Núm. 313 Instituto de Dirección y Organización de Empresa PERSONAS Y VALORES PARA LA MEJORA DE LAS ORGANIZACIONES: El éxito empresarial en base a las personas* (BVDMDUALS AND VALÚES FOR THE IMPROYEMENT OF ORGANISATIONS: The suecess of a business based upon individuáis) Prof. Dr. Santiago García Echevarría Universidad de Alcalá de Henares CONFERENCIAS Y TRABAJOS DE INVESTIGACIÓN DEL INSTITUTO DE DIRECCIÓN Y ORGANIZACIÓN DE EMPRESAS/ N ú m . 3 1 3 DIRECTOR: Prof. Dr. SANTIAGO GARCÍA ECHEVARRÍA UNIVERSIDAD DE ALCALÁ II 5904862233 PERSONAS Y VALORES PARA LA MEJORA DE LAS ORGANIZACIONES: El éxito empresarial en base a las personas * (INDIVIDUALS AND VALÚES FOR THE IMPROVEMENT OF ORGANISATIONS: The success of a business based upon individuáis) Prof. Dr. Santiago García Echevarría (Universidad de Alcalá) .'• Alcalá de Henares, Octubre 2007 ' Texto correspondiente a la ponencia presentada en el "Día de la empresa 2007" organizado por ADEGUI el día 6 de junio de 2007 en San Sebastián. Autor / Author: Prof. Dr. Santiago García Echevarría Abstract: La nueva era del conocimiento como base fundamental del valor de las personas y de las instituciones descansa, básicamente, en los valores que rigen los comportamientos de las personas que afectan a la disponibilidad, a la dimensión social de las personas, para configurar un intangible que es compartido. El intangible constituye la base fundamental de las instituciones y la recuperación de éstas es la clave fundamental del éxito. Hacer negocio corresponde al ámbito de una empresa, pero dirigir la institución cara al futuro medio y largo es la clave fundamental del éxito. En esta contribución se estudia fundamentalmente esa nueva dimensión institucional basada en el bien común que afecta a la configuración de los intangibles y, consecuentemente, a la solidez y sostenibilidad de las instituciones, en particular, de las empresariales. This new age where knowledge is the comerstone ofthe valué ofboth individuáis and institutions fundamental/y rests upon valúes that díctate individuáis' behaviour patterns, affecting availability and the individuáis social dimensión in order to configure a shared intangible valué. This intangible is the fundamental oasis of institutions and their recovery is the fundamental key to success. Doing business falls within a company's ambit but managing an institution bearing in mind both the mid- and long term is the fundamental key to success. Fundamental/y, this contribution studies this new institutional dimensión, a dimensión based on working for the common good - something that in turn affects how the intangibles are confígured and, as a result, the so/idity and sustainability of institutions', particularly businesses. Palabras clave / Keywords: Valores, lógica económica, lógica social, corporación, dirección de personas, organización empresarial, cultura corporativa, bien común, ética, cultura empresarial, productividad, competencias / Valúes, economic logic, social logic, corporafjon, management of individuáis, business organisation, corporate culture, the common good, ethics, business culture, productivity, competences. Clasificación / Classification: Jel MÍO, M12, M14. Consejo de Redacción: Santiago García Echevarría (Dirección) María Teresa del Val Núñez (Coordinación) Carolina Menor Navarro Yolanda María Sánchez Jiménez Secretaría y Administración: I.D.O.E. Instituto de Dirección y Organización de Empresas © Prof. Dr. Dr. Santiago García Echevarría Dirección del I.D.O.E.: Plaza de la Victoria, 3 28802 - Alcalá de Henares MADRID - ESPAÑA Teléfono: +34 91. 885.42.00 Fax: +34 91. 885.51.57 E-mail: idoe(5)uah,es http://idoe.abupm.com / www2.uah.es/idoe ISBN 978-84-8187-130-2 EDITA: Depósito Legal: M-38128-2007 I.D.O.E. (UNIVERSIDAD DE ALCALÁ). IMPRIME: SOKAY SYSTEM, S.L. (Polígono Industrial Neinor Henares, Carretera de la Estación, S/N, Sector E3, Nave 25 - 28880 Meco (Madrid)). índice Página 1. Presentación 1 2. La dimensión corporativa: El marco para el desarrollo de personas y valores en las organizaciones 6 3. Los sistemas de dirección de personas y valores en las organizaciones empresariales 15 El diseño organizativo para liderar personas en base a valores 23 5. Propuestas y conclusiones 29 6. Notas bibliográficas 35 4. PERSONAS Y VALORES PARA LA MEJORA DE LAS ORGANIZACIONES: El éxito empresarial en base a las personas 1. Presentación La empresa, nadie mejor que Ustedes lo sabe, sobre todo cuando dedican el día de hoy a su dimensión institucional, no es un mero conjunto de funcionalidades que proveen de productos y servicios. La empresa como institución es una parte constitutiva de nuestra sociedad. Va más allá de sus puertas, configura nuestra sociedad permanentemente, impulsa el desarrollo de las personas y el bienestar de la comunidad en la cual se desarrolla. El actual Presidente de la República Federal de Alemania en un destacable discurso sobre el papel del empresario en la sociedad sitúa en su planteamiento societario y político a la empresa, al empresario, y nos sitúa en este plano señalando que "en este mundo de oportunidades y retos se necesitan más que nunca personas emprendedoras en el sentido literal de la palabra, personas que tienen ideas y que quieren llevarlas a la práctica. Personas que descubran nuevos mundos y que no se amedrenten ante los fracasos..." y ello exige "...Empresarios con visión de futuro escuchan a sus colaboradores, les explican sus decisiones y están abiertos a la crítica...'K. Esta categorización de la empresa a nivel constitutivo de una sociedad es uno de los elementos que nuestra sociedad debe considerar de manera más seria. Una empresa no es una mera organización, es bastante más, son personas y valores que hacen una comunidad y que la misma es capaz de responder a nivel mundial con el éxito de una utilización eficiente de sus recursos escasos, en especial de sus propias dimensiones y conocimientos. 1 KÓHLER, H. (2007): "El empresario en la sociedad", en: Documentos a Debate, IDOE, Universidad de Alcalá, núm. 5, febrero, Alcalá de Henares. Donde no hay comunidad no hay empresa, habrá negocios, que es un aspecto diferente. Pero es que además "el éxito en la empresa es siempre un éxito de la colaboración. Eso no lo deberían olvidar nunca los directivos de las empresas", frase también tomada de este discurso del Presidente de la República Federal de Alemania2. Esta es la dimensión institucional que hace que la empresa tenga carácter constitutivo, que afianza la estabilidad y el desarrollo de una sociedad. Y continúa señalando, desde la valoración que él realiza de los últimos años en la República Federal Alemana, que "yo tengo la impresión de que en las empresas se está imponiendo una nueva mentalidad a favor de la colaboración. Esto se manifiesta también en el número creciente de los llamados 'pactos de empresa '*. ,.W¡r waren uns so fremd wie Zoll und Zentimeter" Figura 1 Cuando se produce un fracaso tan enorme como la anulación de la fusión que tuvo lugar hace cinco años entre Mercedes y la Chrysler, ese fracaso es debido a que no fue posible precisamente establecer esta colaboración, generar esa dimensión institucional, esa cultura, esa comunión de valores que hace posible la integración de dos grandes compañías, como Mercedes y Chrysler. El fracaso no solamente se cifra en decenas de miles de millones de euros, sino 2 3 KÓHLER, H., "El empresario en la sociedad", ob. cit. KÓHLER, H., ib. que ese fracaso se manifiesta también en un deterioro muy significativo en su propia dimensión institucional. Sin colaboración, sin la persona, no hay empresa. Pudiera señalarse que desde el año 2005 se aprecia claramente en Centroeuropa un cambio muy importante en la forma de concebir la empresa en sus dos dimensiones: la lógica económica, esto es, la creación de valor, y la lógica social, que son aquellos valores en los que verdaderamente se hace posible la configuración constitutiva de esa comunidad empresarial. Son las dos, la lógica económica y la lógica social, las dos partes constitutivas e inseparables de una misma realidad empresarial. Algunos de los acontecimientos de los últimos tiempos permiten percibir la diferenciación entre aquellas personas, directivos, que con un gran conocimiento técnico de la gestión empresarial, dominantemente sobre cómo hacer negocios con éxito, dominan