08Epifanía - Escolapios TD

Anuncio
Año XXXIV – Número 8 – Ciclo A – 6 de enero de 2008
EPIFANÍA
PRIMERA PAGINA
Como todas las madres, yo también he vivido la larga espera de la vida: la planificación, la
confirmación del embarazo, la ilusión y la alegría, la paciente y larga espera con todos sus momentos
intensos: revisiones médicas (parece que todo va bien), dudas e incertidumbres, las ecografías (¡míralo! –yo no veo nada, -¡si, si, es él, su corazón late,… sus piernecitas!… ¿se ve lo que es?), la
primera vez que notas la vida en tu vientre (-¡mira!, ¿notas como se mueve?), los preparativos,…
incluso los sueños que vuelcas sobre él.
Es un periodo de ilusión, esperanza y cierta ansiedad que se hace largo, demasiado largo, pero que
luego recordamos con cierta ñoñez y nostalgia: la vida,… ese maravilloso regalo.
Cuando por fin llega el momento la realidad desborda toda expectativa: ¡es tan pequeño! ¡tan frágil!
¡tan mío!, ¡cuánto amor tan concentrado!
Ahora comienza el tiempo del “abajamiento”, que durará muchos, muchos años. …¿Que qué es eso
del abajamiento? Es muy sencillo: por amor somos capaces de “rebajarnos”,… (no, no me gusta esta
palabra, suena peyorativa; mejor “abajarnos”) bueno, pues eso, por amor nos “abajamos” a ese ser que
no entiende nuestro lenguaje y al que queremos decirle y transmitirle tantas cosas. Utilizamos el único
lenguaje que conoce: la ternura;… caricias, besos, cantos, sonrisas, tonos dulces y alegres, y todas las
“cucamonas” que se nos ocurren.
Pero va pasando el tiempo, y seguimos “abajándonos” a su lenguaje, su comprensión, su momento
vital,… Respondemos preguntas “difíciles” con ejemplos, cuentos, fábulas, utilizando un lenguaje
acorde a su comprensión. ¿Por qué?, porque lo amamos y queremos comunicarnos, ¡tenemos tantas
cosas que decirle y enseñarle! y eso es mucho más importante que los razonamientos lógico/filosóficos
o las “grandes verdades”, queremos transmitirle amor, confianza, seguridad… y queremos enseñarle a
vivir y ser feliz. Le contamos “cuentos”. ¿Son mentiras intencionadas?, no, son verdades adaptadas a
su capacidad.
¿Por qué os cuento todo esto? Porque estamos cercanos al mayor “abajamiento” de la historia de la
humanidad, hecho por puro amor: Dios mismo se “abaja” al hombre en Jesús de Nazaret. Este es el
gran “escándalo” del cristianismo: un Dios que se hace hombre entre los hombres, no como un Zeus
que se da un paseo o una “alegría”, sino asumiendo la condición humana en todas sus consecuencias:
alegría, tristeza, gozo, sufrimiento, compañía, soledad,… sentido y sinsentido.
Este es el amor de un Padre (o el de una madre) que se “abaja” a sus hijos por amor, para transmitirnos
amor, confianza, seguridad, consuelo,… para enseñarnos como vivir, para enseñarnos a ser felices y
para enseñarnos el auténtico camino de vuelta a su regazo.
Necesitamos de El y El nos acaricia, nos besa, nos canta, nos hace “cucamonas”, nos cuenta “cuentos”
y utiliza nuestro lenguaje, sólo aquel que somos capaces de entender: sus dichos (siempre adaptados) y
sus hechos (ejemplos claros de actuación)
Somos ahora (y siempre) esos niños que esperan que el amor de sus padres les abra al mundo. Pues
bien, preparémonos para recibir en Jesús la mayor prueba de amor que puede dar un padre: a él mismo,
pero además “abajado”, “rebajado” de su esplendor y gloria por nosotros.
CONCHA MORATA
DIOS HABLA
ISAIAS 60,1-6
¡Levántate, brilla, Jerusalén, que llega tu luz; la gloria del Señor amanece sobre ti! Mira: las tinieblas
cubren la tierra, y la oscuridad a los pueblos, pero sobre ti amanecerá el Señor, su gloria aparecerá
sobre ti. Y caminarán los pueblos a tu luz, los reyes al resplandor de tu aurora. Levanta la vista en
torno, mira: todos esos se han reunido, vienen a ti; sus hijos llegan de lejos a tus hijas las traen en
brazos. Entonces lo verás, radiante de alegría; tu corazón se asombrará, se ensanchará, cuando
vuelquen sobre ti los tesoros del mar, y te traigan las riquezas de los pueblos. Te inundará una multitud
de camellos, los dromedarios de Madián y de Efá. Vienen todos de Saba, trayendo incienso y oro,
proclamando las alabanzas del Señor.
