LA PRENSA y la UNAM presentan el quehacer de los científicos al alcance de nuestros lectores www.unamiradaalaciencia.unam.mx Año XI Núm. 547 TODOS LOS MARTES Utilizar personajes famosos para que invitaran a los niños a comprar fue una estrategia que se empezó a utilizar en esta época. La vida moderna está regida por el consumo; los niños no son ajenos a esta realidad. A unque los niños no forman parte de la clase trabajadora y no perciben ingresos, ¡son excelentes consumidores! Sus padres toman en cuenta sus opiniones a la hora de comprar desde alimentos, hasta electrónicos e incluso casas y automóviles; y los publicistas lo saben. “Hoy en día las áreas de marketing trabajan con grupos de pedagogos y psicólogos para entender cómo funciona la mente de los niños y presentarles los productos de manera que los encuentren atractivos”, comenta Susana Sosenski, investigadora del Instituto de Investigaciones Históricas de la UNAM. ¿Cuándo y cómo comenzaron los niños mexicanos a convertirse en pequeños consumidores? Para responder a esta pregunta, la historiadora ha estudiado las estrategias comerciales que se implantaron en México a partir de la década de los 50 para invitar a los infantes a comprar. La figura de Santa Claus está inspirada en San Nicolás, un personaje legendario que según las culturas occidentales trae juguetes a los niños en Navidad. En México, una importante compañía refresquera introdujo a Santa Claus a mediados del siglo pasado. Su imagen está estrechamente ligada a la publicidad. Su vestimenta lleva los colores de la marca y lo muestran como una persona “bonachona y generosa”. Este personaje compite con los Reyes Magos que era la tradición que ya había en México. A mediados del siglo XX se usaron algunas otras estrategias para fomentar el consumo infantil. Una de ellas consistía en aludir a su bienestar, destacando que los productos eran buenos para la salud y desarrollo del niño; otra fue el impulso del sistema de cupones y regalos. Asimismo, la publicidad recurrió a invitarlo directamente a visitar las tiendas. Así, los niños mexicanos fueron introducidos al consumo hace ya más de sesenta años. Al respecto, la doctora Susana Sosensky puntualizó que estudiando y comparando diferentes culturas a lo largo de la historia, se muestra que el consumismo no es una conducta natural y común a todas las sociedades; esta práctica depende de circunstancias que la favorecen o no, como las posibilidades adquisitivas de los padres o el valor de los juguetes en determinada cultura. Lo bueno y lo malo El consumo en los años 50 A principios del siglo pasado, alrededor de 1920, las tiendas no eran como ahora las conocemos. Había un dependiente y los productos a la venta se encontraban detrás un mostrador, donde no se podían tocar. En la década de los 50 comenzaron a crearse departamentos para niños y secciones de juguetes. Se inició la fabricación de productos especialmente para ellos, por ejemplo libros infantiles y ropa. “La invención más importante a mediados del siglo pasado para promover el consumo fueron las vitrinas. Estas sirvieron para que todos los niños –de todas las clases sociales– tuvieran los mismos objetos de deseo; a través de ellas admiraban lo que les gustaría tener”, señala la historiadora. Algunos publicistas sugieren que el consumo puede ser una oportunidad de aprendizaje para los niños: aprender a contar, a recibir el cambio, a elegir; de esta manera, muchos padres les dan voz a los niños en las decisiones de compra familiar. Pero a diferencia de lo que ciertos publicistas plantean acerca de que el consumo democratiza, la especialista advierte que en realidad éste enfatiza las diferencias de clase y de género. La Procuraduría Federal del Consumidor advierte que los niños son los consumidores más vulnerables porque no han desarrollado plenamente su capacidad crítica y valorativa frente a los productos. Puedes ver algunos anuncios publicitarios de los años 50, encontrados por la investigadora Susana Sosenski en: Texto: Naix’ieli Castillo Diseño: Susana Tapia https://www.academia.edu/2418971/El_ni%C3%B1o_ consumidor_una_construcci%C3%B3n_publicitaria_de_ mediados_de_siglo_XX Escríbenos a cienciaunamunam.mx o llámanos en el D.F. al 5622-7303 Director General: Dr. José Franco, Director de Medios: Ángel Figueroa, Edición: Alfonso Andrés Fernández, Asistente: Alejandra Encinas, Documentación: Xavier Criou, Soporte Web: Aram Pichardo © 2015 DGDC - UNAM