muy bien la lógica económica. Pero lo que falla, y es el error de la propia fusión antes mencionada, es que las personas sean capaces de dirigir las instituciones, que son personas, una comunidad de personas en estos entramados institucionales y que, por lo tanto, saben dirigir desde la lógica social por sus graves consecuencias económicas. La lógica social, el desarrollo de la capacidad de cooperación y colaboración es lo que hace institución y es lo que verdaderamente hace viable el que los retos, por muy complicados que sean, puedan convertirse en realidades económicas y sociales. La diferencia entre estos directivos que dominan la lógica económica, el saber hacer negocios, y la lógica social, cómo dirigir personas en instituciones, son dos mundos fuertemente diferenciados y no son fáciles de asumir, pero son, sin duda, ambos necesarios: o la primera, la lógica económica, es el dominio de las cosas, de los procesos y de los sistemas, la eficiencia técnica, tecnológica y la creación de valor económico o la segunda, la lógica social, implica la dirección de personas que configuran la institución empresarial y que son las que a través de su cooperación, su participación, su contribución de competencias, hacen viable la creación de valor. No es la creación de valor la que da respuesta a la lógica social, sino que difícilmente puede existir una creación de valor si no hay una lógica social, institucional, un bien compartido o común que permita que las personas cooperen. Esta es la mención que se acaba de señalar del Presidente de la República Federal Alemana. r Untrustworthy • Opinions of bo*&«i' hone^ty And eUiic¿t standartls" V*ry tiigh H£*3tt Low V*fy Low No opinión Figura 2 Uno de los problemas básicos con los que se encuentra la empresa, sus directivos, es la falta de confianza. Este no es un problema español, puede apreciarse, en los Estados Unidos y en casi todos los países, cómo la reputación de los altos directivos no goza de la mejor reputación. Es un problema sumamente importante la recuperación de la confianza en la empresa en base a la reputación de sus directivos, pieza fundamental para que pueda realizarse la actividad empresarial integrando tanto lo que se refiere a la dimensión económica, a la creación de valor, como a los valores que hacen posible el que las personas cooperen y utilicen eficientemente sus competencias para poder dar el éxito a la institución. Déjenme avanzar brevemente en una referencia muy corta a la propia orientación en estos momentos de los programas de investigación FP7 de la Unión Europea4. Todo ello arranca de la visión de la Cumbre de Lisboa 2000 en la que se planteó cómo Europa puede llegar a ser competitiva y se definió una visión basada fundamentalmente en la persona, en su formación y en la capacidad de generar unas nuevas formas de cooperar. Este Programa FP7 que ahora se anuncia se divide en cuatro grupos, los cuales menciono para que seamos conscientes de que aunque estamos tardando mucho desde el año 2000 para la implementación de esa visión de Europa, que es la que han hecho suya las grandes corporaciones europeas. Se compone de los cuatro elementos siguientes: o una primera parte es el programa que se refiere a la cooperación/participación" dotado con 32.000 millones de euros, v o un segundo programa definido como "ideas", innovación dotado con 7.400 millones de euros, o un tercer programa denominado "personas", desarrollo de personas dotado con 4.700 millones de euros, y o en cuarto lugar el programa "capacidades/instalaciones" dotado con 4,2 millones de euros Puede apreciarse que los 50.000 millones de euros van fundamentalmente dedicados, en primer lugar, a la "cooperación", a la "participación" en Europa, para poder utilizar los potenciales disponibles. El segundo programa se orienta a la necesidad de innovación, y para ello precisa de personas que sean capaces de utilizar las capacidades disponibles. Esta es la visión que arranca en la Cumbre de Lisboa del año 2000 y que hasta el año 2007 no empieza a manifestarse de manera concreta en todos los ámbitos que corresponden a la investigación. Está bien que se desarrolle este programa de integración sobre la "cooperación", pero volviendo a la cita del Presidente de la República Federal Alemana, recordar que "los acuerdos intra-empresariales son, sin duda, el fundamento y el desarrollo de los últimos años en 4 EUROPEAN UNION (2007^ (FP7)". "Seventh Research Framework Programme la República Federal y lo 'importante' es dejar lo más libre posible el camino para que las ideas puedan transformarse en bienes y se/vicios atractivos*, esto implica que, la gestión, los sistemas de dirección de la empresa son la clave. Puede por lo tanto señalarse que las personas y los valores son hoy la clave en los propios diseños de los programas de investigación de la Unión Europea, pero en la realidad económica y social la clave fundamental del éxito de las instituciones y de las personas es la empresa. 2. La dimensión corporativa: El marco para el desarrollo de personas y valores en las organizaciones El valor de una empresa corresponde a las dos dimensiones antes señaladas: por una parte la creación de valor, que corresponde a la lógica económica, y por otra parte, el sistema de valores, que con carácter normativo, como norma de referencia, establece las bases para el desarrollo de una cultura empresarial en la que las personas cooperan, participan y aportan o contribuyen con sus competencias. XfDERXZGOlNMTMARCO CORPORATIVO '- CULTURA CORPORATIVA /^LMeraigo del proceso de cambio p VISIÓN ESTRATÉGICA FILOSOFÍA EMPRESARIAL 1 i PRINCIPIOS ESTRATÉGICOS ; CRITERIOS ECONÓMICOS VALORES. COMPORTAMIENTOS i I CRITERIOS DE ACTUACIÓN PER / POSICIONES ESTRATÉGICAS DE RESULTADOS NORMAS DE ACTUACIÓN ... OBJETIVOS ESTRATÉGICOS - Objetivos corporativos - Objetivo! de aegocio - Objetivos faacioaaks PROCESOS /ACTIVIDADES ÁREAS / FUNCIONES Figura 3 5 6 KÓHLER, H., ob. cit. I ._. i MEDIDAS DD1ECTAS /INDIRECTAS : -Políticas ; - Pnsapaestos - Medidas El marco corporativo debe disponer y reflejar, por lo tanto, de estas dos columnas vertebrales que son las que se derivan a través de la cultura corporativa de los dos hechos mencionados: la lógica económica y la lógica social. Como puede verse en la Figura 3, la visión estratégica, a través de los criterios económicos, establece aquellos objetivos que estratégicamente son los más eficientes para la creación de valor. Pero, por otro lado, la empresa como institución dispone de un sistema de valores, de una filosofía empresarial que es la que implica a las personas hacia un determinado comportamiento y establece bajo esas normas, que descansan en los valores de esa empresa, el conjunto de medidas que hacen posible el que la persona disponga de los espacios necesarios en las organizaciones para poder realizar sus competencias. Por lo tanto, al definir las políticas empresariales y a la hora de asumir los presupuestos y adoptar medidas corresponde a este marco de valores el éxito con el que luego se actúa sobre los procesos y actividades. En la Figura 3 puede apreciarse de manera muy clara que él éxito o fracaso de los procesos y actividades en la empresa van a depender de ambos componentes que son, en realidad, la lógica económica y la lógica social mencionada. Este marco corporativo es el que plantea el espacio en el que la persona lidera, a través de esa cultura, e insisto, que abarca tanto la creación de valor como el establecimiento de los valores dentro de los cuales se integra por las personas, es decir, la lógica económica y la lógica social. En la lógica de los negocios la visión sobre los mismos es generalmente lo que se enseña y se aprende, y puede decirse que en la economía española con bastante éxito en los últimos años, pero esto solo no es la empresa. La empresa corresponde a esa lógica social donde las personas y los valores que se establecen marcan unos comportamientos frente a otras personas, frente a ellas mismas y frente a la sociedad y, por lo tanto, de ello van a depender las medidas con las cuales se va a operar en la utilización de los recursos. Se puede afirmar que la clave de liderazgo, sin embargo, descansa prácticamente en tres grandes columnas: 1. La confianza. Hemos visto en la presentación que uno de los grandes problemas que no solamente tienen los Estados Unidos, sino muchos países europeos, es el hecho de la desconfianza, o dicho en otros términos, de la falta de confianza en el papel de los directivos por parte de la sociedad. Este es un tema muy grave y muy importante si se quiere tener y disponer de economías de mercado éticamente fundamentadas6 y que se garantice la estabilidad en la cual puede realizarse eficientemente la actividad empresarial. Confianza: Los nórdicos se confían más (% detosencuerados tienen la opinión que se puede confiar) 1981 1990/91 1999/2000 ñus •«,! 