LIQUIDACIÓN ANTICIPADA DE BIENES GANANCIALES. RECONOCIMIENTO DE LABORES AGRÍCOLAS DE CÓNYUGE EN INMUEBLE DONADO. VOTO N° 2008-000534 DE LAS 10:00 HRS. DEL 25 DE JUNIO DEL 2008. (...) El recurrente protesta la decisión del Tribunal que declaró el derecho de la actora a participar en la mitad del valor neto sobre las mejoras introducidas por su trabajo, en la finca matrícula número … de la provincia de Guanacaste, porque sostiene que la pretensión propuesta en la demanda fue en relación con el crédito hipotecario inscrito registralmente, al margen del citado inmueble. La proposición de este agravio, no es de recibo. El derecho cuya declaratoria se pretende en la demanda, tiene como finalidad la determinación y fijación del derecho a gananciales de las partes, según el régimen dispuesto por el ordenamiento jurídico. La doctrina jurisprudencial de esta Sala ha reiterado el carácter personal o de crédito del derecho a gananciales, en tanto lo que la ley otorga es una participación sobre el valor neto de los bienes con esa vocación. En la demanda, la actora reconoció expresamente que al actor le fue donado el inmueble de la provincia de Guanacaste, matrícula …; lo cual torna evidente que esa sola circunstancia excluye la condición de ganancialidad de ese bien (artículo 41 del Código de Familia) y por lo mismo, todo posible derecho de la actora, a participar en su valor neto. Sin embargo, la actora expresamente señaló que luego de haberla adquirido, aún por donación, ella trabajó en ese inmueble por 17 años y por ello le corresponde “AL MENOS COMO PARTE DE MI MITAD EN LA PLUSVALÍA QUE ME CORRESPONDE” (ver folio 18). Aunque posteriormente, hiciera la expresa petición de que se declarara su derecho a la totalidad del crédito hipotecario inscrito al margen de ese inmueble; ello no puede interpretarse en el sentido de que restringió en esa medida, el derecho al cual se siente merecedora, sino como un mecanismo por el cual, pretende que se le haga efectivo su derecho, es decir, inscribiéndose su nombre como acreedora de ese crédito; petición que no es legalmente posible atender en esos términos, 302 Revista Número VI porque eso no lo autoriza el numeral 41 de repetida cita (folio 19). Además, por tratarse de un derecho al valor de todos los bienes gananciales adquiridos durante la vigencia de la relación matrimonial, la declaración que se haga no puede ser restrictiva, es decir, no limita ni coarta la posibilidad de que en el futuro, también se intente la liquidación del derecho sobre bienes que se demuestre, sean de esa naturaleza. De esta forma, si la actora alegó y demostró, las circunstancias fácticas que fundamentan su derecho a la mitad de las mejoras introducidas a ese inmueble, con su trabajo, a partir de 1988 y hasta el año cuando concluyó su convivencia con el demandado, no cabe duda que la declaratoria realizada en ese sentido, es del todo procedente y por lo mismo, el reparo de incongruencia es inatendible, en tanto lo resuelto se enmarca dentro del conjunto de los hechos, de la pretensión y de la defensa, propuestas por las partes. IV.- DE LA VIOLACIÓN AL NUMERAL 41 DEL CÓDIGO DE FAMILIA: El recurrente protesta la violación del numeral 41 del Código de Familia porque estima que la actora no alegó ni tampoco demostró el supuesto que autorice la liquidación anticipada de bienes gananciales. Tal argumento, no resulta de recibo. Según se advierte del escrito de demanda, la actora expresamente adujo la interposición de un “Juicio abreviado de liquidación previa de bienes gananciales”; pero además, tal pretensión se desprende y deduce del fundamento fáctico mencionado y de la expresa petición liquidatoria. En efecto, en el cúmulo de hechos se indica que actora y demandado son dos personas unidas en matrimonio, pero separadas de hecho por situaciones de violencia doméstica y en donde la actora hace evidente que el demandado se encuentra disponiendo de bienes respecto de los cuales ella estima que tiene derecho. Es ese estado de riesgo, el supuesto necesario para un proceso de esta naturaleza, siendo en sentencia donde corresponde a quien juzga, definir si de acuerdo con el resultado de las probanzas, la petición es o no procedente. A lo anterior se suma, la circunstancia insoslayable de la falta de oposición que a ese respecto hiciera el demandado, al contestar la acción. En su