Hábitos de consumo de energía Ahorrar es Una encuesta realizada en cuatro países europeos revela que gastamos más energía de la que necesitamos. Adaptar algunas de nuestras costumbres y optar por equipos más eficientes puede ayudar a limitar ese gasto y a recortar nuestras facturas. Todos saldremos ganando. Ya no podríamos pasarnos sin gas y electricidad en casa. Gracias a ellos podemos estar calientes en invierno o frescos en verano, cocinamos, tenemos luz, electrodomésticos que nos facilitan la vida y ahorran trabajo y tiempo, disponemos de agua caliente... Nadie duda de sus bondades, pero esas bondades tienen un precio, que pagamos entre todos, tanto de forma individual, en nuestras facturas de gas o electricidad, como de forma colectiva, pues el gran uso que hacemos de la energía repercute en un agotamiento de los recursos, y tiene graves consecuencias para el medio ambiente. Por eso, tan importante como conseguir un hogar confortable es hacerlo sin desperdiciar energía. La Organización de Consumidores y Usuarios, en colaboración con otras asociaciones de consumidores europeas integrantes del grupo Conseur ha realiza- 28 OCU-COMPRA MAESTRA 276 NOVIEMBRE 2003 do una encuesta en España, Bélgica, Italia y Portugal, con el fin de conocer los hábitos de consumo de energía en los hogares. En total se recibieron 5.749 respuestas. En adelante, cuando no especifiquemos lo contrario, nos referimos a la situación en España, y al hablar de encuestados, aludimos a los españoles que respondieron a la encuesta. Ahorrar energía, ¿una utopía? Según los datos de nuestra encuesta, las familias españoles gastan al año, de media, 549 euros en electricidad, y 372 euros en gas. ¿Es posible gastar menos? ¿Se puede recortar esa cuenta? Este artículo trata precisamente de intentar introducir nuevos hábitos de ahorro de energía en los hogares españoles, en cada uno de los aspectos que le atañen. Para ello iremos viendo los posibles fallos, y luego buscaremos soluciones. El ahorro de energía es una batalla que debe librarse en varios frentes. Cambiando nuestra actitud y los hábitos en alguno de ellos notaremos una mejoría, pero para tener realmente éxito debemos actuar sobre varios de ellos. Es evidente que hay algunas circunstancias que hacen, de entrada, que se gaste menos energía en casa. Por ejemplo, la orientación de la vivienda: unas ventanas orientadas hacia el sur permiten aprovechar al máximo la luz y el calor en invierno. Obviamente, esto es algo que hay que planear cuando se está diseñando la casa, y después hay poco que se pueda hacer. Sin embargo, hay otros factores sobre los que el consumidor tiene una mayor capacidad de actuación. Vayamos por partes. posible OCU-COMPRA MAESTRA 276 NOVIEMBRE 2003 29 AISLAR LA CASA El aislamiento de la vivienda es un factor clave a la hora de ahorrar energía. El calor que se genera en el interior de la casa se dispersa hacia el exterior, y en verano ocurre el proceso contrario. Las pérdidas son continuas, sobre todo cuando la diferencia de temperatura entre el interior y el exterior es muy grande. La mitad de los encuestados españoles contaba con dobles paredes en su vivienda. Un 33% afirmaba que sus muros estaban equipados con un material aislante térmico, pero un 22% ignoraba si sus paredes y muros estaban bien aislados. Las viviendas construidas deben cumplir los estándares que establecen las normas sobre aislamiento. Estos detalles no suelen incluirse en las memoria de calidades (aunque no estaría de más), pero cualquier consumidor puede solicitar el proyecto de construcción donde está esa información. En las casas antiguas es mucho más complicado tener ese dato. Lo cierto es que normalmente, para el consumidor de a pie no es tan sencillo aislar de forma eficaz los muros de su vivienda, sin embargo, si puede actuar sobre puertas y, sobre todo, ventanas. El 45% de los que respondieron a nuestra encuesta considera que tiene ventanas bien herméticas, sin escapes ni corrientes. La mitad de los encuestados tiene ventanas simples, de un solo cristal, mientras que hay doble cristal en el 42% de los hogares. El cristal no es un material aislante