La virgen del cerro: ¿peregrinación mariana? Lic. en Sociología Agustín Pérez Marchetta Maestría en Antropología Social –en curso- en el IDAES (Universidad General San Martín). Buenos Aires. Argentina a.perezmarchetta@gmail.com Resumen En esta ponencia buscaré caracterizar el rito que sucede los días sábados en la virgen del cerro en la ciudad de Salta, Argentina. Intentaré analizar el juego de roles desplegado en la cima del cerro, tanto por la organización como por los concurrentes. También problematizaré los elementos que componen a la religiosidad que se despliega en la virgen del cerro, rastreando similitudes y diferencias con respecto a fenómenos similares. Por último, me gustaría poder reflexionar acerca de la emotividad que se sucede en el rito, y como ésta incide en las prácticas de las personas en su vida cotidiana; explorar los límites entre racionalidad y emotividad que se suscita en los participantes. Introducción Para los investigadores que desde las ciencias sociales estudiamos los fenómenos religiosos, el escenario actual se nos presenta fértil pero huidizo. Más aún para un joven investigador, que en su búsqueda incansable de lo novedoso, se encuentra con herramientas teóricas universitarias de grado desactualizadas1 e incompatibles con las formas religiosas de la modernidad. Buscando reconciliar el cambio de paradigma que avanza, utilizando una metáfora de Parker, del fin de la religión a un rumor de ángeles2, encontré en las reflexiones de Hervieu-Léger (2004), un asidero teórico metodológico que me permitió avanzar en mi investigación/reflexión sociológica. Coincido y me 1 Esto se debe a que los trabajos analizados durante la licenciatura frecuentemente databan de la década del 70 o eran anteriores. 2 “In the first half of the 20th century the thoughtful appreciation of religion was still perhaps best summarized in Freud’s (1957[1928]) phrase ‘the future of an illusion’, expressing an anticipation that enlightened rationalism and sober secularism would render religion obsolete. By the second half of the century, the scene on the horizon was already much better captured by Peter Berger’s (1969) phrase ‘a rumor of angels’, anticipating a resurgence of religious sensibility and a revitalized appeal of the transcendent”. (Csordas, 2007:259). Página 1 de 15 parece acertado replantear el nexo/vínculo de la modernidad con la religión y “captar esta relación bajo el doble aspecto del a dispersión de las creencias, por una parte, y de la desregulación de lo religioso, por la otra. Al mismo tiempo que se deja de pensar la religión a través del prisma exclusivo del desencanto racional, hay más interés en los procesos de descomposición y de recomposición de las creencias que no dependen del dominio de la verificación y de la experimentación, sino que encuentran su razón de ser en el hecho de dar un sentido a la experiencia subjetiva de los individuos [negritas de mi autoría]” (Hervieu-Léger, 2004; 16). Uno de los desafíos que se presenta hoy en día para las ciencias sociales es la necesidad de dilucidar los intersticios por los cuales fluyen actualmente las creencias de las personas; esto en un contexto de marcada desinstitucionalización e individuación religiosa hacen que los investigadores se pregunten por el sustrato en el cual se apoyarían (y evidenciarían) las religiosidades de los individuos; más aún si estos individuos son considerados jóvenes. La aparición mariana (de ahora en más la “virgen del cerro”3) en el norte argentino se presenta para los concurrentes como un lugar que emana paz4 y esperanza; miles de personas acuden cada fin de semana al cerro de las apariciones, llenos de dudas e inquietudes: “Sí, yo cuando fui a verla a la virgen… cuando fui a verla a M. Livia fui de curiosa […] pero que se yo también a veces… ¿viste que cuando tenes esa edad andas mal con vos mismo? Típico que te agarran épocas así”5 Aparece así un fenómeno que nos permite dilucidar las trayectorias recorridas de los “creyentes errantes” (Hervieu-Léger 2004; 24), habilitando analizar y comprender las reconfiguraciones de lo religioso y del sujeto creyente en el siglo XXI. En este escrito se intentará caracterizar a la virgen del cerro, puntualmente delineando si es o no una peregrinación, desde una visión socio-antropológica y compararlo con respecto a otros, buscando dilucidar qué espacio ocupan los concurrentes. Para ello me valdré del análisis de fuentes secundarias, entrevistas en profundidad, una encuesta -de 200 casos- realizada a las personas que concurrieron a la virgen del cerro en marzo de 2011 y trabajo etnográfico; durante el desarrollo se observará un entrecruzamiento 3 El nombre completo es “Inmaculada madre del Sagrado corazón eucarístico de Jesús” pero en este escrito utilizaremos la acepción más conocida: la virgen del cerro. Para un análisis de la historia y formación del fenómeno ver Ameigeiras y Suárez 2011 y Pérez Marchetta 2010. 