50 LATERCERA Miércoles 28 de agosto de 2013 Cultura&Entretención Nine Inch Nails lanza su mejor álbum de la última década R La banda liberó ayer Hesitation marks, un disco lleno de melodías más amables y que, según su líder, reflejan su adultez. R Se trata del primer trabajo del grupo en cinco años, el mismo que los traerá a Chile el próximo año. C. Vergara Hubo un minuto en que Trent Reznor (48) -el músico que en los 90 mejor diseñó la enajenación y el desorden futuro- se sintió viejo. “Fue en la última gira de Nine Inch Nails, en 2009, cuando me despedí de los escenarios por un tiempo. Estaba muy cansado del formato, comenzando a sentirme viejo en torno a lo que estaba haciendo”, dijo en julio a The New York Times. Para desempolvar méritos, el estadounidense se olvidó por un par de temporadas de su banda madre, rompió con las multinacionales del disco, se lanzó con clase y éxito a la elaboración de dos bandas sonoras para David Fincher –Red social y La chica del dragón tatuado- y retomó labores con el proyecto paralelo junto a su esposa, los irregulares How to Destroy Angels. Pero, en esa vorágine artística propia de Reznor, giró en reversa y, según confiesa en esa misma entrevista, se preguntó cómo sonaría Nine Inch Nails ya entrado el nuevo siglo. “Mi única preocupación era ‘¿qué es lo que tiene que decir NIN en 2013?’. Y en base a eso empezamos a trabajar, sin forzar nada”, resumió. El resultado se llama Hesitation marks (tal como los cortes que se dejan las personas que intentan suicidarse) y es un claro manifiesto de canciones más melódicas que dejan en segundo plano la agresiva saturación de guitarras o el talante apocalíptico que explotó en sus títulos más emblemáticos -y en parte de su obra solista- y que constituyeron la marca de fábrica de su sonido industrial. De algún modo, el álbum, el primero de los norteamericanos en cinco años y que ayer se liberó vía streaming, es uno de sus cancioneros más amables a la fecha, y, desde un punto de vista creativo, se trata de su mejor EL DATO Bowie, un mentor En el mismo año que Bowie volvió al disco, Reznor recordó cómo el ejemplo del “camaleón” lo ayudó a zafar de los excesos: “El estaba felizmente casado y yo estaba en la cima de mi adicción. Su papel para mí fue el de mentor, hermano y amigo”.