en sí. Para evitar corrientes y comunicaciones no deseadas entre la temperatura exterior e interior hace falta algo más. En España es en los últimos años cuando se recurre más a este sistema. El doble cristal tiene dos hojas de cristal, separadas por una cámara de aire seco, que es donde realmente radica su éxito. Cuanto mayor sea la distancia entre los dos cristales, y mayor sea, por tanto, el contenido de aire, más efecto aislante. En España predominan los marcos de aluminio: así los tienen en el 63% de los hogares. Una ventana es mucho más que el cristal: a efectos de aislamiento, tiene mucha importancia el marco. Para que se haga una idea, un marco de madera aisla un 20% más que el mismo marco pero en aluminio. LOS ELECTRODOMÉSTICOS Los electrodomésticos han contribuido sobremanera a mejorar nuestra calidad de vida, y se han hecho indispensables. Obviamente su uso tiene un coste, no sólo en el momento de la compra, sino a lo largo de toda la vida útil de cada aparato, por el consumo. Pero desde luego, por mucho que se pretenda ahorrar energía, no podemos prescindir de ellos. Sin embargo, sí es posible ahorrar con los electrodomésticos. Por ejemplo, escoger aparatos más eficientes, es decir, los que obtienen un mejor resultado consumiendo el mínimo de recursos, es un buen hábito de ahorro, como también lo es hacer un uso racional de los aparatos. La mayoría de los encuestados no sabe cuál es la clasificación energética de sus electrodomésticos. En los análisis que publicamos en la revista tenemos siempre en cuenta el consumo energético de los aparatos a lo largo de su vida útil. Además, la etiqueta energética distingue su eficiencia. Se establece un estándar de consumo para cada aparato, y a partir de ahí se van clasificando los distintos modelos, según su eficiencia, desde la clase A, los que menos consumen (para un frigorífico, un 55% menos del consumo estándar de ese aparato), a la clase G, los más derrochones (gastan hasta un 35% más). Como se ve en el gráfico, la diferencia llega a ser muy llamativa. MÁS EFICIENCIA = MAYOR AHORRO kWh 600 Euros 300 28 Clase A 56 Clase D ¿TARIFA NOCTURNA? Es posible recortar la factura de la luz, adaptando el contrato con nuestra compañía eléctrica, por ejemplo, o, en algunas situaciones, optando por la tarifa nocturna. Según nuestros estudios, sólo un 9% ha optado por la tarifa nocturna. La tarifa nocturna permite al usuario que se beneficia de ella disfrutar de un periodo de tiempo (que coincide con las horas nocturnas) en que la electricidad es mucho mas barata. Es preciso pagar un canon adicional, ya que hay que instalar un contador de doble tarifa y un reloj. Según la encuesta, la mayoría las personas que contratan tarifa nocturna pone los electrodomésticos siempre por la noche (lo hacen así 6 de cada 10 usuarios). Para poder aprovechar las ventajas de este sistema, hay que traspasar al periodo de tarifa económica buena parte del consumo eléctrico. Esto supone adaptar algunos hábitos, como poner la lavadora o el lavavajillas por la noche, y también revisar el equipamiento de que dispone: por ejemplo, conviene optar por calefacción con acumuladores eléctricos, etc. 30 OCU-COMPRA MAESTRA 276 NOVIEMBRE 2003 LA CALEFACCIÓN La calefacción supone un importante gasto en los meses invernales, sobre todo en las zonas más frías. En España los sistemas principales de calefacción son la calefacción individual con caldera y radiadores, los sistemas eléctricos sin acumuladores y la calefacción central (común para varias viviendas). Entre los combustibles usados para calentar las casas, se recurre tanto al gas (así lo hacen el 35% de los encuestados) como a la electricidad (el 34%). El gasóleo es el combustible usado en el 13% de los hogares. Casi una cuarta parte de los que respondieron a la encuesta mantiene la temperatura de su cuarto de estar, en invierno, por encima de los 22 °C. No hay que calentar la casa en exceso: 20 °C es una temperatura idónea para tener una sensación confortable. Y esos dos grados de diferencia SISTEMAS PRINCIPALES DE CALEFACCIÓN (%) pueden suponer un ahorro de en torno a un 10% El 67% de los que tienen calefacción central cuentan con un sistema para controlar la temperatura de su vivienda, los más habituales son termostatos en las habitaciones. Mantener una temperatura adecuada en las distintas estancias contribuye a que no se dispare el gasto. Además de los termostatos , se pueden instalar ”centrales de control” o bien válvulas termostáticas en cada radiador. 