EFESIOS 3,2-3a.5-6
Hermanos: Habéis oído hablar de la distribución de la gracia de Dios que se me ha dado en favor
vuestro. Ya que se me dio a conocer por revelación el misterio, que no había sido manifestado a los
hombres en otros tiempos, como ha sido revelado ahora por el Espíritu a sus santos apóstoles y
profetas: que también los gentiles son coherederos, miembros del mismo cuerpo y participes de la
Promesa en Jesucristo, por el Evangelio.
MATEO 2,1-12
Jesús nació en Belén de Judea en tiempos del rey Herodes. Entonces, unos magos de Oriente se
presentaron en Jerusalén preguntando: «¿Dónde está el rey de los judíos que ha nacido? Porque hemos
visto salir su estrella y venimos a adorarlo». Al enterarse el rey Herodes, se sobresaltó, y todo
Jerusalén con él; convocó a los sumos sacerdotes y a los escribas del país, y les preguntó donde tenía
que nacer el Mesías. Ellos le contestaron: «En Belén de Judea, porque así lo ha escrito el profeta: “Y
tú, Belén, tierra de Judea, no eres ni mucho menos la última de las ciudades de Judea; pues de ti saldrá
un jefe que será el pastor de mi pueblo Israel”». Entonces Herodes llamó en secreto a los magos para
que le precisaran el tiempo en que había aparecido la estrella, y los mandó a Belén, diciéndoles: «Id y
averiguad cuidadosamente qué hay del niño y, cuando lo encontréis, avisadme, para ir yo también a
adorarlo». Ellos, después de oír al rey, se pusieron en camino, y de pronto la estrella que habían visto
salir comenzó a guiarlos hasta que vino a pararse encima de donde estaba el niño. Al ver la estrella, se
llenaron de inmensa alegría. Entraron en la casa, vieron al niño con María, su madre, y cayendo de
rodillas lo adoraron; después, abriendo sus cofres, le ofrecieron regalos: oro, incienso y mirra. Y
habiendo recibido en sueños un oráculo, para que no volvieran a Herodes, se marcharon a su tierra por
otro camino.
EXEGESIS
PRIMERA LECTURA
Aunque dentro del TritoIsaías, los cap 60-62, por su estilo, por su contenido, resultan muy afines al
DeuteroIsaías (40-55). Si no son obra suya tal vez lo sean de un discípulo que se suma su canto de
consuelo para los repatriados, con una perspectiva universalista. Hoy en día cabe preguntarse en qué
coinciden y en qué se diferencian universalismo, globalización , ecumenismo y catolicismo.
Mateo tiene presente este texto cuando compone la escena de los magos, de los sabios, y a él remite.
La mención del oro y del incienso en el último verso nos ayudan a entender por qué. Se trata de un
oráculo ambicioso en el que el “tú” del poema la propia liturgia lo identifica con Jerusalén, con toda su
carga simbólica para la sinagoga y para la iglesia. Contrasta con el exclusivismo, con la cerrazón de un
Esdras o un Nehemías; una vez más, la propia Biblia nos ofrece distintas interpretaciones de un mismo
acontecimiento. Si Jerusalén (si la Iglesia, si la Sinagoga) abre sus puertas, se hará la luz en las
tinieblas en que parecen vivir los pobretones repatriados; de hecho en el v. 15 leemos: “En vez de estar
tú abandonada, aborrecida y sin viandantes... te convertiré en lozanía eterna, gozo de siglos y siglos”).
No sólo eso, sino que conseguirán así esa preeminencia que algunos quieren salvaguardar evitando
“contaminarse”, mezclarse con otros pueblos; lograrán atraer a los hijos e hijas del pueblo dispersos
por doquier.
