Salvador Ugarte Vizcaino Uno de los más importantes coleccionistas de libros y escritos del siglo XVI fue sin duda, Salvador Ugarte quien también escribió dos volúmenes de poesía. Fue miembro de la Academia de Historia e ingeniero de profesión, además de ser el principal protagonista de una de las instituciones bancarias más sonadas del país: el Banco de Comercio. Y es a esa faceta de su vida, y a su propia vida, a la que haremos referencia en este escrito. Tapatío nacido el 2 de agosto de 1880, Salvador Ugarte se entusiasmó desde muy joven con la idea de estudiar ingeniería, carrera que logró realizar gracias a un trabajo de medio tiempo que le ofreció su propio padre, un comerciante y comisionista de gran prestigio. Con el título bajo el brazo, laboró en un ingenio azucarero, en una fábrica de papel y en la planta hidroeléctrica de Chapala, de donde salió para independizarse y establecer una oficina en sociedad con el ingeniero Luis Basave para contratar plantas de luz y fuerza e importar maquinaria y turbinas para el alumbrado de algunas ciudades de su natal Guadalajara. Al tiempo que el negocio progresó, también prosperó la lucha armada de 1910 y la emisión de billetes revolucionarios carentes de valor, que provocó la anulación del sistema monetario. En Guadalajara, ésto originó la clausura de los bancos, la interrupción de las comunicaciones y, en consecuencia, la paralización de los comercios. Para el negocio Ugarte y Basave la situación era muy complicada, pues además del impedimento para importar maquinaria, ellos sólo recibían papel moneda como pago de sus servicios. Ante tal situación y para salvar el capital invertido, decidieron subir una cuenta en el Hannover National Bank de Nueva York y ahí convertir en dólares los billetes que recibían, acuerdo al que también llegaron con algunas compañías estadounidenses. En México, sus operaciones las limitó a billetes de los antiguos bancos de emisión y a monedas de oro y plata, fuera de circulación pero con un alto valor intrínseco, además a quienes lo solicitaban, les vendía cheques en dólares de Nueva York. Después aceptó corresponsalías de casas de cambio de algunos banqueros privados establecidos en el país. El paso de ingeniero a cambista estaba dado. La revolución Restablecidas las comunicaciones, el negocio de Salvador Ugarte (1880-1962) contaba ya con un gran prestigio como casa de cambio y conforme pasó el tiempo, el negocio prosperó hasta convertirse en toda una institución de crédito que en 1926 se fusionó con la sucursal del Banco de México en Guadalajara, donde años más tarde Salvador Ugarte fue designado gerente de la casa matriz de esa institución. En 1932, justo después de la famosa depresión económica del 29, Salvador Ugarte se instaló en una pequeña oficina de la calle de Las Capuchinas, hoy Venustiano Carranza, donde inauguró su Banco de Comercio, institución que comenzó con un capital de 500 mil pesos y una planta laboral de 28 empleados. En sus primeros 25 años, esta institución abrió un total de 34 sucursales repartidas a lo largo de todo el país para formar la red conocida como Sistema Bancos de Comercio, que en 1977 se consolidó bajo el nombre de Bancomer. Nacionalizado y privatizado, forma hoy parte del Grupo Financiero Bancomer, encabezado por Eugenio Garza Lagüera y que se ha convertido en una de las empresas controladoras líderes en México que opera bajo el modelo de banca universal a través de su extensa red de mil 357 sucursales, más de 2 mil cajeros automáticos y cerca de 26 mil empleados. Además, en el extranjero cuenta con sucursales en Londres y Gran Caimán, agencias de Nueva York y Los Angeles y una oficina de representación en Sao Paulo, Brasil. Adicionalmente, Bancomer tiene una subsidiaria denominada Mercury Bank & Trust Limited, la cual opera en las Islas Caimán, y mantiene relaciones con más de mil bancos corresponsales en todo el mundo. Luis Montes de Oca Enviado personal de Carranza en Washington y cónsul general de El Paso, Hamburgo y París, Luis Montes de Oca dio vida al Banco Internacional, que tiempo después se consolidaría como Bital, la institución financiera con más sucursales en el país. Luis Montes de Oca nació en el Distrito Federal en 1894 y estudió Contaduría Pública en la Escuela Superior de Comercio y Administración. Su necesidad de servicio y su compromiso con el país le hizo alistarse en las filas de la Revolución en 1913, época en la que se consideraba maderista; después de la Decena Trágica y el cuartelazo de Victoriano Huerta fue constitucionalista y más tarde tomó su bandera definitiva al definirse como carrancista. Inició su carrera política en el extranjero como cónsul en diversos países europeos y las colonias francesas del norte de Africa. En 1924 Plutarco Elías Calles invita a Montes de Oca a regresar a México y pertenecer a su gabinete, designándolo Controlador General de la Nación, puesto en el que reorganizó la contabilidad general del gobierno, instituyó y principio el inventario de los bienes nacionales, controló los gastos públicos, las compras gubernamentales y los