RESTAURACIÓN DE LA TORRE DEL HOMENAJE Y RESTOS MURADOS DEL CASTILLO VILLAREJO DE SALVANÉS I. VILLAREJO DE SALVANÉS. UBICACIÓN GEOGRÁFICA Se encuentra emplazado en la comarca de los Valles o Vegas del Tajo y del Tajuña, conocida como “Las Vegas” flanqueado por el norte con el río Tajuña y por el sur por el río Tajo. Sus límites físicos en el sentido de las agujas del reloj se rodea de las tierras de Colmenar de Oreja, Belmonte de Tajo, Valdelaguna, Perales de Tajuña, Tielmes, Carabaña, Valdaracete, Fuentidueña de Tajo y Villamanrique de Tajo, municipio con el que el Tajo hace frontera y que se introduce en Villarejo considerablemente. Fuera de la Comunidad de Madrid, linda en el sureste con Toledo. Es una zona que no ofrece buenos emplazamientos naturales para las fortificaciones, ya que los castillos de su misma época, tienden a ocupar pequeñas elevaciones, alomamientos en la ladera de algún arroyo o enclaves ligeramente dominantes sobre su zona de influencia. Sin embargo, el torreón de Villarejo, edificado en un solar totalmente llano, haría una referencia más cercana a la tradición de los edificios militares. No es sólo que con la elevación de la torre del homenaje se obtengan vistas panorámicas y que con las estructuras defensivas anejas suficientes garantías de seguridad, sino que el criterio principal de selección del emplazamiento es la necesaria vinculación por intereses feudales, al núcleo urbano más importante del señorío. II. EL CASTILLO 1. Protección Jurídica El Castillo de Villarejo de Salvanés goza de la máxima protección jurídica prevista en la Ley de Patrimonio Histórico de la Comunidad de Madrid, desde que mediante Decreto 2827/1974 de 9 de agosto, fue declarado conjunto histórico artístico el formado por la iglesia, el castillo y la casa de La Tercia de este municipio madrileño. 1 2. Informe histórico. El actual torreón y los restos de un perímetro amurallado, se integraban originariamente en un recinto mayor, que fue también fortaleza defensiva y albergue del desaparecido Palacio de los Comendadores, formando un conjunto al borde de la antigua carretera de Valencia, junto a la Iglesia Parroquial de San Andrés Apóstol y la casa de la Tercia, con las que el torreón constituye el ámbito histórico monumental más representativo de Villarejo de Salvanés. Este castillo es una de las construcciones defensivas más importantes emplazadas en el entorno del río Tajo y el emblema de la localidad, además de estar considerado como el mejor torreón-fortaleza de la Comunidad de Madrid. Tras la pérdida de su función castrense, los castillos pasarían a ser posesiones señoriales o bajo la tutela de las Órdenes Militares. En el caso de la fortaleza de Villarejo, desde finales del siglo XII, quedó bajo la tutela de la Orden de Santiago, al quedar situado en las tierras englobadas dentro de la Encomienda de la Ribera del Tajo que Alfonso VIII entregó a dicha Orden. El núcleo presenta un sensible crecimiento urbano en la segunda mitad del siglo XIII. Posiblemente, la Orden de Santiago alzara otra fortificación más al norte para defender el límite septentrional de su Encomienda y a esta época (finales del XIII-principios del XIV) podrían pertenecer los escasos restos del recinto de la primera fase que aún se conservan. Tras convertirse en villa el municipio se debió ver la necesidad de aumentar el tamaño y reforzar el castillo. A principios del siglo XVI, el torreón quedaría pequeño y ante la falta de espacio dentro de la camisa y del primer recinto del castillo, se verían obligados a construir un nuevo recinto. Fruto de las excavaciones de Presas, parece ser que esta obra fue notable aunque no estuvo en uso más de un siglo. En el siglo XVII se había cegado la puerta de entrada y desmontado el puente levadizo además de que varios lienzos y un cubo presentaban graves desperfectos. En el siglo XVIII muchas de las piedras de la fortaleza habían sido expoliadas para construir edificios del entorno urbano. Las órdenes militares sobrevivieron y mantuvieron el usufructo de sus propiedades durante el siglo XVI. Sin embargo, desde su disolución por parte de los Reyes Católicos perdieron independencia e importancia defensiva, pasando la mayoría de sus feudos a ser villas de realengo o vendidos por la corona a nuevos señores. Por ello, la mayoría de los castillos, en el XVII, fueron abandonados. El de Villarejo no fue una excepción e inició su lento declive. Este talante señorial parejo a la progresiva señorialización de la Encomienda Mayor de Castilla y la pérdida de su función defensiva, parece ser que es el elemento que determina el carácter de este Castillo, con su casa de aposentamiento interior. Existen diferentes teorías sobre el origen del Castillo de Villarejo. Algunos autores lo cifran a principios del siglo XIII y otros aseguran su existencia al 2 menos desde la segunda mitad de este siglo. Otros autores, entre ellos Edward Cooper, data su fundación posteriormente, durante el reinado de Enrique IV (1454-1474). Vemos por lo tanto que existe una ambigüedad en el origen. Lo que si parece más claro es la evolución historiográfica del monumento: La torre del homenaje se dataría entre la segunda mitad del siglo XIV y la primera del XV, la barrera no