4 De la encuesta aplicada el 18 de marzo de 2011 trasciende que más de la mitad de los casos concuerdan haber recibido “paz y alivio” en el cerro. 5 Entrevista a Jóven que acudió a la virgen del cerro. Enero 2009. Página 2 de 15 continúo entre las diferentes fuentes, lo que busca impulsar una lectura ágil y una mirada holística del fenómeno. Estas líneas se encuentran amparadas y posibilitadas gracias a que estoy inserto, en carácter de ayudante, en un proyecto de investigación plurianual (2009-2011) presentado por Aldo Ameigeiras y Ana Lourdes Suarez, titulado las “Apariciones de la Virgen en Salta”, financiado por el CONICET. Juntos conformamos un equipo de investigación; este trabajo es parte de un avance etnográfico propio. Aparición Las “apariciones de la virgen María” son fenómenos que se sucedieron a lo largo de la historia del cristianismo. Es durante los siglos XIX y XX que aumentan las apariciones de manera considerable en América Latina y el mundo entero, acentuándose sobre todo entre 1975 y 2000 (Ann Matter: 2001: 1)6; se generaron peregrinaciones, devociones marianas y reconocimiento por parte de la iglesia en los casos “exitosos” (Fátima, Lourdes, Medjugore), siendo desestimadas y ridiculizadas en los casos que no lograron consenso. Generalmente sucede un conflicto entre el/la vidente y la jerarquía eclesiástica ya que la aparición se presenta como un diálogo sin “intermediaciones” con la virgen maría (o alguna otra figura divina). En las apariciones se prioriza la devoción a la virgen, la sacralización del lugar y el momento de su aparición; se pone énfasis en las conversiones, los milagros y los fenómenos de sanación. Es una instancia de reafirmación de lo místico, lo emocional y devocional frente a planteos más secularizantes o racionalistas (Ameigeiras y Suárez: 2011). A medida que transcurre y se consolida una aparición, empieza a sucederse un flujo de personas que acuden en peregrinación hacia el lugar. El peregrino es una figura de amplia data en la historia religiosa, que emerge con fuerza en la condición moderna, caracterizada por “el imperativo que se le impone al individuo de producir él mismo los significados de su propia existencia a través de la diversidad de situaciones que experimenta, en función de sus propios recursos y disposiciones” (Hervieu-Léger 2004:103). El individuo se encuentra con la necesidad de interpretar una serie de experiencias aisladas como un recorrido que tiene un sentido; lo resuelve hilvanándolo desde la narrativa de sí mismo, construyendo su propia trayectoria personal. En las 6 Si se hace una lectura más sutil se pueden plantear las apariciones como un lugar en donde (y desde donde) se producen y reproducen discursos conservadores. Esto queda abierto a futuras aproximaciones. Página 3 de 15 peregrinaciones se ofrece la oportunidad de una participación cuya intensidad la establece el individuo mismo. En nuestro país, se ha dado la presencia de una diversidad de fenómenos que pueden ser denominados como visiones, locuciones y apariciones. En las últimas décadas, solo dos fenómenos han adquirido la envergadura que permite enmarcarlas en el patrón de apariciones de la Virgen: el de la Virgen del Rosario de San Nicolás, y el de la Virgen del cerro en Salta. En el caso de San Nicolás la aparición ya cuenta con pleno respaldo de la jerarquía diocesana y ha sido fuertemente incorporada a la pastoral católica. Por su parte la aparición en la ciudad de Salta continúa siendo objeto de cuestionamientos y críticas por parte de la arquidiócesis del lugar. La Virgen del cerro. Antes de continuar me parece necesario describir brevemente los acontecimientos en torno a las apariciones de la virgen en Salta. Esta narración no pretende ser exhaustiva, ya que se hizo previamente7, sino más bien delinear mínimamente lo sucedido, para aquel/aquella lector/a que se acerca por primera