No estaría mal añadir como mínimo el verso 9, para no amputar el merismo (ejemplos de merismo:
“cielo y tierra”, “entradas y salidas”) de la poesía hebrea . Aquí el merismo sería “oriente y occidente”
para resumir a los pueblos todos; y también “por tierra y por mar”, para englobar todos los medios de
transporte en ese imaginario peregrinaje hacia el ombligo del mundo: Sión. El v. 6 menciona Madián,
Efá y Saba, desde donde llegan las riquezas en caravanas (por tierra); el v. 7 añade otros pueblos
nómadas: Quedar y Nabayot. En el v. 9 se menciona la mítica ¿e hispana? Tarsis, occidente en suma,
desde donde llegan riquezas en barcos (por mar).
JEREMÍAS LERA BARRIENTOS
SEGUNDA LECTURA
Contexto de este párrafo es una reflexión sobre el servicio del anuncio del misterio de Cristo. Misterio
procedente de la previa y gratuita disposición e intención divina. No por arbitrariedades, sino por
razones parcialmente antropológicas, estos planes de Dios no han llegado a ser conocidos plenamente
hasta los tiempos de la intervención definitiva de Jesucristo, realizador de las promesas y anticipos.
Intervención prácticamente equivalente es la del Espíritu, con la típica ambigüedad en lo tocante a este
término en estas primeras teologías cristianas.
El contenido (v.6) es la universalidad de la presencia del Señor sin privatización ni monopolios, o sea,
para todos. Todos los hombres son coherederos, miembros del mismo cuerpo y participan de la
Promesa por el Evangelio.
El texto rompe decididamente una lanza en favor de esta universalidad en la participación humana, de
todos los hombres, en los beneficios de la venida de Cristo. Lo cual plantea cuestiones bien conocidas y
sentidas, especialmente en nuestros días :salvación de los no cristianos, el cómo de ella, el destino de los
no creyentes o de los que han dejado de serlo, las culpas de quienes han causado las pérdidas de la fe...
También son problemas reales la pregunta sobre el derecho y obligación de predicar el evangelio a todos,
aun a aquellos que viven más o menos felices con su situación. Tanto unas preguntas como otras no
deberían resolverse con demasiada sencillez, porque ello equivale a decir banalidades o inexactitudes.
Como tampoco podemos dejarnos llevar de ciertos ambientes y renunciar a la universalidad. Aunque
porque "no conviene forzar a otros ni imponer nuestras convicciones". Otras veces, para obviar esas
reales dificultades tendemos a restringir el alcance del evangelio, más o menos conscientemente, a "los
de siempre", es decir, a nosotros.
El apóstol cristiano o el cristiano apóstol, que viene a ser lo mismo, está convencido de que el don de
Dios es para todos. Porque es don de Dios. El Señor ya está presente en la realidad desde el comienzo y
lo ha desvelado/revelado por medio de su Hijo. De ahí que sea bueno lograr una mayor concienciación
de esta salvación existente en el mundo y en los hombres. Es simplemente aceptar que Dios es Dios y,
por tanto, universal en su acción.
No se puede renunciar al universalismo, porque sería tanto como renunciar a la fe. Pero desde luego no
sabemos bien cómo hacerlo. Al menos si podemos decir esto: proponer lo que nosotros vivimos,
respetando a los demás. Porque también ellos están dentro de este plan y son partícipes de él, aunque no
lo sepan. No se trata de salvarlos, porque ya están salvados, sino de decir y proclamar lo que creemos.
FEDERICO PASTOR
federico@dabar.net
EVANGELIO
Texto. Sigue al relato en el que se confía a José la misión de dar nombre al salvador del Pueblo.
Sirviéndose de una técnica narrativa similar a la empleada en ese relato, Mateo comienza presentando la
situación que va a servir de punto de partida: después de una referencia al nacimiento de Jesús en Belén de
Judá durante el reinado del rey Herodes, se detalla a continuación la presencia en Jerusalén de unos magos
venidos del éste de Israel para adorar al recién nacido rey de los judíos. La situación responde a las
expectativas y esperanzas de los viejos profetas, como lo refleja el texto de Isaías que la liturgia nos
propone como primera lectura. Este profeta comenta la vida de la comunidad instalada de nuevo en
Jerusalén después del destierro de 587-538 a.C.
A la luz de este profeta, la lógica pedía una eclosión de alegría en Jerusalén por la llegada de extranjeros.
Pero la lógica se quiebra y su lugar lo ocupa el sobresalto del rey y de todo Jerusalén. Las situaciones
posteriores, centradas en el rey Herodes, reflejan la estrategia del sobresalto y, por ello mismo, dependen
de él. El dato, pues, significativo del texto es ese sobresalto, en contra de la lógica que cabría esperar a la
luz de los viejos textos proféticos.
De esta manera, Mateo nos presenta una sorprendente inversión de papeles. Dentro del Pueblo de Dios no
se acepta a Jesús como guía y sí, en cambio, lo hacen los de fuera.
Inversión o, tal vez mejor, ampliación. El relato de Mateo, con una estrella como símbolo, amplía a escala
universal la realidad del Pueblo de Dios.
Comentario. Si en el relato referido a José se le confiaba a éste la misión de dar nombre al salvador del
Pueblo, en el relato de hoy se pone de manifiesto el alcance de este Pueblo. El Pueblo de Dios son las
gentes todas de la tierra. De ahí que Mateo haya buscado el símbolo en el firmamento, cuyas estrellas
son visibles para todos, sin distinción ni exclusión.
No parece que sea la integración, sino la exclusión, la tendencia del comportamiento humano. Tal vez por
eso, situado como está más allá de la exclusión, el texto de hoy tiene tanta capacidad de evocación y de
ensueño. Y puesto que somos capaces de soñar, aún es posible que la realidad llegue a estar hecha de
sueños como el de hoy.
ALBERTO BENITO
alberto@dabar.net
NOTAS PARA LA HOMILIA
Ya en otras ocasiones he comentado que hay pasajes de esos que casi te sabes de memoria, que has leído y
escuchado como se proclamaban una y mil veces… y de repente, un día, hay algo que te llama la
atención, que nunca habías caído en la cuenta de ello y sin embargo hoy te sorprende… y eso me ha
pasado hoy en el Evangelio. Y sobre ello quisiera llamar vuestra atención en este día de fiesta.
Cuenta el Evangelio que aquellos sabios de Oriente llegaron hasta donde estaba el Niño, y cayeron de
rodillas ante él. No dice que se arrodillaron, sino que cayeron, literalmente. Es algo que en la vida de los
seres humanos pasa muy pocas veces. ¿Cuándo habéis caído vosotros de rodillas? Yo, sólo en dos o tres
ocasiones. Alguna vez ante el dolor desbordante que te impide seguir en pie, pero no parece ser ésa la
razón por la que caen los Magos. En otra ocasión, recuerdo caer de agotamiento, tras una larga caminata
en mis tiempos de adolescencia, de campamento con mi grupo cristiano; quizás ésta sí que pudiera ser la
razón por la que aquellos cayeron ante el niño Jesús… pero me inclino a pensar que cayeron de rodillas
por otra cosa. Y ahí es donde me recuerdo a mí, en situaciones de fuerte presencia de Dios en mi vida, casi
mirándole cara a cara, sintiéndole muy próximo y, en consecuencia ante Él, sintiendo mi pequeñez…
como tantos otros, Abraham, Isaac, Jacob, Moisés… ahí sí que caes de rodillas, sabiéndote pequeño,
como el niño que se agazapa en los brazos de su padre, acurrucándote ante Él.
Un viaje como aquel requería alforjas, séquito y empeñar todo lo que se poseía para salir en busca de lo
desconocido; se intuía algo grande ante la aparición en el cielo de aquel signo. Pero más grande que el
nacimiento de una estrella, mayor que el prodigio de que aquella luz en el firmamento les guiase, estaba la
presencia de un niño ante el que reconocer a ese Dios grande que se hace pequeño. Para la Iglesia de
Oriente hoy es el día de la Navidad, el día que Jesús se manifiesta como la Luz del mundo, el día que Dios
eligió para manifestarse a todos los hombres a través de la pequeñez del hijo de María. Y hoy, a pesar de
los excesos que han traído todos estos días pasados, en una jornada marcada por la ilusión infantil de los
regalos, a mi s eme ocurre una invitación: la de caer de rodillas.