37,4 Se encuestan 24.000 personas. Fuente: mí Figura 4 Puede apreciarse en la Figura 4 cómo la confianza se encuentra, al propio tiempo, fuertemente vinculado a culturas determinadas. La confianza, que es la base de la economía, puesto que en base de ella es más barato o más caro coordinar personas, bien sea como personal o como diente o proveedor o la propia opinión pública, hace que haya países donde los espacios disponibles se puedan utilizar y otros países que tienen un gran coste. 6 HOMANN, K. (2007): "El Programa ético de la Economía de Mercado", en: Documentos a debate, IDOE, Universidad de Alcalá, num. 10, julio, Alcalá de Henares, y UTZ, A. F. (1998): "Ética Económica", Unión Editorial, Madrid, p. 196ss. 8 Puede apreciarse cómo los países nórdicos están a la cabeza de los niveles de confianza, luego siguen los países industriales ya con niveles bajos de confianza, que vienen a confirmar el gráfico anteriormente expresado sobre los CEO'S y luego siguen una serie de países que tienen niveles muy bajos de confianza. Por lo tanto, las leyes, las normas y los valores en los cuales descansa el desarrollo de las empresas como institución y de los propios negocios tienen "costes de coordinacióri' muy diferentes como consecuencia de la barrera que impone la falta de confianza. La economía es mucho más costosa y ardua, no es transparente y, por lo tanto, hay fuertes barreras de entrada y dificultad enormemente en la competitividad. Si no hay confianza es imposible liderar una empresa o una institución y, por lo tanto, no hay capacidad de dirigir, ya que "dirigir es servir"^ ello debiera de constituir uno de los puntos fundamentales en el proceso de cambio frente a la arrogancia y la falta de percepción de lo que son las relaciones entre las personas. Para confiar se necesita, por otro lado, de espacio en el que se puedan desarrollar las ideas y llevarlas a la realidad económica y social. 2. 7 Sin libertad económica, sin espacio donde uno pueda elegir, no hay economía. El hecho económico consiste en la selección de posibles opciones por parte del empresario o del consumir o del proveedor. Una economía de mercado, que constituye el orden económico más cercano al ser humano7, necesita de la fijación de unos principios y de unas reglas de juego que den estabilidad a ese espacio, transparencia e igualdad de oportunidades para todos. De manera que todo el que tenga posibilidades de dar una respuesta más eficiente en bienes o servicios a la comunidad tenga acceso, y no tenga barreras que impidan la superación de la forma de dar una respuesta empresarial a dichas necesidades. La disposición de espacio es la clave del UTZ, A. R, ob. cit, p. 36ss. desarrollo de las personas y de las instituciones y, por lo tanto, aquellas organizaciones que no concedan espacio económico o empresarial difícilmente van a poder contar con las personas en los procesos de creatividad e innovación y, por lo tanto, no tienen un futuro competitivo. Libertad económica: Base para el crecimiento y ocupación _ índice IW de libertad económica A índice IW de ¿-^ desarrollo económico índice fW de libertad económica Valoración de la l&ertad económica en una escala de 0 (=mnguna libertad) hasta 100 í.=mairima libertad) como media del período 2000/2005- índice IE de desarrollo económico: Valoración de) performance económico en una escala de 0 (3ninguno) hasta 100 {=mejor performance) en base a los diferentes indicadores de crecimiento y empleo para el periodo 2000/2005. « Figura 5 Como puede apreciarse en la Figura 5, lo mismo que en la base de la confianza, se encuentran parecidos países con altos niveles de espacio disponible. Desde Nueva Zelanda o Finlandia pueden apreciarse los grados tan diferentes de libertad económica entre unos países y otros y, consecuentemente, el crecimiento económico, el desarrollo económico, la creación de valor, es diferente, es más pequeña porque faltan los valores y, consecuentemente, esta es una de las claves que debe considerar todo gobierno o todo directivo de una empresa. Una organización que no de espacio a las personas para crear valor, basado en los valores normativos que generan la cultura, no podrá disponer de eficiencia ni de éxito empresarial. Al contrario, tratará de hacer todo lo posible por cerrar los espacios y evitar la tercera pieza fundamental que es la competitividad. 10 Competittveness High taxes and large safety nets need not undermine competitiveness, as shown by the strong ranking of Nordic countries in the World Economit Foram's league table oí global competitiveness. Finiand tops the Eist, followed by America, which scores well on its tecrmological abilities but poorty on itsfiscaloutlook. Australia, India, Iretand and Poland all climbed up therankingssince a year ago. Figura 6 3. Competitividadcuando se interpreta desde el punto de vista económico se está orientando básicamente a precios y calidades y todos los otros elementos accesorios que acompañan a una posición de ventaja competitiva frente a otros en los mercados. En la Figura 6 pueden apreciarse las enormes diferencias de competitividad, con todos los problemas que pueda tener su medición, entre los distintos países. Es curioso observar, que si se toman los países con mayores niveles de confianza y con el mayor espacio de libertad económica, son los países que tienen mayor competitividad. Y por el contrario, donde hay una baja confianza, un bajo espacio disponible, no hay competitividad. Y lo mismo puede trasladarse a las propias organizaciones. Pero aquí lo importante desde el punto de vista empresarial no es trabajar con lo que correspondería a competitividad dentro de la lógica económica. Esto es, el que uno sea competitivo a través de la forma de hacer los negocios, de manejar los recursos, sino uno debe ser competitivo a través del sistema de valores, de los valores dentro de los cuales las personas disponen de espacio y son creativas e innovadoras, y fundamentalmente, se orientan a resultados. 11 Ser competttlvo Implica COMPETtTlVIDAD INTERNACIONAL Disponer de valores culturales que desarrollen potenciales humanos • libertad • Innovación • flexibilidad • creatividad • disposición al cambio - crecimiento Disponer de destrezas y potenciales diferentes . productividad - disposición al aprendizaje • capacidad directiva permanente • conocimientos - pensamiento global y estratégico Disponer de capacidad de cooperación - trabajo en redes • pensamiento en 'contribución' - capacidad de integrar • desarrollo de las diferencias "al otro'en el cálculo y en los comportamientos Estrategia Figura 7 Por lo tanto, una empresa, un país, si quiere disponer de competitividad tendrá que generar una "cu/tura competitiva" que se compone de tres grandes apartados: a) Todos los que corresponden a esos valores en los cuales se desarrollan la visión y el comportamiento de las personas y que establecen los espacios de libertad, flexibilidad, de la disposición al cambio, innovación, creatividad, esto es, el máximo espacio posible en las organizaciones para que la persona con sus competencias actúe bajo reglas transparentes y, al propio tiempo, en igualdad de accesibilidad, puedan compartir y aportar soluciones más eficientes. b) 12 El segundo espacio corresponde a que la clave de esas competencias es el conocimiento disponible, tanto en el ámbito de la tecnología como en la forma de dirigir, con una condición fundamental como es el pensamiento global. En una sociedad abierta el pensamiento global es el que genera los criterios para la lógica económica y sobre esa lógica económica es sobre la que se construye luego la creación de valor. Pero un pensamiento global y estratégico exige previamente valores dentro de los cuales el comportamiento de las personas se oriente a futuro, se oriente fundamentalmente a