vez al tema. Desde 1990 en la ciudad de Salta una mujer llamada María Livia empieza a recibir mensajes de la virgen maría; la misma pide ser dada a conocer como la “Inmaculada madre del sagrado corazón eucarístico de Jesús”-conocida como la virgen del cerro, siendo el término que elijo para designarla-. En 1995, según el relato de M. Livia la virgen solicita que la vidente se acerca al Carmelo de la ciudad de Salta. Las carmelitas aceptan y reconocen el fenómeno, convirtiéndose en las depositarias de los mensajes de la virgen. El arzobispo nombra una comisión para su estudio y permite la difusión de los mensajes de forma privada hasta 1997. En este año asume un nuevo obispo el cual pide precaución y cautela con respecto al fenómeno 8; hay fastidio por parte de la Iglesia por la preeminencia de la figura de M. Livia por sobre la virgen. Esto es debido a que el 7 Para un análisis exhaustivo del rito y una caracterización del fenómeno circunscripto dentro de las apariciones marianas, remitirse a Ameigeiras y Suárez (2011) y Pérez Marchetta (2010). Habría que ahondar más con respecto a cómo fue el derrotero de los acontecimientos, ya que esta visión fue reconstruida principalmente con el relato de M. Livia y por los datos recabados en la página oficial (www.inmaculadamadre.org). Pero a los fines de esta ponencia, que busca posar la mirada en el rito y en los concurrentes al mismo, resulta suficiente. 8 Para más detalles al respecto dirigirse al sitio de la Arquidiócesis en donde se encuentra un artículo (hecho público el lunes 7 de abril de 2003) titulado “La cuestión pastoral de la ermita del cerro”, elaborado por Monseñor Cargniello: http://www.arquidiocesissalta.org.ar/. Página 4 de 15 objeto en donde se cristaliza la aparición de la virgen es la misma vidente. En el año 2000 según M. Livia, la virgen le pide a la vidente que construya un santuario en uno de los cerros que corona al barrio “Tres Cerritos” de la ciudad de Salta; se realiza con ayuda de personas que se fueron nucleando alrededor de la vidente denominados servidores (los mismos constituyen la obra “Yo soy la inmaculada madre del divino corazón eucarístico de Jesús” que se encarga de la difusión de los mensajes de la virgen). Desde ese entonces miles de personas acuden al cerro desde distintos puntos del país (destacándose los centros urbanos: Buenos Aires, Córdoba y Tucumán) de forma autónoma o a través de las peregrinaciones planificadas, para acceder al cerro los días sábados9. Allí, luego del rezo comunitario del rosario en el cerro, M. Livia apoya sus manos sobre los hombros de los asistentes - a esta acción la organización la denomina “oración de intercesión”10 lo cual provoca la caída y emotividad de los concurrentes: muchos lloran y aducen tener experiencias místicas: “te empuja un poco pero despacito y… y me desvanecí, o sea me… me caí para atrás y empecé a llorar… no sé, yo nunca lloró, no me esperaba eso, para nada (énfasis) […]Y… yo o sea estaba muy emocionada, estaba… no se fue muy raro para mí”11. Esto sucede los días sábados; es el día con mayor cantidad de concurrentes, según fuentes de la organización se congregan entre tres mil y cinco mil personas, por su lado el arzobispado estima entre mil y tres mil personas12. Peregrinación 9 Hasta el 2010 la organización procuraba hacer la mayor cantidad de reuniones los días sábados. Este año optaron por hacer solamente 13 encuentros. Para acceder a las ingresar a: www.peregrinacionsalta.com.ar 10 Es una variación de la imposición de manos que realizan habitualmente en las misas los curas de la renovación carismática. La organización, cediendo a las presiones de la iglesia, reformuló el rito y de la imposición de manos –la vidente “imponía” una de sus manos sobre las cabezas de los concurrentes- se derivo a la oración de intercesión. A partir de ese momento M. Livia apoya sus manos sobre los hombros de las/los peregrinos. Este cambio se efectuó debido a la disputa que mantiene la organización con la Iglesia, la cual se debe principalmente a centralidad de la figura de la vidente. Esto se evidencia en que el grueso de participantes concurre el día sábado. Para una problematización de lo mismo remitirse a Ameigeiras y Suárez (2011) y Pérez Marchetta (2010). 11 Entrevista a Joven peregrina. Julio 2010. 