41 15 13 Ca ind lefac rad ividuación iad l + ore s acuEléct mu rica lad sin ore s Ca lef acc ce ión ntr al El 54% de los encuestados dice bajar la calefacción por la noche, y el 42%, cuando no hay nadie en casa. Apagar la calefacción, o bajar su intensidad, durante la noche o los periodos de ausencia redunda en un importante ahorro de energía, y de dinero: bajar la temperatura a 16 °C entre las 22 y las 6 consigue ahorrar un 13%, y el porcentaje se dispara al 24% si mantiene ese bajo nivel de caldeamiento en las horas en que la familia está fuera. EL AGUA CALIENTE El agua caliente sanitaria se necesita durante todo el año. El coste de su producción también queda reflejado en nuestra factura. En la producción de agua caliente, el gas natural es el combustible más usado (42%), seguido del butano (22%), la electricidad (18%) y el gasóleo (sólo 9%). El 40% de los encuestados tenían calentadores instantáneos de gas como principal sistema de producción de agua caliente. Para calefacción y agua caliente son muy eficientes las calderas de condensación, pues permiten sacar el máximo partido a la combustión y lo que supone un ahorro (entre un 10 y un 15% respecto a una caldera de gas). Sin embargo, son mucho mas caras, por lo que no siempre compensan. Un 74% de los encuestados dice tener un aparato con llama piloto. Un tercio de esas personas nunca apaga el calentador cuando no usa el agua caliente, y otro tercio más sólo lo hace algunas veces. Los que tienen calentadores de gas natural son más descuidados en este sentido. Sin embargo, si el calentador tiene llama piloto, el mero hecho de apagarlo cuando no se está usando el agua caliente se traduce en un ahorro importante. La otra alternativa es optar por un calentador que no tenga llama piloto. Para que se haga una idea: con un consumo medio de una familia de 4 personas, con la tarifa 3.1 de gas natural la diferencia entre tener un calentador con o sin llama piloto puede ser 35,56 euros anuales, y se acentúa si se usa butano o propano en vez de gas natural. EL AIRE ACONDICIONADO Según nuestra encuesta, en prácticamente la mitad de los hogares españoles hay algún sistema de aire acondicionado o aparatos de ventilación o refrigeración. Prácticamente la mitad de los encuestados mantienen en su sala de estar, en los meses de calor, una temperatura inferior a 22 °C. Sin embargo, no hay porqué pasar frío en verano: 22 o 24 °C son temperaturas de confort. El 56% de los consumidores que dicen tener un sistema de frío cuenta con aparatos de aire acondicionado individuales instalados en su hogar. La colocación del sistema de aire acondicionado contribuye a su eficiencia. A veces no hay muchas posibilidades de elección, pero sepa que ahorrará energía si la distancia entre la unidad interna y externa del aparato es pequeña (no se perderán frigorías en el recorrido), y si coloca la unidad externa sobre la ventana. OCU-COMPRA MAESTRA 276 NOVIEMBRE 2003 31 LA ILUMINACIÓN La iluminación supone un porcentaje importante de nuestra factura eléctrica. En OCU-CM hemos hablado en distintas ocasiones de las ventajas de utilizar lámparas de bajo consumo en vez de incandescentes (las bombillas convencionales). Dan la misma luz y consumen una cantidad de energía mucho menor. LAS BOMBILLAS DE UN HOGAR ESPAÑOL MEDIO 13 5 3 co Ba nsu jo mo Ha lóg en as Flu ore sce nte s 2 Inc an de sce nte s Las lámparas de bajo consumo se usan poco en los hogares españoles (y, en general, en los europeos). Preguntados acerca de por qué no usaban habitualmente este sistema de iluminación, contestaron o bien que no querían hacer el esfuerzo de comprarlas y cambiarlas (37%), o que no servían para las lámparas que tenían (23%) o que eran más caras (19%). Sin embargo, recurrir a las lámparas de bajo consumo compensa, y