la cooperación con los demás, al desarrollo de competencias y, consecuentemente, a una mayor eficiencia. c) Pero una de las claves fundamentales para que las competencias de las que dispone una empresa, una persona, puedan ser utilizadas es la capacidad de cooperación, que anteriormente se mencionaba, en la cita del Presidente de la República Federal Alemana. Esto es, el que las personas aprendan a colaborar, a participar en redes, tengan sobre todo en cuenta que siempre necesitamos del otro para poder conseguir una valoración adecuada de lo que estamos realizando y, por lo tanto, el hecho de considerar al otro como pieza fundamental, constitutiva del propio quehacer de cada uno de los individuos. Este pensamiento "en contribución" constituye una de las piezas fundamentales de las competencias de una organización y su cultura, tal como puede ser en el momento actual Toyota8. Por tanto, la competitividad es la consecuencia de las competencias de las personas y de las organizaciones y de la manera en la cual el marco en el que operan las personas les da espacio y confianza suficiente para que se conviertan en una realidad de la lógica económica los conocimientos y capacidades de cooperación de que se dispone. Consecuentemente ser competitivo descansa en las competencias, no es un mero problema de precios ni costes. Otra cosa es que una "cultura efe competencia^' tiene 8 SACKMANN, S. (2005): "Toyota Motor Corporation-Bne Fallstudie aus unternehmenskultureller Prespektive", Bertelsmann Stiftung 2005, Gütersloh. 13 consecuencias económicas muy importantes y, por lo tanto, genere mayor o menor valor económico en la lógica económica. Para ser más competitivo tengo que impulsar necesariamente un cambio de cultura hacia valores definidos en los cuales se desarrolle la persona, se desarrolle la institución y como consecuencia la cooperación entre ellos. Este es el "nuevo milagro' alemán de los últimos tres años de miles de empresas medias y pequeñas, familiares la mayoría de ellas, que han entendido el que en esos pactos o acuerdos, que menciona el Presidente9, el personal y la empresa se ponen a innovar porque han dispuesto del marco adecuado y de los valores que hacen posible el que se cree valor económico. La cultura de la competitividad exige valores que integren a las personas en el "bien común", en la creación de esa empresa en la cual arraiga. Estos "pactos de empresa" o "acuerdos empresariales" conllevan, sin duda, el que un país con los más altos costes de mano de obra sea el país, al propio tiempo, con mayor competitividad. Y la clave de todo ello corresponde a las competencias sociales, quiere decir, esas competencias de la dimensión social que es la que hemos visto que constituye una de las piezas clave en el mero programa FP7 de la Unión Europea. Ya que la competitividad permite que se compartan conocimientos, recursos y capacidades para que dentro de la globalización de la empresa se genere esa nueva división de trabajo que sea asumida por formas organizativas de redes. El hecho diferencial de la competitividad no son ya los bienes tangibles, sino cada vez más, y tienen mayor valor en la propia lógica económica, las dimensiones intangibles como son las propias instituciones, que no son otra cosa que el "bien común". 3. Los sistemas de dirección de personas y valores en las organizaciones empresariales 9 KÓHLER, H., ob. cit. 14 Para poder entender estas dos dimensiones que venimos planteándonos, por un lado, la creación de valor correspondiente a la lógica económica, el hacer bien los negocios, y la lógica social, que corresponde a la definición de los valores que con carácter de norma generan una cultura dentro de las cuales las personas cooperan y dan una respuesta eficiente en cuanto a la innovación y participación, por el otro, exige entender el propio fenómeno económico de la cooperación. Persona * Potenciales Cubre necesidades vitales / culturales I Compartir Contractual 4 ——• V»I«WK ro,Ste*PrecisacooPeracion eos»* I * Cóadhadón) . CoonHadán) _Jt Ontan «Lanóinfau m M r • Institución J Compartir ' ' | i - • conocimientos » Desarrollo institucional \ Ética comunitaria Figura 8 Como puede verse en el la Figura 8, toda persona como individuo dispone de potenciales, más o menos desarrollados, por diferentes motivos, con los cuales trata esa persona de cubrir sus necesidades vitales y también sus necesidades culturales10. Pero el valor de la persona como individuo, con los potenciales económicos y sociales que pueda tener, tiene un valor muy bajo económico, social e incluso cultural si no resuelve eficientemente la cooperación con los demás. Porque el valor de sus potenciales, la capacidad de creación de valor con esas competencias de que dispone, solamente es posible con la cooperación de los demás, o dicho en otros términos, cuando los demás aprecian su contribución porque les incrementa a 1 UTZ, A. F., ob. cit-, p. 24. 15 ellos mismos también el valor. Por lo tanto, el marco de valores en el que se tienen que desarrollar las personas es aquel en el que la persona dispone de confianza y espacio y tiene dotes, competencias, para poder moverse en ese espacio de valores, competencias tecnológicas y competencias sociales, que hacen posible el que la cooperación con los demás sea altamente eficiente. Y hay dos posiciones extremas en la forma de cooperar en la economía o en las organizaciones empresariales: 16 1. La que domina en el momento actual en nuestra sociedad, de la que permanentemente se está hablando que hay que reformar, es la cooperación de carácter contractual. Esto es, se establecen unas leyes laborales, fiscales, de competencia, etcétera, que definen un orden económico y social, un espacio compartido y en el que la institución del mercado, en su dimensión cortoplacista, establece unas reglas de juego según las cuales las personas deben observarlas para mantener la igualdad de condiciones y ver cuál es la solución o eficiencia mayor que aporta la empresa. Aquí estamos en el marco de la ética individual, o dicho en otros términos, se deben observar por parte de los individuos las normas establecidas en esta institución como consecuencia del ordenamiento económico y social fijado contractualmente. 2. La otra alternativa, la que corresponde a la empresa, es el que la cooperación se realice a partir de una definición de valores compartidos. Esto quiere decir que esta dimensión normativa de los valores establece las normas basadas en valores que establecen espacios dentro de los cuales las personas pueden elegir, u optar por unas u otras alternativas y compartir los conocimientos. Esto es lo que hace necesario compartir dentro del marco institucional de una empresa, y ello es lo que define esa configuración del "bien común" que es lo que permite a las personas arraigarse en esa "comunidad' porque le da confianza, le concede espacio y además el valor de su contribución es, en ese esquema de valores, el más alto. Aquí nos movemos en el marco de una ética comunitaria social, quiere decir, el problema del "bien común", o dicho de otra manera, el que toda persona tiene la legitimización en los resultados de su contribución cuando contribuye a ese fondo común, a esa institución en la cual arraiga el valor de sus propias competencias individuales y, como consecuencia de las cuales, puede tener un mejor resultado merced a la contribución al resultado de los otros. En el primer planteamiento de cooperación estamos hablando de lo contractual y la situación en el contexto mundial es la que puede verse en la Figura 9, donde tratamos de medir el coste de la mano de obra. Lo mismo podríamos hacer con los costes de los otros recursos, como pueden ser la tecnología, la capacidad productiva o los recursos de consumo. Puede apreciarse que contractualmente las diferencias son brutales y que, por ejemplo, en el caso de Alemania nos encontramos que es el país con una de las mayores retribuciones del mundo y, sin embargo, también es el país más competitivo del mundo. Costes mano de obra internacional (Coste de una hora en la industria 2005 en €J i I Salario por hora 9,51 ¡12 CH : 1« 11J4 2 5 * 1M "•" 1,7] 1M1 a " 25.» 11M 25.45 S i 13JI 9,79 23,67 11 H, A) 7Í4 22« t i » 10,17 2115 F ! «Í7 USA 27,87 tM« KL i US3 I Costes adicionales 1«I m 19.27 7,12 28,33 15Í7 FIN 29,45 I 1t31 21,58 UK| IW 1,45 M.47 H.