12 Para respaldar sus números, la organización cuenta la cantidad de estampillas de la virgen repartidas los días sábados (la misma se encuentran en un gráfico expuestas en la página: www.inmaculadamadre.org.ar/estadisticas). El arzobispado enumera esta cifra en el artículo citado previamente sin aclarar de donde provienen los datos. Página 5 de 15 En este apartado se indagará con respecto a otras dos peregrinaciones contemporáneas13 (una porta un carácter más bien secular y la segunda es una peregrinación mucho más afín a la Iglesia católica). Se contrastará con la peregrinación en Salta, para problematizar puntos de divergencias y convergencias entre la mismas y habilitar la pregunta: la virgen del cerro ¿puede ser considerada una peregrinación? A su vez, este apartado busca desplegar (para posteriormente utilizarlos como insumos) los conceptos que se recurre para el análisis de las peregrinaciones. Peregrinación “secular”: el camino de las Misiones. Steil y Marqués (2008) hacen un análisis del camino de las misiones, localizado en la región de las Misiones, al noroeste del estado do Rio Grande Do Sul. El mismo es un producto turístico, avalado por la iglesia católica, llevado a cabo por el sector privado en donde se puede recorrer, en el formato de peregrinaciones, antiguos senderos Guaraníes, pasando por reducciones jesuítico-guaraníes. Hay tres posibilidades de trayectos: 3 días, con 72 kilómetros, 7 días, recorriendo 170 kilómetros y 14 días, con 325 kilómetros. Buscando caracterizar a las peregrinaciones en la actualidad su análisis hace foco en tres cuestiones, primero las relaciones de la peregrinación con algunos campos seculares de la acción humana, como el turismo, la gimnasia (cuidado corporal) y el marketing. En segundo término, los sentidos atribuidos al cuerpo como lugar y posibilidad de encuentro con lo sagrado. Los autores señalan que en peregrinaciones los cuerpos ocupan un lugar central en la conexión entre las personas, presentándose como “un locus privilegiado para reflexionar sobre el cuerpo como sustrato desde donde las personas van a constituirse como ‘seres humanos’ en su relación con el ambiente y con sus semejantes humanos y no-humanos” (Steil y Marques 2008:26). A su vez ponen énfasis en el camino, como un componente fuerte en la experiencia de la peregrinación. El cuerpo se presenta como el lugar central de la experiencia del sujeto en el mundo. Reformula el concepto de “sagrado”, expresado por los peregrinos como otro que escapa al dominio y control de la conciencia. El efecto de la peregrinación es traer el cuerpo a la conciencia de una dimensión que lo sobrepasa, denominada como mística o sagrada. Este aspecto también se encuentra presente en las personas que asisten al cerro: “Yo 13 La selección de los casos se hizo a partir de la posibilidad de búsqueda de los recursos bibliográficos en Internet; durante el sondeo en búsqueda de bibliografía resulto mayor la cantidad de papers y artículos que se referían a apariciones de diversa índole y en menor medida con respecto a las peregrinaciones. A su vez, dentro de los artículos de apariciones, primaban los que poseían una mirada teológica. Página 6 de 15 creo… en parte parecida a las veces anteriores [la sensación que tenia luego de haber recibido la oración de intercesión], esa sensación, ellos dicen el abrazo de la virgen, si, yo lo sentí así, el abrazo de la virgen o algo, que te queda chico el envase, que te queda chico el cuerpo, es algo que te pasa que te sobrepasa, que se te aflojan todos los músculos, que el cuerpo no te responde pero que tu conciencia y tu corazón están a full, no es que se te va la conciencia, vos seguís escuchando y viendo todo, pero te queda chico el envase, el cuerpito humano te queda chico14”. El trato que hay para con el cuerpo en el cerro es más intenso e inmediato; el trayecto a transitar es corto –menos de un kilómetro- y la emotividad tiene como punto culmine la oración de intercesión. Steil y Marques además analizan el acto de caminar, el cual “se convierte en un ‘aprendizaje en la práctica’, mientras el cuerpo versa en sus pasos la metáfora del vivir. ‘Tenés que hacerlo para saber’, a través del ‘sentir’, como dice Sallete. El caminar, por lo tanto, es lo que vuelve real a la metáfora de la vida, su lado experiencial e intransferible” (Steil y Marques 2008:31). Esta reflexión sobre el camino en Salta sucede pero a menor escala. En el cerro de las apariciones se recorre un total de 800 metros desde los estacionamientos hasta la cima del cerro. Si bien en este trayecto hay cierta introspección y reflexión personal, la caminata solamente conlleva 30 minutos. Uno de los participantes narraba con respecto de la subida: “Si, no, empinadito, hay piedritas, las raíces. Y también esta bueno eso porque te va metiendo, todo silencioso, en el tema, ves a la gente, muy mayor caminando por ahí, ves también… nada gente con discapacidades, que va acompañado por la madre, por amigos. Y Bueno, ya en el momento que empezás a subir ya empieza todo este… todo este proceso ¿no?”