su superior coste se amortiza rápidamente. Las bombillas incandescentes convierten en luz sólo un 12% de la electricidad. Las de bajo consumo reducen un 80% el consumo de energía y además, duran más: una bombilla incandescente normal no aguanta más de 1.500 horas, y una de bajo consumo permanece durante más de 10.000 horas. Al ahorro económico hay que sumarle el que, al ahorrar electricidad, también benefician al medio ambiente. Los detractores de las lámparas de bajo consumo aducen que son contaminantes, porque contienen mercurio: es cierto, pero su efecto se evita si se realiza una recogida selectiva en los puntos limpios. Un 21% de los encuestados españoles reconoce que no siempre apaga la luz al salir de la habitación. Aun así, en España e Italia es donde más arraigado está el hábito de apagar las luces innecesarias. Apagar las luces de las habitaciones desocupadas o de las zonas de paso puede llegar a suponer un ahorro significativo. Está en su mano ¿Es posible tener una casa confortable, a la temperatura ideal, con los electrodomésticos necesarios... y al mismo tiempo ahorrar energía? La respuesta es sí, pero con algún esfuerzo. • De entrada, conviene contratar la potencia eléctrica que realmente necesita. Esta potencia determinará el número de aparatos eléctricos que pueden estar encendidos al mismo tiempo sin que haya una sobrecarga. De ella depende la cantidad fija que se paga en cada factura: por eso, es muy importante no contratar potencia excesiva, para evitar que se disparen los gastos. • Es buena idea invertir en aislar su casa, sobre todo en ventanas con marcos de madera, doble cristal... Con lo que ahorrará en calefacción, no tardará en amortizar el desembolso inicial. • Cuando vaya a comprar un electrodoméstico, opte por los más eficientes: guíese por los análisis de OCU-CM y por lo que indican las etiquetas energéticas. Y, por supuesto, use los aparatos de forma racional. Esperar a tener suficiente ropa antes de hacer la colada, no meter comida caliente en el congelador, apagar las luces innecesarias... son prácticas que a menudo olvidamos. Y nos pasan factura. 32 OCU-COMPRA MAESTRA 276 NOVIEMBRE 2003 LA OCU SOLICITA Queda mucho por hacer en lo que respecta al ahorro de energía. En buena medida esto depende de los consumidores, que deben hacer un esfuezo modificando conductas que suponen un despilfarro de energía (como calentar o enfriar la casa en exceso) y también optando por equipamientos más adecuados, como los electrodomésticos más eficientes o las lámparas de bajo consumo. Sin embargo, no todo debe confiarse a la buena voluntad de los consumidores: la Administración tiene que asumir su (gran) responsabilidad en este tema. Se acaban de presentar las líneas estratégicas del Plan de ahorro y eficacia energética 2004-2012, y aprovechamos para apuntar, desde aquí, algunas ideas para la mejora. Es urgente la entrada en vigor del nuevo Código Técnico de Edificación, con las últimas novedades en materia de aislamiento térmico y acústico para mejorar la eficiencia energética y el confort de los hogares. Por otro lado, hay muchas viviendas antiguas que no reúnen unos niveles adecuados de aislamiento: nos parece acertada la propuesta (ya en marcha en otros países) de incentivar con medidas fiscales y financieras la rehabilitación y remodelación de edificios, con el fin de mejorar la eficiencia energética. Al mismo tiempo, es preciso fomentar el recurso a equipos más eficientes, por ejemplo, incentivando el cambio de las calderas de gas estándar por calderas de condensación, que consumen menos; o promocionando, mediante bonificaciones fiscales, la compra de electrodomésticos más eficientes (si no es así, difícilmente se alcanzará la meta de que en el 2012 el 40% de los aparatos sean de clase A). Tan importante como eso es asegurarse de que las clases más eficientes realmente lo son, ejerciendo un mayor control sobre la concesión de las etiquetas energéticas. Y tampoco estaría de más eliminar las categorías menos eficientes. La OCU, por su parte, asume también su función como instrumento de educación e información: a ello responden estudios como éste.