| «M 5^3 «,47 j | W53 |RL| „ D<B*)| 1 W 0 | U 7,37 17,9 ^ „„ M> .7,37 7,12 17,2! « ] M2 4,4) ii.li P a j \ "I W l 1 "'1' »»W I " V 4.» «1 2,41 1,SS 4,01 Pl] 2,42 1.3B U Coceas ««donata: tnduym pagos «spacMes por conWbucMn y rasuflxfos. Ciícuto «.aún las eofizadóaas nMdtts amnlas da las iWararttt * » « » * , < Figura 9 17 Asimismo la creación de valor no viene afectada por los enormes salarios, sino que viene afectada por si se dispone de valores, de acuerdos empresariales donde el resultado, la eficiencia como consecuencia de esas normas y de esa cultura, hace posible un uso más eficiente de los recursos, sobre todo la innovación. Lo que no pueden hacer los otros países con salarios mucho más bajos, pero con una gran ineficiencia. Véase por un ejemplo la ubicación española. Si estamos hablando de la "otra forma de cooperar" diseñando instituciones singulares en las que las personas se arraigan a través de su contribución al bien común, al desarrollo institucional, tendremos, como podemos ver en la Figura 10, cómo de lo que se trata en el orden económico y social no es de impulsar normas de comportamiento a corto plazo, sino de impulsar fundamentalmente la consolidación y el desarrollo de las instituciones empresariales, buscando aquella reputación que hace que los "costes de coordinación" sean más bajos y lo mismo en el desarrollo de las personas que como seres sociales cooperan, participan y consecuentemente innovan. A través de este proceso generan una mayor creatividad con lo que contribuyen tanto al desarrollo de cada uno de los individuos como al desarrollo del bien común, o del bien de las instituciones. Orden económico y a i cometida Figura 10 18 Si estamos hablando de la "otra forma de cooperar" diseñando instituciones singulares en las que las personas se arraigan a través de su contribución al bien común, al desarrollo institucional, tendremos, como podemos ver en la Figura 10, cómo de lo que se trata en el orden económico y social no es de impulsar normas de comportamiento a corto plazo, sino de impulsar fundamentalmente la consolidación y el desarrollo de las instituciones empresariales, buscando aquella reputación que hace que los "costes de coordinación" sean más bajos y lo mismo en el desarrollo de las personas que como seres sociales cooperan, participan y consecuentemente innovan. A través de este proceso generan una mayor creatividad con lo que contribuyen tanto al desarrollo de cada uno de los individuos como al desarrollo del bien común, o del bien de las instituciones. El marco en el que se desarrolla el orden económico y social es clave. El primero, el contractual, es cortoplacista, está basado fundamentalmente en precios y es la consecuencia del uso de los valores que se han fijado en esas culturas empresariales. Aquí está el ejemplo de la compañía Toyota n , de manera muy clara, frente a los competidores, que no pueden alcanzarla. No es un problema de meros costes salariales, no es sólo un problema de lógica económica, sino es un problema de lógica social, esto es, de la "cultura corporativa" y de los valores en los cuales se rige la dirección de las personasen las organizaciones. Tal como puede apreciarse en la Figura 11, este orden económico tiene que definirse por un sistema de valores que va a inclinar la balanza hacia una dimensión contractual o hacia un mayor protagonismo de las empresas, de las instituciones en las cuales se comparten valores, donde el peso lo va a tener la persona, el capital humano y la innovación, lo cual implica distintas formas de generar las organizaciones. Las organizaciones son consecuencia de la orientación que quiera dársele a esta distinta manera de querer cooperar dentro de las economías y de las empresas. 11 SACKMANN, S., ob. cit, p. 17. 19 SISTEMA DE VALORES E INNOVACIÓN Orden <conóm¡co-soc¡al Procesos de innovación Figura 11 Por eso la persona constituye el punto central del problema, pero necesita de ese bien común que define la dimensión corporativa, quiere decir, la fijación de los valores, de las normas que permiten a medio y largo plazo visionar la capacidad de desarrollo de la persona y de las organizaciones para lo cual se precisa de liderazgo e innovación, que son ambas piezas fundamentales de una dimensión técnica para poder luego desarrollar las organizaciones. Éxito Institucional Orientación de la institución empresarial Dimensión Corporativa Dimensión Organizativa Figura 12 20 Por lo tanto, el orden económico y social precisan de un sistema de valores que defina los espacios y la confianza hacia áreas de cooperación donde el protagonismo lo tiene la empresa, como expresión fundamental, y que luego en el mercado, en el corto plazo, se transmite desde la perspectiva de los elementos económicos, la capacidad de creación de valor. Pero el valor no lo crea el mercado, sino que éste, el mercado, ejecuta esos valores. Los valores se crean dentro de la empresa y ahí está el origen de la clave fundamental de ser o no ser competitivo. CRITERIOS CLAVE PARA EL FUNCIONAMIENTO DE LAS INSTITUCIONES LO ECONÓMICO Y LO SOCIAL COMO SISTEMA DE VALORES EFICIENCIA ECONÓMICA GENERACIÓN VALOR AÑADIDO EFICIENCIA SOCIAL CAPACIDAD I ECONÓMICA ESTABILIDAD SOCIAL I JUSTICIA SOCIAL Lógica social (humana) Figura 13 Resumiendo, se puede señalar, como puede verse en la Figura 13, que toda actividad económica y empresarial dispone de un espado ético dentro del cual se trata, por un lado, de la lógica económica, de lograr el mejor uso posible de los recursos escasos disponibles, con la creación de valor para disponer de capacidad económica que ayude a las personas a resolver sus necesidades vitales y culturales. Por otro lado, la dimensión social o humana que corresponde fundamentalmente al sistema de valores dentro de los cuales las personas tenemos uno u otro comportamiento de acuerdo con la orientación que se le haya dado al bien común que configura cada una de esas instituciones. La destrucción del bien común, la destrucción de la institución, como se produce en muchos casos, hace que las personas y las instituciones pierdan el rumbo, no 21 tengan orientación y, por lo tanto, las decisiones que se adopten sean meras tragedias que acaban generalmente en la desaparición de las instituciones, con enormes costes individuales y colectivos. La clave del éxito empresarial en base a las personas se encuentra en el sistema de dirección. Según el diseño del sistema de dirección según el cual se dirige la empresa, esto es, se dirigen los recursos escasos disponibles, propios y ajenos y se dirigen las personas implicadas en la organización, se va a lograr uno u otro resultado. El resultado se mide dentro del fenómeno económico en términos de productividad, esto es, el uso racional que se realiza de recursos escasos y, por lo tanto, si las opciones o elecciones realizadas por el individuo o por la empresa han sido correctas o incorrectas desde el momento en el cual fracasan o triunfan en el mercado. 1 Output orien •i Innovación [Management management Cambio fíéntado a los recursos nent orientado a costes (Disminución-^ ( cos tes laborales, impuestos, etc.) del RH I Jubilación anticipada Administraciónr Figura 14 La Figura 14 define la productividad y puede apreciarse que en términos generales existe un claro predominio en los tiempos actuales de la lógica económica centrada en el uso racional de recursos escasos situados en el denominador. Esto es, la empresa se orienta al criterio de los costes, de la reducción de costes, al objeto de incrementar la productividad. Este proceso, en principio, no es correcto, puesto que los recursos son los medios que se utilizan para obtener unos determinados resultados. Los resultados se encuentran 22 en el numerador, esto es, en el producto. Y la capacidad humana para motivar e integrar personas radica siempre en su orientación a los resultados y no a una orientación a los costes que son los medios. Se debe cambiar la mentalidad y pasar de una "mentalidad de costeé' orientada a los medios a una "mentalidad económica" orientada al resultado, que es donde la persona ejerce fundamentalmente las capacidades de que dispone como individuo en el uso de recursos escasos. Los resultados deben lograrse con la máxima eficiencia en la utilización de recursos, pero son los resultados el objetivo final y no la utilización de los recursos lo que se persigue, sino que éstos tienen un carácter instrumental, son objetivos instrumentales. Si se dirige una empresa hacia la innovación todo el sistema directivo, todos los ámbitos de la dirección de esa empresa, desde la selección del personal a la propia estructura de los sistemas de información o retribución, o cualquiera de las demás manifestaciones de medidas de gestión empresarial, tienen que orientarse al numerador que es orientarse al cambio, orientarse a la persona y a su desarrollo. Aquí es donde se encuentra una de las claves fundamentales. Las escuelas y las facultades enseñamos fundamentalmente costes, enseñamos a ver la racionalidad desde el coste, desde los medios, y no desde la "eficiencia de resultados". Una persona en el denominador es una nómina y un coste, pero una persona en el numerador es innovación, es creación de valor, son resultados, es creatividad y, por lo tanto, son dos dimensiones totalmente distintas de la competencia de las personas. No hemos dado ese paso todavía y hay que acentuarlo en el proceso de formación de los directivos. 