. Desde la organización, si uno fue en una peregrinación realizada por el grupo religioso, recomiendan permanecer en el cerro todo el tiempo que sea posible, para que puedan experimentar e internalizar esta experiencia: “se comentó que el día de la fecha [sábado] era el más importante de la peregrinación, que intentáramos quedarnos lo máximo posible en el cerro ya que ahí estaba la presencia de la virgen y cuanto más nos quedáramos teníamos más posibilidades de sentir y disfrutar de la misma (nos aclaraban que no tomemos la oración de intercesión y nos vayamos, sino que estemos la mayor cantidad de 14 Entrevista Jóven Peregrina. Marzo 2011. Página 7 de 15 tiempo posible). Hicieron referencia al cerro como un gran templo, cuya cúpula es el cielo, que lo respetemos y lo aprovechemos al máximo”15. La estadía y permanencia en el lugar siempre se encuentra mediada por el cuerpo, al cual se lo interpela desde lo irracional, desde lo físico y lo emotivo, una tendencia que posibilita, en palabras de Parker (1995) “el surgimiento de tendencias opuestas a la racionalización que – en la terminología weberiana – tendería a ‘desencantar el mundo’”. Los participantes incorporan en sus trayectorias personales esta experiencia místico-emotiva16; los habilita a elaborar representaciones de mundo menos racionales, menos secularizadas, más místicas.17 Para poder hacer una aproximación teórica a las categorías nativas que se van sucediendo en la peregrinación, los autores se valen de la perspectiva del Embodiment (citando a Rabelo y Alves), la cual plantea “una preocupación teórica orientada hacia el colapso de las ‘oposiciones binarias, como la de subjetividad-objetividad, estructuraacción y, por sobre todo, el abordaje cartesiano que establece una dicotomía entre naturaleza y cultura’. (Steil y Marques 2008: 27). En este mismo sentido retoman a Csordas, quién sostiene que el cuerpo deja de ser “materia interte ante el espectáculo de la cultura [y pasa a ser] síntesis de las situaciones vividas por el sujeto” (Steil y Marques 2008: 27) Por último, los autores narran como el paisaje de las peregrinaciones pasa a conformarse un elemento activo en la experiencia vivida por los peregrinos Peregrinación “fiel”: la virgen de Talpa. Alejandra Aguilar Ros (2009) analiza la peregrinación a Talpa desde San Agustín, Jalisco (México). La peregrinación, según relata la autora, es llevada adelante por casi todo el pueblo18; es el cuarto santuario más visitado en México, con casi 2 millones de visitas al 15 Notas personales del trabajo de campo llevado a cabo en la Peregrinación San Maximiliano Kolbe Agosto de 2010 16 No es necesariamente “positiva” la experiencia en el cerro para todos los peregrinos. Más adelante se verán casos en los que no hay una aceptación del fenómeno. 17 Para este punto es bueno recordar el texto clásico de Troelsch en donde enuncia que “El misticismo significa que el mundo de la ideas que se había cristalizado en el culto formal y en la doctrina, se transformó en una experiencia puramente personal e íntima. Esto lleva a la formación de grupos de bases puramente personales, sin forma permanente, que a la vez tienden a debilitar el significado de las formas de culto, de la doctrina y de la misericordia históricos” (Troelsch, Traducción de Laura Pizzi 1994, 3). Para un acercamiento al pensamiento de Troelsch ver Mallimaci (1987). 