defensa únicamente limitó su oposición, a la extensión y a los límites del derecho peticionado. De esta manera, hubo una aceptación implícita para que se procediera SALA SEGUNDA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA a la liquidación anticipada de gananciales, lo que aunado a la constatación de la venta efectuada por el demandado, tornó evidente, la procedencia de la solicitud. En este aspecto se debe ser enfático en que, de acuerdo con el contenido del numeral 41 del Código de Familia, la liquidación anticipada de gananciales viene dispuesta para aquellas situaciones en que los intereses del cónyuge corren el riesgo de ser comprometidos por una mala gestión o bien, por actos que amenacen burlarlos. La norma no limita la demanda a los actos de disposición de bienes gananciales, porque la ganancialidad será un aspecto que declare la sentencia, al resolver el fondo del asunto, como sucedió en este caso. Aún cuando la parte recurrente no protesta en forma concreta, las razones de fondo de la declaratoria hecha a favor de la actora, es necesario hacer la siguiente observación. En nuestro sistema jurídico, el régimen patrimonial sobre los bienes adquiridos durante el matrimonio -se ha dicho- es el de participación diferida en el valor neto sobre los bienes gananciales. La ganancialidad viene dada como una presunción, respecto de los bienes constantes en el patrimonio de cada uno de los cónyuges, porque supone que fueron adquiridos con el esfuerzo común de ambos, en la natural convivencia del proyecto de vida familiar. De esta manera, el Código de Familia sólo se preocupa en calificar los bienes que no tienen la vocación ganancial, precisamente porque reconoce que en su adquisición no participó la institución matrimonial como tal. De esta forma, el Código excluye, los inmuebles adquiridos por causa de donación, como lo fue el inmueble de interés para esta causa, inscrito bajo la matrícula Nº …, de la provincia de Guanacaste, que le fuera donado al demandado. Sin embargo, la pretensión de la actora no es sobre el fundo en sí mismo considerado, sino sobre el mayor valor que su trabajo le introdujo al inmueble, durante el tiempo que perduró su convivencia con el demandado. Y es que, los testimonios recibidos, son contestes en señalar que, además del trabajo propio a las labores 303 Revista Número VI domésticas, doña ...realizó un trabajo conjunto con el demandado, en las labores agrícolas de esa finca. Esta era entonces, su empresa familiar, a la que dedicaban su esfuerzo conjunto con el fin de beneficiarse también en forma conjunta, bien a corto, mediano o largo plazo, pues de lo contrario, ninguna causa obligaba a la actora a desgastarse en tales faenas. Desconocer el trabajo de la actora y decir que ella no tiene derecho porque el inmueble como tal, le fue donado únicamente al demandado, sería desconocer injustamente el trabajo y los esfuerzos de una persona, lo que aún bajo la égida del Derecho del Trabajo sería inadmisible; además de que se gestaría un evidente enriquecimiento sin causa a favor del demandado, lo que el Derecho tampoco autoriza por abusivo (artículo 22 del Código Civil). Si de ordinario, la jurisprudencia ha reconocido que la atención de las labores del hogar y cuido de la familia, normalmente asumidas por la cónyuge, son parte de ese esfuerzo conjunto que otorga el carácter ganancial a los bienes introducidos en el patrimonio del cónyuge adquirente; con mucho más razón ha de reconocérsele a la actora el derecho declarado por el Tribunal, cuando es claro que además de sus labores domésticas en la atención de su familia, también participó personalmente en las faenas agrícolas requeridas por la citada propiedad. Por esa razón, es innegable el derecho que tenía la actora para accionar en esta vía a fin de hacer efectiva la defensa de sus intereses. Ese estado de cosas evidencia que la violación reclamada, del numeral 41 del Código de Familia, por supuesta aplicación e interpretación indebida, no se ha dado y por lo mismo, en este aspecto, el recurso no tiene cabida. (…) VI.- Por las consideraciones expuestas, al no ser de recibo las violaciones de ley argumentadas en el recurso, éste debe ser denegado, con sus costas a cargo de quien lo interpuso (artículo 611 del Código Procesal Civil).- SALA SEGUNDA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA