188 Ciro Nolberto Güechá Medina Como se puede ver, la ley de facultades no expresaba que se debía expedir un nuevo Código Contencioso Administrativo, pero sí enumeraba los aspectos en que se debían hacer las reformas, los cuales abarcaban la casi totalidad de los criterios del procedimiento contencioso administrativo. Pero además y para hacer claridad en cuanto a los antecedentes de este Código, merece traer a colación en este estudio, la exposición de motivos presentada por el ponente de la ley doctor Jaime Vidal Perdomo, por contener un análisis muy específico respecto de la jurisdicción contencioso administrativa. El texto de la ponencia hace referencia a aspectos de importancia tales como: “1.Los antecedentes legislativos. El doctor Vidal Perdomo da a conocer, que en el derecho colombiano, ha existido una mayor regulación del procedimiento contencioso administrativo que del procedimiento administrativo; lo que se demuestra con la expedición de estatutos como la ley 167 de 1941, que constituye un verdadero código contencioso, al igual que con los Decretos 528 de 1964 y ley 50 de 1967. 2. Inexistencia de un procedimiento administrativo general. El procedimiento administrativo o gubernativo no se concebía de manera general o uniforme, pues se ha visto relegado a regulaciones especiales de cada entidad, convirtiéndose en procedimiento complejo. El Código de 1941, contemplaba unos principios específicos de procedimiento administrativo, los cuales fueron remplazados por el Decreto 2733 de 1959, que aunque constituye un avance en la materia, debía ser actualizado. 3. El Código Contencioso Administrativo, hace referencia el doctor Vidal Perdomo, que aunque la opinión sobre el código de 1941 es buena, es necesaria su actualización, teniendo en cuenta la evolución de las competencias de la jurisdicción y las nuevas orientaciones del derecho procesal administrativo. La necesidad de hacer un reparto adecuado de competencias entre el Consejo de Estado y los Tribunales Administrativos era una necesidad urgente, la clarificación de la noción de parte en el proceso contencioso no podía esperar y la necesidad de adoptar un procedimiento administrativo uniforme, además de otros aspectos en cuanto a los procedimientos ordinarios y especiales y las acciones contenciosas, justificaban la reforma”236. Anales del Congreso, número 61 de 30 de septiembre de 1980, p. 837. 236