18 El mismo posee 22 mil habitantes. Página 8 de 15 año. La distancia hasta la localidad es de 170 kilómetros; algunos peregrinos –los jóvenes- hacen el recorrido desde San Agustín, pero la gran mayoría camina desde una localidad cercana: Anteguillo. La peregrinación se hace en grupos, en donde es importante no alejarse, respetar el líder y cuidar el cuerpo. El recorrido se realiza entre tres y cuatro días según la experiencia y el ritmo del grupo; durante el camino se valora el esfuerzo y el sacrificio que implica caminar –muchos peregrinos optan por “maximizar” ese esfuerzo, cargando mochilas con piedras-, el cual se interpreta como una ofrenda para la virgen. Durante el camino hay puestos que el gobierno municipal instaló buscando incentivar el turismo religioso en donde las personas pueden detenerse en busca de descanso y alimento. A nivel teórico la autora retoma a Víctor Turner y examina a las peregrinaciones como un estado anti-estructural, en el que “las relaciones pasadas y sus contextos se redefinen los marcos estructurales de donde provienen dejan de existir […] al encontrarse en este estado ajeno a las estructuras cotidianas, los peregrinos pueden eliminar tensiones, lo cual libera a los participantes y provoca la creación de una comunidad de sentimientos” (Ros 2009: 30). Si bien es un excelente concepto que permite una comprensión efectiva de la peregrinación, el mismo concibe a la sociedad como estructuras, “las peregrinaciones fungen como puentes entre estructuras ordenadas: los dos sets de opuestos están ahí para ser ligados por medio de la liminalidad” (Ros 2009: 30). El artículo prosigue y señala cómo las técnicas corporales que practica una población mestiza/indígena mexicana permite concretar temas importantes para la identidad local, como la constitución del grupo y de la identidad grupal, y la comunicación con lo sagrado a través del personaje de la virgen de Talpa y las ánimas de los difuntos en el camino. El camino de la peregrinación es un lugar lleno de milagros y de posibilidades de encuentro con la presencia de la Virgen. En la virgen del Cerro también se establece un contacto con lo sagrado: a través de la presencia de diferentes signos 19 -olor a rosas, movimiento del sol- los asistentes interpretan la presencia de lo divino. Los peregrinos de Talpa realizan su propia experiencia de lo sagrado en el movimiento mismo de ir hacia el santuario: “este espacio es, en ese sentido, liminal: se encuentra, 19 Los mismos pueden aparecerse tanto durante el ascenso al cerro como durante la permanencia en el mismo. Para una descripción más detallada ver Ameigeiras y Suarez (2011). Página 9 de 15 en buena medida –no totalmente- fuera del alcance de la jerarquía oficial” (Ros 2009: 32). Esto se asemeja a lo que sucede en la virgen del cerro, ya que la misma se encuentra auspiciada por el grupo que se conformó en torno a la vidente, es una “peregrinación organizada por laicos Católicos Apostólicos Romanos, hacia el santuario de las apariciones de la santísima virgen maría, en Salta, República Argentina.”20. Es decir, la institución eclesiástica no imprime su sello institucional en el contenido de la peregrinación. Mientras la peregrinación a la virgen de Talpa está regulada por el grupo – el cual genera fraternidad a través de la caminata en conjunto, el acatamiento al líder y el compartir relatos de historias y anécdotas de peregrinaciones pasadas- en la virgen del cerro hay una construcción mucho más verticalista del relato en donde todo lo sugerido ya está pautado de antemano por la organización 21. Al comienzo de la peregrinación al cerro, “repartieron […] un cronograma de actividades que, en palabra de los coordinadores, ‘es un resumen de cómo van a ser nuestros movimientos’” 22. Tanto el cronograma, las indicaciones en el cerro y finalmente la charla con M. Livia el día domingo –en donde relata la historia “oficial” de las apariciones y al último contesta preguntas- limitan la posibilidad de una elaboración propia (o grupal) del acontecimiento. Por último la autora, basándose en los escritos de Csordas, toma el cuerpo como el punto de partida (no de llegada) en el que reside la percepción. Este se convierte en el “suelo existencial de la cultura” misma (Csordas, 1990:5 en Ros 2009:33). Busca “desnaturalizar la representación, tan arraigada en nuestra cultura, que conforma la triada mente/sujeto/cultura versus cuerpo/objeto/biología, que objetiviza el cuerpo y lo utiliza como el locus del ‘pensamiento racional y la reflexión moral’ y no como sujeto de experiencias y sensaciones” (Ros 2009:33). La virgen del cerro: ¿Una peregrinación? Por lo expuesto hasta el momento se pueden observar puntos de confluencia y distanciamiento entre la virgen del cerro y los dos fenómenos analizados. Presentamos 20 Notas personales del trabajo de campo llevado a cabo en la Peregrinación San Maximiliano Kolbe Agosto de 2010. Esta frase se encontraba al final del instructivo que repartieron en los micros antes de salir desde Buenos Aires hacia Salta. 