almacenes de la administración. Tres años más tarde fue secretario de Hacienda hasta 1932. Entre las acciones más sobresalientes que llevo a cabo durante su cargo están el haber disminuido en 45 por ciento la deuda exterior, estructurar el primer Código Fiscal, los primeros organismos para la ejecución de obras públicas, crear los archivos económicos de Hacienda. En mayo de 1935 ocupa la dirección del Banco de México, cargos al que renuncia en 1940; después fue presidente de los consejos de administración de diversos bancos como el de Crédito Agrícola, de Almacenes Nacionales, del Banco Nacional Hipotecario Urbano y de Obras Públicas y de Crédito Popular. A mediados de 1941 organizó el Banco Internacional y estimuló la creación de otras instituciones de crédito y de empresas comerciales e industriales en las que fue presidente o miembro. Montes de Oca se caracterizó por ser un hombre culto que postuló siempre la doctrina liberal, la administración honrada y el amor a las artes plásticas. Fue amante de la música en todas sus manifestaciones, al grado que fundó la Orquesta Sinfónica de la Ciudad de México. Falleció el 4 de diciembre de 1958, siendo presidente del consejo administrativo de cuatro bancos, una compañía de seguros, dos cementeras y consejero de empresas en diversas partes de la república. Banco Internacional Ubicado en el primer piso del edificio Guardiola, en la calle de Madero, el Banco Internacional inició sus funciones el 19 de agosto de 1941 bajo la dirección de Luis Montes de Oca ofreciendo los servicios de depósito y ahorro. En poco tiempo se incorporaron 18 instituciones de la provincia y el Distrito Federal; el primer depósito que recibió fue de la Compañía de Finanzas de México, que tiempo después se asociaría a la institución por un monto de 400 mil pesos. En 1944 se inaugura la primera sucursal en Paseo de la Reforma y en 1945 se fusiona con el Banco Metropolitano. Durante los años 50 la institución crece para consolidar la Cadena Internacional y en los 60 surge Inmobiliaria Internacional y Arrendadora Internacional. Treinta años después, el banco que se había postulado como uno de los principales prestamistas de la industria azucarera, sufre la crisis por la caída de este producto y tiene que ser traspasado a Nacional Financiera. En los 80 se afilia a 11 bancos regionales y en julio de 1992 Grupo Financiero Prime lo adquiere para convertirlo en Bital. Hoy Bital es el banco con más sucursales en el país y basa su filosofía en la banca universal, que ofrece todos los servicios en un mismo lugar y que cuenta con seis subsidiarias: Almacenadora, Banco Internacional, Casa de Bolsa, Finanzas México, Pensiones y Afore. Lorenzo H. Zambrano Treviño Además de ser la primera cementera en México, Cemex, bajo la dirección de Lorenzo Zambrano Treviño, se ha convertido en pionera de las multinacionales netamente mexicanas. En 1906 es fundada Cementos Hidalgo en el estado de Nuevo León, compañía pionera en la fabricación de cemento en México, y a principios de los años 20 se crea Cementos Monterrey. La crisis financiera mundial de 1929 hace casi imposible la existencia separada de ambas empresas, por lo que se fusionan en 1931 para formar Cementos Mexicanos, hoy Cemex. Lorenzo Zambrano Treviño, nieto de uno de los fundadores de Cementos Hidalgo, se planteó desde muy joven que algún día llegaría a dirigir la empresa. Zambrano Treviño nació en 1944 e impulsado por este objetivo, decidió estudiar Ingeniería Mecánica en el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey, que para entonces era una de las carreras más difíciles. Para demostrar su capacidad, Lorenzo ingresó a la compañía antes de obtener su título profesional, y fue ascendiendo paulatinamente. Al tiempo que conocía a fondo la empresa, realizó una maestría en administración en la Universidad de Stanford, en Estados Unidos. Le llevó 18 años alcanzar la dirección general de Cemex. La internacionalización de Cemex Con Lorenzo Zambrano Treviño al frente, Cemex comenzó a poner en marcha un programa de expansión que la llevó a convertirse en la tercera cementera más importante del mundo. La compra de Cementos Anáhuac en 1987 ha sido uno de los pasos más importantes dados por la compañía, lo que le valió mantener los costos de operación y distribución más bajos a nivel mundial. La siguiente adquisición fue la de Cementos Tolteca y el inicio de una estrategia de internacionalización mediante la compra de las dos principales cementeras de España, en 1990. De esta manera se beneficiaría con la dinámica de algunos mercados en crecimiento fuera del país, como Venezuela, Panamá y República Dominicana, donde realiza actividades de producción. También mantiene el liderazgo en el Caribe, Filipinas y el Suroeste de Estados Unidos. Sus 50 plantas de cemento, 130 centros de distribución, 37 terminales marítimas, 410 plantas de concreto y agregados, y su capacidad de producción cercana a los 65 millones de toneladas al año, mantienen a Cemex como líder en la producción nacional, y como la empresa mexicana mejor ubicada en el mercado global.