William Shakespeare LA TEMPESTAD PERSONAJES BEATRIZ reina de Nápoles PORCIA su hermana PRÓSPERO legítima duquesa de Milán ANTONIA su hermana, usurpadora del ducado de Milán FERDINAND hijo de la reina de Nápoles FRANCISCA secretaria de la reina ADRIANA dama de compañía CALIBÁN una esclava deforme y salvaje TRÍNCULO una cómica STEFANO un copero borracho CAPITÁN del barco CONTRAMAESTRE MARINEROS MIRANDA hija de Próspero ARIEL un espíritu del aire Espíritus, Ninfas, Animales MATERIAL PARA AUDICIONES Cada alumna debe elegir un texto y una canción de las propuestas a continuación, pueden ser de dos personajes diferentes. Es importante memorizar e interpretar. MONÓLOGOS: Ariel (Espíritu del aire) ¡Salve, gran amo! ¡Poderoso señor, salve! Vengo a satisfacer tus más altos deseos, sean estos volar, nadar, zambullirme en el fuego o cabalgar sobre las encrespadas nubes. A tu férrea voluntad se someten Ariel y sus hermanos. He ejecutado con precisión la tempestad que me ordenó. Hasta el último detalle. Abordé la nave de la reina y, ya en la proa o en el centro, en cubierta o camarotes, encendí el espanto... A veces me dividí para arder en varios sitios: mastelero, vergas y bauprés abracé, uno a uno, para unirlos luego y fundirlos. Los rayos de Júpiter, anuncio de terribles truenos, no fueron nunca tan fugaces ni deslumbrantes Ningún alma dejó de sentir la fiebre de la locura ni ocultó los signos de la desesperación. Todos, salvo los marineros, se sumergieron en las espumas del mar y abandonaron la nave. Ya todo transformado en fuego por mí, Ferdinand, el hijo de la reina, con los cabellos erizados fue el primer hombre en saltar, gritando “¡El infierno está vacío y todos los demonios están aquí!”. (Ríe burlesca). Miranda (Jovencita, hija de Próspero) ¡Abominable esclavo, en quien la bondad jamás dejará huella alguna pues eres capaz de todos los males! Te tuve lástima... Me desviví por hacerte hablar. Cada hora te enseñaba esto y aquello… Cuando tú, salvaje, no sabías ni lo que eras –y balbuceabas como la cosa más bruta–, di a tus ideas palabras que te permitieron expresarlas. Pero tu raza vil, aunque aprendiera, tenía eso que las buenas naturalezas son incapaces de tolerar. Calibán (monstruo esclava de Próspero)) ¡Que todas las infecciones que absorbe el sol desde las ciénagas, charcas y pantanos caigan sobre Próspero y lo pudran por pedazos! Sus espíritus me escuchan y sin embargo necesito maldecirlo. Ninguno de ellos me pincharía ni me asustaría soltándome duendes; no me hundiría en el barro ni me conduciría como una antorcha en la oscuridad lejos de mi camino, si él no lo ordenase. Pero por cualquier tontería los lanza contra mí. A veces me hacen muecas como los simios y me hablan, y después me muerden; luego, cual puercoespines que se revolcaran sobre el camino por el que voy descalzo, erizan sus púas bajos mis pies. A veces estoy entero trenzado de serpientes, que con sus lenguas bífidas sisean hasta volverme loco. Oh… ¿y ahora qué? Tríncula (Cómica de la reina de Nápoles) Aquí no hay matorrales ni arbustos para guarecerse del clima y otra tormenta se avecina: la oigo cantar en el viento. (Persecución cómica). Si truena como antes, no sé dónde voy a esconder mi cabeza. La nube esa hará llover a cántaros. [Ve a Calibán.] ¿Qué tenemos aquí, un hombre o un pez? ¿Muerto o vivo? ¡Un pez! Huele como a pez; un aroma a pescado rancio, como de merluza salada, y no de las más frescas que digamos. (Al público) ¡Extraño pez! ¡Tiene piernas humanas y sus aletas parecen brazos! ¡Y juro que está caliente! Ahora cambio de opinión y me desdigo: esto no es un pescado sino un isleño recientemente partido por un rayo. ¡Ah, la tormenta se acerca de nuevo! Lo mejor que puedo hacer es esconderme bajo este capote, no hay otro refugio en ningún lado. PRÓSPERO (Duquesa de Milán) (Potencial canto) [Dibuja un círculo.] Yo he oscurecido el sol de mediodía, he convocado a los rebeldes vientos, y entre el verde mar y la bóveda celeste desaté una rugiente guerra... Al pavoroso ruido del trueno le prendí fuego y astillé el macizo roble de Júpiter con su propio rayo... Al sólido y firme promontorio estremecí y por las raíces arranqué de cuajo al pino y al cedro… Las tumbas, a mis órdenes, despertaron a sus durmientes, se abrieron y los dejaron salir gracias a mi arte poderosísimo... Pero de esta violenta magia yo, aquí, abjuro. Y cuando toda esta empresa haya concluido, romperé mi vara, la sepultaré muchas brazas bajo tierra y ahí, más profundo de lo que jamás tocó sonda alguna, sumergiré también mi libro. Canciones ARIEL DORADAS ARENAS (Con traje de ninfa de mar). Vengan a estas doradas arenas, cae ya la tarde con su tibieza. [Canta.] Puedo oír en la brisa una canción que habla de un encuentro que ya se acerca. Vengan prueben la