21 Si bien es verdad que cada persona que acuda al cerro de las apariciones reelaborara de manera personal la experiencia, la misma siempre se encontrará teñida por las pautas la organización. Las percepciones difieren de manera considerable según se acepten o no estas pautas (ver Pérez Marchetta 2010). 22 Notas personales del trabajo de campo llevado a cabo en la Peregrinación San Maximiliano Kolbe Agosto de 2010. Página 10 de 15 una peregrinación “secular” (el camino de las Misiones) y una peregrinación “fiel” (Virgen de Talpa). Es claro que los tres acontecimientos presentan una fuerte emotividad y toma de “conciencia” de los actores con respecto a su cuerpo 23; un cuerpo que necesariamente nos remite a las dimensiones sensoriales y afectivas del ser humano, oponiéndose a la formulación weberiana de “desencantamiento del mundo” destituyendo cada vez más el sujeto cartesiano, moderno, occidental. A su vez recrean un componente místico en donde se interpela al sujeto de manera individual, siendo el individuo mismo, a través de la certidumbre subjetiva, el “régimen de validación del creer” (Hervieu-Léger 2004; 194). También se puede pensar a las tres manifestaciones como lugares liminales, donde se plasma la religiosidad individual de cada persona en actividades que se encuentran en el límite del catolicismo (debido entre otras cosas a la escasa presencia y supervisión por parte de la Iglesia, y la arbitrariedad de los discursos y actividades, los cuales no siempre coinciden con lo estipulado por la jerarquía eclesiástica). Ahora bien, la gran diferencia que se vislumbra con respecto a la virgen del cerro es que en la misma una gran cantidad de los concurrentes no están realizando necesariamente una “peregrinación”24. Esto se desprende en parte de lo analizado anteriormente: no hay un trayecto considerable a realizar en el cerro de las apariciones. Gran parte del componente emotivo (que en los dos casos anteriores estaría dado por la relación camino-peregrino) es posibilitado por una de las particularidades del fenómeno, la oración de intercesión; muchas personas que acuden a la virgen del cerro, hacen un tratamiento del acontecimiento como una actividad turística (religiosa) más para conocer en la ciudad de salta: Y nada estábamos [el día sábado], los que estaban al lado habían ido de visita, estaban como de vacaciones. ¿Cómo de visita? De visita porque más bien para ver como era el tema, porque no fueron a pedir nada, fueron a ver25 23 Además de la perspectiva de Csordas acerca del embodiment, es bueno tener presente lo estipulado por Borudieu (poner año) el cual nos dice que “el cuerpo funciona, pues, no como un lenguaje a través del cual se es más bien hablado que hablante, un lenguaje de la ‘naturaleza’ que delata lo más oculto y al mismo tiempo lo más verdadero ya que se trata de lo menos conscientemente controlado y controlable” (Burdieu, 1986; 184). 24 Esta reflexión fue posterior dentro del grupo de investigación conformado por Aldo Ameigeiras, Ana Lourdes Suárez y en el cual soy parte. En una primera aproximación al objeto de estudio –buscando “comprenderlo y no juzgarlo”- nuestro análisis no se despego de la retórica esgrimida por la organización. Es así que no se problematizó el término peregrinación y peregrino, que fue aplicado indistintamente al fenómeno y a toda personas que acudiera al cerro. 25 Entrevista a joven peregrino. Octubre 2010. Página 11 de 15 Tanto en la entrevistas en profundidad como en la encuesta realizada a principio de este año26, la curiosidad de las personas por el fenómeno es una de las principales motivos por el acuden al cerro; por otro lado no hay que perder de vista que la organización promociona peregrinaciones desde distintos puntos del país (organizándose también contingentes en Uruguay) en donde las personas que acuden a Salta vienen preparadas – se les presenta el discurso oficial de la organización- y con una intencionalidad reflexiva mucho más marcada. Entonces, queda flotando la pregunta ¿hay peregrinos en la virgen del cerro? Aprovechando la reflexión etnográfica de Steil y Marqués que visualizan a los peregrinos de las misiones como “consumidores de un paquete turístico […] [donde] los peregrinos se posicionan, creando así, una distancia