Inversor: El cerebro del sistema fotovoltaico Juan Cristóbal Torchia Jorge Blanco Puede parecer que el título de este artículo sea una exageración, pero el inversor (en inglés: inverter) realmente desempeña una función neurálgica, tan compleja como se requiera, en la conversión de electricidad dentro de un sistema fotovoltaico. Los paneles fotovoltaicos (PFV) son los dispositivos más representativos de una instalación de este tipo por ser visualmente atractivos y porque producen la electricidad. Sin embargo, la naturaleza de esta electricidad debe modificarse para adaptarla a la electricidad consumida por los artefactos conectados normalmente a la red. Este es el trabajo del inversor. Básicamente, el inversor es un conjunto de semiconductores que se coloca entre los PFV y la instalación eléctrica del edificio que se desea alimentar, por ejemplo, un condominio, un centro comercial o una fábrica. Históricamente, en el siglo XIX cuando comenzaba la producción de electricidad a gran escala, los dispositivos que cambiaban la corriente alterna (CA) en corriente directa (CD) se llamaban “convertidores”. Al proceso contrario, es decir, pasar de corriente directa a alterna, se le conocía como “conversión invertida” (en inglés: inverted conversión), de ahí el nombre de “inversores”. En aplicaciones fotovoltaicas, el inversor está encargado entonces de convertir la corriente directa del PFV en corriente alterna con la cual se alimentan refrigeradores, televisores, motores eléctricos, luminarias, etc. A medida que ha avanzado la tecnología, los inversores desempeñan ahora funciones de control de la electricidad, de monitoreo de la producción, y aplicaciones de ingeniería del sistema. En este artículo no haremos una clasificación de inversores, pero comentaremos que existen distintos tipos de inversores en el mercado que se especifican de acuerdo a la configuración y características del sistema de PFV. La gran mayoría de las instalaciones residenciales son del tipo “ligada a la red sin baterías”. Esto significa que tanto los PFV como la red eléctrica alimentan las cargas eléctricas del edificio. Se trata de los sistemas más simples ya que están constituidos principalmente por los inversores y los PFV, además de los elementos de desconexión por seguridad. La operación de estos inversores es directa: cuando hay radiación solar y la red eléctrica está presente, el inversor acepta CD de los PFV, convirtiéndola a CA y sincroniza con la red para entregarle esta energía al sistema eléctrico nacional. En un sistema tradicional residencial de PFV, el inversor está conectado a la caja principal de interruptores junto con las cargas eléctricas del edificio. Los PFV simplemente proveen de electricidad a la red. El inversor conduce esta energía hacia la red incluso cuando las cargas eléctricas en el residencial necesitan alimentación. Si los PFV producen menos de lo que requieren las cargas, el resto es provisto por la red. Si los PFV producen suficiente energía para exceder a las cargas, el inversor envía el exceso de electricidad hacia la red, haciendo que el medidor “gire” hacia el lado contrario si es de disco o “reste” si es digital. En las horas nocturnas, los PFV obviamente no producen electricidad de manera que la red se convierte en el único proveedor del edificio. Si el voltaje/frecuencia de la red sale de las especificaciones UL1741, el inversor inmediatamente se desconecta a sí mismo del edificio y por consiguiente de la red eléctrica. Este proceso es casi instantáneo. Una vez que la energía de la red entra de las especificaciones del inversor durante un tiempo determinado, el inversor se reconecta y continúan las operaciones. Los inversores de este tipo poseen varias ventajas que los hacen muy populares como sus altas eficiencias y bajo costos de mantenimiento. No requieren demasiada manipulación de parte del usuario ya que no contienen componentes que necesiten de mantenimiento especial o frecuente. Generalmente, las compañías proveedoras de PFV desarrollan proyectos en los cuales seleccionan los inversores adecuados para determinada capacidad y tipo de instalación. El usuario debe asesorarse con expertos en el tema para decidir qué inversor es el más adecuado para sus necesidades. El tamaño de un inversor depende de la magnitud de la potencia eléctrica que puede convertir. Entre mayor sea la instalación de PFV, de mayor tamaño deberá ser el inversor o más inversores deberán de colocarse para cumplir con la entrega de electricidad. Debido a que los inversores son la puerta de salida de la energía producida por los PFV hacia la red eléctrica, se convierten en un elemento vital para la solución de futuros problemas que pudiese ocasionar una alta penetración de tecnología fotovoltaica en los sistemas nacionales de distribución de energía eléctrica. Fuente: .acesolar.org