desarrollo vacunas del sigloXXI Desde que Edward Jenner descubriese el remedio contra la viruela en 1796 se han desarrollado multitud de vacunas, algunas para combatir enfermedades tan comunes hoy como la gripe o las paperas. La investigación ha dado un salto hasta llegar a las vacunas terapéuticas, que se presentan como una alternativa en la lucha contra patologías como el cáncer, el VIH o las adicciones. TEXTO: eva ALMARCHA CUBERO L a palabra vacuna procede del latín vacca (“vaca”). En 1796, Edward Jenner, un médico rural, descubrió la vacuna contra la viruela en un momento de expansión del virus en Europa. Notó que había un nicho de población que parecía no verse afectado por la enfermedad: el de aquellas mujeres que trataban con ganado vacuno. Sus investigaciones le llevaron a concluir que dichas mujeres se contagiaban con una viruela menor o “viruela de vaca”, que las hacía inmunes a la viruela humana. Fue así como Jenner consiguió desarrollar la primera vacuna, que a su vez dio nombre a un 62 remedio hoy universal. Y es que, más de dos siglos después, las vacunas profilácticas o preventivas cubren una gran cantidad de dolencias y han ayudado a salvar la vida de millones de personas en todo el mundo. De ahí que la investigación en este campo esté planteándose nuevos retos relacionados con las patologíasque más preocupan a la población del siglo XXI: cáncer, VIH, diabetes, alzheimer... Y es aquí donde entran en juego las vacunas terapéuticas que, a diferencia de las “convencionales”, se administran en personas que ya están enfermas como complemento al papel de otros tratamientos. Su principal objetivo es, por tanto, reforzar el sistema inmunitario del paciente, contribuyendo a mejorar la capacidad de su organismo a la hora de combatir la enfermedad. Sin duda, un gran paso adelante que convierte a estas vacunas en un arma terapéutica, además de una herramienta preventiva. Un campo en pleno desarrollo Su historia es relativamente reciente: hay que remontarse a abril de 2010, fecha en la que la Food and Drug Administration estadounidense aprobó por primera vez una vacuna de este tipo. Se trataba de Provenge®, y estaba destinada a hombres con cáncer de próstata la primera vacuna terapéutica, lanzada en 2010, actuaba contra el cáncer de próstata metastásico. Aunque su disponibilidad desde entonces ha sido muy limitada y aún hoy su coste es muy elevado, hay motivos para la esperanza. Tal y como explica la doctora Susana Inogés, investigadora del Laboratorio de Inmunoterapia del Centro de Investigación Médica Aplicada (CIMA) de la Universidad de Navarra, “los primeros ensayos en pacientes y resultados han mostrado que la supervivencia de los pacientes tratados con esta vacuna fue tres veces mayor que en el grupo no tratado con la vacuna”. Y es que, tal y como explica la doctora Inogés, en lo que se refiere a su aplicación en enfermedades no infecciosas –fundamental- 63 mente el cáncer– “las vacunas terapéuticas pueden ser un tratamiento muy útil para evitar recaídas una vez que la enfermedad ha desaparecido tras los tratamientos convencionales (cirugía, quimioterapia, radioterapia)”. ¿Y qué hay de las enfermedades infecciosas como el SIDA? En este caso, explica Inogés, “el principal objetivo de este tipo de vacunas es la prevención, aunque las que se están desarrollando en la actualidad podrían contribuir a controlar la dolencia una vez que la infección por el virus ya se ha desarrollado”. estas vacunas están concebidas como un arma terapéutica y preventiva Pero además de tratar estas enfermedades, las vacunas terapéuticas también están mostrando su eficacia a la hora de enfrentarse a determinadas adicciones. Una de las más esperadas, y que se encuentra ya en sus últimas fases de desarrollo, es la vacuna contra la nicotina. Su objetivo es muy sencillo: bloquea la entrada de esta sustancia en el cerebro e impide la liberación de dopamina en el sistema de recompensa mesolímbico. En otras palabras, consigue remitir la sensación de satisfacción que provoca el hecho de fumar. Un estudio publicado en la revista Science Translational Medicine ha demostrado que, mediante esta vacuna, el hígado adquiere capacidad para producir unos anticuerpos que absorben la nicotina que entra a través de la sangre, evitando su llegada tanto al cerebro como al corazón. El mismo mecanismo está detrás de la vacuna terapéutica contra la cocacína. Según publicó Archives of General Psychiatry, uno de los últimos ensayos clínicos llevados a cabo hablan de una vacuna que, en lugar de una bacteria, incorpora un adenovirus con notable capacidad para producir anticuerpos. Enfermedades del siglo XXI A finales del siglo XVIII, cuando Jenner inventó la primera vacuna, la tuberculosis, el tifus o la difteria eran las enfermedades 64 Las vacunas terapéuticas no solo tratan enfermedades como el cáncer o el SIDA, sino que podrían ayudar en el tratamiento de la adicción a ciertas drogas. con mayores índices de mortalidad. Hoy esos enemigos silenciosos tienen otro rostro y otros nombres. Como la diabetes, la enfermedad crónica con más incidencia a nivel mundial. O el alzheimer, que solo en España destapa unas cifras cercanas al millón de afectados. En ambos casos las vacunas terapéuticas abren la puerta a la esperanza. Por ejemplo, en la última reunión de la Asociación Americana de la Diabetes, científicos israelíes presentaron un estudio con una vacuna terapéutica las vacunas TERAPÉUTICAS más prometedoras Los científicos llevan décadas intentando averiguar cómo dar al organismo las defensas naturales para combatir tumores y otras enfermedades. Hoy, la respuesta está en las vacunas terapéuticas, capaces de entrenar a nuestro sistema inmunitario pra que reconozca y destruya las células “malas”. El cáncer se muestra, en este sentido, como uno de los campos de actuación más amplios y prometedores, con numerosas vacunas terapéuticas que actualmente ya están siendo testadas en seres humanos: contra el gliobastoma, un tumor maligno en la médula o el cerebro; contra el cáncer de cuello uterino; contra el cáncer de piel y pulmón; contra el cáncer de mama; contra el VPH y el cáncer de cabeza y cuello de utero; contra el cáncer de páncreas... Además, la investigación apunta a la obtención de vacunas contra otras dolencias mucho más comunes, como la celiaquía. Y es que ya se está probando una vacuna que podría impedir que el sistema inmune reaccione contra el gluten y se dañe el intestino delgado. El CIMA de la Universidad de Navarra trabaja en vacunas terapéuticas. que, probada en 2.100 pacientes, logró detener la diabetes tipo 1 al evitar la destrucción de las células del páncreas. En el caso del azheimer, es un laboratorio español el que ha creado una vacuna que ya ha pasado la fase de experimentación españa está contribuyendo en este campo con la vacuna contra el alzheimer animal y está pendiente de aprobación por parte de la Agencia Española del Medicamento para iniciar los ensayos clínicos en humanos en estadios asintomáticos y preclínicos de la enfermedad durante el primer trimestre del próximo 2013. Su objetivo es conseguir la inmunización contra las proteínas tau y beta-amiloides 40 y 42, que se acumulan en el cerebro y son las que provocan, en última instancia, la destrucción de neuronas. Son más ejemplos de un campo de investigación realmente prometedor, ya que mucho más allá de la mera prevención de diversas patologías, las vacunas terapéuticas aspiran a modular el sistema inmune para que sea capaz de combatir un número muy amplio de enfermedades ya diagnosticadas. El futuro de nuestra salud ya está aquí. 65