rebasaría la primera mitad del siglo XV y el recinto exterior procedería de las décadas iniciales del siglo XVI y hasta de las finales del XV, a las que pertenece su arquitectura más relevante, pudiéndose construir entonces el Palacio de los Comendadores y durante cuyas obras se introducirían importantes alteraciones en la estructura original. En 1575, fecha en la que se redactan las Relaciones de Felipe II, la fortaleza existía en toda su integridad. Su importancia debió de ser muy grande, pues llegó a ser tribunal de las órdenes militares y en ella residía un alcaide nombrado por el Comendador Mayor de Castilla. En el siglo XVII, se origina una larga y continua decadencia, casi imperceptible en este primer momento pero mucho más acentuada desde mediados del siglo XVIII, momento en el que desaparece totalmente el Palacio de los Comendadores y la ruina se apodera del conjunto, del que tan sólo persiste el torreón, citándose en diferentes crónicas del siglo XIX su lamentable estado. La última referencia histórica del castillo tiene que ver con la estancia en el mismo del guerrillero Juan Martín Díaz “El empecinado”, que se refugió allí según la tradición popular, huyendo de los franceses durante la Guerra de la Independencia. Posteriormente, la potente torre del castillo, devendría en desvencijado palomar a finales del siglo XIX. En la primera mitad del siguiente siglo, se empleó la mampostería de la muralla en la construcción de los muros de la nueva escuela pública masculina, levantada en el interior del primitivo recinto y en la Colonia de viviendas sociales de la calle Samuel Baltés. Tras este largo periodo de decadencia, a partir de los años sesenta, se desarrollaron una serie de intervenciones de consolidación y restauración de la mano del arquitecto José Manuel González Valcárcel, actuación muy discutida, con la intención de destinarla como Museo de las Órdenes Militares. En 1979 las deficiencias de los muros dieron lugar al hundimiento de dos de los cubos, iniciándose una nueva restauración, realizada por la arquitecta Maria Luisa López Sardá. Las últimas intervenciones de limpieza y consolidación del antemuro de la torre, corrieron a cargo del equipo de arqueólogos formado por Miguel Ángel Núñez Villanueva, Rosa María Moreno Pelayo, Daniel Pérez Vicente y Marta Bueno Moreno que a finales de los 90 retomaron las excavaciones realizadas por el equipo del Área Sociedad Cooperativa (1988-1991) bajo la dirección de Manuel Presas Vías. 3 El castillo está formado por una gran torre central de unos 16 m. de lado y cerca de 22 de altura. Sus aristas y el centro de sus cuatro laterales están flanqueados por ocho contrafuertes cilíndricos, ocho torretas de tres metros de diámetro que recorren todo el alzado del edificio desde su base a la cúspide. Una camisa de planta cuadrada de casi 25 m. de lado con tres torres cilíndricas en sus ángulos rodea al torreón. Una quinta torre de planta circular se intercala a la mitad del flanco occidental. Los muros tienen un groso de 1.8 m. Los cinco cubos, de algo más de cinco metros de diámetro, están huecos. Al norte de este conjunto unitario, se articulan varias estructuras. III. RESTAURACIÓN Empresa CLAR REHABILITACIÓN, S.L. Redacción del Proyecto: Juan Luis Camacho. La metodología de trabajo ha implicado el levantamiento de planos con la descripción gráfica necesaria para la definición de todas las zonas de la intervención, la descripción histórica, tipológica y constructiva del edificio con la identificación y separación de los materiales y elementos originales de aquellos procedentes de recientes intervenciones, la elaboración de un informe detallado de las patologías y la propuesta de actuación que en este caso se ha secuenciado en fases: Intervenciones de urgencia; Consolidaciones y reparaciones para detener la degradación de la edificación actual y eliminación de elementos y detalles constructivos considerados inapropiados por su deficiente comportamiento o por su incompatibilidad con un edificio histórico de estas características. Se ha planteado la introducción de soluciones constructivas y estructurales nuevas además de una nueva propuesta de redistribución de los recorridos de acceso a la torre, los niveles de planta interiores y la comunicación vertical de la torre. El objetivo principal que ha dirigido la presente intervención ha sido la rehabilitación de la edificación con vista a conseguir la suficiente versatilidad para dar cabida a sus usos futuros, teniendo en cuenta el respeto a lo existente en su medida y el aporte de nuevos aspectos para la revalorización de la edificación y el entorno en su conjunto. Se determina también el estudio arqueológico de los paramentos del inmueble con el fin de obtener información sobre forjados, huecos originales y las fases de modificación que haya sufrido el edificio. 