4. El diseño organizativo para liderar personas en base a valores La interpretación del marco y condiciones dentro de las cuales puede producirse un liderazgo eficiente y positivo se encuentra fundamentalmente en la interpretación ética. Cuando estamos hablando de una economía de mercado, o en su versión de una 23 economía social de mercado, estamos hablando de ese orden económico que se encuentra más cercano a la propia naturaleza humana12, como antes se ha señalado, y que facilita e impulsa el interés individual, esto es, el entrar en ese espacio compartido, transparente y en igualdad de oportunidades para que cada individuo pueda poner sus competencias al servicio de la comunidad mediante productos y servicios con mejores prestaciones y más eficientemente realizadas. No existe ningún otro orden económico que dé el espacio necesario para esta elección individual pero necesariamente su legitimización pasa por la configuración del "bien común", esto es, el hecho de la contribución a la sociedad, a los otros individuos, dando una solución más eficiente para cubrir sus necesidades vitales y culturales. ECONOMÍA DE MERCADO INTERÉS INDIVIDUAL N / BIENESTAR COMÚN COMPETENCIA . Principio económico ,, Figura 15 La competencia es el principio económico que regula y establece esta balanza entre el interés individual, motor impulsor de la búsqueda de riesgos y responsabilidades del individuo y su contribución al "bien común", esto es, a la configuración de instituciones en las cuales la persona encuentra la capacidad de poder aflorar sus competencias y con ello poder lograr una mejor cobertura de sus necesidades vitales y culturales. La competencia, 12 UTZ, A. R, ob. cit., pp. 165 ss. 24 como principio económico, en un espacio claramente definido de una economía de mercado, es la pieza angular del funcionamiento socialmente eficiente para la creación de valor y, al propio tiempo, da espacio a cada institución singular para señalar aquellos valores con los cuales cada uno trata de introducirse dentro de ese proceso. La competencia es la clave donde se da la libertad de elegir, de tal manera que permita la capacidad de aportar con el mínimo de barreras dentro de una igualdad de oportunidades. Esto nos lleva a considerar la figura de los diferentes empresarios cuya misión fundamental consiste en cambiar y adaptar permanentemente dentro de la lógica económica conforme a las exigencias del entorno social en base a de la integración de las personas conforme a los valores definidos con los cuales las personas consideran más eficiente la aportación de sus competencias. CAPACIDAD DIRECTIVA INTEGRAR ADAPTAR: • Personas • Valores • Comportamientos •Instituciones •Procesos •Funciones y EVOLUCIÓN ENTORNO H I. r | EVOLUCIÓN CAMBIOSL I ORGANIZATIVOS | J DINÁMICA VALORES! 1 INSTITUCIONALES I ÉXITO INSTITUCIONAL/ i PERSONAL f Figura 16 Dirigir supone fundamentalmente los dos aspectos que se mencionan en la Figura 16. Todo directivo tiene que ver con la lógica económica, quiere decir, la lógica de crear valor mediante la adaptación permanente de instituciones, procesos y funciones, su capacidad estratégica para detectar en el momento preciso los cambios del entorno que le facilitan un proceso de adaptación de su 25 propia organización. Las organizaciones son el resultado de esta percepción de la lógica económica, pero también son el resultado de la otra dimensión, de la lógica social, y es que el directivo tiene que ver con la institución empresarial, porque en ella trata de integrar valores, personas y comportamientos de manera que esa cultura institucional generada le facilitará un diseño organizativo acorde a las exigencias del entorno y conforme con los valores institucionales de que dispone. Por eso una compañía como Mercedes, en el caso anteriormente mencionado, lo que se ha producido es un "crash cu/tura/" en la fusión con Chrysler ya que no ha sabido dar una respuesta institucional a este proceso. Por lo tanto, esa capacidad directiva es la clave fundamental de adaptar estas dos dimensiones. Para ello todo directivo necesita básicamente de cuatro grandes competencias: 26 1. En primer lugar, la competencia técnica, que es lo que se aprende y en lo que verdaderamente se han logrado grandes niveles de conocimientos. 2. Pero dirigir no es sólo dirigir conocimientos, sino lo que está dirigiendo son competencias interculturales, personas que aprecian de distinta manera, que tienen una visión distinta sobre cómo se puede lograr el proceso de que esa institución con esos valores y personas sean capaces de globalizar y sean capaces de establecer una visión de futuro, que le permita una rápida comunicación y, por lo tanto, bajos costes de coordinación. 3. Pero es que además, una de las piezas fundamentales, como se ha venido señalando, es que si un directivo no dispone de competencias sociales, esto es, de poner en marcha la lógica social en la que las personas estén dispuestas a dotar a la institución, con el 'bien común", de las competencias que tienen para que puedan aflorar las competencias técnicas o interculturales, va a ser difícil el dar una respuesta. COMPETENCIAS PARA EL DESARROLLO DIRECTIVO Competencia Técnica Competencia intercultural llpeciallsta Competencia^ de dirigir Udert Integrado! Figura 17 4. Y, en último lugar, ese directivo tiene que ser capaz de transferir a las personas en esa lógica social la capacidad de aderarlas, esto es, la confianza basada en el espacio disponible para que las personas puedan tener un referente, el líder, con el cual asumen los procesos de valor de sus propias competencias, confían en él y, al propio tiempo, aportan su capacidad de competencias. Todo ello nos lleva necesariamente al diseño de una institución y de una organización que arranca de la fijación de los valores normativos, esto es, de las normas culturales dentro de las cuales esa institución define el "bien común" que es su cultura fundamentalmente y hace posible la ejecución en base a esos valores de unos principios en los cuales se rige la lógica económica, el uso de recursos escasos conformes a la visión que se comparte sobre el futuro y al conocimiento disponible entre toda la comunidad. Dispone de esa lógica social en la que puede contarse con la participación de las personas, compartiendo ese proceso para el que la herramienta fundamental es un esquema de organización en red, en unidades en las que sea viable la identificación de las personas, la trascendencia de su contribución y todo aquello que define las tres categorías que anteriormente hemos mencionado de la competencia de una institución, merced al aporte de las competencias de cada uno de los individuos y de su interacción social. 27 INSTITUCIÓN Y ORGANIZACIÓN Figura 18 Esta capacidad directiva solamente es posible si se dan los niveles de confianza y, sobre todo, una visión de medio y largo plazo arraigada en el "bien común". Si no se contribuye permanentemente al "bien común" uno solamente está pendiente de si en la ética individual se cumplen o no las normas que alguien de fuera de la empresa ha establecido, mientras que en una cooperación en valores las normas las establece esa empresa y dentro de ella se convierte en la forma en la cual los individuos cooperan desarrollando innovación y asegurando un crecimiento estable y coherente en el futuro, dando seguridad y, por lo tanto, afirmando el futuro de las personas. 