica siempre ha apoyado la ampliación del acceso a la atención médica de calidad para todos. Históricamente, nuestros hospitales y clínicas católicos han proporcionado una gran cantidad de atención de caridad para las personas que no tienen seguro. La fertilidad y el embarazo no son enfermedades que se deben prevenir. El uso de anticonceptivos es un estilo de vida opcional que está disponible para todos los estadounidenses sin que se obligue a estar incluido en todos los planes de salud. Los farmacos abortivos destruyen una vida humana en sus primeras etapas. Esto nunca se puede considerar cuidado de salud. Los mandatos de los Servicios Humanos de Salud no tienen nada que ver con el auténtico cuidado de salud, pero son más bien un intento de hacer que todos se ajusten a un punto de vista ideológico, incluso si este viola sus convicciones religiosas. Es irónico que los mismos grupos que promovieron el aborto, como una cuestión opcional, ahora quieren usar al gobierno para obligar a los que moralmente se oponen a participar en la realización de un aborto. Esos mismos grupos, que han defendido el derecho a la privacidad como un medio de mantener al gobierno fuera de los dormitorios, ahora quieren que el gobierno determine las enseñanzas morales de las Iglesias. El gobierno ha prometido por dos años llegar a un acuerdo aceptable, pero todas sus propuestas hasta este momento no han logrado resolver el problema fundamental. Sin la desgravación de los Tribunales, los empleadores católicos privados y algunas instituciones y ministerios católicos van a ser forzados, ya sea a violar sus conciencias por la prestación de servicios inmorales con el pretexto de la salud, o a enfrentar multas y sanciones que serán financieramente agobiantes y que pondrán en peligro su supervivencia. VI Tiempo de Oración Durante las próximas dos semanas, les pido a todos los católicos que recen diariamente por nuestra nación. Oremos para que Dios les conceda sabiduría a los jueces y magistrados para que sus decisiones protejan la libertad religiosa y los derechos de conciencia. Oremos también por todos aquellos que estan en puestos de elección popular para que apoyen los esfuerzos legislativos para preservar una de nuestras libertades más preciadas - la libertad religiosa. Además de la oración personal, los invito a que me acompañen a una o más de las tres Horas Santas Eucarísticas que voy a dirigir. La primera se llevará a cabo el jueves 27 de junio en la Parroquia del Espíritu Santo (Holy Spirit) en Overland Park, la segunda la tendremos en la Parroquia San Mateo en Topeka el lunes 1 de Julio y la tercera será en la Parroquia St. Francis Xavier en Burlington el martes, 2 de julio. Todas estas Horas Santas empezarán en punto de las 7 pm. Por último, también los invito para que me acompañen el jueves, 4 de julio a una misa que se celebrará a las 9 a.m. en la Iglesia de la Natividad en Leawood, de esta forma concluiremos nuestra observancia arquidiocesana de la Quincena por la Libertad. Para obtener más información, por favor visite nuestro sitio web arquidiocesano. VII Tiempo de Educar La Quincena por la libertad religiosa también pretende ser un tiempo para la educación. Los animo para que estudien detenidamente la información sobre las amenazas actuales que enfrentan la libertad religiosa y los derechos de conciencia. Esta información será publicada en su boletín parroquial y en el periódico arquidiocesano The Leaven. . También los invito a visitar el sitio web de la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos que contiene una gran cantidad de información y sugerencias concretas de aquello que los católicos pueden hacer de manera individual para ayudar a promover la libertad religiosa. VIII Reconsiderando las Enseñanzas de la Iglesia. Uno de los argumentos que el Gobierno ha empleado en la defensa de los mandatos es que muchos católicos no viven las enseñanzas de la Iglesia sobre la anticoncepción. Este es un argumento irrelevante. Si algunos, muchos o la mayoría de los católicos no llegan a vivir las enseñanzas de la Iglesia, eso no le da derecho al gobierno de obligar a los ministerios de la Iglesia o a católicos individuales para violar sus convicciones más profundas y sinceras. Una buena cosa que podría provenir de esta trágica situación sería que muchos católicos se sintieran motivados para volver a examinar lo que enseña la Iglesia sobre la anticoncepción y el por qué de ello. Nuestra Oficina de Vida Familiar y Matrimonial está organizando para este verano y otoño diversas oportunidades, de lugares y horarios, para que todos ustedes puedan participar en una ponencia del Dr. Laurie Heap titulada Una receta para una vida larga y feliz. Animo a las parejas a dar sólo una noche para reflexionar más detenidamente sobre esta controvertida y fundamental enseñanza de nuestra Iglesia. Les aseguro que no se aburrirán. Ustedes recibirán información que apuesto nunca han escuchado. Es una noche que bien puede cambiar su vida y enriquecer su matrimonio de una manera que nunca soñaron que fuera posible. Para más información lea el boletín de su parroquia o visite la pagina web de la Oficina de Vida Familiar y Matrimonial de nuestra arquidiócesis IX Vida abundante - no es fácil Como hemos escuchado en el evangelio de hoy, Jesús nunca prometió a sus discípulos que seguirlo sería fácil. De hecho, hizo todo lo contrario. Nuestro Señor dijo a sus discípulos de entonces y de ahora, que si queremos seguirlo, debemos cargar la cruz. Sin embargo, Jesús también nos dice que su yugo es fácil y su carga ligera. ¿Por qué? Porque el Señor la carga con nosotros! Más aún, Jesús nos promete que a pesar de todos los retos y dificultades que podamos enfrentar, seguirlo a El nos lleva a una vida abundante en este mundo y en la vida eterna, con Él y para siempre. No es un mal negocio! Ruego para que el resto de los meses de este Año de la Fe sea un tiempo de gracia y bendición para cada uno de ustedes. Gracias por su amor a Jesús y a su Iglesia. ¡Que Dios bendiga a nuestra nación! En mi oración, hago eco de los sentimientos de San Pablo: ¡Que puedan comprender la anchura, la longitud, la altura y la profundidad del amor que Dios tiene por ustedes y que nos ha sido revelado en Su Hijo, Jesús - el Cristo ! Amén