4 Esta obra se inició en noviembre de 2005. Al año siguiente, la dirección facultativa redacta, previa autorización, un proyecto modificado derivado de propias obras de rehabilitación y sin repercusión económica. Durante las obras se han sopesado diversas opciones de uso para las plantas de la torre que han abarcado un abanico de posibilidades: Museo, Archivos, Información Turística. Finalmente se ha decidido la implantación de un uso mixto en la Torre, que comprende un Punto de Información Turística en la Planta Baja y un Centro de Interpretación en las restantes plantas. En base a ello se estimó razonable ejecutar preinstalaciones que evitaran posteriores trabajos de demolición para las necesarias instalaciones del Centro de Interpretación, por lo que se ha incluido la preinstalación de electricidad y climatización. La intervención realizada ha supuesto la realización de las siguientes actuaciones: Se demolió el forjado de viguetas pretensazas de hormigón armado del suelo a la planta cuarta, con el objetivo de conseguir una mayor altura en la tercera planta y también se realizó una demolición parcial de la bóveda que cubre la planta baja para conseguir mayor accesibilidad. Para la colocación del nuevo acceso a dicho nivel, se demolió parte del forjado de cubierta. Se levantaron los pavimentos de terrazo y la pavimentación de cubierta con capa de protección de grava, ya que estaba dañada. Se picaron los paramentos interiores y se limpiaron y eliminaron rejuntados de los paramentos de piedra caliza y se realizaron pruebas de carga sobre los forjados existentes. En la torre del homenaje se procedió a rebajar el suelo de la planta baja, de forma manual, para proceder a la ejecución de un nuevo pavimento. En cuanto a la actuación en el exterior se realizó una excavación con seguimiento arqueológico de la camisa exterior del castillo, con auxilio de maquinaria pequeña para la primera fase de excavación y manualmente, con peones especializados, en la segunda fase, con los restos de muralla. Respecto a las estructuras, se mantiene la estructura de muros, forjados y bóveda de planta baja. Se desarrolla una capa de compresión con hormigón y mallazo en cada planta y la una bóveda apuntada de madera laminada en la planta tercera y acabado con entablado de lamas. Respecto a la escalera de la planta baja, se coloca una losa de hormigón armado, encima de la existente pero sin apoyar en ella y en sus tres tramos. Se realiza la cubrición de la salida a la cubierta con arcos de perfiles huecos de acero laminado y directriz curva. Para la salida a la cubierta desde la cuarta 5 planta se hace una escalera de madera, y para conectar esta cuarta planta con la tercera, se hace una escalera de caracol, también de madera. En las fachadas exteriores de la torre del homenaje, se han realizado trabajos de consolidación y mantenimiento, que han comprendido el sellado de fisuras generalizadas, limpieza general en seco, tratamiento antiherbicida, aplicación de disolución de consolidante y rejuntados en zonas con escaso material en las llagas. Se actúa también en la cornisa, consolidándola y se realiza un cosido estático mediante trenzado espacial de inyecciones de cemento armadas. En los paramentos de fachada se aplica un tratamiento de hidrofugado. Respecto a los trabajos de albañilería y revestimientos, se realiza fábrica de ladrillo en planta tercera hasta el último forjado, trasdosado de muros, recibido de cercos… además de ejecución de revestimientos de yeso, cemento, especiales, dejando zonas vistas de los actuales. Se hace una nueva cubierta invertida, con formación de pendientes e impermeabilización. Se establece una nueva solución de salida de aguas por las gárgolas actuales, con tubos de zinc que expulsen fuera el agua de la lluvia, pero sin verterlo sobre los muros del castillo. Se realiza también la cubierta con planchas de zinc con junta alzada con engatillado doble y el trasdosado de los muros de las escaleras con paneles de cartón-yeso. Se proponen solados distintos en cada planta: en la planta baja, pavimento de losas de cantería y zona perimetral de hormigón pulido; en la 1ª, 2ª y 3ª entarimado de madera y perímetro de hormigón pulido. En la cubierta, baldosas de caliza y acabado de hormigón y protección de grava. Los peldaños de las escaleras se llevan a cabo con piezas de hormigón prefabricados y los pasamanos con tubo de acero galvanizado. Respecto a las carpinterías se coloca una puerta de entrada al castillo de madera de roble y en los techos se coloca un falso techo de lamas de madera maciza para ocultar las bovedillas y la viga metálica de los forjados actuales. Para la cubrición de la salida a la cubierta, se hace un panel sándwich con aislante interior acabado de madera al exterior. En los huecos, se ejecutan las carpinterías con acero, embebidas en el chapado de piedra caliza. La barandilla de las plantas primera y baja se hacen combinando zonas de vidrio laminar y perfiles de acero. Se coloca una pasarela metálica sobre la bóveda de la tercera planta y otra pasarela de acceso a la Puerta de la Torre. Se llevan a cabo las instalaciones eléctricas y de ventilación adecuadas y respetuosas con el edificio, además de la preinstalación de la climatización mediante suelo radiante Frío Calor, la iluminación de emergencia en las escaleras e iluminación en el exterior de la torre y en los restos murados. Se 6 desarrolla también un anillo de evacuación de agua de lluvia con tubos de PVC sobre el forjado, La inversión realizada en esta intervención, realizada durante los años 2005 a 2007, ha ascendido a la cantidad de 413.709’56€ 7