28 /Cooperación económica \ ( fie mercado Espacio social Objetividad de U norma Fijación objetivo» Relación Objetivos / medios Ética I Calculo económico Nivel político Decisión cultural Fijación medios Proceso / Ética fusttflcación Ético - económica Integración individuos . Figura 19 5. Propuestas y conclusiones 1. La empresa constituye una parte sustantiva del desarrollo de una sociedad. La dimensión constitutiva de la empresa, va más allá en el concepto de empresa de lo que son las meras funcionalidades y toma esa dimensión institucional que hace que las personas se constituyan en instituciones singulares, y de esta manera, configuren el ordenamiento societario. Esta categorización de la empresa es, sin duda, uno de los puntales fundamentales de la configuración institucional de la misma. 2. La confianza constituye uno de los aspectos fundamentales en esta orientación institucional de la empresa, fundamentalmente la confianza en sus altos directivos, como componente fundamental de la configuración institucional. La confianza, junto con la libertad económica disponible, en cada cultura y país, marcan los espacios dentro de los cuales la actividad empresarial configura esa dimensión constitutiva, que hace posible el que las personas se 29 integren en el medio y largo plazo, fundamentalmente, en el desarrollo de esas instituciones en torno a aquellos valores que se comparten. La libertad económica es una de las bases fundamentales para el desarrollo de la actividad empresarial y es la condición para tener una nueva dimensión competitiva. 3. La competitividad refleja, sin duda, la capacidad institucional de la actividad económica y social y hace que los productos y servicios, la utilización de los recursos escasos, merced a los menores costes de coordinación, sean más competitivos y, por lo tanto, resuelvan de manera más eficiente las necesidades vitales y culturales. Pero la competitividad supone fundamentalmente un hecho cultural con importantes consecuencias económicas. La competitividad corresponde al ámbito cultural en el que en las instituciones las personas, en torno a los valores, disponen de espacio suficiente para poder desarrollar sus competencias y, consecuentemente, poder contribuir a una mayor eficiencia en el uso de recursos escasos. Pero junto a los valores necesita también capacidad de destrezas y potenciales por parte de las personas, el valor de que disponen las personas, al objeto de que puedan dar una respuesta eficiente mediante la coordinación de sus potenciales en torno a una visión global. Dos son las claves fundamentales, independientemente del conocimiento, y son las que afectan al proceso continuo de actualización de los potenciales, el aprendizaje permanente y el hecho de la pertenencia a una institución dentro de unos valores, que le dan unidad y generan un pensamiento global y estratégico. No es la singularidad de la persona, ni tampoco lo es la difusión institucional en mercados, sino que es el hecho puntual y concreto de la configuración de comunidades humanas con una visión global, a partir de la cual la contribución de las personas queda reflejada en el posicionamiento competitivo de las empresas. 30 Y ello exige fundamentalmente de la dimensión social, de la lógica social, como pieza fundamental dentro de la cual la persona integra al otro y, por lo tanto, se establece esa dimensión social o esa competencia social que hace posible que las personas coordinen sus conocimientos y potenciales de manera más eficiente, con menores esfuerzos económicos y contribuya de forma más eficiente al conjunto, a la globalidad. 4. Por ello, la respuesta es sobre cómo se resuelve el problema de la coordinación entre las personas en un contexto que denominamos orden económico y social, en un país o en la organización conceptual mente concebida de una empresa. Si se actúa de manera contractualista, hecho que domina en la actualidad, son instituciones de corto plazo, como la institución del mercado laboral u otras instituciones, a las cuales se orienta la manera de coordinar estos elementos estableciendo normas y referencias que el individuo como persona debe observar, por lo tanto el peso de la norma. Por otro lado, la otra alternativa viene configurada por el hecho de que las personas compartan, en una comunidad concreta y singular, sus distintos conocimientos en base a los valores que convergen en un "bien común", en una interpretación institucional y en torno a las cuales se desarrolla la empresa como institución. Lo cual hace considerar la ética social o comunitaria que esa institución como empresa tiene que observar con respecto a su dimensión de coordinación interna y su cooperación externa con las otras instituciones. Ahí surgen los conceptos de responsabilidad corporativa, reputación, confianza, etcétera. Si se opta por la primera alternativa se centra en el precio de las cosas como pieza fundamental dentro de un conjunto de características normativas que se han 31 establecido en torno a un derecho laboral, fiscal, educativo, etcétera. Si se orienta a compartir valores nos encontramos con la necesidad del desarrollo de instituciones singulares que generadoras de un bien común en el cual arraigan las distintas personas, puedan realizar, con sus competencias, la función innovadora, creando nuevas soluciones tanto para las necesidades vitales como culturales de las mismas. Aquí el desarrollo individual junto al bien común constituyen la base del ordenamiento económico. 5. Es por lo que la dimensión institucional de la empresa, la dimensión constitutiva, para poder responder a las exigencias de la lógica económica, la creación de valor partiendo de recursos escasos descansa en la lógica social, esto es, en la capacidad de coordinación que tienen las personas dentro de una unidad empresarial para poder coordinar eficientemente las competencias disponibles y con ello establecer otros niveles de competitividad. La lógica económica y la lógica social son las que definen la capacidad de coordinación y, por lo tanto, la eficiencia o ineficiencia en el manejo de recursos escasos en una economía. Y todo ello se refleja claramente en el modelo o sistema de dirección de una empresa. La eficiencia la define la productividad, pero el problema de la gestión se deriva en cómo se logra esa productividad. Si se orienta al control y gestión de recursos escasos, al denominador, tendremos un tipo de gestión orientada a una 'cultura de las cosas", mientras que si se orienta a la persona, al resultado, estamos orientándonos al desarrollo de la persona, su capacidad creativa e innovadora y, consecuentemente, a la dimensión económica. En la orientación tradicional de la gestión de la eficiencia económica a través de los recursos o medios tendremos una gestión de costes, dominantemente, mientras que si me oriento a la persona, a su desarrollo y a su innovación estaremos orientándonos, básicamente, al pensamiento económico, o al uso económico eficiente de 32 la capacidad de las personas con el mínimo esfuerzo en utilización de recursos. 6. La economía de mercado constituye el orden de referencia en el que las distintas comunidades, las distintas empresas e instituciones, orientadas al bien común, al intangible que han ido creando, ofrece no solamente espacio a cada uno de los individuos dentro de esas organizaciones, sino que, al mismo tiempo, la legitimización de esas instituciones viene determinada por su contribución al bien común, al contexto institucional, que repito, es el intangible, mediante el buen funcionamiento de la competitividad. Sin competencia es imposible regular ese proceso en el que individuo y grupo social pueden compaginar el que cada uno de ellos disponga tanto del espacio de libertad necesario para el logro de sus prestaciones, como para que ese logro sea compartido con los demás en torno a ese bien común de la configuración de las propias instituciones empresariales. Este es todo el debate en cuanto a la ya mencionada responsabilidad social corporativa o el tema de la reputación en la empresa. 