NEUROLOGÍA Epilepsia Resolviendo problemas prácticos y sociales El control del status epilepticus supone un reto, por la dificultad de la administración de la medicación en estas situaciones. La facilidad y la comodidad de la administración favorecerán un tratamiento más rápido y un control más eficaz. La vía rectal ha constituído hasta la fecha la opción más práctica pero sufre un rechazo social que es imprescindible tener en cuenta. Los resultados de un reciente estudio nos ofrecen una nueva alternativa. El status epilepticus es la emergencia neurológica más frecuente y presenta una elevada morbimotalidad con una elevada incidencia en niños. Se trata en realidad de crisis epilépticas subintrantes y puede llegar a durar media hora o más. Una crisis epiléptica convulsiva que dura más de 5 minutos suele prolongarse si no se administra el tratamiento adecuado. Y esta situación conlleva riesgos físicos aparte de posibles lesiones neurológicas. La rapidez en la instauración del tratamiento es muy importante, ya que un retraso reduce la eficacia del mismo. De ahí el interés de la introducción de fármacos y formulaciones que faciliten la administración. La administración rectal de diazepam suele ser el tratamiento más usual para el control de este cuadro clínico. La mucosa rectal presenta una buena vascularización y permite el paso a la circulación sistémica. Sin embargo uno de sus mayores inconvenientes es su mala aceptación social para emplearla en público. Todo ello retrasa la instauración del tratamiento, y provoca problemas en el sujeto. Puesto que la mucosa oral presenta unas características similares a la rectal se ha comparado la eficacia de una formulación líquida clásica de diazepam administrada por vía rectal y otra formulación líquida de administración oral de midazolam en el tratamiento de estas crisis. El estudio se llevó a cabo en una escuela especial con niños con crisis epilépticas de difícil control. la formulación de midazolam presentó una eficacia similar a la de diazepam además de claras ventajas prácticas y sociales. La vía oral resulta más asequible que la nasal y asegura mejor la permanencia del fármaco. No es necesario abrir la dentadura para la administración, ya que basta con introducir la jeringa de administración entre la mejilla y la dentadura y esto es relativamente sencillo incluso en el caso de crisis tónicas. El volumen de líquido es pequeño, por lo que no hay peligro de aspiración y riesgo de comprometer la función respirtatoria. Así, los resultados de este estudio sugieren que la administración oral de midazolam puede constituir la opción más ventajosa en el control del status epilepticus. Scott RC, Besag FMC, Neville BGR. Buccal midazolam and rectal diazepam for treatment of prolonged seizures inchildhood and adolescence: a randomised trial. Lancet 1990; 353: 623-6.