dulce tormenta que desata el amor por dentro y fuera. Una cálida música brota del mar que las brasas aviva y el fuego aquieta. Dulces duendes les invito únanse al estribillo. ARIEL Vengan a estas doradas arenas tómense de la mano contando estrellas vengan, dense un saludo y bésense hasta que las salvajes olas enmudezcan. DUENDES ¡Ah! ¡Ah! ¡Ah! DUENDES Vengan a estas doradas arenas tómense de la mano contando estrellas vengan, dense un saludo y bésense ARIEL (responde): Aquí a la orilla del mar algo bueno espera Por aquí, por allá bailen con el mar. Bésense sin más. ARIEL: hasta que las salvajes olas enmudezcan. DUENDES: hasta que las salvajes olas enmudezcan. ARIEL: hasta que las salvajes olas enmudezcan. MAS ALLA Desde el mismo instante en que te vi mi corazón voló hacia ti para hacerse esclavo tuyo buscando verte feliz. ENTRAN LAS HERMANITAS DE ARIEL Y CONSUELO Y LA ENGANCHAN AL ELÁSTICO Cielo y tierra escuchen mi decir, si es falso borren mi paz. Sean testigos de mi palabra, bendíganme si digo la verdad. ELLA VUELA MANO A MANO Más allá del cielo más allá del mar más allá del mundo yo te amo a ti, Más allá del miedo más allá del sol más allá y aún más allá yo te amo a ti, yo te amo a ti, yo te amo y es verdad. MIRANDA SE SIENTA ARRIBA DEL HOMBRO DE FERDINAND [al auditorio] No me atrevo yo a ofrecer lo que quiero entregar. Pero es una tontería pues muestro más tratando de ocultar. (pues muestro lo que intento ocultar) ¡Fuera ya, astuta timidez! ¡Inocencia, muéveme! [A Ferdinand] Soy tu esposa, si así lo quieres si no como doncella moriré. Más allá del cielo más allá del mar más allá del mundo yo te amo a ti, Más allá del miedo más allá del sol más allá y aún más allá /: yo te amo a ti, yo te amo a ti, yo te amo y es verdad :/ CALIBAN: CAN CAN CALIBAN Te lo ruego déjame llevarte al valle de manzanas con mis largas uñas, sí arrancar trufas para ti. El nido del arrendajo si quieres yo te mostraré. Te enseñaré como poner las trampas, yo te enseñaré atrapar al pequeño y ágil mono. Te llevaré donde coger racimos, yo te llevaré, de avellanas… dime ¿Vendrás conmigo? [Diálogo] CALIBAN ¡Adiós, amo, adiós, adiós! TRINCULO Es este un monstruo aullador. STEFANO Y borracho, TRINCULO Como tú STEFANO CALIBAN Yo soy humano y eso no. [Continúa Canción] Te mostraré el manantial más dulce y fresas sin igual te traeré la leña en abundancia. ¡Que una peste caiga ya sobre el Tirano sin piedad! ¡No cargaré más palos si es para él! No voy a hacer más trampas para peces ni cogeré más leña para él no más fregar las tablas ni lavar la loza Ban, ban, ban, Calibán, ban, Calibán, ban, Calibán, ban. No voy a hacer más trampas para peces ni cogeré más leña para él no más fregar las tablas ni lavar la loza Ban, ban, ban, Calibán, ban, Calibán, ban, Calibán, ban. ¡Tiene un nuevo amo! ¡Búscate otro esclavo! ¡Fiesta, fiesta, libertad! ¡Tiene un nuevo amo! ¡Búscate otro esclavo! ¡fiesta, fiesta, libertad! TRINCULO [a STEFANO] Sería necio rechazar ofrecimiento singular sin duda el monstruo puede ser valioso. STEFANO [a TRINCULO] La isla él conoce bien si nos ayuda lograré STEFANO Y TRINCULO Tomar la posesión de este lugar. STEFANO Y TRINCULO No vas a hacer más trampas para peces ni cogerás más leña para él no más fregar las tablas ni lavar la loza Ban, ban, ban, Calibán, ban, Calibán, ban, Calibán, ban. CALIBAN, STEFANO Y TRINCULO Ban, ban, ban, Calibán, ban, Calibán, ban, Calibán, ban. STEFANO, VOCES MASCULINAS Y FEMENINAS TRINCULO CALIBAN No vas a hacer más trampas para peces ni cogerás más leña para él. No más fregar las tablas ni lavar la loza, TODOS No más No más a él. No más fregar las tablas ni lavar la loza, No voy a hacer más trampas para peces No cogeré más leña para él No más loza, Ban, ban, ban, Calibán, ban, Calibán, ban, Calibán, ban. Ban, ban, ban, Calibán, ban, Calibán, ban, Calibán, ban. STEFANO, TRINCULO Y VOCES FEMENINAS CALIBAN Y VOCES MASCULINAS Rey de esta isla, ¡Fiesta, fiesta, libertad! ¡Tiene un nuevo amo! ¡Búscate otro esclavo! ¡Fiesta, fiesta, libertad! Rey de esta isla, ¡Fiesta, fiesta, libertad! ¡Tiene un nuevo amo! ¡Búscate otro esclavo! ¡Fiesta, fiesta, libertad! BEATRIZ QUÉ EXTRAÑO PEZ Sentémonos y descansemos no puedo ya exigirles más yo misma voy mi caminar frenando (música se detiene) por agobio inmenso Sentémonos y descansemos permítanme hasta aquí llegar pues la esperanza de encontrar con vida a mi hijo se ha muerto, a mi hijo se ha muerto. ¿Qué extraño pez te ha devorado oh, hijo amado, sin piedad? Milán y Nápoles sabrán unirse a mi llanto amargo. BEATRIZ: ¿Qué extraño pez te ha devorado oh, hijo amado, sin piedad? Milán y Nápoles sabrán unirse a mi llanto amargo, a mi llanto amargo. DUENDES: No piense más en lo que ignoramos, no piense más. Le ruego, no piense más en Ferdinando, en Ferdinando.