¿Y por qué hacerlo? Porque cuando aquellos hombres se levantaron ya no eran los mismos. Arrodillarse
puede parecer un gesto servil, pero en ocasiones es un gesto de humildad. Implica bajarse del podio al que
nos subimos constantemente, creyéndonos los mejores, los más sabios, los más hermosos, los más
perfectos. De rodillas pides compasión, ayuda, clemencia, comprensión, misericordia. Y levantarse es
poder de nuevo estar de pie habiendo pasado por la experiencia de la pequeñez. Además, ponerse de
rodillas ante aquel niño era dejar paso en la propia vida a la ternura, a la grandeza que está no en saber
más, ni ser más fuerte, sino la de ser humano, y por eso, profundamente imagen de Dios. Y arrodillarse
ante aquel niño era, sin más dejarse deslumbrar. Cuando a uno le da la luz, parece que todo en su vida se
vuelve más luminoso, y que esa luz se transmite. A todos nos parece que quien ha tomado el sol se
muestra con un aspecto más vital, más saludable… y a eso nos invita la celebración de hoy.
Escuchar “¡levántate, brilla!” es una invitación para nosotros. Llevamos días adorando al Señor,
proclamando en medio de tanto adorno y propaganda que es posible que todos los días es Navidad, que
Dios nazca en nuestras vidas e inunde con su luz cada uno de nuestros rincones oscuros. Hoy la Eucaristía
nos grita que nos levantemos y brillemos, que iluminados por él ahora, como tantas otras veces, seamos
espejos que reflejen esa luz suya, y nos levantemos, y vayamos a iluminarlo todo. Individualmente y
como Iglesia, que seamos luz del mundo, y no nos cansemos de proclamar a todos que nuestro Dios se
manifiesta en las cosas sencillas y tangibles, próximas, a veces tan concretas como un niño que nace,
como un gesto infantil de nerviosismo y sorpresa ante unos regalos, como una pequeña luz en el cielo o
como cada uno de los gestos que podemos y debemos hacer para meter a Dios en nuestra vida y en la del
que tenemos al lado.
RAMON GARCÍA
ramon@dabar.net
PARA LA ORACION
Dios y Padre nuestro, que revelas tu amor en Jesús nacido en Belén; haznos capaces de vivir atentos y
confiados, para descubrirte en la vida de las personas que trabajan por hacer un mundo humano, un
mundo de hermanos.
--------------------------------------------
Junto con el pan y el vino te ofrecemos, Señor, todos los afanes de búsqueda de la paz y la justicia que hay
en nuestro mundo; hazlos fructificar, Tu que quieres siempre todo lo mejor para nosotros, tus hijos.
--------------------------------------------
Hemos celebrado, Señor, esta Eucaristía que nos une en la misma fe y esperanza, y ojalá que también en
el compromiso por vivir llevándote al mundo como la Luz que tanto necesitamos. Ayúdanos a compartir y
llevar a los hermanos cuánto aquí hemos celebrado.
LA MISA DE HOY
SALUDO
Dios nuestro Padre, que manifiesta su amor a toda la humanidad sin exclusiones en Jesús hecho Niño,
y la Fuerza de su Espíritu estén con todos nosotros.
ENTRADA
La Epifanía del Señor es una fiesta llena de sentido, de ilusión y de gratuidad. Dios Padre muestra su
rostro, revela su amor en Jesús venido a este mundo para ser la Luz de las gentes, sin exclusivismos,
sin círculos cerrados. El amor de Dios es universal, no conoce límites. A este Dios hecho hombre se le
descubre en la cueva de Belén, en la sencillez de los pastores o en la humildad de unos magos que se
arrodillan ante el niño y le ofrecen regalos.
Y el gran regalo de Dios es Jesús, Luz del mundo. Que la Eucaristía nos ayude a no quedarnos ni
mirando la estrella ni mirando a los magos, sino a llenarnos de la Luz de Dios.
ACTO PENITENCIAL
Nuestras limitaciones y pecados hacen que la Luz de Jesús no llegue a todas las personas. Pidamos
perdón:
- Cuando nos creemos mejores y superiores a los demás, despreciando a quienes no piensan como
nosotros. Señor, ten piedad.
- Cuando reducimos el testimonio cristiano al círculo de los más próximos a nosotros. Cristo, ten
piedad.
- Cuando en lugar de buscar a Jesús buscamos nuestros intereses particulares y egoístas. Señor, ten
piedad.
LECTURA PROFÉTICA
Jerusalén lleva muchos años viviendo dificultades y la confianza en Dios se va perdiendo. El mensaje
del profeta invita a que renazca el ánimo; por eso anuncia la bendición de Dios, la epifanía salvadora.
SALMO RESPONSORIAL (Sal 71)
Se postrarán ante ti, Señor, todos los pueblos de la tierra.