en relación a las peregrinaciones tradicionales, mediadas por la Iglesia católica, donde el sacrificio personal y la penitencia son asumidos por los peregrinos y reforzados por la ideología católica” podría pensarse que en la virgen del cerro, el auditorio posee características diversas, presentándose un arco que los caracteriza desde meros consumidores/espectadores a devotos/peregrinos. Según como accedieron –por ende en que práctica se enmarcaron- y el testimonio que presente cada uno, residirá bajo que espectro se posicionarán. Reflexiones finales En este escrito hay dos tensiones que recorren el documento gran parte del mismo. Una es la posibilidad de describir la emotividad que sucede en la virgen del cerro. Si la tensión desborda al investigador, éste (es decir yo) vuelve hacia lo emotivo… por lo contrario si permanece calmo, la descripción literal –descarnada, desencantada 27- toma escena. ¿Cómo hacer entonces para trascender las palabras sin pensar en trascendencia? Es una pregunta que queda abierta a las siguientes aproximaciones. 26 En el primer encuentro llevado a cabo el 18 de marzo de 2011 –denominado por la organización peregrinación San José- Junto con Ana Lourdes Suárez, Aldo Ameigeiras, Juan Manuel Chalabe y Romina Lourdes Gammoni, aplicamos una encuesta a 200 concurrentes. La misma nos permitió caracterizar, de manera general, al público que acude al cerro los días sábados. Una aproximación será presentada por Ameigeiras y Suárez. 27 Esto me sucedió de manera muy marcada con mis anotaciones de campo cuando estuve en Agosto de 2010 en la peregrinación de jóvenes. En el primer cuatrimestre de 2011, en un seminario de metodologías de investigación dirigido por Rosana Guber, que forma parte de la Maestría en Antropología social, la profesora me sugirió que en las anotaciones hubiera una toma de posición (ya fuera de forma positiva o negativa). Página 12 de 15 La segunda tensión es poder caracterizar al fenómeno sin caer en la disputa que mantiene con la jerarquía eclesiástica y también alcanzar una mirada que unifique la visión de las personas que acuden al cerro. Desde lo recabado a través de las diferentes instancias se puede pensar que si bien no todos los concurrentes acuerdan con el fenómeno, los que si lo hacen se encuentran habilitados a vivir una experiencia místicoemotiva. Para estas personas que se encuentran inmersas en “sociedades sometidas a la tensión de una permanente incertidumbre (Hervieu-Léger, 2004; 15) encuentran en estos tipos de fenómeno un lugar desde donde depositar sus creencias y esperanzas 28: “era algo muy raro, pero creo que las esperanzas es lo último que se pierde y uno pensaba que pasa tal cosa y ya se iba a recuperar, dentro de la tristeza, del momento de mierda que estábamos pasando, cabía la posibilidad y por eso fuimos también ¿no? Por eso fuimos, sino hubiéramos bajado los brazos”29. Bibliografía Amegeiras y Suarez (2011) “Las apariciones de la virgen. El fenómeno de las apariciones de la virgen en salta: peregrinación, sanación y la misión de unir oriente con occidente”. En Ciencias Sociales y Religión/Ciências Sociais e Religião, Porto Alegre, ano 13, n. 13, p. 103-129. Bourdieu P. (1986) Notas provisionales sobre la percepción social del cuerpo. En: Wright C, Foucault M, Pollak M, Marcuse H, Habermas J, Elias N et al. 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A su vez la autora francesa Hervieu-Léger menciona que en el individualismo religioso moderno “no se trata de descubrir una verdad existente fuera de uno mismo y adherirse a ella, sino de experimentar –cada uno por sí mismo- su propia verdad.” (Hervieu-Léger, 2004; 170). 29 Entrevista joven que concurrió a la virgen del cerro. Octubre 2010. Página 13 de 15 Csordas (2007): “Elements of Charismatic Persuasion and Healing” Medical Anthropology Quarterly, New Series, Vol. 2, No. 2 (Jun., 1988), pp. 121-142 Published by: Blackwell Publishing on behalf of the American Anthropological Association Stable URL: http://www.jstor.org/stable/649157 Feixa Carles. (2006): “Generación XX. Teorías sobre la juventud en la era contemporánea”. Revista Latinoamericana de Ciencias Sociales, Niñez y juventud. Vol. 4, número 002. Manizales, Colombia. Hervieu- Léger, Danièle (2004), El peregrino y el convertido. La religión en movimiento. Ediciones el Helénico. México Mallimaci, F. 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