7. Es por lo que la capacidad directiva constituye hoy, en una sociedad abierta, una de las piezas básicas en lo que corresponde al éxito o fracaso de cada una de estas comunidades empresariales, de cada una de las empresas. Puesto que la capacidad directiva no es solamente la capacidad de dirigir una empresa en torno a la lógica económica, de forma que se logren resultados económicos como consecuencia de la utilización eficiente de los recursos escasos, sino que ello se haga a través de la institución empresarial en la que los mayores o menores costes de coordinación hacen posible que al integrar personas, valores y comportamientos esa empresa, como unidad singular, sea capaz de ofrecer en la coordinación con las demás instituciones su eficiencia y, por lo tanto, su contribución al bien común y, al propio tiempo, la recompensa que merece su contribución al mismo. 33 8. Y para ello, una de las figuras clave en el proceso viene definida por las personas que dirigen, que lideran estos procesos de coordinación en sistemas de valores. Cuando la coordinación es contractual lo que se tienen son jefes que mandan o que tratan de involucrar el que se realicen las cosas de acuerdo con las normas establecidas por un ordenamiento en un mercado o en una organización. Pero cuando se dirige la coordinación en base a valores no se necesitan jefes, se necesitan personas que sepan dirigir individuos capaces de que liderándolos contribuyan con sus conocimientos y competencias a que ese bien común sea el más alto posible, consecuencia de las aportaciones singulares de cada uno. Y eso exige, fundamentalmente, cuatro grandes competencias: las competencias de conocimientos, las competencias interculturales o de comprensión del otro, las competencias sociales o de coordinación con los otros y la competencia de liderar o de liderazgo como pieza fundamental de integración de las personas. 9. Según como se haya elaborado la coordinación dentro de las instituciones y entre las instituciones singulares en base a los sistemas de valores de cada institución, esto es, el bien común, se tiene un intangible que es el que genera confianza y, al propio tiempo, genera la capacidad para poder contribuir a esa visión global del conjunto como consecuencia de la aportación singular de cada uno en base a una filosofía empresarial que define la institución. Sobre esa filosofía descansan los principios corporativos que hacen posible el que las personas arraiguen, visionen esa perspectiva de futuro comunitaria que facilite el que los conocimientos, destrezas y habilidades sean coordinadas de manera muy eficiente en una organización compartida, participativa. 10. Si se trata de una coordinación de tipo contractualista, lo que se tiene es un análisis de objetivos y medios y se 34 configura un tipo de decisión cultural de cumplimiento e incumplimiento de las normas de derecho establecidas a través de ordenamiento económico, social, laboral, fiscal, etcétera. Mientras que si la cooperación económica surge a través de cada una de las instituciones, de las empresas, con espacio suficiente para su desarrollo en el contexto de ia sociedad, no del mercado solamente, se tiene un espacio social en el que, por una parte, la empresa como tal da una respuesta a la lógica económica mediante el conocimiento de la utilización de recursos escasos y, por otra parte, da una respuesta a la lógica social en la fijación de los objetivos que corresponden a esa dimensión institucional de la empresa como es la ya mencionada responsabilidad social corporativa o en los distintos nombres que dan fe de la reputación o no de empresas y directivos. 6. Notas bibliográficas • EUROPEAN UNION (2007^ Framework Programme (FP7)". "Seventh Research • HOMANN, K. (2007): "El Programa ético de la Economía de Mercado", en: Documentos a debate, IDOE, Universidad de Alcalá, num. 10, julio, Alcalá de Henares. • KÓHLER, H. (2007): "El empresario en la sociedad" en: Documentos a Debate, IDOE, Universidad de Alcalá, núm. 5, febrero, Alcalá de Henares. • SACKMANN, S. (2005): "Toyota Motor Corporation-Eine Fallstudle aus unternehmenskultureller Prespektive", Bertelsmann Stiftung 2005, Gütersloh. • UTZ, A. F. (1998): "Ética Económica", Unión Editorial, Madrid, p. 196ss. 35 ÍNDICE DE WORKING PAPERS - SERIE POLÍTICA Y ESTRATEGIA EMPRESARIAL - 304 / GARCÍA ECHEVARRÍA, S. (2006): "Ética y Globalización: Su integración e institucionalización (Problemas éticos en torno a la globalización)", Alcalá de Henares, 44 págs. 305 / GARCÍA ECHEVARRÍA, S. (2006): "Liderazgo y estrategia en la empresa: Los nuevos enfoques profesionales", Alcalá de Henares, 38 págs. 306 / GARCÍA ECHEVARRÍA, S. (2006): "Economía de Mercado y Desarrollo de la Persona: La gobernabilidad de las Instituciones Empresariales", Alcalá de Henares, 20 págs. 307 / FRÜHWALD, W. (2006): "Mercados de la educación con la Universidad en la trampa de la globalización", Alcalá de Henares, 27 págs. 308 / LASKE, S.; MEISTER-SCHEYTT, C. (2006): "In Search of the FFF (Fit for the Future) University: Corporate and organisational demands for the efficient and effective development of universities", Alcalá de Henares, 21 págs. 309 / GARCÍA ECHEVARRÍA, S. (2007): "¿Dónde se encuentra la persona en nuestro ordenamiento económico-social?" Alcalá de Henares, 35 págs. 310 / ALBACH, H. (2007): "The Economist of Friendship among Scientists", Alcalá de Henares, 13 págs. 311 / GARCÍA ECHEVARRÍA, S. (2007): "Cultura e innovación como marco de la participación en la empresa", Alcalá de Henares, 32 págs. 312 / GARCÍA ECHEVARRÍA, S. (2007): "Las distintas alternativas de Formación Profesional y su repercusión económica y social", Alcalá de Henares, 36 págs. El IDOE (Instituto de Dirección y Organización de Empresas) de la Universidad de Alcalá fue creado en el año 1979. En sus más de 27 años de trayectoria, este Instituto perteneciente a la Universidad de Alcalá, se ha configurado como: • • • • • Un centro dedicado a la formación continúa de directivos. Una unidad de colaboración con empresas en materias de asesoramiento, gestión y dirección. Centro impulsor de proyectos de investigación en estrecha colaboración con el sector empresarial. Entidad organizadora de conferencias y congresos tanto nacionales como internacionales. Promotor en la edición de publicaciones, con un número superior a 400, siempre dentro del campo de la economía y de la dirección empresarial. La filosofía y los objetivos del IDOE se desarrollan en actividades que se apoyan en la colaboración internacional y el mundo empresarial con el ámbito universitario, sirviendo de engranaje entre el ámbito científico universitario y el mundo directivo-empresarial. El IDOE imparte programas de postgrado en colaboración con empresas e instituciones internacionales de reconocido prestigio. Desarrolla proyectos de investigación en materias de economía, dirección empresarial y dirección de comunicación. Así mismo imparte programas de pregrado con el fin de acercar el conocimiento empresarial a los estudiantes además de desarrollar programas de formación para jóvenes directivos. El objetivo que pretende con sus publicaciones es difundir, en un lenguaje sencillo, los nuevos conocimientos y desarrollos entre el mundo empresarial y el mundo universitario, a nivel nacional como internacional. Para ello el IDOE ha desarrollado sus publicaciones dentro de las siguientes colecciones cuyas aportaciones provienen del entorno académico y del mundo empresarial: Working Papers: Serie Azul (Política y Estrategia Empresarial): 313 números. Serie Roja (Documentos Docentes): 104 números. Serie Marrón (Conferencias): 5 números. Informes y Dictámenes: 18 números. Documentos a Debate: 13 números. Libros. Serie Política Empresarial. Serie Management. Serie Universitaria. Revistas. Dirección: Prof. Dr. Santiago García Echevarría Coordinación: Prof. Dr. María Teresa del Val Núñez Para más información: Prof. Yolanda Ma Sánchez Jiménez I.D.O.E. Instituto de Dirección y Organización de Empresas Plaza de la Victoria, 3 28802 - Alcalá de Henares MADRID - ESPAÑA Teléfono: + 34 91. 885.42.00 Fax: + 34 91. 885.51.57 E-mail: idoe(g>uah.es http://idoe.aiouDm.com / www2.uah.es/idoe Alcalá de Henares, 10 de noviembre de 2007. Instituto de Dirección y Organización de Empresa (IDOE) Universidad de Alcalá Plaza de la Victoria s/n 28802 Alcalá de Henares MADRID ESPAÑA Teléfono 91 885 42 00 Fax 91 885 51 57 idoe@uah.es www.idoe.org http://idoe.gioupfn.eofn