Dios mío, confía tu juicio al rey, tu justicia al hijo de reyes, para que rija a tu pueblo con justicia,
a tus humildes con rectitud.
Se postrarán ante ti, Señor todos los pueblos de la tierra.
Que en sus días florezca la justicia y la paz hasta que falte la luna; que domine de mar a mar, del
Gran Río al confín de la tierra.
Se postrarán ante ti, Señor, todos los pueblos de la tierra.
Que los reyes de Tarsis y de las islas le paguen tributo. Que los reyes de Saba y Arabia le
ofrezcan sus dones; que se postren ante él todos los reyes, y que todos los pueblos le sirvan.
Se postrarán ante ti, Señor, todos los pueblos de la tierra.
Él librará al pobre que clamaba, al afligido que no tenía protector; él se apiadará del pobre y del
indigente, y salvará la vida de los pobres.
Se postrarán ante ti, Señor, todos los pueblos de la tierra.
LECTURA APOSTÓLICA
Si en la antigüedad se creía que Dios era parcial, la llegada de Jesús, la distribución de la Gracia de
Dios, es muestra de que el Amor del Padre es para todos los hombres y pueblos, sin privilegios de
ninguna clase. Judíos y gentiles, todos somos partícipes del Amor de Dios.
LECTURA EVANGÉLICA
En el Evangelio de hoy se nos narra la adoración de los Magos al mismo Dios. Ayer, y con frecuencia
hoy, son sólo los extranjeros quienes descubren y aceptan al Mesías. El texto, tras su aparente
ingenuidad, denuncia a un pueblo de Dios instalado en su religiosidad, mientras deja su esperanza en
manos de extraños.
ORACIÓN DE LOS FIELES
En el día de la Epifanía, pedimos al Señor que atienda nuestras necesidades, diciendo: ¡Señor,
danos tu Luz!
- Por la Iglesia, para que sepamos dar a conocer a todos, con el ejemplo de nuestras vidas
solidarias, la Luz de Dios que Jesús nos trae. Oremos.
- Por los padres y educadores, para que sepan educar a sus hijos en el respeto, la tolerancia y la paz,
y en el saber compartir. Oremos.
- Por las personas que viven sin ánimo ni ilusión, para que encuentren personas y motivos en que
seguir confiando. Oremos.
- Por todos los pueblos de la tierra, para que aprendan a vivir superando divisiones, barreras y
fronteras. Oremos.
- Por nuestra comunidad (parroquial), para que vivamos la universalidad del amor de Dios
rompiendo fronteras y miedos, atentos a las necesidades de los hermanos. Oremos.
Oración: En Ti, Señor, queremos vivir y confiar. Danos siempre tu Luz. Por JCNS.
BENDICIÓN FINAL
- Dios Padre, que nos ha llamado de las tinieblas a su Luz admirable, derrame sus bendiciones sobre
todos nosotros y afiance nuestros corazones en la fe, la esperanza y el amor. Amén.
- Y a todos los que estamos aquí reunidos, que queremos vivir como discípulos de Jesús, Luz que
alumbra en las tinieblas, nos haga testigos veraces de su Amor ante todos los hombres. Amén.
- Para que así nos encontremos con Cristo, Luz sobre toda luz, a quien los Magos reconocieron
como el Salvador. Amén.
EQUIPO DABAR
CANTOS PARA LA CELEBRACION
Entrada: Tres reyes magos llegan de oriente (disco “Preparad los caminos” de Erdozáin); Cuando
llega la luz (disco “Cuando llega la luz” de Barja).
Gloria: De Palazón.
Salmo: Lds; Tu reino es vida.
Aleluya: Aleluya navideño (disco “Cantos para participar y vivir la Misa”).
Credo: 1CLN-F 1.
Ofertorio: Caminando desde oriente (disco “Nuevos cantos de adviento y navidad”); El
tamborilero.
Comunión: Noche de Dios; Los reyes magos (de Mateu); Postrémonos humildes (1CLN-51);
Cristianos venid (1CLN-55).
Final: Anunciaremos tu reino, Señor; Villancicos populares.
Director: José Ángel Fuertes Sancho ·Paricio Frontiñán, s/n· Tlf 976458529-Fax 976439635 · 50004
ZARAGOZA
Tlf. del Evangelio: 976.44.45.46 - Página web: www.dabar.net - Correo-e: dabar@dabar.net
Descargar